Capítulo 11."Cristina esta de vuelta"




Un jueves por la tarde me encuentro caminando por el pasillo de primeros años mientras a paso lento, voy a clase de sociología. Son las tres de la tarde y ya quiero irme a dormir o algo parecido. Pero después de está clase, tengo que ir al trabajo y soportar a Amy con sus preguntas acerca de si voy a llamar a Matthew.

En realidad, no estaba nada segura de llegar hacer esa llamada... ¿Y si llegaba a interrumpir algo? Quizá mi corazón se llegaría a destruir por completo. No quería volver a sentirme alguien infeliz por culpa de una persona.

Quizá y si llamaba, podría ser el comienzo de una nueva oportunidad, pero la distancia sería un mal tercio. Y yo no estaba lista para querer a alguien a medias.

Matthew estaba lejos, había diferencia de horarios, había otras chicas... ¿Por qué rayos pensaba las cosas como si ya fuera algo seguro? Me golpeo mentalmente mientras levanto la vista para ver si ya he llegado al salón, y al ver que sí, suelto un suspiro y abro la puerta esperando no llegar tan tarde. Veo que el salón está medio lleno y me voy a las ultimas bancas de la esquina y en vez de sentarme en la silla que está en el pasillo, me siento en la silla que está pegada en la pared. Hoy no estaba de muy buen humor y quería evitar a las personas lo más que se pudiera para no ponerme de mal humor. Además, James no venía a clases, no tendría que lidiar con nadie.

Después de una larga noche de pensar y pensar e intentar olvidar, no había descansado tanto. Las mismas cosas que llegaron a torturarme en cierto tiempo, volvían hacerlo y eso me dolía; Aquella noche, en el parque de diversiones, un beso en lo alto de la montaña rusa; Aquella fría noche, en el partido, cuando le dije "te quiero" y el me dejo ahí parada en medio de la cancha, mientras salía vapor caliente de mi boca con cada respiración nerviosa. Esa tarde, en la que me convenció de escaparnos de la escuela, cuando se puso celoso en el juego de botella, cuando su pequeña hermana me abrazaba la cintura, cuando me presto su pillama, cuando me besaba la frente cada que me sentía mal gracias a Maddy, cuando me quito mi celular, cuando me beso por primera vez, cuando dormimos juntos por primera vez, cuando me hizo caballito, cuando me defendió de la loca de Jennifer, cuando me salvo de Peter, cuando quedo inconsciente en el partido y susurro mi nombre y toco la mejilla con tanta suavidad, cuando me invitó al baile, cuando se quedó conmigo en el solitario trampolín, cuando dijo que me defendería de los patos, cuando fuimos a la pista de hielo, cuando fue a mi casa por mi a pesar de la lluvia, cuando me fue a buscar a los baños sólo para preguntar si seguía siendo su pareja del baile, cuando lo vi tan elegante con su traje negro, cuando lo besé por última vez, cuando me grito "Te quiero", cuando vi su espalda mientras lo veía alejarse y subirse al avión que lo llevaría lejos de mi...

Sin pensarlo mucho, sabía que el ya era una parte de mi y de mi pasado, ya no podía aferrarme a él y a los recuerdos, sólo me lastimaba más y me impedía seguir mi camino, pensar en alguien más, y ese insoportable miedo a que todo volviera a suceder, que alguien no me tomara enserio de nuevo, que jugara conmigo y después se burlara frente a mi. Ya no quiero juegos estúpidos e historias de amor falsas, solo necesito a alguien que me mire y piense "maldición, qué suerte tengo." Sólo eso.

Quiero experimentar que es eso de tomarle a alguien la mano y saber que es real, no sólo mirar a las personas mientras voy caminando solitariamente por el asfalto, que alguien me de pequeños besos en la nariz mientras ambos nos reírnos y no sólo verlos desde la caja registradora, quería que alguien limpiara mis lágrimas y me dijera que todo iba a pasar en vez de limpiarme yo misma las lágrimas bruscamente mientras intento ser mi propio héroe y quiero saber que se siente que alguien me diga que me quiere, que me mire a los ojos, que me haga sentir única. Quiero saber que es estar enamorada de alguien que está enamorado de mi, ya no quiero ser el mal tercio. Porque duele cuando te quieren a ratos.

Quiero comenzar a vivir y no ver como los demás viven.

Dejo caer mi cabeza entre mis brazos y no tengo ni la menor idea de si la clase ha comenzado, sólo se que no tengo ganas de prestar atención.

No puedo creer que simples cosas puedan llegarte a destruir sentimentalmente.

Suelto un largo y cansado suspiro mientras cierro los ojos un momento. No me iba a dormir en clase, pero tampoco quería poner atención, ya que, de verdad me había echo explotar el cerebro con tantas cosas.

La pequeña de Amy piensa tan positivamente, que me da envidia su entusiasmo.

Su sonrisa tan linda, su estatura y sus hermosas pecas que hacen que se vea tan encantadora, su lacio cabello que cae en sus hombros y su piernas flacas que me recuerdan a Lucas burlándose de las mías.

Siento que me estoy quedando dormida cuando alguien jala la silla a mi lado y escucho que se sienta, no levanto la vista porque dudo que se James, ya que tiene tiempo que no se presenta a clases, por lo que, me quedo como estoy, ya que lo más probable es que sea un chico que acaba de llegar y no tiene lugar y claro, a mi me falta mi compañero y aprovechó la silla vacía.

Me quedo como estoy, con la cabeza entre los brazos y luchando por que mi ánimo no se vaya más abajo de lo que ya está.

***

—No, Amy, no sé si lo haré.— le digo por quinta vez mientras miro la caja registradora rezando porque lleguen clientes y puedan entretenerla un rato.

—¿Pero por qué no?

—No quiero llegar a arruinarle nada, quizá tiene una vida y una chica linda a su lado...

Miro a Amy y ella sólo me mira como si lo que estuviera diciendo fuera un chiste.

—¿Enserio?— pregunta— porque recuerdo que dijiste que ibas a necesitar apoyo moral y que yo recuerde, eso fue casi hace dos días.

Me mira con una sonrisita mientras levanta repetitivamente las cejas.

—Tan sólo inténtalo y ya depende de lo que pase, puedes hacer tu vida como quieras.

—Amy, pero a eso tengo miedo, ¿Qué tal y contesta una chica y me dice que es su novia?

— ¿Entonces cuál es el maldito problema? Si el tuvo el valor para seguir su vida y dejarte en el pasado, ¿Por qué tu tienes miedo de hacerlo?— la miro sorprendida y ella se pone sus manos en sus mejillas en un acto de desesperación.— Demonios, ya vas en la Universidad y eres de las pocas que veo que son infelices mirando chicos desde lejos y preocupándose por su querido Matthew.

Suspiro pesadamente mientras me cubro la cara con la palma de mis manos. Amy tiene razón.

— ¿Cómo es posible qué las cosas sean más fácil para ti?— le pregunto

— Quizá porque no tengo tu edad y no le doy tantas vuelvas al asunto.— responde fácilmente.

— Te odio.— me quito las manos de la cara y golpeo suavemente su hombro.

— Una persona menos a quien saludar.— sonríe con arrogancia y se limpia el hombro con elegancia.

Comienzo a reírme mientras estiro el brazo y lo paso por sus hombros, la atraigo hacía mí, y la abrazo fuertemente.

A pesar de que tenía días que la conocía, se estaba volviendo alguien importante en mi vida, se estaba convirtiendo en la hermana menor que nunca tuve.

*

Me aviento a la cama y siento todo el peso de la mochila golpeando mi espalda. Mientras entierro la cara en la colcha, intento sacar el celular de la bolsa de mi jean. Lo pongo frente a mi cara y comienzo a buscar el número de Cristina.

También tenía que consultar con ella lo que había pasado, ponernos al día de lo que no sabemos y pedir su opinión.

Me coloco el celular en la oreja y mientras escucho que está sonando, comienzo a morderme el labio gracias a los nervios.

Segundos después, escucho su débil voz, como si acabara de despertarla.

—¿Diga?

—¿Cristina?, ¿Estabas dormida?

—¿Courtney? ¿Qué demonios? Son las diez de la noche, tengo que madrugar.

—¿A qué hora te levantas?—pregunto un poco preocupada.

— A las nueve.

—¿Eso es madrugar?— le pregunto sárcasticamente.— porque tengo muchas cosas que contarte... y quizá algunas no sean buenas.

—¿Madrugar?, dios, ¿Qué es eso?— escucho el cambio radical en el tono de su voz.— Court, vamos, cuenta.

—¿Quieres que empiece por las buenas o por las malas?

—No sé porque presiento que ambas son malas, pero dime las malas.

Suspiro.

—Me gusta alguien.— le digo.

—Okay, no es taaaan malo...

—Pero es popular e imposible.

—Me retracto— la escucho suspirar.— ¿Acaso tienes un problema con los chicos populares?

—Yo que sé— le digo— es que es tan... no sé, sólo sé que me gusta y que quizá me odia porque insulte a su novia cuando estaba ebria.

—Estabas ebria, quizá se lo tome a la lige... ¿¡Te pusiste ebria!?— pregunta alterada— Courtney Elizabeth Grant, ¿Qué rayos hiciste y por qué no me lo dijiste?

—Cristina, —intento calmarla— fue hace una semana en una fiesta, y sin querer termine bebiendo de más. —le explico

—Pero si tu no tomas.— me reprocha. Casi puedo sentir su mirada fulminándome.

—Se dio la ocasión.— le digo inocentemente.— ya sabes, pero me arrepiento mucho, no quiero pasar otra vez por la resaca.

—Tenemos que hablar de las noticias buenas ahora, dejemos las resacas atrás.

¿Las noticias buenas?, que quizá ya había superado a Matthew o que casualmente recibí una llamada justo antes de despegar y se me ocurrió la magnificada idea de colgar. ¿Cuál de las dos?

Quizá, Cristina si adivinó que no había noticias buenas.

—En realidad, ahora no sé si son buenas o malas noticias, pero cuando estaba en el avión, recibí una llamada de un número que no tenía registrado y conteste y la voz era idéntica a la de Matthew, obvio no pensé que era él hasta el momento en el que dijo mi nombre.

Escucho un leve silencio, como si intentara procesar todo.

—¿Y por qué no preguntaste si era el? quizá y era Justin, porque según yo, no tienes su número registrado.

—Digamos que entré en pánico y colgué.— le digo— para mi desgracia que número de Justin sí lo tengo registrado. Desde que nos perdimos esa vez en vacaciones, mamá me obligó a tener su maldito número.

—No entiendo como no te llevas bien con el si es tan lindo, guapo, tiene buen cuerpo y bonita sonrisa, tambien...

—Cristina.— la interrumpo.

—A sí, sí, sí, ¿De qué hablabamos?

—Sesos de alga.

—¿Entonces le colgaste?— suspira y me preparo mentalmente para escuchar un aterrador grito para rectificar que lo que dije es real.— ¡LE COLGASTE!

—¡SÍ!

—Tenías que haber preguntado si era él

—Lo sé, —me quejo— pero después recibí una llamada de él y justo cuando conteste colgaron.

—En estos momentos ya no importa decirte que he arruinado muchas cosas, ahora sólo importa saber si es el estupido.

—¿Qué rayos hiciste Cristina Buttler?

—Ya te dije que eso no importa.— me regaña— Tengo que hablar con Connor y decirle discretamente las cosas y después averiguar si te ha marcado o sólo son alucinaciones.

—¿Y si son alucinaciones?—pregunto un poco preocupada.

—Entonces sabremos que de verdad ya no están en el mismo camino...

Una pequeña parte dentro de mi, se siente mal, no de la forma cuando tienes un corazón roto, si no, de la forma cuando sabes que algo es verdad, pero te aferras a negarlo con todas tus fuerzas.

—Además, que o recuerde, tu tenía un plan para la Universidad y me huele a que lo estás rompiendo.

—Cristina, todo en está vida es tan complicado. Me siento bien de que voy en la Universidad que quiero, me pongo como meta salir bien y no enamorarme o que alguien comience a atraerme y eso es lo primero que pasa. Me propongo superar a Matthew y un extraño número aparece... ¿Me puedes matar?

—Con gusto te azotaría una silla en la cabeza, pero me quedaría sin hermana, así que no— sonrío— Te diré lo que decía Connor cada que se metía en problemas... ¿De qué serviría una vida en orden y todo bajo control sin saber qué es esa emoción por todo el cuerpo al saber que estás haciendo algo mal y que al menos te diviertes y no eres infeliz?

—Cristina, mi vida es desastre, ya no aplica las sabías palabras de Connor.

—A mi no me mientes, tu vida es un maldito orden, te organizas tanto y anotas tanto en tu agenda,que cuando algo sale mal, no sabes que hacer.

—¿Debo de sentirme bien o mal?

—Yo que sé.— me dice— deja que las cosas comiencen a fluir y no planees nada. Ni siquiera tus futuras reacciones.

—¿Pero y si gano un premio de la paz? no quiero reaccionar de un modo tonto.

—Nada, ya dije.

Suspiro mientras ruedo los ojos.

—Y no hagas esas caras.

Me retiro el celular de la oreja y miro bocabierta la pantalla. Maldita, Cristina, como odiaba que tuviera razón.

—Bueno, querida amiga, tu y yo regresamos a los malvados planes... Cristina esta de vuelta.

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¡HOLAAA!

Subí capítulo xD

Lo sé, lo sé, casi un siglo sin subir capítulos pero tenía mucho tarea, tenía que estudiar y tuve unos cuantos exámenes.... Sin agregar las cosas sentimentales y eso :'C

Bueno, seguiré con lo que tengo que decir:

¿Recuerdan que el capítulo pasado dije que haría un video de una de las tres opciones?

Pues es oficial, haré el video de #EDLAHistoria , pero.... Aún no tengo el nombre para el canal xD

Así que aún pueden decirme sus propuestas y ser ganadoras de la vídeo llamada (Margara, si ves esto, ya sé que dirás...) Recuerden: #LaNuevaSandia

¿Qué más tengo que decir.......?

Creo que nada...

Así...

¡QUÉ LAS AMO MUCHOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!

Gracias por esperar.

Gracias por leer, votar y comentar.

(Tengo Twitter: IrannFlores

ask: Irán Flores

Instagram: iran_spears)

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