𝑵𝒐𝒕𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓: Hola, estimados lectores. Otro capítulo más y otro agradecimiento a los que acompañan esta historia, ya son más de 2000 vistas. No quiero meter metas en la historia, sinceramente solo quiero que la historia siga su curso y que lea al que le guste.

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¿Extrañaron ver al castaño? Volvamos de nuevo al Perú.

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𝑵𝒐𝒕𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓: Estos hechos suceden meses antes del último directo de Meica en su anterior casa.

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Podemos ver a un castaño vestido aún con su pijama a rayas. Este prepararía su desayuno en el comedor, que era un pan con palta y su café pasado.

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𝑵𝒐𝒕𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓: El café pasado es café molido y filtrado por agua a través de una cafetera metálica u otras maneras.

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El ojimiel seguiría desayunando todo tranquilo, mientras veía unos cuantos tiktoks en su celular como de costumbre, hasta que alguien llamaría a su celular.

La estaba llamando "Amor", que era el nombre que le puso a Erika como contacto.

Aquino: Aló, amorcito.

Diría mientras acomodaba su celular.

Erika: Corazoncito, ¿cómo estás?

Diría, muy activa.

Aquino: Estoy bien como siempre, otro día nuevo.

Diría para luego tomar un sorbo a su taza de café.

Erika: Me hace feliz que estés bien, amor.

Aquino: Muchas gracias, mor.

Erika: ¿Ahorita estás ocupado?

Preguntaba con intensidad.

Aquino: No, ¿por qué lo dices?

Erika: Quería saber si podías verme en la universidad a la 1 PM.

Aquino: Sí, podré estar ahí.

Algo rondaba por su cabeza y preguntaría.

Aquino: ¿Se podría saber por qué me quieres ver ahí?

Erika: Es que... ¿Acaso no puedes verme en la universidad?

Su tono de voz cambiaría drásticamente.

Aquino: ¡Claro que no!

Lo diría alarmadamente mientras comía su pan con palta.

Aquino: Solo lo decía por curiosidad. Estoy dispuesto a ir a la universidad.

Erika: Que bueno, amor. No faltes, por favor.

Diría para colgar la llamada.

Aquino: Ni siquiera pude preguntar cuál es el motivo de mi presencia.

El castaño estaba algo extraño por la actitud de su novia, era la primera vez que estaba así. Pensaba que tramaba alguna sorpresa o algo similar mientras este se tomaba una ducha para estar presentable para la ocasión.

Una vez acabado de ducharse, se fue a cambiar su ropa en su cuarto. Esta vez quiso ponerse algo diferente para no seguir la costumbre de la polera blanca y pantalones negros.

Para su mala fortuna, toda su ropa estaba acumulada de forma desordenada en el closet.

Aquino: ¿Cómo que he dejado tanta ropa acumulada acá?

Buscaría al menos algo decente dentro del closet y solo encontró unos pantalones verdes, polo blanco y una casaca jean oscura.

Aquino: Lo único bueno de este montículo de ropa, espero que huela bien.

Él agarraría cada prenda para comprobarlo.

Aquino: Bueno, no huele mucho, pero con un poquito de perfume puede pasar normal, aunque está un poquito arrugado.

Miraría la hora y no le quedaba mucho tiempo para una planchada.

Aquino: No creo que se vea mucho si voy así.

Se pondría esas prendas y se buscaría en su perfume.

Aquino: ¿Dónde estás?

Seguía buscando su perfume en uno de sus cajones hasta que lo encontró y se puso el perfume una cantidad para estar desapercibido.

El castaño saldría corriendo de su casa con lo que tenía puesto hasta llegar a la parada de autobuses.

Previamente, había calculado el tiempo que tardaría el bus en llegar a la universidad y se tardaría unos 45 minutos aproximadamente.

Estaría esperando que llegara su bus hasta que vio a unas cuadras a Valentina que para su suerte no estaba mirando de frente sino mirando su celular.

Aquino: (Carajo, no quiero hablar de nuevo con ella).

Cada vez más se acercaba más ella y su bus no llegaba. El webon no tenía más opción que subirse al primer taxi que llegue y ha tomado uno. Dándose una sorpresa al ver el chófer.

Aquino: ¿Luis?

Estaría algo petrificado por su presencia.

Luis: Otra vez, usted joven.

Luis: ¿A dón-?

El castaño subiría al taxi rápidamente, interrumpiendo la pregunta del taxista.

Aquino: Solo acelera, acelera.

Señalaba con su brazo que solo siga adelante.

Luis: Ya voy.

El taxista aceleraría el taxi, dejando a una sensación rara a la chica que estaba a la altura del paradero de autobuses.

Valentina: (Se me hace que alguien conocido estuvo por aquí)

Lo pensaba mientras seguía caminando, intentando ignorar lo último.

𝑽𝒐𝒍𝒗𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒍 𝒕𝒂𝒙𝒊𝒔𝒕𝒂 𝒚 𝒆𝒍 𝒄𝒂𝒔𝒕𝒂𝒏̃𝒐...

Luis: Así que evitando personas, ¿no?

Aquino: ¿Por qué lo dices?

Diría, estando atolondrado por lo anterior.

Luis: Porque entraste a mi taxi rápidamente sin hacer terminar mi pregunta.

Aquino: Es que estaba apurado para llegar a mi destino.

El taxista tenía cierta sospecha de lo dicho por Aquino, pero siguió la conversación de manera amable.

Luis: Y esta vez, ¿a dónde le llevo?

Aquino: Llévame hasta la universidad...

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𝑵𝒐𝒕𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓: Pongan un nombre creativo a la universidad.

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Luis: ¿Así que eres universitario?

Preguntaba mientras cambiaba la estación de radio.

Aquino: Claro que no. La otra vez te dije que yo era streamer.

Luis: Ya lo recordé con más claridad, es que también tuvimos esa conversación hace años.

Aquino: ¿No fue mucho o sí?

Diría para recordar casi nada de lo que hablaron esa vez.

Luis: También usted acuérdese, ya di mi esfuerzo.

Aquino: Ya lo tengo, fueron casi dos años.

Luis: Algo largo fue, pero lo veo casi igual.

Miraba con mucho cuidado al castaño.

Aquino: Solo trato de verme como soy.

Luis: ¿Cómo te fueron estos dos años?

Aquino: Casi todo normal, crecí más en Twitch y YouTube, he conocido más amigos con quienes jugar en directo.

Diría mientras apoyaba su codo en el vidrio del taxi.

Luis: Te ha ido demasiado bien, joven.

Aquino: Puedes decirme Aquino si quiere.

Simulaba sacándose un sombrero.

Luis: Como usted diga, Aquino.

El taxista iría por ruta para llegar a la universidad pasando por varias partes de la ciudad y en medio de un embotellamiento, Luis andaría de curioso con su cliente.

Luis: Se puede saber por qué va a la universidad.

Acomodaba el retrovisor del vehículo.

Aquino: Es para recoger a alguien que estudia ahí.

Luis: Seguro es la novia.

Aquino: ¿Usted es un brujo?

Preguntaba con mucha sorpresa.

Luis: ¿Cómo me descubriste?

Aquino: Solamente los idiotas responden una pregunta con otra pregunta.

Se aguantaría las ganas de reírse.

Luis: Hey!

Luis: No recién nos reencontramos.

Aquino: Solo era una bromita.

Miraría alegremente a Luis.

Luis: Ojalá no lo vuelvas a repetir.

Diría, para luego, acelerar más el taxi en medio de una avenida larga.

Un rato después, el taxi ha llegado a su destino, la universidad.

Aquino: ¿Cuánto es por el viaje?

El ojimiel sacaría su billetera.

Luis: 20 soles.

Aquino: 20!?

Aquino: Estás loco, mano.

Guardaría su billetera en su bolsillo.

Luis: 20 soles me parecen justos.

Aquino: Para mí es una exageración.

Luis: ¿No lo tienes a la mano?

Bloquearía las puertas del taxi.

Aquino: Es que solo tengo billetes de grandes cantidades.

Diría el castaño que se sentiría intimidado por la acción del taxista.

Luis: Dime cuáles tienes o solo pague por Yape.

Diría mientras mostraba un carnet con su propio QR de Yape.

Aquino: Creo que pagaré por Yape, Luis.

Diría algo irritado para pagar los 20 soles que pedía el taxista insistente.

Aquino: Listo, espero encontrarnos de nuevo.

El castaño saldría rápido del auto.

Luis: A ver qué ha dejado este muchacho.

Para su fortuna solo encontró un sol totalmente nuevo en el asiento donde estaba Aquino.

Luis: Esto vale de colección, me agrada lo que deja este chico.

El webon estaría esperando, mientras estaba viendo unos memes de su Reddit, a su novia en unos bancos ubicados a unos 20 metros alejado de la puerta de la universidad.

Hasta que este recibía un abrazo en su cintura y voltearía para ver de quién era, se trataba de su novia.

Aquino: Amor, me agarraste de imprevisto.

Diría con tono asustado.

Erika: Es que quería sorprender a mi querido novio que tengo.

Diría para seguir abrazando al castaño, pero esta vez en el cuello.

Aquino: Amor, amor, amor.

Diría con un tono desesperado.

Erika: Sé que te gustan mis abrazos que te doy, no te puedes resistir a alguno.

Diría mientras agarraba con más fuerzas al joven.

Aquino: Suéltame, por favor.

Sus palabras estaban agotándose por la falta de aire.

Erika: ¿Para qué?

Erika: Siempre te gustan de los míos.

Aquino: Aire

Aquino: ¡Me falta el aire!

Gritaría con todas sus ganas para ser escuchado.

Erika: Uy, perdona, amor.

Soltaría sus brazos para agarrar los hombros de su novio.

Aquino: ¿Tanta fuerza tienes?

Diría mientras exhalaba.

Erika: Es que sí hago ejercicio seguido.

Aquino: ¿Acaso fue una indirecta tuya?

Erika: ¿Cómo crees en eso?

Diría con un tono irónico.

Erika: Solo decía que tengo fuerza para hacer ejercicio, es algo que me gusta.

Aquino: Bueno, no todos podemos ser buenos en ciertas cosas.

Se acomodaría el cuello por el dolor.

Erika: ¿Te hice sentir incómodo?

Aquino: No fue para tanto.

Diría mientras se paraba de su banco y soltaba unas pequeñas carcajadas.

Aunque por dentro sí le hacía un poco incómodo, pero quiso ignorar ese comentario.

Erika: Si lo dices, amor. Yo te creo.

Diría con una voz dulce para, luego, besar la carita de su novio y este último no se contuvo, y terminó dando un beso tierno a su novia.

Erika: (Este no se deja)

Aquino: (Como que cada vez me gusta esto)

Ha durado unos segundos ese beso porque ambos se quedaban sin aire y también las personas estaban de fisgones por la escena.

Erika: Amor, no sabía que llegabas a ese nivel.

Diría con una mirada sugerente.

Aquino: Es que me he dejado llevar por el momento.

El castaño quería taparse la cara por el rubor que se formó y se sentó en el banco de nuevo. Algo que también la novia haría.

Erika: ¿Así que ocultas lo que sientes?

Aquino: No es eso, solo que me avergüenza estar así.

Erika: ¿Así de rojo?

Aquino: Sí... Eso.

Erika: No es nada, solo estás más rojito.

Tocaría la carita de nuestro protagonista.

Aquino: Cambiando de tema. ¿Cómo te fue en la universidad?

Erika: Pues, las clases de hoy estuvieron muy normales, ninguna dificultad tuve.

Erika: Nuevos temas aprendidos, proyectos para las siguientes y hasta tengo trabajo grupal.

Lo diría con una voz cansada.

Aquino: Ya lo veo, amor. Se vienen días ocupados, supongo que nos veremos menos por tus tareas y proyectos.

Erika: Lo sé, pero prometo compensar mi ausencia cuando termine de mi ciclo de la universidad.

Diría mientras mantenía su linda sonrisa.

Aquino: ¿Y cuándo termina tu ciclo universitario?

Erika: En casi dos meses, amor.

Aquino: Falta un montón para que acabe.

Diría con un tono inquieto.

Erika: El tiempo cada vez pasa más rápido.

Aquino: ¿Para qué me llamaste desde un principio?

Su duda se presentaba de nuevo.

Erika: Oh...es que me propusieron algo en la universidad.

Aquino: ¿Se puede saber que era, amor?

Preguntaba mientras mantenía una postura estable para ver mejor a su novia.

Erika: Bueno, es sobre estudiar en otra universidad.

Aquino: ¿Por qué? Sí, esta es una de las mejores universidades del país.

El castaño estaría un poco enredado.

Erika: Es que todavía no he acabado de hablar, hay más.

Diría con un tono delicado.

Aquino: Oh, sigue, amor.

Erika: Cómo te decía, voy a estudiar en otra universidad de otro país.

Al oír esas palabras, el ojimiel se sentía pesado, aunque trataba de disimular una sonrisa a ver a su amada.

Aquino: No me digas, que te dieron una beca.

Erika: Efectivamente, amor. Me dieron una beca para estudiar en España.

Aquino: Supongo que fue por tus notas.

Lo diría algo nervioso mientras se tocaba su barbilla.

Erika: Estás en lo correcto, amorcito. En estos años, pude esforzarme mucho en la universidad hasta yo me sorprendí por la noticia.

Erika: No creí capaz que por los promedios que tengo me haría la posibilidad de ir a un país que estaba en mi lista de países a que visitar a futuro.

Aquino: Muchas felicidades, amor.

Diría con una voz alegre para ocultar su emoción.

Erika: Entonces, si estarás bien, si me voy a otro país.

Diría con muchas energías y mirando a su novio.

Aquino: Claro que sí, amor.

Aquino: Es una oportunidad que no se va a repetir después de tiempo.

Aquino: Debes tomarlo, amor. (O no)

Diría muy conmovido mientras tocaba las manos de su novia.

Erika: ¿Estás bien, amor?

Aquino: Si lo estoy, ¿por qué la pregunta? (No estoy nada bien)

Erika: Estás llorando, amorcito.

Aquino: No me di cuenta (Debo mejorar en ocultarlo)

Estaba tratando de secar sus penumbras, hasta que su novia le pasó un poco de papel higiénico.

Erika: Eres muy sentimental, amor.

Aquino: Solo un poco, no es para tanto.

Lo diría para reírse un poco y se secaba los ojos.

Erika: Ya amor, estás tan emocionado como yo.

De sorpresa, Erika abrazaría fuerte otra vez, apoyaría su cabeza en el pecho del castaño.

Aquino: Creo que la sentimental es otra.

Erika: Es que pensaba que no querías, que me vaya a otro país.

Soltaría unas lágrimas sobre la casaca de Aquino.

Aquino: Entonces, si yo decías que no. Tú te hubieras quebrado. (Que bueno que tome esta decisión, pero a qué costo)

Sobaría el pelo de su novia con delicadeza.

Erika: Obviamente, he visto que hay mejores oportunidades laborales en el extranjero.

Erika: Ya sabes, cómo es el país actualmente.

Ambos mirarían a lo lejos un estudiante siendo robado por un encapuchado.

Aquino: País en decadencia.

Aquino: Ningún lugar es seguro y, volviendo al tema, tienes todo mi apoyo emocional cuando lo necesites. (También lo necesito)

Diría con una voz seria y sincera.

Erika: Gracias, gracias, gracias, eres el mejor novio del mundo.

Besaría de nuevo los dulces labios de su novio mientras le acariciaba el pelo castaño.

De lejos podemos ver a otro castaño de la misma altura de Aquino, pero con músculos que estaba detrás de un árbol.

???: Así que ese es tu novio, Erika.

???: Ja, parece que te llevaste la ruina, se ve debilucho y feo.

???: Todo lo que te pierdes, Erika.

Diría cada vez con más cólera.

???: (¡¿Por qué maldita sea?!)

???: Vaya, así que andas de chismoso, David.

David: No es de tu incumbencia, Ben.

Diría con una cara de pocos amigos.

Ben: A ver que vio esta águila.

Este tomaría el lugar de David e intentaría ver lo que vio él.

Ben: Pendejo, así que viendo a la pareja de Erika.

David: ¿Y qué tiene?

Preguntaba con algo de indignación.

Ben: Ay, David. Cuántas veces te dije que cortejando a Erika nunca será tu novia.

Diría mientras lo señalaba con su dedo.

David: Pero sé que tendré alguna chance.

Ben: Lo dudo mucho, compañero.

David: Dime, ¿qué tiene él que no tenga yo?

Ben: A Erika.

Se reiría mucho del musculoso.

David: Así que muy gracioso, ¿no?

Este intentaría pegar a Ben, pero este último le agarró de las muñecas.

Ben: Es mejor que no te metas conmigo, compadre.

Diría con un tono amenazante y hacía más fuerza sobre las muñecas de David.

David: Me duele.

Diría mientras se quejaba de dolor.

David: Está bien, no voy a intentar golpearte.

Ben: Tampoco burlarte por mi gran altura, he escuchado por ahí que te matas de risa con eso.

No respondía nada David.

Ben: Responde algo, maldito pendejo.

A ver que no hacía nada, Ben pegaría con su rodilla al estómago de David.

David: Auch, si lo haré, te lo prometo.

Lo diría con mucho temor y dolor.

Ben: Más te vale, David.

Soltaría a David y se acomodaría su camisa.

Ben: Y una cosa más, David.

Diría estando cerca de nuevo de David.

David: ¿Qué cosa?

Preguntaba con angustia.

Ben: No digas nada sobre nuestro encuentro de hoy o te va a ir peor.

David: Lo...

Ben: No he acabado.

Enseñaría sus puños a David en señal de intimidación.

Ben: Tengo influencias en la universidad y en la policía, eso no te gustará.

David: Est-

Ben: No te enseñaron a terminar la palabra a uno, ¿no?

El gigante agarraría de los pelos a David y se mirarían ambos.

Ben: Y no pienses en sobrepasarte con Erika, ella ya ha elegido a alguien mejor que tú.

Ben: Es amiga mía, no quiero que entrometidos como tú la hagan daño y solo la puedo proteger en el país.

David: Haré todo lo que usted diga.

Diría con mucha agitación mientras lo miraba.

Ben: Te daré una advertencia para que no lo vuelvas a hacer. ¿Sí?

David: No, no, no. (Que alguien me salve)

El alto intentaría dar un golpe en la cara de David, pero su celular sonaría una llamada y miraría que era su madre.

Ben: Tienes suerte, perro.

Soltaría a David y se marcharía a otro lado para contestar a su madre.

David: (Para ser alto, casi me mata)

David: Tal vez, debería buscar otras opciones, pero Erika y yo tenemos mucho en común.

𝑴𝒂́𝒔 𝒕𝒂𝒓𝒅𝒆, 𝒆𝒏 𝒆𝒔𝒆 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒐 𝒅𝒊́𝒂...

Un castaño estaba haciendo directo de noche y en esta ocasión se pondría a jugar un Skywars con su amigo Duxo para recordar buenos momentos de causas y olvidar cierta cosa.

Aquino: Vamos Duxo, ¿no que tenías huevos?

Diría mientras esperaba que su amigo se acercara.

Duxo: ¿Cómo quieres que me acerque? Si tú tienes full diamante y yo con hierro.

Miraría de lejos al castaño con armadura.

Aquino: Lo mismo dije en las partidas pasadas y te gané así, tilín.

Duxo: Ja, te ganaré.

El palomo se acercaba al castaño para pelear, pero el castaño sacaría su espada de netherite.

Duxo: Hijo de puta, no me dijiste que tenías espada.

Se alejaba del webon como se podía.

Aquino: Duxo, NTR.

Cada vez más cerca estaba del palomo.

Duxo: ¿Y esa mamada, qué?

Preguntaba con confusión.

Aquino: Lo decía, Locochon.

Duxo: ¿Y sabes qué significa al menos?

Aquino: Era, no te rindas.

Pensaba si era el significado correcto.

Duxo: Vaya, pendejada.

Duxo: Hablando de Locochon, ¿no viste que estos últimos meses está haciendo contenido con vtubers?

Se ocultaría detrás de unas piedras.

Aquino: Sí, lo noté.

Duxo: Ese Loco anda hambriento de vistas.

Aquino: Lo sé, pero al menos sabe cómo capitalizar con esas dinámicas.

Diría para sacar unas enderpearls para buscar más fácil a Duxo.

Duxo: Y no lo niego, pero al menos no fuerzo interacción para exprimir a ellas.

Saldría de su escondite para escapar de nuevo.

Aquino: Ahí tienes algo de razón, pero seguro Loco les pagará a ellas. No lo veo tan tacaño.

Iría al centro del mapa porque presentía que Duxo estaría ahí.

Duxo: Aquino, ese Locochon en el viaje a Cuzco no quiso pagar su parte del hotel diciendo que no le alcanzaba, pero el bien pendejo se había comprado mucha ropa en Cuzco.

Intentó saltar, pero se equivocó y cayó al vacío.

Aquino: No me acordaba de eso.

Duxo: Pendejo, men.

Diría con un tono enojado.

Aquino: De todas las formas que pude eliminarte, no pensaba que adelantarías.

Soltaría sus carcajadas características.

Duxo: Volviendo al tema de vtubers, ¿no te gustaría colaborar algún día con ellas?

Diría, acomodando su micrófono para que no se caiga.

Aquino: No lo sé, es que no quiero forzar interacción.

Duxo: Mmm....tamare

Pensaría en otra pregunta mientras cargaba la partida.

Duxo: ¿Te imaginas que conozcas a una vtuber que es fan tuya?

Aquino: Lo dudo mucho si pasara, estaría muy sorprendido, la verdad.

Aquino: No es fácil encontrar streamers que sean fanáticos de nosotros, menos si son vtubers primerizas.

Diría con una voz serena.

Duxo: ¿Y si fueran amigos a futuro?

Aquino: Pues, lo trataría como a ustedes lo hago.

Duxo: ¿Y si se encuentran cara a cara?

Aquino: Ya Duxo, ya forzaste tu clip para TikTok.

Duxo: Jajaja, está bien.

Así estuvieron jugando estos webones hasta casi la madrugada, donde la noche se hacía más fría y los grillos hacían su sonido particular.

El ojimiel estaba apagando directo y cambiándose de ropa para dormir. Una vez echado, se ha quedado pensando por las preguntas de Duxo.

Aquino: (¿Si una de esas vtubers resulta ser mi fan?)

Aquino: (Nah, eso no pasará).

Aquino: (¿Esas vtubers serán más bonitas que sus avatares?)

El castaño pensaba cómo se verían los rostros reales de las vtubers que conocía como Emikukis y Rakkun.

Aquino: (¿Qué carajo estoy haciendo?)

Diría, sobándose los ojos.

Aquino: (¡Maldito Duxo!)

Aquino: Ahora estaré pensando en vtubers esta noche.

Al webon no le quedaría más opción que buscar unas gomitas para el sueño en su mesita de noche.

Las tomaría y entraría en un sueño profundo en menos de un minuto.

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3429 palabras

Hasta acá hemos llegado con este cap.

Espero que este capítulo le haya sido de su agrado, sigan apoyando con su cariño y compaltan muchachos, compaltan la historia.

Nos vemos en el capítulo 8, donde sorpresas vendrán.

Bye 🗿