Señal

¿? – ¿Cómo se encuentra? Me avisaron que había salido del trance – en su voz se notaba la preocupación, pero a la vez mostraba un tono esperanzador a que esta ves serian buenas noticias -

¿? – déjeme avisarle al doctor Freud que se encuentra ya aquí

¿? – gracias, lo espero – Alfred espero que estés bien, veras que pronto iras a casa -

Tomo asiento en esa sala, no le gustaba estar en ese lugar, muy en el fondo sentía que había fallado que le había fallado a su gran amigo, William le había encargado a él " justamente a él " el cuidado de Alfred, sabía que estando a su lado este crecería feliz "no es que no quisiera que su familia paterna se hiciera cargo del niño, sino que ellos mismos dejaron claro que no podrían cuidar de ambos" él sabía que ellos no querían batallar con la crianza del niño ya que Alfred desde muy temprana edad mostro síntomas de su enfermedad, aparte de ser muy imperativo , eso era el problema; a él no le importaba porque Alfred creció feliz alado de su familia, claro hasta ese momento , ahora sentía una tristeza dentro ¿Cuántas veces no había pedido perdón ya a su gran amigo? ¿Cuántas veces no lloro frente a esa lapida en aquel cementerio, pidiendo perdón? ¿Cuantas no le pidió perdón a Matthew? A ambos les quería mucho, ambos niños eran la imagen de sus padres; sus grandes amigos, pero el cariño de el por parte de Alfred era distinto y era comprensible el porqué, él le había criado como un hijo, para el Alfred era su hijo. Siempre que venía a visitarle en el fondo guardaba la esperanza que esta vez Freud le daría la gran noticia que Alfred volvería a casa a seguir su vida normalmente, nada perdía con soñar. Escucho los pasos y volteo mirando a Freud dirigiéndose directamente a él, cruzando aquella puerta que separaba ambas habitaciones se levanta y estrecha la mano de aquel hombre, indicándole que lo siguiera hasta su oficina

¿? - ¿Cómo esta Freud? – solo miraba las acciones de aquel hombre, era de esperar, era igual que siempre jamás dejaba ver nada -

Freud – la buena noticia es que salió del trance, pero no habla con nadie desde entonces Robert

Robert - ¿Qué sigue? ¿No crees que estaría mejor en casa? donde sentirá un agradable calor de hogar

Freud – tu más que nadie sabe de lo que es capaz, no, tú lo viste en persona

Robert – déjame verlo, talvez conmigo se abra

Freud autorizo que Robert viera a Alfred, debían intentar cualquier medio que pudieran para hacer que Alfred comenzara a interactuar con las personas a su alrededor, para tratar de ayudarle. Pasando la hora de descanso para los pacientes de ese nivel "el nivel 4" Alfred era el único en aquella sala, no le importaba, ni estaba consiente que era el único en esa habitación, pero se sorprende por la persona que tenía a un lado, solo se le queda mirando, era Robert, si era Robert quien estaba parado a su lado, pero así como lo reconoció rápido volteo la mirada dirigiendo su vista a aquella ventana, a seguir mirando lo que antes había captado su atención.

Robert - ¿Cómo estás? ¿Comes bien? – Nada, no muestra señales, esto no está bien - Freud me dijo que podrías irte si empiezas a poner más de tu parte

Solo seguía mirando aquella ventana, Robert solo veía cada una de las "acciones" que Alfred hacía, pero le llamo la atención que no estaba mirando solo el paisaje sino estaba mirando algo en este, presto atención y dio con aquello que prestaba la atención de Alfred, noto a ese joven el cual Alfred vigilaba como si de un halcón se tratara, miro de nuevo a Alfred y esta vez noto el brillo que de sus ojos empezaba a brotar

Robert - ¿quieres hablar con él? Alfred – talvez esto sea una buena señal, descuida yo me encargare de todo -

Alfred volteo a mirarle aun con ese brillo en su mirada, regresando de nuevo su vista al joven en aquella banca

Alfred – me dejaran interactuar con el

El tono de Alfred era un poco alto, sorprendiendo al mismo personal que jamás habían escuchado la voz de aquel joven, Freud solo observaba, estaba asombrado como Alfred hablo con tanta paz

Freud – si Alfred, si quieres reunirte con el puedo hacerlo pero deberás poner de tu parte de ahora en adelante – sabía que esto sería bueno para él, como administrador podía hacer que ambos pacientes se encontrasen siguiendo el protocolo, siempre el reglamento ante todo -

Alfred – lo hare, si con eso puedo estar cerca de el

Robert salió feliz de aquella sala, Freud había autorizado que Alfred viera a Arthur pero antes de que esta reunión ocurriera debía informar al médico encargado de aquel paciente y de la confirmación de la familia , también de la afirmación del mismo Arthur, él era un paciente del primer nivel tenía más libertades que los demás pacientes.

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Freud – muy buenas tardes, aunque creo que por el horario por allá es de noche, me disculpo por la interrupción pero debía hablar con usted a la brevedad posible, quisiera hablar acerca de Arthur kirkland

Scott – lo escucho

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Arthur se encontraba dibujando en esa libreta que siempre cargaba de la cual era tan sobreprotector, le quería como si de un hijo se tratara y como no quererle de esa manera, ahí escribía y dibujaba esas frases, cuentos e historias que tanto amaba, tantos cuentos que ya había escrito, era su sueño llegar a escribir obras que fascinaran a millones. Ya no recordaba porque había ingresado a ese lugar, solo quería salir de ahí. Volteo a mirar a la persona que poco a poco se acercaba a él y le dedico una sonrisa

Arthur – hola, de nuevo tengo terapia hoy – regresando su vista a la libreta - No dices nada – volteo a mirarle, se le hacía raro tanto silencio de parte de el - paulo

Paulo observaba a Arthur, debía admitir que la decisión de trasladarse a Estados Unidos era por el cariño que le tenía y la promesa hecha a Scott de regresarle sano a Inglaterra

Paulo – un médico del nivel 4 quieres que conozcas a un paciente ¿te parece? Sabes que puedes decir que no, tu estas aquí con ciertas libertades

Arthur - ¿Quién es?

Paulo – solo si aceptas lo sabrás – noto la emoción que comenzaba a brotar en Arthur, y sintió una sensación que no le agrado - piénsalo es de nivel 4 y tu casi tienes un pie fuera de este lugar - miraba como anotaba en esa libreta, trato de agarrarla y Arthur le quito de inmediato dirigiéndole una mirada de odio a este - ya se, ya sé, no tocar, espero un día leer lo que escribes ahí

Arthur – talvez pronto lo hagas

Paulo – volviendo al tema, entonces ¿quieres ver a ese paciente? Claro que tendrán vigilancia siempre, no te dejaría con un interno de ese nivel solo

Arthur – claro porque no, talvez me de material para mis historia – dibujando una sonrisa en su rostro, mientras seguía escribiendo -

Paulo deja solo a Arthur en aquel banco y mira que esta vez no está escribiendo si no dibujando, piensa que es el edificio ya que Arthur solo levanta su vista para observar y volver a dibujar , entra al edificio, debía decirle a William que autorizaba el encuentro entre ambos pacientes.

Arthur solo volteaba hacia aquella ventana mirando a ese paciente que no le quitaba la mirada de encima, le dibujaba, quería recordar a esa persona ya que esa era su naturaleza, por eso estaba ahí ¿no? ¿Porque había llegado ahí? Talvez un día diría la verdad de ello, ahora solo quería terminar el retrato de aquel paciente que miraba por la ventana del piso cuatro.

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