Promesas y Enseñanzas

Freud – Matthew de verdad sabía que vendrías rápido pero no tan rápido ¿cómo has estado?- estaba contento, sabía que esto sería beneficioso para ambos hermanos-

Mathew – como no iba a venir rápido, si desde hace mucho esperaba que Alfred pidiera verme, estoy bien y perdón por ser grosero pero ya no aguanto ya quiero ver a mi hermano-estoy tan feliz, pero también estoy nervioso, hace tanto que no veo a mi hermano-

Freud – te entiendo, espera en esta sala podrán platicar a gusto sin cámaras, espera un poco más solo iremos a su habitación-me pongo de pie, está nervioso y entiendo el porqué, sé que todo saldrá bien-

Freud sale de la sala, Matthew está muy nervioso, le hubiera gustado traerle algo de su comida favorita pero sabía las reglas no podía romperlas y su mente pensó en la persona que estaba con él en la recepción había dicho kirkland, ese apellido nunca lo había escuchado bueno de seguro también vendría a ver a su familiar y le daba gusto por ello, salió de sus pensamientos cuando escucho abrirse esa puerta y por fin vio a su hermano parado en el marco de ella, rápido se levantó y corrió a abrazarle, ambos hermanos se abrazaron y rápido Alfred como si fuera un niño lo jalo para tomar asiento y comenzó a hablar

Alfred – vaya de verdad has cambiado mucho mírate no te reconocería la verdad te cortaste el cabello, y cambiaste el armazón, cuando mi hermano se volvió moderno me quede atrás- Matthew estas tan cambiado, no pareces el mismo de mis recuerdos-

Matthew – no digas eso estoy seguro que tu lucirás mil veces mejor que yo cuando salgas de aquí – quiero llorar, pero se no debo, se supone que yo sea el apoyo para el no al revés-que me dijeron será más rápido prométeme que darás de todo por salir-tomo sus manos, dirijo mi mirada a sus ojos azules-

Alfred – te lo prometo, nada me lo impedirá esta vez, ya no escuchare esas voces se acabaron- sé que estas preocupado, pero veras que pronto saldré de esto matt-

Matthew – me da tanto gusto oírte decir eso, cuando salgas iras a Canadá conmigo y comenzaras de ahí juntos veas que ya nadie nos separara hermano- es verdad llegando a casa debo empezar a adornar un cuarto para Alfred, le encantara tanto-

Alfred se quedó callado, bajo la vista y solo contesto

Alfred – yo tengo otros planes- perdona hermano, pero nuestros planes no son lo mismo- tengo a alguien en mente con el que quiero hacer una familia, perdóname

Matthew lo miro y lo primero que se preguntó ¿esa persona realmente existía? ¿De quién habla? Y el temor de que Alfred no estuviera tan bien volvió a reinar

Matthew - ¿Quién es Alfred? ¿Es real?

Alfred – es muy real, es un paciente de nivel inferior su nombres Arthur kirkland

Mathew – kirkland....si conocí a su hermano estaba también en recepción de seguro vino a verle, felicidades- al menos sé que esta vez no es un invento de su imaginación-

Alfred se levantó y rápido solo dijo

Alfred – Arthur saldrá hoy, no, no puede salir no nos hemos despedido matt has algo HAS ALGO NO PUEDE IRSE SIN DECIRME ADIOS SIN DECIRME DONDE LO ENCONTRARÉ CUANDO SALGA, NO PUEDE IRSE SIN SU AÑORADA LIBRETA MATTT

Freud escucho los gritos de Alfred he ingreso a la sala, rápido matt calmo a Alfred haciendo que tomara asiento y con ojos lloroso miro a Freud y solo soltó

Alfred – dime por favor que Arthur no saldrá hoy

Freud – Arthur aun es paciente aquí ¿de dónde sacaste esa idea? no me digas que las voces volvieron- no entendía ese comportamiento de Alfred-

Matthew – no, yo le dije, como su hermano Scott estaba en recepción- su mirada reflejaba tristeza-

Freud –¿ el señor kirkland está aquí? debo hablar con el entonces discúlpenme matt cuando el tiempo acabe el enfermero vendrá, me retiro no creo despedirme así que lo hago ahora bien viaje

Matthew – gracias

De nuevo solo estaban ellos dos y Matthew se atrevió a preguntar por Arthur

Mathew – me dirás ¿Quién es Arthur?

Alfred – es el amor de mi vida....la persona que me trajo de vuelta a la realidad

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Y esa es la verdad, confió en la palabra de Arthur y tú puedes colaborar lo dicho por su vida en Londres

Scott – no puedo creerlo, como yo le confié lo más valioso de mi vida...ahora que lo pienso con calma todo es verdad, como fui tan ciego antes como, debo hablar con Arthur es más debo hablar con ese imbécil ahora me va a escuchar-estoy molesto, necesito golpear algo ¿Cómo caí en esa trampa? ¿Cómo?-

Lucas lo detuvo pero por el tamaño era más que obvio que Scott ganaba en fuerza, no pudo retenerlo más y solo vio cómo iba de regreso a la institución, corrió tras el para cuando cruzo las puertas vio al doctor Freud parado frente a Scott

Freud – ¿es usted Scott kirkland?

Scott – yo soy, ¿Quién es usted?

Freud – un placer conocerle mi nombre es Williams Freud, me gustaría que habláramos en mi oficina

Scott – claro que quiero hablar con usted pero primero quiero ver a mi hermano, exijo verle

Freud – entiendo su molestia, pero entienda usted que no podemos ir en contra del reglamento, es el paciente quien debe estar de acuerdo más porque su hermano es de nivel 1, pero le parece si mientras platicamos el enfermero Lucas aquí presente va hablar con su hermano para ver si le recibe, de paso también hablara con el doctor Lisboa

Scott – claro que hablare con él, no me iré de aquí hasta hablar con ese tipo-arreglare cuentas con el-

Freud – Lucas te encargo que hables con Arthur, por aquí señor kirkland

Lucas solo pensaba que iba decirle a Arthur, estaba convencido que ese día Arthur le dejaría de hablar, pero pensaba que había hecho lo correcto y su amigo por fin seria libre de esos muros, ya con el tiempo Arthur vería eso y luego volvería a hablarle, así que fue con el debería estar en el jardín, y si estaba ahí sentado en la misma banca pero con un semblante triste mirando a aquella ventana, Lucas se acercó son sumo cuidado

Lucas – porque esa cara, que tienes

Arthur – creo que de nuevo no lo veré en meses-estaba desanimado, tenía tantas ganas de llorar-

Lucas – ¿a quién?- sonriendo-

Arthur – a Alfred ya no se asoma a la ventana, crees que puedas ir a pedir mi libreta mínimo lo veré en mi boceto

Lucas – debo decirte algo relacionado con tu hermano Scott- Arthur estás enamorado-

Arthur alzo la vista y sus ojos se pusieron redondos ¿qué había pasado?

Arthur – que le paso a Scott

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Matthew – que gran imaginación tienes de verdad...eres el único que se puede crear una vida así, pero me alegra que regresaras a esta la vida real y gracias por darme una familia en tu mundo, aunque en la real estoy soltero y sin hijos- estaba tan a gusto, hace tanto deseaba platicar de este modo con el-

Alfred – cuando salga de aquí veras que iremos a buscar a Francis, si algo he estado viendo toda la gente que tuvo gran participación en mi historia la conocí aquí a sí que debí verle en algún momento, y te lo buscare y se enamoraron a primera vista- sus ojos brillaban como si fuera un niño pequeño-

Mathew – si Alfred....y Arthur, el Arthur de aquí siente cosas por ti-eso le preocupaba, que los planes de Arthur no fueran igual a los de su hermano-

Alfred – sé que es así, tenemos citas él se sienta en la banca del jardín y yo lo miro por la ventana, me hizo un boceto mira-Matthew se sorprendió del trabajo que estaba mirando pareciera hecho por un gran artista- y aparte escribe muy bien, por eso era un gran historiador en mi realidad-matt solo dibujaba una sonrisa, amenos su hermano tenía un motivo que alcanzar y pensaba que mientras tuviera eso Alfred lucharía más rápido para salir de aquí, pero antes de marcharse quería hablar con Arthur, debía saber que esperanzas había que lo que Alfred imagino se hiciera realidad, y solo así él tendría su respuesta de saber si Alfred saldrá pronto-

Mathew – hermano me alegro mucho, Arthur es una persona muy afortunada

Alfred – matt si yo supiera algo que Arthur no puede decirle a nadie y si yo hablo él puede salir de aquí aunque eso llevara a que ya no le viera más, me aconsejarías que hablara

Matthew –Alfred

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Freud – bueno señor kirkland es una sorpresa que lo trae hasta este país

Scott – debía hablar con alguien y de paso vine a ver si podía ver a Arthur- no diré nada, después de todo ese muchacho no merece quedarse sin su trabajo, primero hablare con Arthur sobre este asunto- dígame, usted como nota a mi hermano, la verdad se le ha hecho mucho el tiempo que Arthur tiene internado y ustedes no me dan nada de informes de su progreso

Freud – como le mencione por teléfono, yo no sabía de su hermano hasta hace unos días y aquí mismo le puedo confirmar que con la terapia que yo le daré su hermano saldrá antes de que termine el año, solo debo ver unos cuantos asuntos con él, es más aun no veo claro porque ingreso en primer lugar, creo que ustedes pudieron buscar ayuda en Londres, sinceramente el caso de su hermano no era tan grave para que lo ingresasen a una institución mental

Scott escuchaba las palabras del doctor frente a él, y solo pensaba más en la plática y los recuerdos de Arthur antes de marcharse y recordar cómo le suplicaba no lo dejara solo, pero en aquellos momentos solo podía escuchar la voz de paulo como la razón de que su hermano necesitaba eso, que Arthur estaba más mal de lo que aparentaba a simple vista y ahora descubría que todo este tiempo era paulo quien jugo con la vida de los miembros de su familia, con la vida de su hermano ¿Cómo pedirle perdón a Arthur? ¿Cómo devolverle tantos años lejos de casa? No le alcanzaría la vida para pedirle perdón

Scott – haga lo que deba, por favor solo queremos a nuestro hermano en casa....puedo verle

Freud – espere un momento me comunicare al nivel 1

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Arthur – no quiero verle no ahora, porque vino de seguro por negocios, pero no puedo Lucas que me disculpe

Lucas no insistió más, fue a informar que si el doctor Freud se comunicara le diera la respuesta del paciente Arthur kirkland, así le notificaron a Freud quien volvió con Scott, este entristeció pero entendía la decisión de Arthur, se levantó de la silla pero antes de salir por aquella puerta le dijo a Freud

Scott – donde encuentro al doctor Lisboa

Freud – no se encuentra en la institución, yo también debo habar con el pero me informaron que estaba en unos días de permiso volverá el fin de semana- Scott pensaba que no podía quedarse tanto, ya arreglaría cuentas con el después- seria todo de mi parte, le estaré enviando el resultado de la primera sesión con Arthur, sería el viernes antes de que el doctor Lisboa regrese

Scott – me parece bien, gracias doctor-Scott sale y se dirige rumbo a la salida de la institución, por el pasillo se topa con la persona que estaba junto a él en recepción ambos toman el mismo elevador y nota como no le quita la mirada de encima- te puedo ayudar en algo, no trabajo aquí, creo que te quedó claro en la recepción

Matthew – discúlpame, veras son Matthew William, soy el hermano de Alfred jones el paciente del doctor William Freud y tengo entendido que tu hermano empezara una terapia con el mío, sé que se tu hermano por el apellido te escuche mencionarlo hace un rato

Scott – vaya lo que son las cosas, dime tu crees que les favorezca a ambos, es decir nosotros sabemos lo que es tener a nuestra familia aquí dentro

Matthew – sabes creo que será lo mejor para ambos, estoy 100% positivo que los dos saldrán rápido de este lugar y solo será un mal recuerdo

Llegan a la salida y cada uno toma su rumbo, cada uno en su mente pensaba que todo saldría bien y pronto volverían de nuevo pero esta vez seria para llevarse a la persona que tenían ingresada en aquella institución

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Alfred se encontraba en su habitación solo pensaba la respuesta que su hermano le había dado

Alfred......quiero verte bien y debo decirte si ese muchacho, si Arthur es tan importante para ti y tu sabes información que pueda ayudarle debes hablar, se que será duro que el salga antes que tu pero velo de esta manera, así sabrás si el de verdad siente un verdadero cariño a tu persona y no solo está en tu mente, hermano solo así tu podrás avanzar y si Arthur no llegase a quererte como tú le quieres me tienes a mí para seguir adelante, recuérdalo, has lo correcto al final no puedo obligarte a hacerlo solo tú sabes la decisión que tomes

Alfred – matt tienes razón, por el bien de Arthur debo hablar

"dejaras que nos deje, solo conseguirás eso ¿porque no volver?, vamos Alfred sabes que deseas a Arthur con locura"

Alfred – ya no les hare caso nunca más, ustedes solo son producto de mi imaginación y muy pronto tu estarás en silencio absoluto

"entonces vive en tú maldita miseria, jamás te volveré a ayudar"

Con eso la habitación esta en silencio, Alfred se propuso a dormir, la noticia que Freud le daría al siguiente día será el mejor regalo que le podría dar, ver a Arthur de nuevo

.........

Freud – bueno sé que les sorprende volver a verse, les explicare Arthur- mirándole—hable con tu  hermano y ahora yo te tratare, la didáctica será que ustedes harán sus terapias juntos, claro que yo les observare del otro  lado del espejo, así que espero estés de acuerdo, y Alfred espero que des la misma respuesta que has estado mostrando estos días, vas muy bien

Ambos solo asintieron con la cabeza, Freud sale para irse al otro lado del espejo, ambos solo se observa y Arthur es el primero en romper el silencio

Arthur –¿puedes devolverme mi libreta?- Alfred le hace entrega de esta, pero antes que sus manos se separaran le sujeta la mano entrelazando sus dedo, Arthur solo se sonrojo y evito la mirada con aquellos ojos azules- ¿Qué haces?

Alfred solo lo miraba, quería ver cada reacción de este, Freud al contario solo pensaba que Alfred estaba jugando con esta terapia y pensó que de seguir así, tendría que buscar otro método para ellos por separado pero luego vio la reacción de ambos, Arthur estaba sonriendo como un joven normal, para él, el  Arthur que miraba era alguien que no tenía ni un problema y solo estaba aquí por un mal entendido, y si estaba comportándose raro, pero eso talvez era porque Alfred le gustaba, debía hablar a solas con Arthur cuando la sesión terminara

Alfred – te ves lindo todo rojito, pero debo decirte algo, yo lo lamento debo romper la promesa que te hice la última vez, es por tu bien y sé que talvez después de esto me odies pero si estarás a salvo no lamentare de tomar esa decisión-

Arthur solo pensaba ¿Qué estaba diciendo? ¿Cuál promesa? Creía que talvez de nuevo estaba confundido, por eso no dijo nada y soltó el agarre- me gusta Arthur

Arthur –tú también me gustas- en tono muy bajo, pero Alfred pudo escuchar muy bien, eso lo puso feliz- creía que no volvería  a verte por meses nuevamente

Alfred – pronto saldrás de  aquí, yo me ocupo de eso descuida pero quiero que me prometas algo antes- Arthur lo veía con ojos brillosos, oír que saldría era su más grande anhelo y solo asintió con la cabeza- prométeme que no te olvidaras de mí y cuando salga me darás la oportunidad de estar a tu lado como algo más que amigos

Arthur-no puedo prometerte eso, entiéndeme yo ni soy de este país, sabes que soy de Londres y es ahí donde quiero estar no quiero tener que volver por nada , no puedo prometerte eso ya que ni yo sé que me espera fuera, puedo prometerte que jamás te olvidare y siempre te tendré en mis recuerdos y si la vida nos da la oportunidad de volver a ponernos uno delante del otro y si nadie tiene un compromiso previo, entonces aceptare que me invites un café para platicar fuera de estos muros y si después esa platica aún sigo sintiendo lo que hasta ahora siento claro que te daré la oportunidad de ser algo más que conocidos Alfred-

eso no le daba esperanzas a Alfred, pero él se encargaría que la vida lo volviera aponer frente  Arthur, por primera vez quería hacer lo correcto y eso era darle la libertad que tanto anhelaba la persona que amaba, ya luego ellos estarían juntos él lo sabía- gracias Alfred

Alfred – descuida acepto todo lo que me dices, y cando salga yo iré a buscar por ti ya lo veras

La sesión acaba, y Arthur es llevado a su habitación, antes de que el enfermero acompañara a Alfred a la suya le dijo a Freud que quería confesar lo que aquella tarde no pudo, así que ahora estaba en aquella oficina estaba a punto de dejar ir a Arthur y eso le dolía pero sin titubeos lo dijo, dejando a Freud asombrado con la revelación de Alfred y por fin todo encajaba para el

Freud – llamen al enfermero Lucas necesito hablar con el de inmediato, Alfred ya puedes irte a tu habitación

Alfred – me dejaras despedirme de el antes de que se vaya ¿verdad?

No hubo respuestas y con ellos volvió a esas paredes, repasando en su mente las palabras escritas por Arthur y dichas hace un instante a Freud

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