✿[9]✿
—Años antes
[Goku]
La campanilla sonó al abrirse la puerta y cerrarse al instante, unas maids le dieron la bienvenida acompañando a la reciente llegada a unos asientos libres, mi compañera de trabajo golpeó mi hombro y rempujo del mismo para que fuese a pedir su pedido. Reí por un momento al decirle que con ese caracter no iba a conseguir un novio.
Llegue a su lado, tomando el lapicero en mis dedos y sujetar el cuadernillo en mi palma.
— ¿Que desea servirse señorita? —Le pregunte, solto un suspiro de sus labios y deslizo uno de sus dedos sobre sus mechones para luego quitar sus lentes y cerrar su libro a la vez.
— Un café —Anote, se quedo callada por unos momentos, volvi a llamarla tocando su hombro, y esta vez deposito su mirada directo en las mías.
Mis nervios aumentaron en ese momento, no era común ver por aqui mujeres jovenes y con gran linaje, hermosura y explandor pese a los grises del cielo a causa de la lluvia. Era la primera vez que conocia una chica de cabellos oscuros igual que sus ojos. Y por ello solo aumentaba mas su belleza.
— ¿Qué es lo mejor que te ha pasado? —Pregunta, miro en diferentes lados para luego apuntarme a mi mismo, asintió.
Deje la libreta a un lado, rasque mi nuca y rei respondiéndole que no sabia a lo que se referia.
— Bueno, enseguida le traere su café señorita —En todo ese tiempo senti su mirada encima mio, y eso me causo escalofríos.
Al dejarle su café, poso sus manos sobre las mías y dijo que la acompañara en su hostadia. Me negué al principio, agacho la mirada y opte por acompañarla. No me gustaba hacer sentir mal a las personas.
Solo fue simple cortesía de mi parte. Ella leía el libro, lo hablaba en voz alta para saber mi opinión y tan solo respondía con cualquier cosa.
— Me gusta tu sonrisa —Menciono, se arimo sobre el asiento hacia a mi casi aplastandome, sujete sus hombros para mantenerla alejada con la poca distancia que había— Me gustas —Solto.
Tartamudee variadas veces, la campanilla hizo su ruido y supe que un cliente habia llegado. Di la bienvenida castamente. Y me dio escalofríos al mirar a un señor con expresión sería.
— Milk, vamos —La espero, ella susurro en mi oido que el domingo por la noche la esperara en el café, sude demasiado y antes de poner un pero, se alejo y se marcho con aquel hombre de expresión sería.
Recupere la respiración y la cordura, esa joven estaba demente si creia que aceptaría lo que dijo, de todas formas no volvería a verla.
Mi compañera y otras me informaron que esa muchacha era hija unica de una familia con mucho dinero, y que esta cafetería le pertenecía a ellos, dijeron que eran estrictos, sus padres la tuvieron pero al no ser varón la dejaron al cuidado de su abuelo.
Me contaron casi toda su historia, sus padres viajaban seguido, y él, su abuelo, no dejaba que ellos la visitaran. Literalmente la abandonaron.
— Te enamoraras de la señorita Milk, tendrán hijos, se casaran y vivirán por siempre juntos —Escupi mi cafe en su cara mientras golpeaba mi pecho a la vez que tosía.
— No me interesa, lo sabes perfectamente, soy el hijo de una amante, y si esa joven y yo tuvieramos algo, seria difícil, ademas estoy bien así, te tengo a ti, y a todos mis demas amigos, no necesitó nada mas —Saboree el panquesillo con miel, delicioso.
Los días transcurrieron con normalidad, pronosticaron que para el domingo habría una tormenta, lloveria fuertemente. Así que decidi quedarme en mi casa mirando películas, me dormi, pero al despertarme vi la hora y eran las once y cincuenta de la noche, la lluvia no paraba.
Suno me llamo, conteste y solo fue para que mis tímpanos casi se reventaran, le pedi que se calmara, aclaro su garganta y dijo que ella estaba esperándome desde las siete de la noche, me mando una foto mostrándome a ella, con un paraguas afuera de la cafetería.
Colgué. No quería ir.
Me daba flojera, no quería salir y mucho menos involucrarme con esa joven. Abraze mi almohada, no pude conciliar el sueño, mi consciencia me estaba volviendo loco, harto de mi frustración decidi ir.
Eran las doce y media de la noche, las propiedades estaban apagadas y solo las luces de las calles estaban dando luz.
Me agache con mi paraguas y la llame, levanto la mirada junto con una sonrisa.
— Vuelve a tu casa, es tarde —La ayude a levantarse, sus ojos brillaban— no quede en que vendria a esta cita.
— Pero viniste, es lo que importa —Contesto, dejándome sin que argumentar.
Entramos al café, y nos dormimos en un futon, por separado, al despertarme estaba entre sus brazos, y su cercanía era demasiado corto, me nombro, no supe como sabia mi nombre pero ya me daba una idea, me dio los buenos días.
Luego vinieron a buscarla, un chofer con algunos acompañantes, supe que se había escapado. Esta vez dijo que me esperaba en la puerta del planetario, de la otra semana.
Extrañamente espere ese día, que cuando llego, estaba un poco nervioso, pero feliz. Ella llegó un poco mas tarde, portaba un vestido y sus lentes, se veía hermosa.
En el escenario del planetario, ella lo explico todo pareciendo conocer todo de allí, las estrellas y planetas a su alrededor se podían ver a tras vez del 3D, eso la hacia mas espectacular.
— ¿Por que no te pones unos de contactos? —Una vez que salimos nos sentamos en una banca, apunte a sus lentes.
Dijo que lo pensaria, se veia adorable.
Y así sucesivamente tuvimos citas, muchas, todas divertidas, la que mas me apasiono fue cuando toco el arpa, parecía un angel con aquel vestido de tira, ella gano ese concurso y lo festejamos en la cafetería.
Todos se fueron poco a poco y Suno me entrego algo en mis manos y dijo que lo disfrutemos. Habían planeado una cena para ambos, y no lo sabía.
Cuando terminamos de comer entre risas y algunos momentos vergonzosos. La nombre, me miro y me arme de valor para confesarme. Ella no dudo en corresponderme.
Cerramos las cortinas y colocamos llave a la puerta, después apagamos las luces y prendimos velas, bailamos muy pegados, y todo se torno mas apasionante cuando nos dejamos llevar.
El primer beso fue nuestro primer paso para seguir continuando con mas besos en la piel. Ella me pareció muy hermosa desnuda, no quería lastimarla, era su primera vez, sabia que le dolería. Gimio cuando la penetre, susurrándome que continuará, apreté sus manos con los míos y volvi a besarla, esta vez mas a fondo.
Cuando concluimos, acaricio mi pecho y yo su cabello.
— Te amo Goku —No me atrevia a decirle que la amaba, sentia el significado de esa palabra a su lado. Pero no era tan facil decírselo.
La veía cinco veces al mes o a veces cuatro, y esa situacion ya no me agradaba, que se escapara para verme. Compre un anillo de compromiso, ella me mostró unos papeles antes de aceptarme, me dio un test y tanto en él dispositivo como en los análisis salían positivos. Estaba embarazada.
Confeso que tenia miedo a perderme, si no lo quería, no me obligaría a hacerme responsable, dijo que era muy feliz conmigo.
— Si acepto ese anillo, ¿Estaras siempre conmigo? —Pregunto.
Le dije que era una tonta si pensaba que la dejaria, la abraze y sonreia, sería padre y ella la madre de mi hijo. Lloro de felicidad y nos besamos.
Todos en la cafetería nos aplaudieron, despues de todo esa situacion, nos dirigimos a su casa, me sorprendí bastante con aquel tamaño, tan enorme, y solo menciono que era la casa pequeña, la original estaba en otro lugar. Le dije que era princesa, se sonrojo.
Cuando entramos, tus padres estaban ahí, les mencionaste tu embarazo, simplemente nos felicitaron, no me conocían pero dijeron que te hiciera muy feliz.
Escuche que alguien menciono su nombre. Era su abuelo.
Le dijimos sobre nuestro compromiso, y de nuestro hijo que estaba creciendo en su vientre. Inmediatamente te dio una bofetada, me enoje bastante y cuando quise golpearlo, unos hombres me sujetaron y echaron de esa mansión. Ordenó que no me acercara a ella. Nunca más.
Sabia que no tenia que involucrarme con ella pero era tarde, y no me arrepiento. Esa. misma noche escapo de nuevo, estuvimos juntos de nuevo pero debíamos tomar precauciones.
Los meses transcurrieron, ya estabamos casados, nos la arreglamos para el parto, teniendo a nuestro retoño en medio de ambos, amabamos a nuestro hijo. Nuestro pequeño Gohan.
Literalmente vivimos tranquilos en las afuera de la ciudad, sobrevivimos con el cultivo del campo, Gohan cumplió sus dos años y seis meses. La crisis vino cuando Milk se enfermó.
Vomitaba constantemente, tenia dolores terribles en el cuerpo, y poco a poco iba decayendo. La lleve al hospital y dijeron que necesitaba una operacion urgente, no preste mucha atención que tenia pero sabia que necesitaba dinero.
Gohan no paraba de llorar, la situacion me angustiaba, mis amigos me ayudaron a pagar la operación. Pero al pasar las horas, los doctores dijeron que fue demasiado tarde. Que habia fallecido.
Sentí mi mundo derrumbarse, mi corazón partirse, llore sin parar. Su abuelo vino y dijo que era mi culpa, yo lo acepte sin mas.
Un mes transcurrió, dijeron que el cuerpo se lo entregaron a su abuelo, estaba desvatado, Gohan no paraba de llorar. Y estabamos en bancarrota.
Le pedi ayuda a él, pero dijo que ese no era hijo de su nieta, que me largara con mi hijo. No pensaba humillarme mas, y viaje a otro lugar, criando a mi hijo con la ayuda de algunas personas.
Y cuando creció, tubo el don de inteligencia de su madre, él y yo eramos un equipo, y asi era mi vida, mi hijo era el único que alegraba mis días. Pero en cierta ocasión, en la televisión mostraron el aniversario de unas empresas.
Gohan menciono que la mujer que aparecía en la televisión, se parecia a su madre. No le hice caso pero al escuchar su voz hablar frente la cámara, quede abrumado, ella estaba viva.
— Vamos a recuperar a mamá, papá —Alistamos inmediatamente nuestras cosas y fuimos rumbo a donde inicio todo.
—Tiempo actual
— En ningún momento, deje de pensar en ti, Milk, siempre estuviste en mi corazon —Ella quedó sin argumentos alguno.
Estaba en shock, abrazo fuertemente a Goku, no lo recordaba. Pero con lo que le conto, ya lo sentia, quizás.
Pero, si él no sabia el por que no recordaba, entonces...¿quien?.
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