Caged
Una suave brisa de aire veraniego hacia mover las cortinas de aquella habitación. La radio estaba encendida, murmuraba en el fondo, la estación local estaba reproduciendo Lo-fi a esa hora de la madrugada. La mesa estaba con las sillas desacomodadas, sobre ella una taza de café vacía, con apenas unos granos y líquido reposando en el fondo y otra hasta la mitad, fría.
-¿Aún no te responde?.-Pregunto (Tn) sin despegar sus ojos de la sección de astrología de la revista que tenía entre sus manos.
-Aún no.-Se encontraba junto a la puerta, sentado en el suelo, frustrado.-y solo me queda un cinco porciento de batería. No la quiero consumir por si intenta devolverme la llamada más tarde. ¿A ti te ha respondido?.
-No.-Dejó de lado la revista.-Y mi celular ya murió, no le queda nada de batería.
-Ese idiota.
Shachi sostenía entre sus manos, sucias y un poco engrasadas, un destornillador. Había quitado el domo de la puerta y había intentado quitar la cerradura, lo cual no pudo conseguir ya que esta estaba soldada a la puerta y poder quitarla consistía en prácticamente tener que destruir una parte de la puerta. No lo valía, no quería que le descontasen de su sueldo el dinero que comprendería repararla. En cambio, prefería ahorrarse ese dinero para disfrutarlo con ella, probablemente, lo gastaría en comprarle comida.
Hablando de comida, se estaban muriendo de hambre.
-Es tarde y es probable que Penguin este durmiendo, tuvo un mal día.-Arrojó el destornillador a un lado y se puso de pie. Se limpió las manos en su traje, el cual se había bajado la parte de arriba, atando las mangas en su cadera. Su camiseta de pijama ''elegante'' era lo que ahora vestía en la parte superior.-¿Pizza?.
-¿Seguro?.-Preguntó dirigiéndole la mirada. Un ardor fugaz atacó sus mejillas en cuanto noto lo bien que se veía de esa manera, con los brazos descubiertos y musculosos, con las manos firmes, fuertes, y engrasadas. Tragó saliva y se puso de pie evitando mirarlo, camino a la cocina en busca de algo con que limpiarle las manos -O sea, obvio quiero pizza pero...
-¿A que hora debes trabajar mañana?.-Preguntó tomando el mismo camino que ella.
-A las siete de la tarde.-Tomó un trapo y lo humedeció con agua del grifo, le echó detergente. Volteó rápidamente y su rostro choco contra el pecho de Shachi.
-Bueno.-Con delicadeza de no manchar su piel con sus dedos sucios, le retiró el paño de las manos.-No podremos salir de aquí hasta mañana por la mañana y eso es un hecho.-(Tn) intentó mantener la calma pero le era casi imposible, estaba prácticamente acorralada entre la encimera y el cuerpo del pelirrojo.-Ordenaré una pizza por teléfono y le diré al repartidor que nos la pase por la ventana.-Ella mantuvo la mirada fija en él con sus mejillas ardiendo, él se mantenía concentrado en la tarea de quitarse la negrura de la piel.-Tu duerme en el sofá, puedes usar alguna ropa mía como pijama, debe haber algo en mi casillero que te quede.-Soltó una risa.-Y que esté limpio.-La distancia entre ellos era realmente escasa, ella se estaba conteniendo de no enredar sus brazos en su cuello y comerle esos labios. Mientras ella los miraba deseosa, él levantó la vista para mirarla, la atrapó en el acto.-¿Te parece bien?.-Se inclinó hacia adelante y dejó el trapo a un lado de (Tn), sobre la encimera. Aprovechó y se apoyó con esa misma mano sobre la superficie, hizo lo mismo con la otra mano, acorralándola definitivamente entre su cuerpo y esa parte de la cocina. Fijó sus ojos con los de ella.
-M-me parece bien, suena bien.-Jugó con sus manos dentro de los bolsillos de su uniforme, apretando la tela del interior de este. Tragó saliva. Le era casi imposible normalizar su respiración, nunca había tenido un encuentro tan cercano con el sexo opuesto. Situaciones así habían sido posibles solamente en su imaginación.-Me gusta domir, me gusta la pizza, y me gustas...-Su corazón se detuvo cuando pudo procesar sus propias palabras, en una milesima de segundo intento corregirse, alargando las ''s'' de esa ultima palabra para no dejar une espacio en blanco mientras se le ocurría que inventar.-Saber que no te molesta dormir conmigo.-Se abofeteó mentalmente.-O sea, no conmigo, sino en el sofá.
-¿Quieres que durmamos juntos?.-
-¡No!.-Su voz salió temblorosa, se estaba asfixiando con su perfume y con el calor que emanaba su cuerpo cerca del suyo.-¡No, espera!.-Se frotó la sien con los dedos.-O sea, no me molestaría pero solo si quieres. Es que, no quiero que duermas en el suelo, me sentiría mal, pero tampoco te quiero incomodar.-Comenzó con una explicación que no tenía fin.-O sea, lo digo como una sugerencia porque como ya te dije no quiero que duermas como un perro en el suelo, prefiero que duermas conmigo así compartimos las mantas y no te congelas.-Tomó una pose pensativa.- Aunque igualmente el clima es agradable esta noche, no esta haciendo frío y no quiero darte mucho calor y que te sea incomodo para dormir, y tampoco quiero que lo veas como una orden. O sea, no te estoy ordenando que duermas conmigo, es solo si tu quieres y si sientes que es demasiado pronto puedes decírmelo, para nada me molestara pero...-Miró por primera vez desde que comenzó su nervioso monólogo, él le sonreía con ganas de reír.-¿Estoy incomodándote?, no quiero incomodarte, o sea...
Antes de que pudiera continuar con sus ''O sea'' la calló con un beso. Fue torpe, fue apresurado, le costo a los labios nerviosos de (Tn) seguirle el ritmo a los cálidos y juguetones labios de Shachi. Con timidez, puso sus manos sobre su pecho, sus dedos entraron en contacto con su piel. Él la tomó con una mano por su espalda baja, un poco mas arriba de su trasero. Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, debido a esa sensación aferró con sus manos las tiras de la remera de él.
El beso subía de tono con cada jadeo y cada mordisco de labios. Él la tenía prácticamente pegada a su cuerpo, con una mano la tomaba de la cadera y la atraía a su pelvis y la otra se enredaba en su cabello, un poco mas arriba de la nuca, buscando deshacer su moño. Las manos de (Tn) lo tomaban de las mejillas, una de sus manos subió hacia su cabello, tirando su gorra al suelo en el proceso.
-¿O sea?.-Preguntó separándose para recuperar aire.
-¿Esto es muy pronto?.
-No lo sé, ¿Es muy pronto para decirte que te amo?.-La chica abrió sus ojos como platos, se quedó en silencio apenas unos segundos pero para él fueron una eternidad. Rió y ocultó su rostro avergonzado en el hueco de su cuello, deseando que la tierra se lo tragase en ese momento.
-No lo sé, ¿Es muy pronto para que te cases conmigo?.
Salió de su escondite y la miró asombrado.
-¿Que?.
-Ay, nada.-Su rostro se volvió rojo vivo, bajó la mirada hacía sus pies.-Fue una tontería, no me hagas caso.
-Acepto.
-¿Que?.-En cuanto lo volvió a ver a los ojos, le robó un corto beso.
-Que si, me caso contigo.-Se separó de ella no sin antes darle un beso en la mejilla.-Pediré la pizza antes de que mi celular se descargue.
Con el corazón en la mano, (Tn) liberó una buena cantidad de aire de su pecho, cerró los ojos y volvió a llenar los pulmones con oxigeno.
-Fíjate en mi casillero si hay algo que te quede para dormir.-Le habló desde el otro extremo de la habitación.
Ella caminó hacia los casilleros, que se encontraban dentro de cuarto de baño, buscó el que tenía el nombre de Shachi, no lo encontró.
-¿EL tuyo es el que no tiene nombre?.
-Si.
-¿Por que?.-Intentó abrirlo y no pudo.-¡Esta cerrado!.
-Me dio flojera escribir un cartel con mi nombre. Y las llaves están sobre la mesa.
Salió del cuarto y fue en busca de las llaves, él ya estaba hablando por teléfono con la pizzería.
Regresó al casillero y lo abrió, dentro había un montón de ropa hecha un bollo. Jaló del extremo de una prenda gris y logro sacar del montículo, una camiseta gris del Germa 66. Con algo de miedo la olfateó para comprobar que estuviera limpia, efectivamente lo estaba. Volvió a cerrar el casillero y se dispuso a cambiarse. Como la prenda era mucho mas grande que ella, la usaría de camisón. Se comenzó a quitar el vestido de uniforme, desabrochando los primeros botones, se quitó las mangas y comenzó a desabrochar los botones bajos. Una vez de desvestida tomó la camiseta y se dispuso a ponersela.
Shachi ingresó al baño para comunicarle que la pizza ya estaba en camino pero se quedó inmóvil y sin habla al verla de espaldas a él, tan solo en ropa interior. El espectáculo duró solo unos segundos ya que la chica terminó de colocarse la camiseta y volteó hacia la salida. Él fue mas rápido y logro salir antes de que ella lo viera. Se quedó a un costado de la puerta, aparentando que la había estado esperando a que saliera.
-¿De que me perdí?.-Dijo apareciendo a su lado.
-Oh, de nada en absoluto.-Sus mejillas rojas lo delataban.
-¿Estas bien?.-Le preguntó poniendo una mano en su frente.
-Si, si, no te preocupes, solo hace un poco de calor, es todo.
-Bien, ¿Y entonces?, ¿Que hacemos hasta que llegue la pizza?.
-¿Que te gustaría hacer?.
-Hey, que buena canción.-Comentó moviendo la cabeza hacia los lados mientras oía la canción que estaban pasando en la radio. Él no le había estado prestando atención pero basto solo unos segundos para que la reconociera.
-Es del Germa, este tema es uno de mis favoritos, el solo de batería de Yonji es lo mejor, ¿A ti te gustan?.
-No se quienes son.
-Estas usando una camiseta de ellos ahora mismo.
Tomó la camiseta de los extremos inferiores y la extendió, observó las caras y las apariencias de los integrantes.
-Son todos iguales, ¿quien es Yonji?.
-El de cabello verde.
-¿Y este?.-Señaló uno de cabello azul.
-Niji.
-¿Y este?.
-Ichiji.
-¿Y ella?, ¿Iji cuanto?.
-No.-Rió.-Ella es Reiju.
-Reiji.
-No, Reiju.
-Como sea, para mi será Reiji.-Movió la cabeza de lado a lado mientras le sonreía.-Esta canción es muy buena.
-¿Bailamos?.-La tomó la mano y la arrastró hacia el centro de la sala.
-Mira que soy pésima eh.-Le advirtió.-Ni siquiera se como se supone que se baila el rock.
-Esta canción es parte del soundtrack de la peli esa donde todos cantan y aparece este tipo, ¿como se llama?.
-¿Paulie?.
-Si, ese.
-Ah, si ese chico es hermoso.
-Mhm, bueno.-La atrajo hacia él y la tomó de la cintura con una mano.-¿Recuerdas la escena en la que bailan en la feria?.
-En realidad no bailan, solo caminan por ahí cantando y haciendo movimientos exagerados.
-Bueno, tienes razón, no fue el mejor ejemplo, pero a lo que voy es que bailar esta música es de una onda similar a lo que era bailar en esa época.
-Ah, ya capté.
-Bien, entonces, tu vas para allá.-Dio una pequeña patada hacia el costado izquierdo con la pierna derecha.-Y yo voy para acá.-Hizo el mismo movimiento pero hacia el lado derecho con la pierna izquierda.
-Bien.
Ambos comenzaron a moverse como lo habían acordado, la sonrisa en el rostro de (Tn) se ensanchó aún más.
-Hey esto es divertido.
-¿Te gusta ir a discos?.
-Para serte sincera no, no me gusta la música que pasan.
-¿Bailas en casa?.
-Si, o en el trabajo cuando me dejan sola para el horario del cierre.
-¿Sales muy tarde?.
-Los horarios son intercalados por semana, lunes, miércoles y viernes trabajo de siete de la tarde a dos de la madrugada y martes, jueves y sábados de siete de la mañana a dos de la tarde.
-Mierda.-Murmuró.-Y yo que creía que a Penguin y a mi nos explotaban aquí dentro.
-No esta tan mal, la paga es buena pero la gran mayoría de las chicas del café renuncian, no suele ir gente muy agradable.
-Igualmente no es un buen horario de salida el que tienes, podría ir a recogerte cuando salgas los días que sales a la madrugada. Te iría a recoger todos los días pero en tu horario de la tarde me encuentro aquí.
-Suena bien, puedo preparar algo de café antes e lavar la cafetera y esperarte para tomarnos uno juntos antes de cerrar.
-Me parece bien.
Unos golpesitos en el vidrio de la ventana llamaron la atención de ambos, la pizza había llegado.
Luego de haberle pagado al repartidor y haber hecho malabares para pasar la pizza por las rejas de la ventana, ambos estaban sentados en el sofá hablando sobre sus pasados en la preparatoria.
-Una vez, las chicas del último año hicieron una lista para el baile de primavera calificando a los chicos de cada curso del mas lindo al mas feo, y, ¿Adivina que?.-Se inclinó hacia adelante para tomar un rebanada.
-¿Qué?.-habló sujetando entre sus manos una porción de aquella deliciosa pizza.
-Tienes el honor de estar hablando con el más feo de todo el segundo año.
-¿El más feo?, ¿En serio?.
-Asi es.
-Imposible.-Murmuró llevándose un bocado de pizza a la boca. Tragó y luego habló.-No te creo.
-Créelo.
-Para mi no eres nada feo Shachi.
-Hey, que linda.-Sus mejillas estaban un poco salpicadas de regocijo.-Ni mi madre me ha dicho una cosa asi en mi vida.
-De seguro hay muchas chicas que te consideran guapo, no seas tan duro contigo.
-Pues, ninguna chica me lo ha dicho jamas.
-Yo creo que es porque no se animaban a hablarte.
-Nah, créeme que no es así.
-Eres bastante inseguro de ti mismo, ¿Cierto?.
-No se si inseguro, pero intento aceptar el hecho de que soy un fracaso en el amor y es por eso que ya no me duele tanto cuando me rechazan, no soy el tipo de chico que una chica querría de pareja.
-Te pedí que te cases conmigo hace un rato, ¿Como puedes creer una cosa como esa?.
-No hablabas en serio.
-¿Como sabes eso?.
-¿cómo?. Oh vamos, mírate.
-¿Qué?.-Dijo con la boca llena.
-Eres hermosa, eres todo un espécimen de chica perfecta y yo soy el típico chico fracasado que no vive en el sótano de sus padres por el simple hecho de que sus padres no tienen sótano.
-No creo que sea tan así como dices...
-No me conoces en lo absoluto.
-Si me dejas conocerte estoy casi segura de que me enamoraré perdidamente de ti.
-Lo dudo.-Se acomodó con los brazos cruzados detrás de su cabeza, con la espalda hundida entre los cojines del sofá.-Una vez que me conozcas, notaras que soy un perdedor, si es que aún no te has dado cuenta.
(Tn) lo miró desde su posición mientras comía lo que quedaba de su pizza, su sentido común y sus impulsos amorosos estaban pelandose en su interior. Por una parte tenía ganas de abrazarlo, de recostarlo en su regazo y llenarle la carita de besos. Pero por otra parte, su sentido común le decía que le bajara un poco a la dulzura porque estaba haciendo el ridículo con tanta cursilería.
Pero no, mando al carajo el sentido común.
No se iba a permitir que un chico tan extraordinario como Shachi se echara a perder y mucho menos dejar que se considere a si mismo un perdedor, le iba a demostrar que para ella, él era un ganador.
Tomó la caja de pizza y la cerró, llamando la atención del chico. La dejó en el suelo y gateó hasta estar a su lado, se acomodó sobre sus rodillas y apoyó uno de sus codos sobre el respaldar, con su mano sostuvo su cabeza y con la otra acaricio su cabello rojizo.
-Eres hermoso.-Murmuró acariciando su mejilla.-Que feo que pienses tan mal de ti mismo.-Lo tomó del mentón e hizo que le mirara.-Realmente eres un buen chico Shachi, es una lastima que te hayan lastimado tanto.-Él le devolvió una mueca que simulaba ser una sonrisa, parecía haber tocado heridas profundas con esas palabras.-Necesitas alguien que te valore y te trate como te lo mereces.-Lo tomó de la blusa y jaló de él en su dirección, unas cuantas maniobras después y ambos estaban recostados sobre el sofá.-Necesitas alguien que bese con amor cada pequeño rincón de tu piel y te haga saber lo hermoso que eres, cada día, a cada rato. Porque eso es lo que tu te mereces, eso es lo que deberían recordarte todo el tiempo, recordarte lo bonito y tierno que eres en cada maldito aspecto.-El pelirrojo no sabía como reaccionar, sus mejillas estaban al borde de explotar y sus manos dudaban, sus ojos estaban fijaos en aquel dorsal del cuerpo de la chica que, debido a un descuido, dejaba ver una parte de sus bragas. Intentaba desviar la mirada de ahí pero le era imposible, entre todas las cosas hermosas que le decía, las caricias que recibía y la cercano a de sus cuerpos, no hacia otra cosa que luchar por respirar y no morir de un ataque cardíaco.-Creo que necesitas darle tu corazón a alguien que lo sepa cuidar y que sepa cuidarte.-Se subió a su cadera de un habil movimiento. Se acomodó y se inclinó hacia adelante para poder hablarle cara a cara.-Yo creo que puedo ser ese alguien.-Acortó la distancia y le robo un beso fugaz sobre los labios.-¿Que dices?, ¿Me dejas?.-Él asintió con la cabeza de una forma apresurada, se notaba en su rostro lo nervioso que se encontraba.-Entonces, sal conmigo.
Y antes de que pudiera articular palabra, lo besó.
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