O11
El ruido de las pisadas contra el mármol eran suficiente para los espantados oídos del Alfa asustadizo, lleno de un deseo ya vacío. Corría tan rápido como sus fuertes pies se lo permitían, su estomago se oprimía por los nervios y la inquietud, ¿Saldría vivo? ¿O sería tal como los pobres y débiles Omegas que fueron sacrificados? Aquellos que murieron a manos de su rama, ahora, podía sentir lo mismo. Las luces de colores interrumpen su visión, más, continua a pesar de todo.
A lo largo de su estadía en la Academia pudo disfrutar de muchas cosas, secretos y verdades. Manchas en su registro y en el de sus más cercanos amigos, todos en la escuela se conocían, tenían su propio código de hermandad, pero también sabia que no todo era un secreto. Ellos siempre estaban un paso adelante, ¿Cómo sino habían descubierto que TaeHyung, YoonGi y JungKook fueron los últimos en llevar Omegas a las habitaciones? Ningún Instructor se mostraba por la zona, y lo habían hecho tantas veces sin ser descubiertos. Sabia que todo era un plan.
Su respiración era irregular ya en esos momentos de tanta tensión.
Gruñidos y razgaduras de paredes por sus fuertes garras estremecieron las extremidades del Alfa, su amigo corría atrás de él a toda velocidad. Parecía cada vez alcanzarlo más. Bajó las escaleras del segundo piso, salto los últimos escalones estando a punto de caer al suelo por un mal movimiento, con desesperación observó a sus amigos, tan asustados como él. No tuvo tiempo de decir nada más cuando la fuertes respiraciones del Alfa hambriento llegaron por el pasillo bajando por las escaleras.
—¡C-C-Corran! —gritó hacia las Omegas, pasmadas en sus sitios al ver a un TaeHyung en esa forma, parecía... igual que JiMin.
—¡¿Qué hiciste Hoseok?!—grito aterrado NamJoon.
—¡No lo sé! —negó— ¡Corran antes que los instructores lleguen!—volvió a gritar.
Su primer impulso fue tomar a Yi Xan en el camino y obligarla a reaccionar, pues pudo notar sus piernas temblar por el fuerte aroma a Alfa en una especie de 'Etapa de celo.' Comenzó a correr por el pasillo con sus amigos siguiéndolo a toda velocidad desde atrás. TaeHyung raspaba todo lo que se atravesaba a su paso con furia mientras reclamaba 'eso' que todo Alfa exigía como lobo, era después de todo... un lobo.
Gruñidos retumbaba por los pasillos, sacando sudor de las frentes de las tres Omegas.
Bajaron las últimas escaleras, las puertas de los Instructores estaban por ser abiertas por el formato del edificio ante ataques de este estilo, sus piernas no alcanzaban tanta tensión y miedo de ser descubiertos, siguieron sus pisadas hasta abrir la puerta y escapar, el aire frío del bosque artificial golpeo sus rostros. NamJoon giró en un segundo, volviendo a cerrar la puerta antes que TaeHyung se atreviera a salir, pero apenas sus manos empujaron está, el vidrio transparente parecía agrietarse, pues habían logrado salir de la puerta principal.
Trago saliva, los ojos rojos de su amigo lo observaban con enojo, furia y odio.
—¡NamJoon, corre o vendrán!
—¡Si lo hago él nos seguirá!—respondió, sin apartar la vista del pelinegro.
Los gritos de los Instructores resonaron por el interior del edificio, Hoseok cerro sus ojos y suspiró.
—Déjalo. —dijo— Cuanto más rápido cerramos mejor será, hay que ocultarnos en el bosque y que ellos lo atrapen.
MinHee asintió— ¡Suéltalo, hay que corer al interior del bosque, falta poco para que amanezca!
NamJoon dudó, pero ante la mirada llena de seguridad de sus amigos no tuvo otra opción que convenserce a si mismo. Y antes de soltar la puerta, esta ya se había agrietado, su primer instinto fue seguir el camino de los demás y correr entre todos los gritos. Pasaron el camino por el cual se enfrentaron al comienzo, pero aunque a ellos les había costado tanto al Kim solo le bastó utilizar sus garras y colmillos para destruir todo lo que le molestaba, temian que sea así con sus pieles.
Ni siquiera dos Alfas podrían contra uno fuera de sí.
—¡Atrapenlo, se metió entre los árboles!—grito un Instructor.
MinHee cubrio su propia boca al ocultarse entre los arbustos, tratando de ocultar sus feromonas. NamJoon y SuYeong estaban a su lado pero había perdido a los otros dos al adentrarse a la oscuridad. Un fuerte aullido estremeció el cuerpo de la rubia, era como la escena de JiMin, ellos hacían eso.
—Alfa descontrolado, otro positivo ante la prueba.—los escucho decir.
—¿Huelen a los Omegas? El distrito esta algo cerca pero...
—Lo más probable es que busque uno en específico, así como el anterior.
TaeHyung lloraba en gruñidos mientras era retenido, hasta que no se escucho más nada de él. Quiso llorar, él debía estar sufriendo. Lo habían sedado o electrocutado.
—Llevenlo. —una voz gruesa hizo acto de presencia— El Director estará feliz de esto.—la rubia observó a sus amigos con sorpresa.
Habló el padre de Hoseok, el Señor Jung, en definitiva estaba saliendo de entre sus manos. Cuando las pisadas se fueron alejando, el grupo de amigos observo arriba de ellos como la luz del día se iba metiendo entre las ramas del bosque artificial, sus respiraciones irregulares era lo único que se escuchaba, estaban aun asustados y entumecidos, su hambre de respuestas no estaba lleno pero la adrenalina corría por sus venas. Unos segundos después Hoseok apareció con Yi Xan llena de lagrimas, tomados de la mano y temblando.
No hubo necesidad de decir nada más, sus ojos conectaron entre si para saber que ya era hora de volver a sus habitaciones y no decir nada, por el momento, seria mejor si nadie se enteraba, corrían el riesgo de ser atrapados o acusados de difamación si hablaban con las personas incorrectas. Ambos Alfas acompañaron a las omegas a su distrito para posteriormente irse ellos al suyo, en el camino devuelta NamJoon levanto la vista a su mejor amigo.
—¿Los viste? ¿Viste a JiMin?—preguntó inquieto.
Llevaba esa duda comiendolo a todo segundo, cuando dejó de ver hace rato al chico a su lado se había asustados y mucho más cuando escucho a TaeHyung querer atacarlos.
—Solo a YoonGi hyung y a JungKook. —asintió— Pero JiMin no estaba, no lo vi en ninguna habitación.
—¿Y si él...
—No. —negó, observando el césped bajo de sus pies— Si JiMin estuviera muerto, ¿No crees que MinHee ya lo hubiera sentido?
—¿A qué te refieres?—se detuvo en medio del camino.
—JiMin siempre dijo que ellos tenían un lazo especial, que cuando su hermana estaba triste él también lo sentía, podían enfermarse al mismo tiempo y encontrarse sin esforzarse. ¿No crees que es algo extraño? Ellos van más allá de la conexión normal, parecen unidos en más de una forma.
—Entonces... ¿Es posible que pueda saber donde esta JiMin si lo intentará más? Si ella lo llamara desde lo más profundo...
—Hay que intentarlo.
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