6-Gremio de aventureros

El grito rompió el silencio de la noche cuando el joven mago usó su ataque. Kagura y él oyeron unos gruñidos mientras unas sombras se removían afuera bajo la lluvia. Salieron a ver de que se trataba. Al verlo, suspiraron mientras miraban a unos pocos metros enfrente suyo.

―Solamente se trataba de un jabalí―comentó este acercándose a recoger el cuerpo muerto de este―¿crees que aún se pueda comer?―su mirada se dirigió a su compañera.

―Si, podemos aprovechar algo, tráelo dentro―ella se refugió de la lluvia.

Natsu contento por tener algo más de carne, lo cargó a su espalda y lo metió dentro.

―Me parece increíble que tengas hambre―comentó la espadachina colocando al animal sobre una madera que llevaba. Luego sacó un cuchillo e hizo todo el proceso de separación y selección de lo que se podía comer.

―Necesito estar a tope siempre y para eso debo tener el estómago lleno―dijo este sonriente.

Kagura suspiró pero sacó un pequeño delantal para no mancharse.

―Espera un poco y lo podremos cocinar―fue poniendo los trozos de carne en una pequeña cacerola y echó unos ingredientes, especias y caldo.

Poco a poco y a fuego lento mientras charlaban estando sentados, la comida se fue haciendo hasta que Kagura probó un poco.

―Ya está―sacó la carne y se la dio a Natsu en un plato.

Ambos comieron la carne y Natsu decía que hacia mucho que no probaba una carne tan buena como aquella.

―Realmente se te da bien cocinar―dijo este―¡seguro que serás una gran esposa!.

Ante ese comentario la joven por poco tira la comida de su plato avergonzada.

Después de eso se turnaron para dormir hasta que llegó la hora de partir. No tenían demasiada hambre por la carne comida pocas horas atrás, pero tomaron un pequeño desayuno mientras caminaban. Unas manzanas para asentar el estómago.

―Mira, ya podemos ver la ciudad―dijo después de caminar durante tanto rato―oye, ¿has estado alguna vez aquí?―el joven tenía curiosidad.

―Solamente unas pocas veces a ver el gran comercio que montan una vez al mes―respondió Kagura a su lado―eso si, no vayas a montar un número en el gremio.

―Aye―dijo levantando la mano.

Llegaron a la entrada tras una buena caminata, allí los guardias le pidieron los papeles y documentación. 

―Adelante―dijo uno de ellos sujetando la lanza mientras con la otra mano le devolvían el documento.

Kagura fue seguida de Natsu ya que él no tenía ni idea de guiarse por aquel lugar. La joven le fue contando cosas sobre la ciudad pero Natsu iba un poco a la suya. Iban visitando los pequeños puestos y el mago se asombraba de la gran variedad con la que contaban allí.

―¡Esto es increíble!―dijo―¡seguro que deben tener toneladas de comida!.

La maga esbozó una pequeña sonrisa, realmente solo pensaba en comer a pesar de haberse comido a un jabalí y unas manzanas.

Pero no era la única impresionada. Desde la última visita, el lugar había crecido y prosperado y ella no dejaba de maravillarse con toda clase de armas, especialmente espadas que pudo ver en los escaparates de las tiendas.

Debido a ello, le costó un poco guiarse ya que de las calles apenas tenía algunos recuerdos. Pero tras preguntar a unos comerciantes, tomaron unas callejuelas y finalmente pudieron encontrar el gremio a pocos metros. Natsu soltó un profundo sonido de asombro al ver que era como tres veces más alto y ancho que el de Fairy Tail.

―Tendré que hablar con el viejo para hacer más grande el gremio―comentó sonriente―así podemos meter a muchos magos.

Ambos entraron por la puerta y vieron la diferencia con sus respectivos gremios. Había un montón de personas de todas las razas y de todas las clases. Magos, paladines, ogros...todo lo que uno podía esperarse de un lugar como aquel.

―Hola a todos―saludó Natsu con una sonrisa.

Los presentes se le quedaron viendo.

―¿Fairy Tail?―preguntó un hombre de mediana edad al ver el logo en Natsu―¿no son esos que siempre rompen cosas?.

―Si, y también salvamos su culo de Acnologia y Zeref―el hombre no se esperaba esa contestación después de que sus compañeros se rieran con él por lo torpes que eran al destruir las cosas cuando hacian misiones.

―¿Buscas pelea?―preguntó este acercándose mientras se crujía los nudillos.

Antes de que pudiera alcanzar al joven dragon slayer sintió algo afilado en su cuello. No lo vio venir, pero Kagura tenía la punta de su espada apuntando a su garganta, un paso en falso y podría ser su final.

―Será mejor que te disculpes de inmediato con mi amigo sino quieres terminar muy mal―amenazó ella.

―Grr...está bien...lo siento―dijo este antes de retirarse y regresar a su sitio.

Ambos fueron a la recepción y le explicaron todo. El hombre de avanzada edad y muy amable les dijo que rellenasen unos formularios para saber sus nombres y datos. Después de eso, pudieron dirigirse al tablón de anuncios. Allí había un montón de trabajos y fueron examinando por encima a ver cual podrían realizar.

―Hay muchos y de toda clase...―comentó en voz baja Natsu.

―Si, ten en cuenta de que hay muchos novatos y gente empezando sus aventuras. No puedes mandarlos a atacar una bestia más fuerte―contestó ella.

―Bueno...yo lo haría

―Si todo el mundo hiciera como tú muchos acabarían muertos.

En ese momento, unos gritos irrumpieron en el gremio. Al voltear, vieron en la entrada a unos cuantos ensangrentados entrar con cuerpos heridos. Algo les había pasado.

―¡Ayuda!―gritó el líder rogando y llorando.

Enseguida fueron atendidos por sus compañeros. Tras unos minutos de recuperarse, explicó que unas bestias se habían escapado del coliseo cercano y que andaban por las calles atacando a la gente. No eran simples, eran unos trolls muy fuertes y grandes que un comerciante vendió hace poco porque les daba muchos problemas a la hora de controlarlos.

―Será mejor que vayamos―dijo Natsu emocionado―no sé cuanto será la recompensa, pero nos haremos cargo.

―Los necesitamos vivos―dijo el de recepción―es para devolverlos a sus dueños pues pagaron mucho dinero por ellos.

―Entendido―ambos alzaron el pulgar.

En las afueras, Natsu utilizó su oído y olfato para detectarlos. Entonces sintió un empujón.

―Yo me haré cargo―era el de antes―no es tarea para un niño y una pequeña dama.

Echó a correr en dirección a los griterios de la gente. Natsu golpeó su palma.

―¡No pienso perder con ese tío!―echó a correr también seguido de Kagura.

Continuará...

Bueno espero que les haya gustado.

Debo decir que debido a la nueva etapa en la que entraré...seguramente sea mi último fanfic sobre este Anime/Manga.

Un saludo.

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