II.Visitas inesperadas
Mi abuelo siempre dijo que el amor está construido en base a como lo diseñábamos nosotros mismos; y aquí, en esta noche yo mismo diseño la manera en la que mi corazón será entregado...o al menos la mitad de él.
Me llevo gran parte de la fiesta tratando de averiguar el misterio detrás de su mirada pero lo único que he obtenido durante esta búsqueda es nada más y nada menos que su espalda.
Ya me sé de memoria la curvatura de esta y cómo se queda rígida cuando alguien desconocido se acerca a saludarla con miedo. Siempre da dos pasos atrás y se toca los guantes blancos que armonizan con su vestido azul marino.
Se ha vuelto un poco frustrante y creo que mi abuela más de una vez se me queda mirando críticamente tratando de adivinar mi hastío.
Y lo más raro es que no la he visto sonreír, de perfil veo cómo su cara mantiene una expresión de respeto pero para nada de gusto por estar aquí...
Dejo de acosarla y trato de entrar a la plática que Mimí mantiene con unos turistas, que sorpresivamente son los que han comprado el cuadro en la galería. Por unos minutos esa plática funciona, pero cuando todo el mundo se pone a bailar, incluida mi abuela, yo sólo me quedo a un lado mirándolos.
No me gusta bailar pero disfruto de los que sí.
Me siento en una de las mesas y tarareo la tonada que la orquesta toca hasta que mi vista se va inevitablemente hacia ella.
Esta a unos pocos metros de mí, afuera en el jardín principal del castillo. Tentándome a ir hacia su persona pero sin saber ni jota de lo que voy a decirle.
Sin embargo, me paro, camino y llego hasta donde esta ella y digo lo más tonto que alguna vez le he dicho a alguna chica.
-Así es como empieza ¿no? -Ella que esta parada muy tranquila con la cara hacia el cielo nocturno se voltea asustada impactándome de nuevo, solo que para no perder la cordura, sigo hablando -Dos extraños están en una fiesta, obligados y se conocen bajo la luz de la luna para así unir sus almas por siempre.
No dice nada por unos minutos, lo cual me pone muy nervioso. Esta ahí parada, vestida de azul rey y me mira como si no hay nadie frente a ella, no se ha reído ni molestado pero si frunce el ceño levemente como tratando de analizar por qué yo le dirijo la palabra.
Cambia la postura de su cuerpo y aún con su mirada morada puesta en mí, replica:
- ¿Para unir sus almas por siempre?
- ¿No me crees? -Respondo con otra pregunta haciéndola reír por primera vez desde que la he visto en la fiesta.
Una sonrisa siempre hace ver a una mujer hermosa
- ¿Tus padres nunca te dijeron que no hablaras con extraños? -Me pregunta, ahora un poco más alto.
- ¿Y si esa extraña es muy bella?
- ¿Alguna vez me responderás algo?
-Sólo cuando te puedas dar cuenta de lo hermosa que eres -termina de responder.
-Esa es una mala respuesta -añade, seria.
Se coloca en cuclillas sobre uno de los matorrales y arranca una flor de color violeta y azul, la misma que he visto anteriormente cerca de la casa de mi abuela.
Se incorpora en si misma e invade mi espacio sin tocarme, me tiende la flor con pétalos simples pero estructura rara y enseguida me pincha el dedo.
-A veces la belleza puede ser dañina, como esa flor -señala la rara especie que he soltado al lastimarme.
-De acuerdo, entiendo tu punto...
-Si lo entendieras estarías lejos de mí, con alguna otra extraña para conocer a la luz de la luna y unir así sus almas por siempre.
En ese momento no comprendí por qué ella quería alejarme. Era incomprensible; no porque me creyera el hombre más especial del mundo, pero era ilógico que ni siquiera me soportara como amigo.
La veo irse con su halo de misterio que la persigue a espaldas de ese vestido tan bonito.
Me quedo aquí solo y sin comprender, me sumo en un silencio por horas.
֍֍֍
- ¿Te sientes bien mi niño? -pregunta Mimí, consternada por mi silencio.
Mi coche está estacionado frente a la vereda de mi abuela, ya la fiesta ha acabado y varios del pueblo aprovecharon el viaje en mi bote.
-Si abuela, tranquila. Estoy agotado, eso es todo -le respondo con una sonrisa a sabiendas de que me interrogara hasta cansarse.
Solo quiero dejar de pensar y concentrarme en otra cosa; sin embargo eso no sucede. Al llegar a mi casa lo primero que hago es caminar a mi estudio y colocarme una curita en el dedo.
Decido pintar un rato para sacar la frustración, no me fijo en si me duelo el dedo.
Quiero recordar aquella chica que tan tranquilamente se ha alejado de mí como la peste.
Cuando finalizo no puedo dejar de admirar lo que mis manos han creado; no es algo normal en mi pintar con frecuencia esta clase de cuadros, pero sé que son buenos gracias a la forma tan extraña con la que están elaborados.
Me alejo un poco solo para retraer todos los recuerdos que me llevan a hacer estas pinturas.
No sé su nombre.
No sé nada más que lo que ella misma me ha dicho, que es dañina.
¿Dañina en qué sentido?
No lollego a saber hasta esta madrugada cuando una visita inesperada entra por eljardín que da de cara a mi ventana...
***
N/A
¡Hola!
Los siento que no publique la semana pasada, estoy a mitad del primer semestre de mi carrera y las tareas no son pocas jajaja
Bueno, no se que les pareció el anterior capitulo pero espero que alguien por ahí este escondido leyendo lo que escribo con cariño. Se me ocurren un montón de ideas para la historia pero no puedo exceder mi limite así que tendré confianza en que todo sera agradable en esta historia.
Arriba la foto de Teo Meller, mi nuevo bombón jijiji :3
¡Un abrazo y buenas noches!
Marie Colmenares
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top