Después de que Dylan vuelva a caer dormido, Thomas se concentra en calmar los latidos desenfrenados de su corazón en lo que aprieta el botón que avisará a la unidad médica de que algo ha pasado en la habitación.

Cae sobre el sillón, se tapa la cara con las manos, dejando solo a la vista los ojos color chocolate que miran a O'Brien y vuelven a llorar.

El médico y la enfermera encargados del caso de Dylan entran a trompicones y comienzan a interrogarlo. Como puede les da los detalles de lo que ha pasado ya que estaba medio dormido. Que Dylan ha abierto los ojos, que lo ha tocado, que lo ha llamado... que lo ha reconocido.

El hombre (quizás debería empezar a preocuparse por aprenderse sus nombres) se acerca y con una luz le levanta los párpados para poder observar la dilatación de sus pupilas.

- Si ha recuperado realmente la consciencia es posible que vuelva a hacerlo por intervalos breves de tiempo hasta que su mente se vea preparada para despertar - Thomas asiente, esperanzado. El médico le pone una mano en el hombro y le da un suave apretón.- Se recuperará, chico, está luchando por volver.

El rubio siente que la emoción se atasca de nuevo en su garganta y asiente incapaz de hablar, cuando el equipo médico deja la habitación un torbellino entra por la puerta y lo abraza. Reconoce el perfume de la chica y se deja mecer, encontrando por fin un poco de paz entre tanto tormento mental.

- Me llamó por mi nombre, Kaya...

- Me alegro tanto, cariño, tanto - le besa la cabeza.

Al momento, Ki entra y se dobla sobre sus rodillas para poder recuperar la respiración.

- Joder, Kaya, qué manía tienes...

- Lo siento - susurra avergonzada, apartándose de Thomas.- Es que escuché la alarma y pensé... - se muerde el labio para no decirlo, llegó a tiempo de escuchar las últimas palabras del médico así que está tranquila.

Continuará...