Podría presentarme de forma resumida y decir que soy un chico corriente, con una vida corriente y amigos corrientes, pero quizá hay más cosas que decir de mi.

Mi nombre es Namjoon y estoy interesado en ser alguien en el mundo de la música, así que un día, soñando despierto, decidí que debía tener un nombre artístico y tras varias opciones, acabé auto-bautizandome como "Rapmonster" por lo que ahora todos me llaman así. O Rapmon, que quizá suena más gracioso...o simplemente lo usan porque es más corto y fácil de pronunciar.

Me gustaría ser un rapero reconocido algún día y de verdad hacer lo que me gusta, pero claro, para ello debo estudiar duro y a eso me dedico ahora mismo. A nadar entre montañas de libros y apuntes mientras intento sobrevivir a la secundaria con paciencia.

Aunque sin duda alguna, todo sería mucho peor si no tuviera a Juls.

Somos mejores amigos desde...siempre y con ella tengo recuerdos de toda mi infancia.

De cuando aprendimos a nadar juntos, de cuando jugábamos a ser estrellas de rock, de cuando descubrimos los divertido que era hacer una bola de chicle enorme hasta que te la tragabas y dejaba de tener gracia...¡incluso de cuando nos caíamos mil veces montando en bicicleta y nos reiamos el uno del otro! pues en el fondo, cuando eres pequeño, hasta rasparse las rodillas tiene su encanto.

Y luego entramos en esa maravillosa etapa llamada adolescencia, y continuamos juntos.

Juls sufrió por el odioso acné y yo tuve que adaptarme a mis cambios de voz.

Los dos quisimos libertad y amplitud en el horario de vuelta a casa, ropa nueva o tener nuestros propios teléfonos móviles.

Por querer, quisimos hasta comernos el mundo, y eso que aún había cosas que ni entendíamos.

Y también nos hemos enamorado alguna vez, al igual que hemos sido rechazados o dejados otras muchas, y la verdad es que lo vivíamos de forma muy intensa, pero siempre nos teníamos el uno al otro para remendar esas heridas adolescentes en todo momento y gracias a ello, esos dramas dejaban de parecer tan malos con el paso del tiempo.

En cuarto curso conocimos a Taehyung y pasamos a ser tres y aunque quizá la confianza con él no era la misma que la que había entre ella y yo, Tae consiguió adaptarse a nosotros a la perfección y le dió un punto de locura a nuestras vidas.

Pero claro, cuando por fin nos habíamos acostumbrado a la trágica vida del quinceañero, van y nos obligan a ser unos casi adultos en su último año de instituto, llenandonos de obligaciones y decisiones por tomar cuando ni siquiera tenemos tiempo para pestañear.

Aunque bueno, eso sí, a pesar del tiempo que ha pasado, seguimos juntos y seguiremos estándolo por mucho más.

Porque nada ni nadie se interpondrá entre nosotros.

¿verdad?