Park Jimin era un chico muy impulsivo, en los Diecinueve años que lleva de vida nunca se puso a pensar y luego hacer algo.

No, él era demasiado impulsivo y todos a los de su alrededor lo sabían. Su madre, su padre, su hermano, sus amigos, jungkook, Namjoon...

Su novio sabía todos y cada uno de los arranques que tenía Jimin, aunque el rubio no se lo dijiera la cara y se tenga que enterar por terceros.

El mayor de los Parks tenía problemas tanto internos como externos, y por más que su mejor amigo le haya dicho que tienen que ver un especialista, él es recio y se niega a todo.

No sabe de que es lo que sufre, sin embargo lo hace en silencio o no tan silencio porque cuando su mente se activa es más rápido que el mismo cuando lo quiere frenar.

El fuma, bebe y hasta se drogó.

No se sabría decir que es porque quisiera o simplemente lo hace para poder sacar la tensión de su cuerpo. Es esa tensión, más conocida como ansiedad o estrés es lo que lo lleva por ese tormentoso y rocoso camino.

Y por eso mismo que ahora se encontraba en la miseria de su soledad fumando.

— Todos estarían tan decepcionados de mi —murmuró apoyando todo su cuerpo en el barandal del mirador.

El mirador era un hermoso lugar donde muchas parejas siempre iban a pasar tiempo. La gran plataforma se encontraba encima de una pequeña montaña y de ahí se podía ver todo Seúl.  Para llegar ahí se podía ir caminando subiendo las cientos de escaleras o en bus.

Él, al estar en su miseria prefirió subir a pie.

El lugar siempre fue tranquilo, por personas que hubiera ahí, la tranquilidad perduraba. Pero hoy había una excepción.

Todo estaba vacío.

Las bancas que mayormente están ocupadas por parejas siendo melosos o simplemente pasando un rato junto estaban vacías. Y en el pequeño campo que había detrás suyo donde muchos tiran una manta sentándose en el suelo para admirar las estrellas también.

Ahora mismo el lugar se le hacia tan raro que por una parte hasta se siente culpable.

— En este lugar Namjoonie me pidió ser su novio —recordó con nostalgia, un sentimiento amargo se hizo presente en su pecho. Se sentía de alguna forma sucio al mentirle tanto a su novio. Él fumar, él beber, no puede ser el angelito y bebe Mochi que Namjoon quiere tener— Soy tan mala persona mientras que todos a mi alrededor son unos amores de personas...

— Aveces nosotros mismos nos sentimos malas personas, porque vemos que aunque quisiéramos ser como los demás, no podemos.

Jimin volteó rápidamente al escuchar la voz y pudo observar a un chico pálido que estaba sentado en uno de los bancos más cercanos.

¿Cómo es que no se dio cuenta de la presencia de ese chico?

— Lo siento si te asusté —comento el de cabellos color menta escuchando el estruendo de algo caerse—No fue mi intención, es más pensé que te darias cuenta desde que alguien más estaba aquí desde que llegaste.

Jimin no supo a que sentimiento darle más importancia, si al cosquilleo que siente en su estomago o al miedo que aun siente por el repentino susto dado por el contrario.

Y sin más dejó salir una risa.

A decir verdad para el contrario, era una risa rara, quizás hasta incomoda pero no sabría decirlo con certeza.

Los rasgos de Jimin no se veian por la oscuridad.

Por la gran y oscura penumbra que cubre sus ojos.

Pero aun así, solo dice que es culpa de la poca visibilidad del cielo nocturno.

Asíque solo atinó a sonreír apenas en dirección de donde provenía y cada vez aumentaba más el sonido de la risa al punto de largar una carcajada.

Una parte de él le decía que estaba con una persona tierna o sumamente psicópata por el tipo de risa, sin embargo no dijo nada y sonrió en respuesta.

— Ay Dios... —exclamó después de un tiempo Jimin tomando aire e intentando respirar normalmente. El rubio se tocó el pecho sintiendo como su corazón latía latía fuerza— Me diste un susto de muerte... no puedo creer que no haya gritado como normalmente lo hago.

El de cabellos menta se sintió apenado. No quería molestar a nadie, no quería asustar a nadie. Él... Él solo iba a ese lugar a estar tranquilo y sintió la presencia de otra persona por lo que se sentó cerca pero su idea no era asustarlo.

— Por cierto un gusto, soy Park Jimin —habló estirando la mano al chico, sin embargo este no la tomó, por eso mismo la bajó incomodó.

—Hola, soy Min Yoongi —se presentó el pálido con una apenada sonrisa.

Y luego ocurrió, un click interno que a Jimin desconcertar.

Min... Min Yoongi.

Lindo nombre pensó Park.

— Hola Yoongi —pronunció Jimin esta vez, mirando el perfil del chico que se encontraba sentado en el banco detrás suyo con una mirada casi le describiría a perdida.

Y es ahí cuando lo vió, justo detrás de Yoongi.

El bastón plegable de rayas rojas y blancas.

Yoongi no le rechazó la mano por ser descortés.

Sino porque no lo veía.

Yoongi era ciego.

El ambiente era tranquilo, Jungkook estaba en la mesa sentado mientras desayunaba y estaba viendo videos con los auriculares puestos. Su madre, por su parte estaba en la mesada cortando verduras y preparando todo para hacer lasaña.

Ella estaba tan concentrada que se quizás podrías matar a alguien así lado y no se daría cuenta.

— ¡¿MAMÁ A QUE HORA VIENE HYUNG?!

El grito que dió Jungkook hizo que Yeji saltará en su lugar y casi se rebanada un dedo. Cosa que provocó que inmediatamente mire a su hijo con mala cara. Pero este, al estar involucrado con su video no le dio importancia.

— Creo que dijo que llegaba a la tarde, osea luego de la escuela —le respondió entre dientes controlando no tirarle con lo primero que tiene al lado por el susto dado.

— ¡AH BUENO! —exclamó gritando nuevamente el menor sin notar que su mamá estaba tanteando cuanto pesaba la sarten a su lado para calcular cuanto daño haría si le lanza eso—  ¡ES QUE TENGO UNOS LIBROS PARA DARLE A HYU-

— ¡DEJA DE GRITAR JODER! ¡ESTOY A MENOS DE DOS METROS TUYO! —gritó la mayor roja de esfuerzo viendo a su hijo que lo miraba de repente asustado.

— Perdón —susurró Jungkool quitándose los auriculares— No quería dejarte sorda.

Yeji soltó un pesado y largo suspiro.

— La mamá de Yoongi, me dijo que ayer a la mañana llegaron aquí Seúl, pero como tuvieron citas con los médicos no pudieron hablarnos antes.

— Pero Hyung me dijo que ayer salió al mirador —exclamó confundido luego hizo un puchero— Osea salió pero sin mi...

Yeji dejó salir una risita al tono de reproche que utilizó, iba a decir algo pero fue interrumpido por el ruido del timbre.

Cosa que hizo que se tensara.

— ¡YO VOY! 

La voz de Yeonjun se hizo presente en hizo que Yeji solo se quedara en silencio escuchando atentamente.

Yeonjun que estaba en la sala jugando con sus juguetes, al escuchar el timbre sonar se acercó hasta la puerta y la abrió lentamente viendo del otro lado a dos hombres los cuales lo miraban fijamente.

— Hola! —exclamó contento y con una sonrisa mirando a los dos extraños— ¿Busca a mi mami?

— ¿¡Yeonjun!? —escuchó la voz de su mamá desde la cocina pero simplemente miraba a los hombres con la cabeza inclinada de la misma forma que un cachorrito buscando entender lo que le dicen.

— ¿Los puedo ayudar en algo? —preguntó mientras jugaba con el picaporte de la puerta a la cual tenía en su mano izquierda.

— ¿No me recuerdas? —exclamó el más bajo de los dos, mirando al menor con una mirada brillante— Quiero decir... ¿No, nos recuerdas?

— No, para nada —respondió negando con la cabeza completamente.

— Yo soy Min...

— ¿Qué hacen aquí?

Los tres llevaron su vista hacia detrás de  Yeonjun donde se encontraba Jungkook con la mirada oscura, la mandíbula apretada y un rostro totalmente serio.

— Acabo de preguntar que hacen aquí —repitió con una voz tosca.

— No le hables así a tu padre —exclamó Taemin apretando la mandíbula sabiendo que había sido una total idiotez ir a esa casa. Pero por más que el se había negado con uñas y dientes volver a ver a esas personas.

Minho estaba totalmente nerviso ahora que podía ver a sus hermanos nuevamente. Sentía sus manos sudar y temblar levemente, tenia miedo no solo estaba nervioso. No quería que sus hermanos lo echaran secamente y aunque le dolió que Yeonjun no recordaba quien es él, no quería no poder ver a sus hermanos.

— ¿Padre? —repitió Jungkook con sarcasmo y de forma áspera y burlona, acercándose cada vez mas a donde estaba su hermano y esas dos personas que en su momento le decía padre y hermano— Yo no tengo padre, mi madre es y siempre será todo para mi. Ella y Yeonjun son mi única familia. No sé quienes son ustedes...

— Jung-... —Minho se quedó mudo viendo con detenimiento el rostro se su hermano. Podía ver los claros hematomas y demás lastimaduras en su rostro cosa que lo entristeció sabiendo que aún sufría por su enfermedad.

Jungkook solo se quedó callado mirando a los dos hombres sin ninguna expresión.

Él desde la cocina supo al instante en quienes era, al escuchar a Yeonjun preguntar lo mismo. No podían echarle la culpa a su hermano menor por no recordar algo de lo que casi no sabe nada. Ya que tanto Taemin que no estuvo casi en la vida de su hijo menor, como Minho que en su momento no quiso a su hermano. El menor, no recuerda a ninguno.

Estuvo apunto de hablar nuevamente pero la voz de su madre lo tenso. Cosa que no fue al único ya que Minho y Taemin se tensaron aún más con los nervios en punta.

— Mamá... —habló Jungkook preocupado por ella, en el momento que se percató de su presencia a su lado.

— Tranquilo corazón —le respondió con una dulce sonrisa cosa que hizo que el corazón del Jungkook le dieran una puntada. La mayor acarició la mejilla de su hijo y le dejó un beso en su frente con amor— Te estaba esperando Taemin.

— Hola Yeji —exclamó Taemin mirando a su ex esposa con una mirada vacía.

Yeji que cambió completamente su semblante amable y cariñoso, dejó ver su lado más frío, seco y totalmente hostil.

— Hola... mamá...

— Hola Minho.

Jungkook no entendía que pasa en ese momento.

¿Por qué ellos estaban aquí?

¿Porqué su mamá lo esperaba?

¿Por qué en ese momento estaba Taehyung bajando de un automóvil detrás de su padre y hermano?

Sin esperarse más, salió de su casa mirando como Taehyung caminaba hacia su cerca con la que supone que es su mamá. Agradecía que la cerca estuviera abierta así podía acercarse más a Taehyung sin esperar mas.

Pero algo le llamo la atención... ¿Por qué la mamá de Taehyung mira a su madre y... llora?

— ¿Yeji? —exclamó la recién llegada con lagrimas en los ojos.

— Yuna... —respondió totalmente atónita y palida. Su respiración se corto al momento de escuchar esa dulce y preciosa voz que tanto extrañaba— Pensé que no estabas en Corea...

— Nunca me fui —respondió limpiando las lagrimas de sus mejillas— no podía dejar a mi mejor amiga atrás...

NTA: Todas las veces que escribí YERIN quiero decirles que fue un error. La MAMA de Jungkook es YEJI (la belleza de Itzy) pero me las confundí.

#NoMeMatenL@sAmo.

220921