Harry estaba sentado junto a Severus en su cama. Habiendo tomado un baño y comido algo, se sentía aún mejor que cuando despertó. Pero Severus insistió en que debían hablar. Por el momento, Severus solo estaba recapitulando lo sucedido desde su perspectiva y Harry tuvo que aceptar que sus convulsiones eran aterradoras desde su perspectiva y la de un observador.

—¿Por qué no querías hacer un ritual sexual completo? Aunque uno incompleto dreno suficiente magia, uno completo habría drenado más magia y te hubiera ayudado mucho mejor—.

Harry se sonrojo—Me gustas—Severus parpadeo pero no dijo nada y Harry lo tomó como un permiso tácito de continuar—Me empezaste a atraer desde que te vi esa primera vez en mi negocio, pero pensé que eras solamente un turista más. Luego me entere que te quedarías en el pueblo e investigue algunas cosas sobre ti. Así me enteré de que eras un Maestro Pocionista y vi la oportunidad de obtener algo de ti, lo que ya hablamos, pero... también pensé que podía ser una oportunidad de acercarme a ti—.

—No me buscaste solo por negocios, querías ver si podías "atraerme", ¿Es así? —Harry asintió, con sus ojos hacia el suelo y ruborizado al máximo—Eso no responde a por qué no quisiste completar un ritual—.

—No quería que la primera vez que estuvieras dentro de mi o me besaras, fuera por un ritual. Me gustas mucho. Eres muy atractivo e inteligente, tienes un sentido del humor muy negro que me encanta y empecé a querer conocerte mejor, y no solo como algo de un par de veces. Si completábamos el ritual, pensé que nunca podrías verme como algo más que un "paciente"—.

Severus dejó sus pensamientos vagar. Entendía un poco la lógica pero no la aceptaba. Harry era mucho más que lo que dejaba ver y sabía, solo sabía, que Harry no le había dicho toda la verdad sobre su condición, pero tampoco era algo que le importara mucho. Todos tenían derecho a tener sus secretos y Severus tampoco es que fuera completamente sincero sobre ciertas partes de su pasado con ciertas personas de la vida de Harry. Pensando en todo esto, solo había una respuesta lógica.

Tomando a Harry de la cara, Severus lo besó.

La acción primero tomó por sorpresa a Harry, pero pronto dejo esos pensamientos al fondo de su mente y procedió a corresponder al beso con ahínco. Un gemido bajo provino de su garganta y solo podía oírse el ruido de sus labios en comunión y sus respiraciones intercambiándose.

Harry no supo en qué momento su magia decidió que era buena idea desnudarlos a ambos, pero tampoco estaba preocupado. Solo quería seguir sintiendo esos labios sobre los suyos y aquellas manos que ahora estaban tocando varias partes de su anatomía.

Movieron sus escarceos amorosos de aquella pequeña mesa hacia la cama y ambos estaban ahora enzarzados en medio de un intercambio de caricias mutuas que los estaba llevando al punto de ebullición. En medio de las caricias, Harry sintió la magia fría de un hechizo de lubricación (y preparación) y no había provenido de su magia. Severus también era un mago poderoso.

Severus se puso de espaldas contra el colchón y Harry estaba ahora arriba del hombre, a horcajadas, con sus piernas sosteniéndolo encima del vientre del hombre y sintiendo su miembro erecto golpeando contra sus nalgas.

—Móntame—Era la primera palabra que Severus le dirigía desde que lo besó y Harry obedeció la orden, alineando su trabajada y lubricada entrada. La intrusión fue bastante suave, señal de que el hechizo fue ejecutado a la perfección. Harry fue deslizando aquel miembro dentro suyo y sintiendo con placer como era llenado centímetro a centímetro.

Con cuidado, una vez que Harry sintió que aquello había entrado por completo en él, empezó a moverse hacia arriba y cuando sintió que solo quedaba la cabeza dentro de él, se dejó caer. Una y otra vez ejecuto esta acción, haciendo un movimiento cíclico entre sentirse lleno y casi vacío.

Una vez que Harry empezó a agarrar cierto ritmo, Severus afianzo la cadera del hombre más joven con una de sus manos y le gusto como su mano podía agarrar aquella cintura, mientras su mano libre jugaba con sus pezones. Harry tenía la piel bronceada pero sus pezones no eran tan oscuros, sino un poco claros.

La sensación de sus pezones siento "maltratados" mientras su cuerpo era invadido por el placer de la penetración, estaba haciendo a Harry jadear. Cuando Severus estuvo satisfecho de jugar con sus botones, puso su mano antes libre, en la parte libre de su cintura y ayudo a Harry a bajar.

La sensación ya de por si placentera se intensifico y más cuando las caderas de Severus empujaban también contra su trasero. Su boca ya solo podía jadear y gemir, su cuerpo estaba sintiéndose maravillosamente y a la vez, dolorosamente, cerca de su límite y entonces, finalmente todo explotó.

—¡Severus! —Harry se corrió con un grito mientras su amante solo alcanzo a gruñir algo mientras oleada tras oleada, su semilla estaba vaciándose dentro suyo. Sentirse lleno de aquello, era sublime en más de un sentido.

Harry no era virgen, pero era la primera vez que tenía sexo con un mago, ya que siempre busco sus romances de ocasión con los no mágicos, temeroso de que un mago o bruja fuera a la prensa, pero a Severus, su estatus de "héroe" no le importaba y era la primera vez que se sentía seguro de abandonarse al placer.

Severus, estaba seguro de que había tenido sexo antes, pero esto fue... increíble. Quizás era por el impulso nuevo en su magia, o porque ese mismo impulso arreglo varios problemas de salud que venía arrastrando. No lo sabía. También podía deberse a que Harry le gustaba mucho también. Harry era todo lo que le gustaba de un mago en una envoltura muy sexy. Harry era inteligente y mordaz, no daba sus emociones a la menor provocación y cuidaba mucho sus relaciones. No fingía ser algo que no era y también era genuinamente amable.

Una vez que ambas respiraciones se calmaron, Severus salió de Harry y coloco al chico a su costado, abrazándolo y atrayéndolo hacia él. Más besos fueron dados y se fueron quedando dormidos por sus actividades previas.

El resto de ese día lo pasaron haciendo el amor un par de veces más y comiendo cuando se sentían algo agotados. Un par de veces Severus le ofreció estar arriba a Harry, pero este declino, le gustaba ser quien recibiera las atenciones. Fue solo hasta el día siguiente, que Harry finalmente se fue de la mansión Prince y abrió su panadería.

Algunos de sus clientes notaron que cojeaba un poco al caminar y sospecharon el tipo de actividades que pudo haber estado haciendo el día anterior, pero ellos no juzgaban. Si Harry era feliz, ellos eran felices por él. Además, si fue quien sospechaban, el nuevo vecino les agradaba a la mayoría.

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Aunque Severus seguía investigando una potencial poción que al menos aliviara los síntomas de Harry, también tenía algunas citas y noches de pasión. Una vez superada aquella crisis de magia, ambos había decidido explorar hacia donde podría llevarlos esta incipiente relación. Por el momento, parecía estar bien encaminada.

Samhain estaba ya a la vuelta de la esquina y si bien no disfruto Mabon como se debería, ya que solía celebrarse entre miembros familiares o amigos cercanos, tampoco lo pasó sin recibir nada, ya que varios de sus vecinos le fueron a dejar cosas.

Dado que Mabon no pudo celebrarlo con la seriedad debida, Samhain era su siguiente Sabbat al cual dedicarle su atención. Harry solía hacer una hoguera y ya había sido invitado a unirse a él. al parecer, varios de sus vecinos también estaban invitados, así que sería una ocasión para hacer algunas conexiones más con el pueblo.

Además de sus preparativos y experimentación, Severus también seguía leyendo los grimorios y diarios dejados por sus ancestros y había varias cosas interesantes sobre pociones y algunas plantas que al parecer, solo podían crecer en este pueblo.

Guiándose con las descripciones y algunos pequeños bocetos en los diarios, Severus encontró varias de estas plantas y una vez que pudo experimentar con ellas, se dio cuenta de que eran variedades de plantas comunes en pociones pero que habían "mutado" por alguna razón y solo podían afianzarse en el suelo del pueblo. Esto no era inusual, ya que siempre había una variedad de alguna planta que al enraizarse en un tipo de suelo especifico, evolucionaba para solo crecer en él, debido a algún nutriente especifico.

Lo interesante en estas variedades es que eran plantas mágicas totalmente. Solo crecían en entornos donde hubiera suficiente magia residual, lo que hacía imposible que pudieran crecer en lugares como sembradíos muggles o una simple maceta. Si crecían en una maceta, esta debía estar en una casa mágica o en una tierra repleta de nutrientes derivados de criaturas mágicas.

Eso le daba a Severus una pista enorme sobre como estas plantas evolucionaron o mutaron hasta ser básicamente una especie casi separada de la planta original. Ahora bien, ¿Dónde estaba la fuente de la magia? Primero pensó que podría ser Harry, pero descartó eso rápidamente, ya que los diarios de sus ancestros eran de siglos atrás y dudaba seriamente que Harry Potter fuera alguna especie de Matusalén que hubiera fingido siempre su nacimiento en diferentes épocas.

Eso solo dejaba algún tipo de veta de piedras mágicas, una línea ley excepcionalmente ancha o algún tipo de cadáver mágico enterrado muy debajo del pueblo, suficientemente grande para nutrir el suelo de todo el mismo. Quizás algo como un dragón y uno muy grande y feroz, como un colacuerno húngaro. También podían ser múltiples cadáveres como una manada de Thestrals o un grupo de mantícoras.

Severus quería investigar esto pero tendría que esperar.

Tambien estaba esperando la respuesta de sus contactos de ingredientes y algunos herbólogos. Sabía que sería difícil, ya que los robles sagrados de consideraban una rareza evolutiva. Un roble sagrado era difícil de notar al lado de cualquier roble, ya que la característica más conocida de estos robles era que su madera cambiaría de color con el influjo de magia hacia ellos.

Se hablaba de los robles sagrados de los druidas que tenían maderas blancas cuando estos les infundían su magia, de cómo estos robles extendían sus raíces por territorios enormes y protegían a sus pobladores, ya que el druida se lo pedía a su roble.

Se decía en los círculos de historiadores mágicos, que una de las muchas teorías de por qué los magos romanos querían destruir a los druidas era por estos robles, ya que sabían que al morir el druida, el árbol perdía su conexión. Solo que nunca supieron que un roble sagrado que ya había establecido su relación con un druida, si este moría de algo diferente a la edad o problemas de salud, el árbol moriría en un intento de enviar esa magia a su druida. Es decir, que tanto druida como árbol, morirían juntos.

Esa información le hacía un poco de ruido a Severus y no sabía por qué. Sentía que había una conexión entre el roble, esa teoría, algunas leyendas que había escuchado sobre Merlín siempre cargando una extraña semilla y algo que leyó sobre la supuesta druidesa que se casó con su ancestro.

Simplemente, sabía que la respuesta a donde encontrar ese esquivo roble, estaba ahí, pero no podía hacer la conexión. ¿Quizás la druidesa tenía una semilla del roble? Dado que en el diario se decía que falleció después de los 100 años, era probable que si tuviera esa semilla de roble sagrado, la hubiera plantado en el pueblo.

El pueblo estaba rodeado de un bosque de robles y la única manera de saber si uno era el que buscaba, sería infundir magia en cada uno de ellos, rezando por encontrarlo. También había una posibilidad, muy grande, de que la supuesta druidesa solo fuera una bruja delirando o que si fuera una druidesa pero no traía ni una semilla, o siquiera un esqueje, de roble sagrado con ella.

Como fuera, tenía muchas cosas en las que estaba trabajando y su mejor oportunidad para Harry, era una poción que paliara sus síntomas. Con un tratamiento regular, podía luego dedicarse a su teoría de que podría haber un roble sagrado en el bosque que rodeaba el pueblo.

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—¡Severus! Me alegra que vinieras—Harry le tomó la mano a Severus y lo arrastró hacia una hoguera donde había varias personas alrededor, sentadas en sillas plegables a una distancia prudencial pero que aún permitía sentir el calor de las llamas.

El clima ya había enfriado bastante y todos llevaban desde gabardinas, suéteres, sacos hasta chamarras muggles muy rellenas. Había una mesa donde había al lado un bracero calentando suavemente una olla bastante grande con un ponche que olía divinamente a manzana, naranja y algo difuso, como agrio pero dulce al mismo tiempo. También se veían dulces como manzanas con caramelo y varios bocadillos.

Harry le había comentado que solía hacer esta hoguera con sus amigos y vecinos, y que todos ellos eran mixtos, es decir, había tanto mágicos como no mágicos, y según lo dicho por Harry, todos ellos sabían esas particularidades de los otros.

Todos ellos le saludaron en cuanto Harry lo presentó. A algunos ya los conocía y a otros solo los había visto de repente al pasear por el pueblo. Todos parecían genuinamente agradables y tenían con ellos sus ofrendas para el fuego.

En cuanto cayó la noche, todos se acercaron un poco al fuego y fueron arrojando sus ofrendas mientras cerraban los ojos. Severus pensó que algunos elevaban algún tipo de plegaria o deseo. Otros probablemente estuvieran abrumados. Él mismo sabía que quemar las ofrendas era un poco catártico y a veces, eso ponía a la gente sensible.

Una vez que todos regresaron a la "normalidad", Harry les invitó a pasar a la mesa a comer algo y se acercaron a la mesa estilo buffet mientras acomodaban sus sillas en pequeños círculos para poder platicar.

—Harry, si todos aquí saben sobre la magia, ¿Por qué no simplemente convocas una mesa grande? —Harry se rio entre dientes—¿Qué? —.

—Ellos lo prefieren así. La primera vez que lo intente, me dijeron que la mesa les estorbaba para poder comentar los chismes—Severus parpadeó pero le pareció divertido.

—Puedo ver por qué una mesa haría eso—Harry le sonrió suavemente.

—Si, yo también pude entenderlo, aunque me costó algunos minutos más que a ti comprenderlo en su totalidad—Severus solo sonrió y fue por un par de platos con bocadillos para ellos.

Pasaron un buen rato hablando de diversos temas, incluyendo parte de los hallazgos de Severus sobre la condición de Harry y este último pensaba que concordaba con Severus sobre intentar primero con una poción, ya que encontrar un roble sagrado podría tomar incluso años. La mejor apuesta para mejorar era una poción y Severus, habiendo encontrado algunas plantas nuevas, quizás podría encontrar una versión estable de algunas pociones que ya había hecho, pero que no reaccionaron bien con las muestras de sangre.

Los últimos lotes estaban reposando durante un par de días antes de ser probados y estos tenían varios ingredientes cambiados por las plantas oriundas de este pueblo.

Mientras comían los bocadillos y Severus finalmente estaba probando aquel ponche (la cosa "agria" que alcanzó a oler, era tamarindo y Harry juraba que ese y otros ingredientes no oriundos del Reino Unido, se había echado a la olla luego de que investigó una receta nueva por internet), Severus estaba comentándole a Harry sobre aquellos diarios de sus ancestros y como uno de ellos había sido "testigo" de una Cacería Salvaje.

Los no mágicos habían creído que se trataban de dioses y espectros cazando almas o recogiendo las almas de alguna batalla, pero en realidad eran magos literalmente en una partida de caza, solo que los magos solían vestir túnicas negras, usar encantamientos desilusionadores y crups negros para atrapar ciertas bestias mágicas nocturnas.

Como aún no se habían inventado los hechizos insonorizantes, los sonidos provenientes de los bosques, los ladridos de los crups de caza y solo ver sombras (los magos desilusionados) de jinetes y caballos vistos brevemente como si fuera agua moviéndose a través de los árboles... Severus podía entender de donde venían muchos de los mitos y aunque no rechazaba la idea de Odín liderando una partida de caza con sus jinetes arrasando todo a su paso, muchas de las historias de Cacerías Salvajes muy probablemente provenían de esas partidas de caza mágicas.

Su ancestro había relatado todo, desde la preparación de los corceles mágicos terrestres y los voladores, la forma de las capuchas y como su líder, un mago que se decía descendía de un druida (algo así como su tatarabuelo), había conservado una barba larga pero salvaje que le daba cierto parecido a un vikingo.

Luego de esa historia, mientras le comentaba a Harry sobre su última teoría de que podría haber un cadáver de dragón o varios de otras criaturas debajo del pueblo, o quizás un posible roble sagrado en el bosque, Harry pensó que eso podría explicar algo sobre las barreras.

Actualmente estaban sentados enfrente de un roble y Harry tocó el tronco del árbol, infundiéndole un poco de magia, apenas un pequeño hilo... y no sucedió nada en el tronco. Harry sonrió tristemente pero Severus le detuvo la mano sobre el árbol.

—Vuelve a infundirle magia—Harry estaba confundido.

—¿Qué? ¿Por qué? El roble no reaccionó a la infusión de magia—.

—No, pero algo si reacciono. Confía en mí, infúndele magia otra vez—.

Harry decidió confiar y puso un poquito más de magia esta vez—Sostenlo así por un momento más Harry. ¿Lo ves? Mira el suelo—.

Harry bajo la mirada y aunque el suelo parecía normal, concentrándose pudo ver a lo que se refería Severus. había una pequeña línea luminosa que estaba debajo del árbol. Era delgada y parecía ir en varias direcciones. Harry supo por que Severus estaba emocionado y él también lo estaba, era una raíz. Dentro del pueblo había un roble sagrado. Harry soltó su mano de encima del árbol y retrajo su magia.

—¿Es lo que creo que es? ¿Es una raíz, verdad? —Severus le sonrió a Harry.

—Sí, creo que encontramos una raíz de roble. Ninguna planta o árbol mágico reacciona brillando a la magia, excepto ese roble. Quiere decir que sí hay un roble sagrado en el pueblo. Sin embargo, es un bosque grande y no creo que lo encontremos en un par de meses. Podríamos tardar algunos años y recuerda que no siempre los árboles vivos están crecidos, podría ser fácilmente un tocón enterrado en el suelo del bosque y solo sus raíces continuar vivas—.

Harry se veía un poco decepcionado—Eso no quiere decir que nos daremos por vencidos. Encontraremos ese roble, ya sea que lo encontremos primero probando cada roble de este pueblo o que mis contactos encuentren una semilla o esqueje, pero lo encontraremos. Mientras eso sucede, voy a encontrar esa esquiva poción para que no sufras tus convulsiones y tengamos tiempo de tomarnos esto con la calma debida, ¿Te parece bien? —.

Ahora Harry estaba sonriendo. Su relación era incipiente y aun inestable, pero escuchar a este hombre decir que iba a estar a su lado y "pelear" junto a él, le hacía sentirse amado... aunque era pronto para decir esas palabras. Así que solo se limitó a besar a su amante. Severus disfrutaba este tipo de gestos.

Sin embargo, algunos silbidos de lobo de sus compañeros de celebración, hicieron que ambos se separaran, se sonrojaran y voltearan a verlos ceñudos. La comitiva solo se rió pero invito a los amantes a unirse a la fogata y pasar el rato contando algunas historias de sus ancestros.

Por más que quisieran, ninguno de los dos podía permanecer enojado cuando el ambiente se sentía tan agradable y solo agarraron sus sillas y platos, para unirse en circulo alrededor de la fogata mientras pasaban la noche contando anécdotas de sus ancestros y algunas historias pasadas de generación en generación sobre supuestos sucesos extraños que a veces pasaron en el pueblo en siglos pasados.