Excuse me, lady
Jugaba con sus dedos a tocar una batería imaginaria sobre la maquina impresora, aguardando a que los folletos terminaran de imprimirse.
El solo de batería de Yonji, su miembro favorito de la banda, sonaba en sus audífonos a todo volumen.
Comprobó en la pantalla digital que aún faltaban unas cuantas copias para que terminara. Volteó quedando de espaldas a la máquina, se apoyó en ella y cruzó los brazos por encima de su pecho, tarareo en voz baja el estribillo. Busco con la mirada algo que hacer mientras tanto.
La puerta de la sala se abrió y por ella entró su compañero de trabajo y mejor amigo, con varias cajas apiladas una encima de la otra. Se acercó para ayudarlo, tomó un par de cajas, dejando a la vista el rostro de su compañero.
-¡Buen día!.-Dijo sonriente. Vió su rostro molesto y sus labios moverse pero no pudo descifrar sus palabras.-¿Qué?.-Camino detrás de él hasta el final de la habitación, dejó las cajas junto a la puerta del depósito, imitandolo.
-¿Qué dijiste?.-Volvió a preguntar.
Penguin tomó uno de sus auriculares y se lo quitó de la oreja.
-Que no grites, idiota.
-Ah.-Tomó el otro auricular y se lo quitó.-Lo siento.
El pelinegro buscó las llaves del depósito en los bolsillos de su uniforme beige. Shachi devolvió su mirada a las cajas.
-¿Para que son?.-Preguntó.
-Son peluches.
-¿Peluches?.
-Si.-Encontró las llaves.-Son para obsequiar a los primeros treinta en comprar entradas para el show de los pingüinos.
-¿Y que hay del maravilloso tour por el acuario?.-Sonrió con soberbia.-¿No hay nada para mis fans?.
-Si tuvieras alguno, tal vez si.-Abrió la puerta.-Y tu mamá no cuenta.-Se agachó y tomó las cajas.
-jajaja.-Río irónicamente.-Que chistoso.-Lo imitó. Ingresó con él al depósito.
-Como sea, mañana es día festivo.-Acomodó las cajas en un estante.-Vendra mucha gente, te lo aseguro.-Terminó con la última caja y volteó hacia su amigo.-La gente común tendrá el dia libre, los esclavos, como nosotros, trabajamos.-Caminó hasta la salida. Una vez que Shachi estuvo fuera, le echó llave.
-Ah.-Entendió de que iba la cosa.-Por eso los peluches.
-Así es. Avísale a tu madre que le guarde un lugar en primera fila.
-¿Cuál es tu problema con mi madre?.-Pregunto molesto, le dio un puñetazo en el brazo.
-¡Es en serio!.-Habló entre risas. Metió la mano en su bolsillo y quitó su celular, lo desbloqueo.-Ella me pidió que le reservase un asiento, mira.-Buscó la conversación y le enseñó los mensajes.
El pelirrojo leyó con el ceño fruncido.
-¿"Cariño"?.-Se encontraba indignado por la forma en la que su madre se dirigía a él.-¿Por que a ti si te dice cosas bonitas?, la última vez que me dijo "cariño" era Navidad.
-¿Y en tu cumpleños?.-Guardó su celular y camino directo a la pequeña cocina de la sala de empleados.
-Me saludo una semana después, de le habia olvidado.-Fue a la impresora para recoger los folletos.
-¿Quieres Café?.-Aguardó una respuesta con el gabinete de las tazas abierto y con una ya en la mano.
-Si, gracias.
-Hey, ¿Sacaste las llaves hoy?.
-Si, ¿Por qué?.
Penguin suspiró aliviado.
-Menos mal, yo me las olvide.-Se subió a la encimera para aguardar sentado allí hasta que la jarra de la cafetera estuviera llena.-Creí que hoy tendriamos que entrar por la ventana otra vez.
-No estoy dispuesto a pagar por un vidrio roto.-Comentó poniendo a imprimir una tanda de carteles.-Mucho menos a dejar entrar a ese tipo raro a casa otra vez.
-Tenía buen trasero.-Comentó recordando al extravagante hombre de cabello turquesa que había realizado la reparacion.-Sus gafas eran cool.
-¿Mis gafas no son cool?.
-Tus gafas son las más cool.-Bajó de la encimera y apagó la maquina.-Con este dinero extra que haremos hoy podríamos ir a ver a Enel, tocará el seis de octubre.-Llenó las dos tazas.
-No podemos.-Apagó la impresora.-Es el cumpleaños de Law.-Tomó los papeles y los acomodó sobre la mesa junto con el resto de los folletos.
-Aún no ha dicho si lo festejará, podríamos convencerlo de ir con nosotros.-Se acercó y le tendió la taza.-Tres de azúcar como te gusta, guapo.
-Gracias, cariño.-Dijo esta última palabra imitando el tono de voz de su madre.-Y no, sabes que no querrá. No le gustan los lugares con muchas personas.
-Es que es un ermitaño, estudia y duerme, no disfruta de las cosas buenas de la vida como nosotros.
-Él tendrá un título en su pared, nosotros con suerte tenemos un poster del Germa.
-Si, bueno, pero Reiju se ve buenota en ese, ¿O no?.
-Si.-Dijo suspirando.-Moriría por una chica así.
-Eso es otra cosa que Law tiene y nosotros no.
-¿Tiene novia?.
-No, pero vi en Igaram que una chica lo etiqueto en una publicación.
-¿Se dejó tomar una foto?.
-Así es.-Le dio un sorbo a su café.-Espero no sea tan idiota como lo ha sido anteriormente, si no sabe aprovechar la oportunidad cuando se le presenta, sucederá lo mismo que sucedió con Eustass y seria una lástima, es una chica muy linda.
-Si.-Bebió.-¿Y si nos metemos en ese sitio de citas?.
-¿Cuál?.
-Ivanlove.
-Ese sitio es para gente transgénero, Shachi.
-Oh.-Se sentó en la silla.-El nombre es engañoso.
-Lo es.-Tomo asiento imitandolo.-¿En donde crees que podriamos ir a repartir estas cosas?.
-Pensaba en que podriamos ir a tirarlos bajo las puertas, de esa manera nos asegurariamos mas de que los lean, si los repartimos a los que pasan en la calle sabemos que acabarán todos en la basura.
-Buena idea, repartamoslo por esta zona de la ciudad, si ven que el acuario queda cerca no tendrán excusa para no venir.
-¿En skate?.-Sugirió.
-¿Mitad y mitad?.-Tomo la pila de folletos y la dividió en dos.
-El que termine último paga la pizza.
-Me parece un trato excelente, caballero.-Le tendió la mano.
-Oh, por favor.-La estrecho.-Es un gusto hacer negocios con usted.
Ya eran las siete de la tarde y los chicos apenas estaban saliendo de la casa. Habían pasado a la salida del trabajo por el hogar para cambiarse la ropa y ponerse algo más cómodo. Tomaron sus maletas, sus tablas y salieron a repartir los folletos casa por casa.
-Me queda la mitad.-Habló con una sonrisa victoriosa en el rostro.-Termina pronto así podemos llegar a casa y echarnos unas partiditas de "Thriller Bark" para que te gane denuevo.-Se detuvo en una puerta y metió un folleto en el buzón.
-Vas bien porque no estas ayudando a pegar los carteles.-Sacó uno de su mochila.-¿Oíste hablar sobre el nuevo power-up que habilitaron en la tienda?.-Se detuvo unos metros mas adelante, pegó un cartel en un poste de luz frente a una heladería.-Si compras el "santoryu", tu personaje puede equipar mas de un arma a la vez.
-¿En serio?.-Comentó sorprendido. Se impulsó con la tabla nuevamente, siguiendole el ritmo a su compañero.-¿Cuanto cuesta?.
-No tengo ni idea.-Continuó su camino. Comprobó cuantos folletos le quedaban en su mochila.-Hey, a mi también me quedan pocos.
-A ver.-Le echó un vistazo rápido al interior de su maleta y sus ojos se abrieron de par en par.-¡Bastardo!.-Aceleró su carrera.-¡Tú pagarás la pizza!.
-¡Hey!.-Penguin había tomado la delantera.-¡Tú la pagarás!.-Se apresuró a repartir los folletos que le quedaban.
Miró los buzones y debajo de las puertas de las casas pero penguin ya había dejado en esa cuadra. Cruzó de calle y comenzó a repartir del lado de enfrente.
"Sólo me quedan cinco" pensó comprobando los pocos papeles que aún tenía en su mano "Pan comido".
Dio una vuelta a la esquina y pudo ver a Penguin venir por la mano de enfrente, con muchos más folletos que él, su victoria estaba asegurada. Los primero cuatro los repartió sin problema alguno, pero cuando estuvo a punto de dejar bajo la puerta de un edificio el número cinco, la puerta se abrió.
Los ojos de ambos conectaron por un tiempo que no pudo medir, no lo sintió pasar pero supo que fue el suficiente como para que ambos giraran el rostro con vergüenza.
Shachi se encontraba con el torso inclinado, la mano extendida en dirección hacia el suelo y el folleto en ella. La chica frente a él estaba parada con una bolsa de basura en la mano. Estaba vistiendo un saco mucho más grande que ella, de color gris, que le llegaba hasta la mitad del muslo. Tenia una medias largas blancas, disparejas, una la tenia bien subida hasta debajo de la rodilla y la otra se le habia bajado, quedando toda arrugada arriba de los tobillos. En los pies llevaba unas pantuflas peluditas rojas y tenía el cabello arreglado en una coleta desprolija. Por su apareciencia parecía que acababa de despertar pero las ojeras colgando debajo de sus ojos decían lo contrario.
-Permiso.-Habló ella rompiendo el silencio.
El pelirrojo dio un respingo en su lugar y se hizo a un lado, ella pasó de largo por él y camino hacia el contenedor de basura de la calle. Lo abrió y arrojó la bolsa dentro, regresó sobre sus pasos y pasó nuevamente por enfrente a él.
-Buenas noches.-Saludó antes de entrar y cerrar la puerta detrás de si.
-Espere, señorita.-Tuvo el valor de hablar. Sus ojos se encontraron nuevamente. La mente del chico quedó en blanco por unos segundos.-H-Hola.
-¿Se te ofrece algo?.-Su tono de voz era firme pero amable.
-Estaba repartiendo estos folletos.-Le tendió el papel.-Bueno, este folleto.-Recordó que sólo tenía uno.-El resto ya los repartí.
Ella se acomodó apoyando un dorsal de su cuerpo contra la pared de la entrada y lo tomó con ambas manos.
-¿Un acuario?.
-Si-Sonrió nervioso. Ella lo miró.-¿Te gustan los peces?.
-Si pero nunca he ido a un acuario.
-Bueno.-Metió sus manos en los bolsillos para dejar de jugar nerviosamente con sus dedos.-Siempre hay una primera vez, supongo.-Un silencio incómodo se instaló entre los dos, ella continuó leyendo el folleto y él simplemente bajo la mirada a sus pies.
-¿Visita guiada?.-Preguntó con interés.-¿Cómo es eso?.
-Es un recorrido por todas las alas del acuario a cargo de un trabajador del lugar que explica que especies hay en cada tanque y te da información sobre ellas.-Ella le dedicó una sonrisa breve que le inspiró más confianza.-El guía suele dar datos curiosos sobre algunos peces en específico, es un tipazo.
-¿"All blue"?.-Leyó el nombre del lugar. Shachi se sintió fracasar en su intento de hacerse quedar bien.-No me suena.
-Es a un par de calles de aquí, en frente a la biblioteca.
-Ah.-Asintió con la cabeza.-Ya sé dónde es, es cerca.
-Si, lo es.-Le devolvió la sonrisa.-Y mañana habrá un descuento del veinte por ciento en la entrada general, podrías aprovechar para conocer el acuario.
-Suena bien, podría ser.
-Te recomiendo que vayas por la mañana, la iluminación es mejor y podras apreciar bien a los peces.
-¿Tú ya has ido?.
-De hecho.-Tomó el valor para mirarla nuevamente a los ojos.-Trabajo ahí.
-Oh.-Sonrío.-¿Eres el guía?.-Sus mejillas rojas lo delataron.-¡Eres el guía!.
-Si, bueno.-Se rascó la nuca mientras sonreía.-Ahora quedé como un idiota con eso del tipazo.
-No lo creo.-Dijo guardando el folleto en el bolsillo de su saco.-Si eres un tipazo.
Se mantuvieron la mirada unos segundos, sonriendose mutuamente.
-Entonces, ¿que dice señorita?, ¿Irá?.
-No lo sé, debo trabajar.
-Oh, ya veo.
-En todo caso, ¿Que días trabajas tu?.
-¿P-por que?.-Tartamudeó. La chica miro hacia otro lado.
-Oh, por nada, curiosidad.
-No importa el horario o día en el que vayas, seguramente este allí. Soy un esclavo de ese lugar.
-Lo mismo digo de mi trabajo, si algún día pasas por Spiders Cafe seguramente...-Su teléfono sonó. Metió la mano en el bolsillo donde había metido el papel y lo sacó.-Mierda, se me hace tarde para el trabajo.-Se enderezó y tomó la puerta de un extremo.-Lo siento, debo subir.
-Oh, tranquila, no te preocupes.
-Fue un placer.-Dijo cerrando la puerta de a poco.
-Lo mismo digo.-Ella le sonrió.-Soy Sha...-La puerta terminó de cerrarse y los pasos apresurados de la chica subiendo las escaleras se oyeron.-...Chi.
-¡Hey!.-Penguin cruzó la calle en diagonal.-Estuve observando esa situación desde aquellos arbustos.-Señaló con el pulgar por encima de su hombro, un lugar detrás de él.-Y amigo necesito saber cuál de las dos fue está vez: ¿"Me gustan las chicas" o "Ya tengo pareja"?.
-¿De donde quieres la pizza?.-Preguntó comenzando a caminar.
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