Él es alguien que está muy comprometido con su trabajo pero que se da el tiempo de hablar con su familia.

Cuando él era pequeño su familia apoyó la idea de que él fuera policía, pero debido a que su padre era un criminal en su pasado... Él siempre ha tenido una dicotomía con su deber y su moral.

Doggy siempre fue alguien que se destacaba por su fuerza física, no por su pericia, de hecho cuando estaba en la Academia de Policía uno de los rectores le ofreció una vacante en la milicia, vacante que Doggy obviamente rechazó.

Él siempre se distinguió por su gentileza pero sensatez al momento de ir a una misión.

Aunque si hay algo que le frustra más que el hecho de que la justicia no se cumpla... Es que la justicia a veces no actúa en pro del inocente o del que más lo necesita...

Sabe de sobra que su trabajo implica que el mundo lo odie, pero él lo acepta porque no tiene de otra.

Él es alguien que no gusta de hablar de sus emociones, pero es capaz de abrirse cuando Cathia le pide un consejo sobre su familia.

Conoció a Bunny cuando un delincuente trató de escaparse y hacerse pasar por paciente en el hospital, este trató de verse amenazante pero la coneja supo como tomar la situación en sus manos... Para cuando Doggy llegó el criminal están en el suelo porque Bunny le administró un sedante.

Eso y la calma con la que Bunny tomó en esa situación lo encantaron al momento a Doggy, por lo que al día siguiente le pidió salir a Bunny; ella en su momento lo rechazó por la confusión... Más tarde ese mismo día ella fue a la comisaría y le dijo que sí quería ir a salir con él.

Desde entonces ella y Doggy salieron juntos, poco tiempo antes de que el caso de Mrs. P empeorara y ella empezara a vivir en el hospital, Doggy le pidió que fueran novios y ella aceptó.

Cuando comenzó la infección, él tuvo que hacer todo lo posible por mantener la calma en la ciudad y muy pocas ocasiones tuvo la oportunidad de ver a Bunny.