- En vista de que has recuperado la consciencia y no hay ningún daño cerebral podremos mandarte a casa en cuanto comprobemos el estado de tu columna y tus piernas.

- ¡Sí!

Dylan celebra mientras Wes mira extrañado al doctor.

- ¿Está seguro?

- Totalmente. Sus lesiones pueden terminar de curarse en un ambiente en el que se sienta más cómodo. Solo tiene que descansar mucho y venir a rehabilitación - aclara, tachando y añadiendo algunas cosas al expediente médico del joven.

- Yo creo que es más seguro para él seguir aquí - comenta Wes.

- ¿Por qué? Mientras no se le ocurra ir a grabar en su estado...

- Ya, bueno, usted no le conoce como yo - le dirige una mirada acusadora a su actor que le enseña la lengua, juguetón y victorioso.

- Yo me encargaré de que no haga locuras, Wes, tranquilo - asegura Thomas a quien Dylan le dedica un puchero.

- Aburrido - rueda los ojos, pero Thomas solo ríe.

El médico se va por fin y se quedan los tres solos.

- Wes.

- ¿Hmm?

- ¿Qué va a pasar con el rodaje?

Tanto Thomas como el director se giran a observarlo, dubitativos. El mayor suspira, tarde o temprano iban a tener que hablar del tema.

- El rodaje se ha cancelado...

- ¿¡QUÉ!? - se incorpora de golpe en la cama y suelta un quejido de dolor, el rubio se acerca asustado para comprobar que no se ha hecho daño, y vuelve a caer sobre la cama.- No puede ser - las lágrimas caen sobre las mejillas de Dylan y Thomas se paraliza porque nunca lo ha visto llorar, mucho menos de esa manera.

- Si me dejaras terminar podría aclararte que es solo algo temporal. Retomaremos las grabaciones cuando estés mejor y todos estéis libres de proyectos otra vez.

- Dios, menos mal - se pasa las manos desde la barbilla hasta su pelo.

Wes le dirige una mirada extrañada a Thomas que este devuelve.

Continuará...

n/a: y hasta aquí el mini maratón de hoy, ¡espero que les guste!