TIEMPO ATRÁS 

La vida en una de las más prestigiosas Academias de Sur Corea era sumamente aburrida, sus alumnos estaban bajo constante presión, sin mencionar que no contaban con los mismos privilegios que los otros adolescentes en el exterior. No tenían teléfonos móviles, televisiones, ni nada relacionado a la tecnología, prácticamente se estaban criado bajo un método educacional antiguo, sólo podían leer para saciar sus dudas. Y eso es lo que hacía TaeHyung, la tarde estaba hermosa, el verano había traído un gran sol y todos sus compañeros jugaban afuera, menos él, porque necesitaba respuestas. Había llegado a la edad donde comenzaba a inundarse de preguntas, cómo...

¿Quienes son sus padres? 

Vivió toda su vida en Acendrado, no conocía nada más a parte de eso, su inocencia era grande, pero de algo estaba seguro, conocía muy bien cada sector. Por eso, le había enseñado a sus amigos escondites para juntarse con los Betas y Omegas, o como llegar al bosque sin ser descubiertos por los Instructores malhumorados. A sus catorce años había comenzando una nueva etapa en su vida, así fue como lo dijo el profesor de biología, sus cuerpos ya estaban cambiando, se convertían en Alfas fuertes.

¿Él era fuerte? Tenía un constante entrenamiento bruto con el Señor Jung, así que fuerza física nunca le faltaría, pero... ¿Era atractivo? Hasta el momento ningún dulce Omega se le ha propuesto, como pasaba con sus Hyungs, quienes presumían a sus parejas secretas. Sentía envidia de ellos, una gran envidia. 

—¿Qué haces? —una voz curiosa a sus espaldas lo espantó, giró, notando al rubio tratando de leer lo mismo que él. Cerró el libro con rapidez y se levantó de la silla— TaeHyung, ¿Por qué estudias hoy? Vamos a jugar.

—No quiero jugar, Mini. —negó, no era propio de él estar encerrado en su cuarto leyendo, pero era lo que necesitaba para buscar respuesta a sus preguntas.

—Ya te pareces a NamJoon. —bufó, tirándose sobre su cama— ¿Pero qué tanto lees?

—Es sobre… —sé preguntó si debía contarle, pero era Park JiMin, ¿Cómo podría ocultarte algo a su mejor amigo?—. Es el anuario de hace catorce años atrás. También estoy leyendo un libro de biología principalmente sobre lobos. 

El rubio se levantó y caminó hacia el escritorio de madera, el Kim abrió lo que estaba leyendo, las descripciones y nombre junto con las fotos de los que fueron alumnos en ese año. Señaló una chica joven, de cabello castaño y ojos verdes, su mirada le recordó particularmente al joven que estaba a su lado, observándola con ilusión. Kim TaeYeon, 'nuestra mejor alumna.' Aquella frase colocada por los directivos mostraba el orgullo que tenían sobre ella. 

—Es linda...

—¿Y si es mi madre? —con esperanza el chico la señalaba— Piénsalo, no suena tan descabellado, tenemos los mismos lunares, su expresión se parece a la mía...

—Tae. —el rubio tocó su hombro con lástima— No es algo que podamos saber por una foto, puede que tu madre no haya sido alumna.

—¿Entonces cómo se podría explicar el hecho de que estoy aquí? Toda mi vida lo he estado, la Escuela cuido de mi... 

TaeHyung nació allí, a orden del Director los enfermeros se encargaban de cuidarlo siendo un recién nacido, a medida que fue creciendo se independizó junto a los otros alumnos de su edad. Para el resto ya era normal ver a TaeHyung moverse cómodamente por cada pasillo de los edificios, pero para él... seguía siendo doloroso, ¿Por qué memorizo cada sector? Se sentía solo, él quería unos padres como el resto. Deseaba que alguien le escribiera una carta diciendo cuanto lo extrañaba. 

—Si fueras hijo de esta alumna, ¿No crees que serias entregado a sus padres?

—¿Y si no se podía? ¿Y si era un secreto?

JiMin quedó en silencio, suspiró, se dio la vuelta y caminó hacia la salida.

—¿Por qué no le preguntas al Director? Tal vez si se trata de ti, él dejara que le hables. 

—Ya lo intente, no me dejan entrar a su oficina. Es un caso perdido.

La vida era un caso perdido. 

ACTUALIDAD

Yuri dejó escapar el aire retenido, relajó sus hombros mientras observaba a su alrededor, el chico pasó a su lado por el pasillo, analizando con dolor las habitaciones con alumnos dentro. La Park les había contado todo, se sintieron perdidos al enterarse de la verdad, o de la poca que sabían, quiso no creer, pero lo cierto es que era imposible, no estaba cegado, era obvio todo lo que pasaba. Al parecer Acendrado creía en la supremacía de los Alfas, rebajando a Betas y Omegas como simple carnada para sus experimentos de lobos feroces. 

Donghae miró con detenimiento el cuarto con cartel rojo, trazado en letras grandes se mostraba la palabra 'peligro',  relucía al lado del nombre de ese joven. 'Alumno con signos positivos, peligroso ante su liberación, mantener bajo control.' Yuri cubrió su boca con espanto cuando pudo notar de quien se trataba, habían llegado al segundo piso, sus feromonas no fueron percibidas por los guardias dormidos más abajo, fue fácil para ellos llegar a donde estaban ahora.  El dolor consume si cuerpo, y la confusión la baña en fuego que quema su mente, retrocede un paso ansiosa. 

¿Qué…? Ni siquiera es capaz de completar las palabras en su propia cabeza por lo horrorizada que se encuentra. 

—¿Qué es ese líquido que le inyectan? —preguntó, señalando los conductos que pasaban por los brazos del pelinegro dormido, múltiples cables salían de sus extremidades mientras una computadora registraba todo su comportamiento. 

Parecía lastimado, tenía rasguños en su cuerpo. 

—Pueden ser muchas cosas...

—¿Qué le dieron a Jungkook para que actuará así?

—Es lo que le dan a todos para que nos ataquen, Yuri. —dijo firmemente, sus ojos se cristalizaron con pena— Les hacen perder la conciencia bajo una droga, eso verde que se transporta por sus venas debe ser algún tipo de inyección extra hormonal que afecta su comportamiento, podría explicar la forma en que atacan a los Omegas. Y las feromonas con éxtasis alteran su sistema, cambian sus rasgos.—explicó, detallando el cuerpo semi desnudo del que fue su amigo. 

Era TaeHyung.

Había una cortada en su ceja, y múltiples rasguños en su piel. 

—¿Cómo lo sacaremos de aquí?

—No lo haremos. —negó, se dio la vuelta y caminó hacia las escaleras de arriba, la chica lo siguió con rapidez, pero sus pasos se vieron detenidos cuando pudieron notar unas puertas grandes en medio del pasillo que prohibía su paso a lo que restaba del primer piso— Pide una clave.

—Donghae... vámonos. —jalo de su camisa, el pelirosa la apartó e intento pensar en alguna clave secreta— dejalo, vamos... no me gusta estar aquí, por favor...

—Déjame intentar ver que hay aquí, ¿Por qué razón tienen la clave para el primer piso? Necesito respuestas.

—Pero...

Antes de terminar de hablar, un peso en sus hombros la dejó helada, trago saliva y sus ojos se volvieron llorosos. Ante el silencio de su amiga, Donghae giró curioso, lentamente fue subiendo la vista, notando el cuerpo tembloroso de su mejor amiga, quedó estático cuando lo vio.

—I-instructor Jung...

—Es hora de dormir, niños.