Un bonito horizonte
𝑵𝒐𝒕𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓: Llegamos al capítulo 20, muchachos. Sinceramente, pensaba terminar desde más antes al principio de mi historia, pero vinieron algunas ideas y seguimos en constante actualización, como verán ustedes. Bueno, sigamos con esta vaina, mi gente.
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Era una mañana tranquila donde el sol estaba ocultándose por las nubes masivas, al menos por ese momento del día, y nuestro grupo de amigos favorito estarían conversando qué hacer hoy día.
Aquino: Podemos ir al centro comercial.
Duxo: Aburrido, mejor vamos a un museo de la ciudad.
Locochon: Eso da más...
Diría, para quedarse dormido.
Duxo: Pero si los museos son interesantes para saber la cultura e historia de este país.
Diría, con buenas intenciones, que se haga su plan.
Andreh: ¿Cuántos años tienes, amigo?
Duxo: ¿Por qué esa pregunta?
Diría sin entender lo que decía el sarnoso.
Kendo: Creo que alguien te dijo, viejo.
Andreh: Eso no era la intención.
Andreh: (Espero que no me pegue)
Pensaba, mientras tenía miedo, que iba a decir Duxo.
Duxo: ¿Acaso crees que soy viejo por ir a museos, Andreh?
Diría, estando fosforito.
Andreh: No, pero la mayoría sabe que son aburridos y, por eso, van más a zoológicos.
Locochon: Oigan, no estaría mal un día ir a uno de esos.
Se le prendía el foco a Locochon.
Estailus: Al fin, podemos ver los de tu especie, Locochon.
Locochon: Ósea, ¿los lobos?
Diría con confusión.
Soaring: Pues claro, ni que fuéramos a ver los monos.
Locochon: Eso sería tú.
Soaring: ¿Qué querías decir con eso?
Diría, estando indignado por lo dicho por Locochon.
Natalan: Sí, ¿qué quisiste decir con eso?
Estailus: Queremos una respuesta concisa.
Los tres estarían viendo con una mirada intimidante al furrito.
Locochon: Pero si no eres mexicano, Natalan.
Natalan: Es mi segundo hogar, imbécil.
Mientras discutían, los demás estaban hablando o viendo sus celulares, y nos enfocaremos en dos.
Michu: Muchacho, ¿no sientes que nos están excluyendo un poco?
Cejo: Para nada, solo que no proponemos algo interesante, aunque ya me conoces que soy tranquilo y de pocas palabras.
Diría de manera pacífica.
Michu: Aaa, qué bueno que pienses así. De todos modos, solo decía nomás.
Michu: No es que me sienta así.
Cejo: Lo que podemos hacer es...
De pronto, cierta persona le interrumpía lo que hablaban esos peruanitos.
Meica: ¿Si vamos a la playa?
Diría, levantándose de su asiento, y pararía las conversaciones y discusiones de los demás.
Estailus: Ándale, ¿para qué o qué?
Meica: Pues, para conocer algo fuera de la ciudad.
Meica: ¿No les parece un poco monótono la ciudad?
Aquino: A mí, la verdad, un poquito, algunas partes de la ciudad.
Diría de forma sincera.
Locochon: ¿Entonces por la webas fuimos a la ciudad de Buenos Aires?
Aquino: No me malentiendan.
Aquino: Lo que quiero decir, es que algunos lugares puedo encontrar en Lima, ciudad en donde vivo, eso sí, tampoco que sea tan igual.
Explicaba delicadamente para que entiendan su punto.
Aquino: ¿Entendieron mi punto?
Todos menos, Andreh y Aquino: No
El resto del grupo voltearían para ver a Andreh.
Andreh: ¿Qué me miran tanto a mí?
Se sentiría incómodo por tantas miradas al mismo tiempo.
Andreh: No sigan que me avergüenzo.
Kendo: Solo que entendiste lo que dijo el castaño.
Diría, mirándolo más cerca que estaban, porque estaba sentado a su costado.
Michu: ¿Qué pasó ahí, muchacho, parece que se van a besar los novios?
Soaring: Creo que veo a mis nuevos papis.
Diría con un tono adorable.
Estailus: Los nuevos, porque los tuyos no te quisieron de niño, wey.
Kendo: Te re contra papearon, pendejo.
Diría, alejándose de Andreh.
Al ratito, volvía Emilia a la escena.
Emilia: Oigan, ¿saben dónde vamos a ir o yo elijo de nuevo?
Meica: Vamos a la playa.
Diría con mucha emoción.
Emilia: Qué interesante, yo hace meses que no voy a la playa.
Mictia: Pero no tenemos traje para ir a la playa.
00: [Sí que eres lenteja, tamare]
Emilia: Conozco tiendas cercanas que venden artículos para la playa y trajes para la ocasión.
Emilia: De hecho, ahí trabaja una amiga.
Locochon: No se diga más, vamos a la playa.
Locochon: ¿Quién apoya la idea de Meica?
Todos levantarían la mano y Mictia con un poco de dificultad.
𝐌𝐚́𝐬 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐞, 𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐥𝐚𝐲𝐚..
El grupito de amigos estarían en la tienda donde trabaja la amiga de Emilia.
Emilia: Amiga.
Diría, acercándose a la donde estaba su amiga.
???: Ay, pero sí es mi vieja amiga, Emilia.
Ambas amigas se darían un pequeño abrazo, donde todos lo estaban viendo.
Emilia: ¿Cómo va tu negocio, Yardare?
Yardare: Me va bien, casi todos los días es bueno vender, más en fines de semana y feriados.
Diría, volteando su mirada, para ver el grupo de los webones.
Yardare: Así que tienes nuevos amigos.
Diría con cierto elogio.
El único del grupo que saludaría sería Aquino, por el hecho de que los demás estaban buscando sus cosas para ir a la playa.
Yardare: Ese chico con pelo castaño me cae bien.
Emilia: A mí, también, es como el hijo tranquilo y frío de una familia.
Yardare: Ya veo, se ve guapo ese tipo también
Diría, viendo cómo el castaño estaba probándose unos lentes de sol.
Emilia: Lo sé, ¿y cómo está tu madre?
Yardare: Pues cómo siempre...
Mientras las amigas se quedaban hablando como típica charla de mujeres, los webones estarían viendo qué comprar, siendo lo principal la ropa de baño para este día.
A nuestro caballero solo le faltaba escoger un short playero, pero cuando estuvo a punto de elegir uno, alguien lo jalaría de la mano inesperadamente.
Aquino: Pero, ¿qué cara...?
Antes de que responda, esa misma persona pondría sus manos en los hombros del castaño.
Meica: Mi amigo Aquino, quiero que me ayudes en algo.
El webon medio asustado solo respondería con un ¿en qué?
Meica: Quiero que me ayudes a escoger cuál bikini me queda mejor para mí.
Diría, mostrando que traía como unos 3 bikinis diferentes.
Aquino: ¿No hay otra persona que pueda ayudarte?
Diría con una voz temblorosa.
Meica: Es que los demás están ocupados en comprar o haciendo sus joterias, mira.
A unos metros más allá estarían hablando Locochon, Estailus, Soaring y Andreh.
Locochon: A ver, Andreh.
Locochon: Juguemos a quien matarías, cogerías y casarías.
Andreh: ¿Para eso, me llamaron?
Andreh: Mejor me void de aquí.
El sarnoso se retiraría de ahí, pero alguien le tocaría el hombro.
Soaring: Vamos, responde, que si no le diremos a Kendo que cogerías con él por 100 dólares.
Andreh: ¿Acaso me quieren crear un chantaje falso?
Diría con un tono temeroso.
Estailus: No tanto, pero la mayoría del grupo sabe su secreto de ambos.
Andreh: ¿Cuál secreto?
𝐕𝐨𝐥𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐜𝐚𝐬𝐭𝐚𝐧̃𝐨𝐬...
Meica: ¿Entonces, si me ayudas?
Aquino: No lo sé, yo sí quería escuchar más el chisme.
Diría, intentando escapar, pero otra vez sería detenido.
Meica: Solo serán menos de 5 minutos, Aquinin.
Meica: Di que sí.
Suplicaba, con una voz tierna, al webon.
Aquino: Está bien, pero no tardes mucho, que mis amigos pensaran mal.
Ya en los vestidores, el castaño estaría esperando que salga Meica de los vestidores, y alguien pasaría cerca del este primero.
Duxo: ¿Qué haces acá afuera del vestidor de mujeres? ¿Bro?
Diría, estando de frente, al ojimiel.
Aquino: Estoy esperando a alguien aquí.
Duxo: ¿Alguien cerca del vestidor de mujeres?
El palomo le parecía raro lo que dijo el castaño, y como buen chismoso preguntó más.
Duxo: ¿A quién esperas aquí?
Cruzaría los brazos.
Aquino: (¿Le digo la verdad o le digo una mentirijilla?)
by2002: [Di una mentira, al fin a cabo, la japonesa se va a tardar en cambiar]
Aquino: (Ojalá no salga ahora)
Duxo: Pero responde, pe.
Mucasa: [Tamare, tarda más que una anciana al escuchar su estado de salud]
Antes de que responda el castaño, alguien saldría de los vestidores.
Meica: Oye, Aquino, ¿me queda bien este bikini verde?
Meica: ¿Qué haces acá, Duxo?
Otra vez el ambiente se puso pesado para Aquino y se quedaría mirando al palomo.
Duxo: Solo vine a ver dónde estaba Aquino.
Duxo: Pero veo que está ocupado, nos alcanza después, ¿sí?
Se iría el chico palomo con una extrañeza en sí.
Duxo: (Qué raro que el webon esté ayudando en eso)
Mucasa: [¿No crees que habrá algo al fondo de esto?]
Duxo: (No creo, pero sí que creció mucho la confianza de los dos)
Duxo: (Hasta lo veo más animado que antes)
Mucasa: [No te olvides que el castaño tiene novia]
Duxo: (Verdad, me practicó de ella hace semanas, hasta pienso que meses)
Mucasa: [Efectivamente, fue en meses]
𝐕𝐨𝐥𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 ❞𝐩𝐚𝐫𝐞𝐣𝐢𝐭𝐚❞...
Meica: Extraño, pero volviendo donde estábamos.
Meica: ¿Me veo bien con este traje?
Diría, viendo al castaño.
Aquino: Te queda... bien.
Le costaría un poco de decir y levantaría un pulgar. La japonesa notaría algo diferente y tomó valor en acercarse con cuidado al peruano y agarraría la cara de este.
Meica: ¿Está pasando algo, Aquinin?
Diría con una expresión de preocupación.
El castaño, al sentir la mano de calidad de ella, los nervios y angustia de ese momento, estaría bajando poco a poco con si de magia se trataba o uno como si un hechicero lo hiciera, y ahora estaría relajado.
Meica: Te veo mejor, ¿ahora si me puedes responder?
Diría, aun tocándole el rostro y moviendo un poco su pulgar para acariciarlo.
Aquino: Perdón, es que a veces tengo un ataque de ansiedad.
by2002: (Otra vez, guardando cosas)
by2002: (no me sorprendes, amigo)
Meica: Ya veo, es algo feo cuando pasa, no estaría mal si me puedes contar cómo se ocasionó eso.
Aquino: Te lo diría, pero sería mejor que te cambies y te cuento mientras llegamos con los demás.
Diría, mientras asentaba la cabeza.
𝐌𝐚́𝐬 𝐚𝐥 𝐫𝐚𝐭𝐨...
Los castaños estarían caminando y buscando a los demás amigos. Como era de esperarse, Aquino le diría mentirijillas para que su problema fuera solo más personal para él.
Pero también estuvo pensando mucho en cómo en un breve momento puede tranquilizarse y luego, de estar en un momento incómodo.
Aquino: (¿Tendrá algo ella)?
Aquino: (No lo entiendo)
by2002: [Es confuso, ¿verdad?]
Aquino: (Más que ese sueño raro, que tuve ayer, sí)
by2002: [Algo nuevo para ti]
Aquino: (Más cosas, cosas que ni yo mismo sé cómo calificarlas, pero creo que es bueno)
Aquino: (Solo que no esté bajaneado por el otro motivo)
by2002: [Al menos, te veo mejor que otros días]
Aquino: (Gracias)
𝐕𝐨𝐥𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐚 𝐥𝐚 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝...
El sol se presentaría de nuevo y el ambiente se estaba calentando; al parecer, el mismo sol se quería vengar; su presencia fue más fuerte que otros días.
Meica: Creo que los veo allá.
Diría, poniendo su mano cerca de sus ojos para ver mejor a lo lejos.
Aquino: Ajá, ahí están.
Aquino: (No veo ni picho por el sol de mrd)
Meica: Vamos para alcanzarlos.
Aquino: Espera, Mei.
Diría con una voz directa.
Aquino: Vamos primero a cambiarlos de ropa.
Luego, de un rato de cambiarse y ponerse los trajes, la "parejita" ahora sí estaría yendo en sus amigos.
Algo que cambiaría en Aquino, es no sentir esos sentimientos que tenía antes de ver a su amiga en bikini, lo vería como otro amigo más, aunque sí contemplaba su belleza y solo sonreía.
Al llegar, el grupo estaba separado en 4 sombrillas que hacían sombra, para evitar rayos radiantes del sol. Las sombrillas tapaban como máximo para 4 personas y antes de poner sus cosas se toparían con el primer grupito.
Andreh: Miren quién ha llegado, los amigos castaños.
Diría con un tono enojado.
Locochon: Sí que demoraron un poco de más en la tienda.
Soaring: Déjalo, que ellos sí refuerzan su amistad, no como otros.
Diría de manera indignada.
Locochon: Ay, como si no captaras lo que quieres.
Los furros estaban tratando de solucionar sus problemas de manera pacífica, así que los dos castaños se irían a la sombrilla libre donde no estaba nadie y colocarían sus cosas.
Aquino: Así que tenemos espacio para solo dos.
Diría, acomodándose de en la silla.
Meica: Me parece bien, así no tenemos tantas personas hablando para contemplar la vista al mar.
Aquino: Aunque me parece raro que haya una silla extra acá debajo de la sombrilla.
Pensaría el webon que se equivocaron en colocar las sillas, pero contarían de nuevo para comprobar y no notó que faltaría una persona en donde estaban ellos.
Meica: ¿Ya viste que te confundiste o que se equivocaron ellos?
Diría con ganas de saber el resultado.
Aquino: Están Locochon, Soaring y Andreh en un grupito.
Aquino: El otro por Kendo, Duxo, Michu y Cejo.
Aquino: Los otros demás son Estailus, Emilia y Natalan.
Aquino: Esto significa que falta una persona.
El castaño estaría a punto de resolver este mini rompecabezas.
Meica: ¿Y esa persona es...?
Mictia: Hola chicos.
La panameña se presentaría de frente de ellos con una pose imponente con un bikini morado puesto, y esta última se quedaría viendo un rato viendo el torso de Aquino.
Mictia: (Qué buen cuerpo tiene mi futuro novio)
00: [Y no mientes para nada, mija]
Rápidamente, el ojimiel notaría lo que veía su amiga mictiana y preguntaría.
Aquino: ¿Disculpa, tengo algo en la cara?
Mictia: Para nada, solo estaba viendo tu rostro, ¿acaso yo no puedo verlo?
Diría con un poco de ira, para luego sentarse en la silla.
Aquino: No hay problema, supongo.
by2002: [¿Por qué no me sorprende de ella?]
Aquino: (Siempre fue un poco rara, pero no tanto como Duxo)
by2002: [O Soaring]
Aquino: (Ese es pendejo por naturaleza)
Pasado el tiempo, algunos del grupo estarían tomando un baño de sol sobre toallas para no ensuciarse con la arena, algo nuevo para algunos y otros que ya estaban acostumbrados a eso.
Natalan: ¿No piensas tomar un baño de sol, Emilia?
Emilia: Ooo, no quiero, la arena puede estar muy sucia, prefiero solo contemplar el mar.
Diría, ignorando lo dicho por Natalan.
Estailus: Pero sí, más estas con tu celular.
Se presentaría estando detrás de la silla de Emilia.
Emilia: ¡Pelotudo de mierda!
Emilia: Casi me das un paro al corazón.
Diría con mucho susto y tocándose el corazón.
Estailus: Perdón, es que estaba viendo su conversación de ustedes.
Diría, acercándose donde Natalan.
Natalan: Ya lo veo, pero casi matas a la argentina.
Diría con unas ganas de reírse.
Estailus: No estaba viendo la conversación de ustedes dos, sino la que tuvo Emilia en su celular.
Emilia: Si lo dices, te mato de verdad.
Diría con una voz fría y con mucha rabia.
Natalan: Dilo, de una vez.
Estailus: Emilia tiene un novio.
Emilia: Ya valiste, pendejo.
La argentina se pararía de su silla y comenzaría a acercarse a los pendejos con ganas de pegarlos; esto terminaría en una pequeña persecución hacia estos dos.
𝐕𝐨𝐥𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐜𝐚𝐬𝐭𝐚𝐧̃𝐨𝐬...
Mictia: Oye, ¿ellos no son nuestros amigos?
Se percataría por el ruido que interrumpió su baño de sol y señalaría esa escena.
Aquino: Exactamente, ya luego hablo con ellos o espero que ellos mismos lo arreglen.
Aquino: Me da paja.
Diría, acomodándose en la silla.
Mictia: (Como me ignora este webon, encima que me pongo esto y me soleo)
Mictia: (Nunca me miró, más sentí miradas de pajeros de mierda)
Mictia: Oiga, ¿y Meica?
Aquino: Se fue un rato al baño.
Diría, mientras se acomodaba sus lentes de sol.
La panameña sabía que era su oportunidad, así que le pidió un pequeño favor al ojimiel.
Mictia: Aquinin.
Aquino: ¿Sí?
Mictia: ¿Podrías ponerme bloqueador solar en mi espalda?
Diría con un tono atractivo, para luego pararse y sacar un bloqueador de su bolso.
El castaño solo se limitaba a ver el horizonte con una mirada perdida, es decir, una mirada seria y sin tener alguna emoción y pensando en algo que rondaba en su cabeza, "¿por qué Dios me castigó con esto?".
Aquino: (aaaaaaaaaaa, no quiero)
by2002: [Cada día más raro que el otro]
Aquino: (Argentina, cada vez me sorprendes más)
by2002: [Solo te falta que conozcas un fan en este país]
Aquino: (Siento algún movimiento de mi cuerpo)
by2002. [Vuelve a la realidad, joven]
El joven peruano parpadearía levemente y vería cómo unas buenas razones estarían cerca de su rostro, mientras que su amiga le movía sus hombros para que reaccione él.
Y si se preguntan dónde quedó sus lentes del sol, pues se le cayó por el empuje constante.
Aunque esto ocasionaría un pequeño ataque de ansiedad al castaño, e intentaría alejarse lo más posible, pero no podría alejarse y no responder con alguna palabra, su nivel de incomodidad hasta en los niveles altos.
La castaña, no sabía lo que tenía el peruano y eso que repetía su nombre. Y si pregunta dónde están los demás.
Pues, el primer grupo se fue a armar castillos de arena en otra parte de la playa y el otro grupo haría otras cosas por su cuenta como explorar la playa, comer algo de un vendedor ambulante y tomar un baño de sol, pero por la multitud de personas no pudo escuchar a los demás, ni hablamos del tercer grupo.
Pero si las personas pudieron ver la escena, unos mirarían extraño esto y otros con cierta, ¿envidia? Bueno, cada quién, ¿no?
Aquino todavía estaría indefenso en la situación, de ahí, vino nuestra salvadora, que no se tardó mucho en acercarse hacia los castaños y sospecharía algo por cómo la panameña movía al muchacho.
Meica: ¿Qué le estás haciendo a Aquinito?
Diría con un tono imponente.
La presencia de la japonesa no solo haría que Mictia suelte de inmediato al joven, sino que este también reaccionara por escuchar su voz y saldría disparado de su asiento, empujando un poco a su amiga.
Mictia: Ey, grosero.
El castaño de manera repentina se acercaría hacia Meica para darle un abrazo, algo que no se le esperaba para nada, menos de este.
Este abrazo era más expresivo, no solo porque el webon no es de dar muchos abrazos de este estilo y menos hacia una chica que no sea su novia, y a ambos les gustaba esto de sentir el contacto del otro y buenas energías que recibían mutuamente, hasta que el ojimiel se soltaría del abrazo que soltaba para decir algo.
Aquino: Gracias.
Diría, sollozaba un poco por la emoción.
Meica: (Ojalá hubiera durado más ese abrazo, digo, ¿qué tendrá él?)
05: [Ansiedad, ataque de pánico, esquizofrenia, bipolaridad, no sé. No soy doctora]
Meica: (Solo sé que es mi amigo, me gustaría ayudarlo)
05: (Hablale al joven, que te quedó mirando para que respondas)
Meica: ¿Por qué me agradeces?
Diría con aun estando sorprendida.
Aquino: Me ayudaste a calmarme con tu presencia y voz.
Aquino: (No sé, si tuve que decirlo, pensará que estoy loco)
by2002: [Nah, se lo tomará a bien]
La ojiverde se sentía elogiada por las palabras que soltó él, hasta se sonrojaría levemente y ella abrazaría otra vez a Aquino.
Meica: (Como que ahora lo estoy ayudando como él lo ha hecho a mí)
05: [Qué curiosa conexión tienen ambos]
Meica: No es nada... para eso... estamos los amigos.
Diría con poca dificultad mientras miraba de lejos cómo Mictia estaba alejándose y le patio en la entrepierna a un joven.
𝐂𝐨𝐧 𝐌𝐢𝐜𝐭𝐢𝐚...
Estaba cada vez yendo a un lugar sin rumbo por ver el abrazo que se dieron repentinamente los castaños.
Mictia: (Ese chico se lo buscó, por estar acosándome)
00: [Merecido]
Mictia: (Volviendo a lo principal, no puedo creer)
Mictia: (Ella, con menos tiempo conociendo a mi Aquinin, logró más que yo)
Pensaba con una cara de pocos amigos.
Mictia: (¿Por qué me sale todo mal en lo que hago?)
Mictia: (¿Si él solo me estaba utilizando en todo este momento?)
Mictia: (¿Es una verdadera amistad?)
La panameña le recorría un montón de dudas y con muchas preguntas que no pudo resolver ella misma.
𝐕𝐨𝐥𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐨𝐭𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐬 𝐜𝐚𝐬𝐭𝐚𝐧̃𝐨𝐬...
Los dos estarían conversando qué hacer en el tiempo que quedaba en la playa, mientras veía la vista al mar. Al final, con un poco de dudas, el castaño aceptó acercarse a la orilla con Meica para sentir el mar y jugar un rato con ella.
Aquino: Recuerda que no sé nadar.
Meica: ¿Nunca lo practicaste?
Diría, llevando al castaño de la mano hacia la orilla.
Aquino: Es algo que pude hacer, pero por unas webadas no realicé alguna clase de natación.
Meica: Qué mal, yo sí tuve la oportunidad de practicarlo en Japón y un poco en la escuela que estuve en Argentina.
Diría, recordando un poco eso.
Aquino: Entonces, normalmente puedes nadar hasta más allá de la orilla.
Meica: Un poco, aunque ya no lo practico hace años, sinceramente.
Aquino: Bueno, al menos es algo.
Diría, estando convencido por lo dicho, por Meica.
Una vez estando, en la orilla, los jóvenes estarían sintiendo el mar en sus piernas.
Aquino: Sí que está un poco caliente por acá.
Meica: Lo sé, igual se siente bien aquí.
Diría, mientras se refrescaba en el mar.
Aquino: ¿Y qué hacemos ahora?
Meica: Algo con esto.
La japonesa agarraría un poco de agua del mar y le arrojaría en la cara. Entonces, el castaño también seguiría el juego de arrojarse agua con su amiga. Un momento divertido se había formado entre los dos individuos.
Mientras a lo lejos estaría casi todo el grupo viéndolos.
Locochon: Se ven muy felices los dos.
Duxo: Siempre es bueno verlo feliz a mi amigo.
Diría, viendo con impresión la escena.
Natalan: Demasiado.
Natalan: ¿Y quién tiene hambre?
Soaring: Yo
Duxo: Yo
Estailus: Yo
Emilia: Yo
Andreh: ¿Y Mictia?
Natalan: Tal vez, se fue al baño.
Diría sin tomar mucha importancia
Kendo: ¿Y dónde están Michu y Cejo?
Natalan: Ni pta idea, no tengo todas las respuestas.
Diría con un tono molesto.
Emilia: ¿Pero si vamos a comer?
Locochon: Vamos.
Diría, avisando al grupo que lo sigan.
Duxo: ¿Dejamos que sigan ahí Meica y Aquino?
Soaring: Hay que dejarlos, no hay que interrumpir el momento.
Soaring: A ver, si juego algo con Locochon, ¿te gustaría interrumpir ese momento?
Preguntaba con muchas ganas.
Duxo: Sinceramente, me llegaría altamente al pincho.
Mucasa: [Aprendió del mejor]
Mucasa: [Ojalá vuelvan las partidas pvp al regresar a casa]
Al momento, ese grupo se iría a un restaurante que estaba alejado de donde estaban jugando los castaños.
𝐕𝐨𝐥𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥𝐥𝐨𝐬...
Seguían jugando con agua, hasta que el webon para no ser alcanzado por el agua que tiraba la chica ojo esmeralda, no tuvo mejor idea que meterse más al mar y esto le preocupaba a ella.
Meica: ¡No te metas tanto al mar, Aquinin!
Exclamaría con mucho miedo.
Aquino: Ya vuelvo más a la costa, no te precu...
El peruano no pudo terminar de decir su frase por caerse y en eso una pequeña marea se acercaba y se llevaría a Aquino hacia el mar. Para su mala suerte se llevó hasta más al mar y no había muchas personas en esa parte.
La japonesa estaría con temor, las personas que al menos estaban algo cerca no podían hacer nada por el miedo de también ser llevados por el mar. También esta voltearía su mirada rápidamente para ver si llegaba algún salvavida, pero estaban más lejos que la ptm y parecían novatos porque no encontraban la emergencia.
Entonces, por instinto y con riesgo de que esto salga completamente mal, iría a salvar a su amigo del mar, cuando estaba cerca de su amigo. Este último no estaba cociente del todo y no vio que lo salvó.
La ojiverde con sus fuerzas, trataba de llevar a su amigo, algo que le costaba por no tener suficiente fuerza y, para colmo, vería de lejos cómo marea se dirigía a ellos y con sus últimas fuerzas llevaría un poco más rápido hacia la costa.
Pero cada vez la marea se acercaba más a ellos.
Meica: (Dios, dame más fuerzas, no quiero ver muerto esta persona que valoro mucho como amigo, el motivo de vivir cuando estuve de la mierda)
Meica: (En serio, no quiero soltarlo, todavía no es momento de que te lo lleves)
Meica: (Si pasa algo, trataré de estar de pie, aunque me cueste)
Meica: (私はいつもあなたのことを覚えています)
Meica: (No quiero esto, no me rendiré)
Meica nadaría más rápido, pero la marea se acercó con ellos y chocó con fuerza.
¿Sobreviven?
¿Habrá valido la pena esto?
¿Estamos más cerca del final de lo que pensábamos?
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4044 palabras
Carajo, esta vez me vine más inspirado.
Esta vez superé las 4000 palabras.
Bueno, sigan apoyando para que este escritor siga actualizado semanalmente xd.
Aquí les dejo una canción.
https://youtu.be/a91-vAMJkh0
Ahora nos vemos, en otro día más, pe
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