Capítulo 7
Itachi comenzó a caminar por el lugar disfrutando del delicioso aroma a vainilla en él, con sus dedos tocó la mesa, caminó lentamente arrastrando sus dedos sobre el lugar, caminó a pasos lentos hacia la habitación, vio la puerta abierta, apretó el ceño, el Uzumaki era demasiado descuidado, bien podría ser un enemigo y asesinarlo con facilidad a pesar de su poder. Entró con sumo sigilo suprimiendo su poder casi a cero, dio pasos lentos dándose cuenta que estaba completamente y profundamente dormido el pequeño rubio, observó la cobija caer por su trasero, tomó la orilla de la manta y la arrastró lentamente observando su suave piel, su trasero firme, esas hermosas piernas que había visto a la distancia, giró sus onix viendo sus pequeños pies, eran hermosos.
Dio un paso ligero, acercó su rostro a la piel de su hombro, su nariz olfateo con sumo cuidado su aroma a vainilla, olía delicioso, estaba consciente de que era un completo pervertido, pero no podía parar, no quería hacerlo; sacó de su estuche una cámara espía y tomó una foto de su pequeño rostro, sacó una segunda foto donde el pequeño salía a cuerpo completo mostrando su hermosa figura.
Itachi giró su mirada observando sus grandes pestañas, esa naríz respingona, esos pequeños labios semiabiertos, dormía con tanta tranquilidad como si realmente no estuviera en peligro, levantó su mano, la bajó suavemente en su cabello tocando con fascinación sus suaves amarillos, colocó un pequeño mechón tras su oído, lo vio apretar el ceño y enroscar su nariz, uno de los azules se abrió lentamente, su mano se movió aún perdida, tenía sueño, alcanzó la manta, se cubrió con ella, cerró su ojo, nuevamente se perdió en sus sueños. Itachi ni siquiera se había movido, giró su rostro con una casi imperceptible sonrisa, tal vez le había dado un poco de gracia la situación, con sigilo salió del departamento, corrió hasta la casa de sus padres, ocupaba un lugar al que pudiera llamar suyo y colocar esas fotos visiblemente para él, para disfrutarlas y admirarlas sin restricción alguna.
Al llegar a su casa, entró con velocidad a su habitación, sin más entró en la ducha, comenzó a bañarse pensando en el pequeño rubio, gracias al Sharingan podía revivir sus recuerdos, una de sus manos bajó hacia su duro miembro, comenzó a moverse suavemente acariciando su dureza necesitada, no recordaba haber sentido nunca tanto deseo, no recordaba sentirse necesitado por tocar a nadie, su mano se movía con velocidad, quería hacerlo gemir y disfrutar, deseaba escuchar su nombre en un fuerte gemido de sus labios, no aguanto más -mhn -se liberó en su mano, su respiración era agitada, bajó su mirada observando lo que había provocado ese pequeño chico, lamió sus labios con ansiedad, por un momento se sintió un maldito asqueroso, un pervertido, levantó su mirada recordando al pequeño, su mirada nuevamente se nubló, cualquier pensamiento denigrante había quedado atrás, lo único en lo que podía pensar ahora, es que deseaba más, lo quería para él.
…..
Itachi y un clon trabajaban con velocidad en los documentos del clan, duró nueve días fuera de la aldea, debía ponerse al día. Toda la mañana había trabajado sin parar, levantó el rostro al sentir a un segundo clon entrar por la ventana de su oficina en el edificio de la policía Uchiha, recibió un paquete, el segundo clon comenzó a ayudar en el trabajo. Itachi abrió con calma el sobre, sonrió satisfecho, sacó una foto del Uzumaki, sonrió ligero al observar al pequeño en la imagen, era hermoso, podía recordar su aroma mientras veía la foto, giró su mirada con duda, esa imágen no podía quedar oculta en esa casa que no era la suya, merecía un lugar adecuado, guardó la foto y colocó el sobre dentro de su chaleco shinobi, no estaba en servicio anbu, se levantó dejando al segundo clon en su lugar, él salió con sigilo por la ventana, tal vez era hora de tener su propio espacio, un refugio, paró en seco recordando algo, sonrió ligeramente con astucia, cambió de dirección, podía sentir el enorme chakra del Uzumaki en el área central de la aldea no muy lejos de dónde estaba, sonrió al verlo deambular con las manos en los pantalones, mordió su mejilla dudando un poco, negó, continuó su camino.
….
Naruto caminaba aburrido, todos sus amigos tenían misión, su novia estaba ocupada, bostezó con fastidio. Tal vez debería regresar a su casa a descansar, pensaba distraído en cómo matar su tiempo, cuando chocó de golpe con un cuerpo, cerró sus ojos al sentir el choque -lo lamento -dio un paso atrás, realizó una reverencia -lo lamento, iba distraído, no me fijé -abrió sus ojos, sus gemas se hicieron grandes -lo siento, estaba -Itachi lo vio con seriedad -¿distraído? -Naruto asintió con un leve puchero, giró su mirada avergonzado ante la mirada penetrante del mayor -sé que debo mantener la guardia alta, pero -el Uchiha observaba sus hermosas facciones en su rostro y ese pequeño puchero en sus labios, lamió sus labios con disimulo, era hermoso -creo… me voy -Naruto susurró con vergüenza al no recibir respuesta del mayor.
-Me preguntaba -el rubio levantó sus gemas con duda al escuchar al serio Uchiha hablar, observó su seria mirada -ayer dijiste que querías ser mi amigo -el Uzumaki sonrió quedito. Cada movimiento del pequeño, el mayor lo guardaba en su memoria, así como esa hermosa sonrisa -no tengo amigos, no sé con quién consultar -el Uzumaki giró su rostro con duda viéndose tierno, lo dejó hablar al verlo dudar un poco -quiero conseguir un espacio para mí, un hogar -Naruto abrió sus gemas sin entender -¿me preguntaba si podrías ayudarme a escoger una casa o un departamento? no tengo idea por dónde empezar -el pequeño sonrió en grande mostrando sus dientes con emoción, asintió con velocidad -si quiero ttebayo-
Itachi sonrió ligeramente, caminó con el pequeño a su lado -¿veo que te hace feliz? -Naruto rascó su nuca, se puso algo vergonzoso -bueno, no tengo familia, fui huérfano, el orfanato y otros lugares han sido mis casas, pero realmente nunca he sentido un lugar al que pueda llamar hogar, deseaba escoger un lugar propio, pero al parecer, ni siquiera puedo escoger el lugar donde viviré con mi futura esposa, mi suegro lo hará -Itachi escuchó con molestia "mi futura esposa" -ya veo, lo lamento -Naruto negó con una suave sonrisa -no te preocupes -el Uchiha había decidido que quería al rubio para él, oscureció un poco su mirada, debía buscar la forma de quitar a esa mujer del camino.
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