Nuevas cosas vienen

𝑵𝒐𝒕𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓: Bienvenidos otra vez, arquinos. Volvemos con más fuerza a la historia y este puede ser algo diferente a lo habitual que vimos antes, vayamos ahí.

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𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐀𝐪𝐮𝐢𝐧𝐨:

Soy Aquino, en estos días se volvieron los mejores a estar con alguien que me quiere de verdad, aunque me surgieron algunas dudas de lo que podría venir a futuro.

Si volver a Perú o quedarme en Argentina, mis amigos decían que debía pensar por algo que yo quiera, pero me parecía un poco egoísta de mi parte.

Hablé con mi pareja y me dijo que yo lo piense por mi cuenta, pero noté que estaba triste a decir qué pasaría si yo volviera a vivir en Lima.

También he visto despedirse a todos mis amigos, excepto a Mictia que hoy justo sale del hospital. Lo bueno es que sí dejaron la paga del hotel por hospedarse y creo que no faltó pagar alguno. Volviendo con Mictia, me gustaría verla de nuevo y tener el valor de verla cara a cara, a pesar de que a mi amor no le guste mucho.

He visto Duxo más hablando con Emikukis; Soaring lo vi igual que con Locochon; Estailus es Estailus; Cejo y Michu los veían tan tranquilos en su vida, me gustaría estar así a veces; la otra pareja lo vi algo distanciados, la verdad no sé, pero que otro se encargue en arreglarlo que tengo mis problemas.

No creo que me esté olvidando de algún amigo.

Una cosa más, no estos días no he visto algún rastro de mi ex, es una fortuna y tampoco he sentido alguna presencia o vista de ella.

Hablando de fortuna, mi gato está poniendo un poco más divertido el ambiente del hogar hasta trajo un ratón de casi su mismo tamaño y me dio un poco de miedo a lo que puede cazar a futuro.

Y si se pregunta en dónde escribo esto, pues estoy escribiendo desde mi celular en un bloc de notas. Por suerte, todavía Meica no me pidió la contraseña de mi celular, eso es buena señal.

Creo que haciendo esto me puedo desahogarme.


𝐕𝐨𝐥𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐧𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫...

El castaño dejaría tirado su celular en la cama y caminaría en círculos en su habitación hasta que alguien abrió la puerta y su gato se pondría en las zapatillas del webon.

Meica: Amor, ¿ya te has decidido en qué vas a hacer?

Aquino: Después de pensar mucho, decidí.

El webon tomaría unos segundos para inhalar y exhalar para hablar.

Aquino: Me voy a Perú.

La japonesa trataría de tomar con más tranquilidad, mientras el Tonoto ronronearía a Meica.

Aquino: Perdón, pero me gustaría ver unas cosas en casa para...

Meica: No digas más, entiendo que en casa vas a estar mejor y que nos podemos comunicar por internet.

En eso, Aquino abrazaría a Meica para calmarla.

Aquino: Creo que es mejor decirte mi plan.

Meica: ¿Plan?

Aquino: Pienso mudarme contigo.

Meica: ¿De verdad?

Diría, mirando fijamente a su novio.

Aquino: Claro, no puedo dejarte mucho tiempo acá, tenemos que estar del uno al otro en Argentina.

Meica: Pero mi hogar no es bueno por el espacio.

Aquino: No te preocupes, nos podemos ir a un lugar mejor.

Diría, agarrando las manos de su amada.

Aquino: Ya estaríamos los dos en casa.

En eso, Tonoto maullaría más fuerte.

Meica: Creo que serán 3, jaja.

Meica: Y muchas gracias, mor.

Se besarían de nuevo, la pareja seguía aún en este momento emotivo donde ganaría la castaña.


𝐌𝐚́𝐬 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐞...

Meica cocinaría un guiso de pollo en la cocina, mientras que el ojimiel esperaba alguna señal de Mictia, aunque nomás veía sus mensajes anteriores y no respondía.

Meica: ハニー、夕食はここです。

Diría, señalando al plato que dejó en la mesa.

Aquino: Vaya, sí que se ve apetitosa la comida.

El castaño disfrutaría cada bocado del platillo, mientras su novia comía y miraba con satisfacción que a Aquino le gustara la comida.

Todo iba con tranquilidad hasta que sonó un tono de llamada en su celular y vería el contacto, pensaba si debería contestar.

Meica: ¿No vas a contestar? ¿Quién es?

Aquino: (¿Contesto o no?)

by2002: [Dale, que después no tendrás oportunidad]

Contestaría la llamada y se iría al sofá para más comodidad.

Aquino: Mictia, ¿cómo vas?

Diría con un tono incómodo.

Mictia: Estoy feliz y a la vez triste.

Aquino: ¿Por qué?

Mictia: Al fin, saldré de esta prisión y vernos, pero ya no van a estar mis demás amigos.

Aquino: No te preocupes, aún tienes a nosotros.

Diría con un tono orgulloso.

Mictia: ¿En serio? ¿Y Meica?

Aquino: Pues, eso ya veré.

Diría, viendo a su novia, con una cara molesta.

Mictia: ¿Y me vas a recoger en el hospital?

Aquino: Diría que no.

Mictia: Vamos, Aquinin.

Aquino: Dame 5 minutos y te aviso, ¿va?

Mictia: Dale, cuídate mucho.

Al colgar la llamada, se acercaría una castaña que estaba con una aura diferente.

Meica: Creo que ya sabes mi postura.

Aquino: Perdona, pero hasta a mí me cuesta verla cara a cara.

Meica: Ve.

Aquino: ¿Qué?

La respuesta de Meica, le dejaba bastante impresionado.

Meica: Ve a recoger a tu amiga, no puedo impedir algo, es tu decisión.

Aquino: ¿Ok? ¿No piensas acompañarme?

Meica: Me gustaría, pero alguien debe proteger la casa y cuidar a Tonoto.

05: [Excusas, excusas]

Meica: (Es que, todavía, no pueda verla en rostro)

Aquino: Está bien, no tardo en llegar a casa, amor.

Diría, dando un beso en la mejilla y saliendo por la puerta.

Meica: (Es tan caballeroso con las personas)

05: [Es algo que deberías aplicar]

Mientras ambas conversaban, el ojimiel estaría esperando el bus que venga y tomando una Coca-Cola helada.

Aquino: (No llegan ni mrd)

by2002: [Si fuera tú, cuidaría mi espalda]

El ojimiel miraría sus costados por su seguridad y no había nada, estaba solo en el paradero.

Aquino: (Qué aburrido)

El webon sacaría su celular, mientras miraba unos tiktoks, aunque esto le haría perder como 4 buses y también hablaría un poco con la Mictia para que la espere afuera del hospital.

No llegarían muchas personas a ese paradero y seguía solo.

Aquino: (Creo que voy a tomar un taxi)

by2002: [Gran idea]

En eso, recibiría un mensaje en su celular y vería que se trataba de Duxo.

Mientras revisaba ese celular, sentía que lo estaban ahogando con algo en la boca; con sus fuerzas pensaba que podría zafarse, pero el efecto de eso lo haría desmayar y volverlo más vulnerable.

En otra parte, una chica estaría esperando a su amigo y, mientras tenía una gran incertidumbre al no tener respuestas de este en WhatsApp.

Mictia: (Ya estoy parada casi una hora y Aquino no me contesta)

Pensaba mucho y le preocupaba, hasta se quedaría otra hora más. Esto ya era sospechoso y llamaría a Meica para saber de él.

La japonesa, a ver el número, tendría dudas si contestar porque no era mucho de contestar a desconocidos, además no tenía antes a Mictia como contacto en el celular.

Meica: (Otro número desconocido más)

05: [Creo que deberías contestar, capaz es una emergencia]

Meica: (Lo haré, solo porque mi Aquino no contesta)

Contestaría el número y, después de tiempo, ambas tendrían comunicación.

Meica: ¿Aló?

Mictia: Meica, antes que pienses en colgar, quiero hablar contigo.

Diría de manera rápida.

Meica: ¿Acaso hiciste algo a Aquino?

Mictia: No, no, justo de eso quería saber, es que no me contesta nada Aquino.

Meica: También, me pasó lo mismo. No me contesta un mensaje y es raro porque lo haría rápido.

Meica: (Más raro es hablar con ella)

05: [Es necesario para saber algo de tu novio]

Mictia: ¿No crees que habrá pasado algo a tu novio?

La japonesa lo dejaría más preocupado de lo que ya estaba y le propuso que venga al hotel para hablar más.

Se daba cuenta de que necesitaba a alguien para no sentirse sola y no perder la cordura que le quedaba.

Meica: (¿Qué habrá pasado con Aquino?)



𝐌𝐚́𝐬 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐞, 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐞 𝐝𝐢́𝐚...

Se podría ver una castaña echada en su cama con lágrimas en sus ojos. La ambientación se volvió cada vez más triste y haciendo recordar más unas cosas del pasado, a no tener su otra mitad.

Hasta que alguien tocaría su puerta y se acercaría rápido para abrir la puerta, era Mictia con una bolsa de compras y esta primera lo abrazó repentinamente a la mictiana.

Mictia: Ya, Meica, mantén la calma.

Diría, mientras le tocaba la espalda.

Meica: No lo entiendes, ¿y si lo secuestraron?

Meica: No me imagino quedarme sola en estos instantes.

Lloraba en la camiseta de la mictiana.

Mictia: Mei, no pienses negativamente.

Mictia: Estás pensando muy rápido las cosas.

Meica: Pero...

Mictia: Nada de peros, vamos a tomar un poco de té para bajar los nervios.

La mictiana mantenía un orden como si fuera una hermana mayor, le daría unos consejos y hablaría firmemente sin faltarle el respeto a la japonesa. Por momentos, Meica no se dejaba tranquilizar por las palabras de la panameña, pero la paciencia de mictiana era más y entendía las emociones que soltaba la ojiverde.

También el gato era clave para aguantar este proceso.

De pronto, sonaría el celular de Mictia y vería que era del número de Aquino y contestaría rápido.

Mictia: ¿Aquino?

???: No, somos de la policía.

Policía: Encontramos el celular encontrado en la calle y nos quisimos comunicar con la última persona que tuvo una llamada.

Meica: Pasa el celular, Mic.

Diría, quitando el celular de ella.

Policía: ¿Ahora con quién hablo?

Meica: Soy la novia de Aquino, usted no es Aquino.

Policía: Ya veo, somos de la comisaría... y hemos encontrado en la calle este celular.

Meica: ¿Ese celular tiene una funda de capibara?

Policía: Sí.

Meica: Entonces, si es de mi amor.

Diría con unas ganas de llorar.

En eso, Mictia abrazaría a la japonesa y tomaría la comunicación con el policía, donde coordinaría para ir a la comisaría más cercana para recoger el celular y dar unos datos de Aquino.

Lo peor se podría dar si no hacían la búsqueda del castaño.

Y seguro se están preguntando en dónde está Aquino.

Pues... dejamos que lo responda alguien que lo conoce bien.



𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 ❓❓❓:

Oh, me toca a mí decir lo que pasó.

Digamos que quiero recuperar a quien me pertenece en este mundo, no puedo dejar que otras garras lo tomen a mi precioso.

Lo tengo aún dormido en el auto robado.

Seguro me juzgarán, pero hago todo esto por amor y me vale los problemas que puedo tener.

Igual, es fácil comprar una placa nueva para no tener problemas y la casa que tengo es alquilada.

Y si se preguntan de cómo tengo tanto dinero.

Pues, el babaso de David tenía varios palos verdes en su tarjeta y saqué el máximo provecho en España para no sacar más dinero en otro país.

Puedo estar loca, pero no tonta para dejar pistas, creo.

Bueno, de todos modos, ya obtuve a quien quiero y nos vamos a un lugar que nadie nos puede encontrar.

Sí que soy buena narrando esto, tal vez deba escribir algo para anotar mis memorias a veces.

Bueno, creo que llegamos a mi destino.



𝐕𝐨𝐥𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐧𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫...

La pelinegra sacaría con cuidado al castaño, que seguía dormido como piedra.

Entraría por la puerta y lo primero que haría era poner al ojimiel atado en un colchón en sus extremidades con algo de fuerza para que no escape fácil.

Erika: (Ya todo listo, solo falta la botella si necesita alguna necesidad)

No perdía tiempo, la pelinegra y cerraría las ventanas que tenía abiertas; también cocinaría algo para el webon.

Aunque casi se olvida en tapar la boca del webon con una mordaza.

Cuando terminó de colocarlo encima de él, se despertó de su sueño profundo.

La cara desesperada y de pavor del castaño se notaba demasiada, se quería morir del susto a ver la peor persona que conoció en la vida.

Erika: Veo que ya te despertaste, cariño.

Diría, mientras tocaba la camiseta.

Erika: Bienvenido a tu nuevo hogar temporal.

El castaño quería zafarse, pero era inútil hacerlo.

Erika: Guarda un poco de respeto a mí.

Erika: Debes ser un buen niño conmigo.

Diría, mientras se masajeaba las mejillas del webon.

Aquino: (Maldita estúpida, ojalá te fueras al mismo infierno donde perteneces)

Erika: Mira, te voy a dar una opción para que veas que puedo ser alguien de confianza.

Erika: Te comportas bien y no grites aquí, te tengo vigilado por acá.

Diría, señalando las dos cámaras que tenía en la habitación.

Erika: Así que te voy a quitar esa cosa de la boca y, si gritas o me empiezas a molestar. 

La pendeja sacaría una pequeña navaja de su pantalón y lo movería levemente en la frente del castaño como si fuera un juguete.

Erika: Bueno, tú decides si quiere que te quite esa mordaza de la boca.

La pelinegra guardaría su navaja para luego preguntarle lo de la mordaza, algo que el ojimiel aceptaría y al fin podría sentir algo de alivio.

by2002: [Aquino, te recomiendo que mantengas un poco la calma, aunque estás en esta situación...]

Aquino: Erika, ten piedad, no puedo vivir en estas condiciones horribles.

Diría con un tono angustiado.

Erika: Te dije muy bien que no me molestes cuando estamos los dos, creo que te mereces un castigo.

Diría con un tono apagado y con la navaja en la mano.

Aquino: Erika, Erika, piensa bien esto.

Su respiración se estaba ahogando ante la amenaza y desorden en su mente, algo que nunca sintió antes y ahora sentía mucho ardor en la frente por los cortos que recibía, a pesar de sus súplicas.

Todo era en vano, ni con sus extremidades atadas podía hacer algo y Erika habría formado una cruz en la frente.

Erika: Con esto, ya estarás mejor y no te preocupes por la sangre, que se seca en minutos.

Erika: Voy por tu comida, no te muevas o grites, hay consecuencias si lo haces.

Diría, mientras manipulaba la navaja y cerraba la puerta.

Aquino: (¿Pero qué carajos pasó?)

by2002: [Vaya, que te veo más vulnerable que cuando terminaste con ella]

Aquino: (No es para pensar en eso, ahora estoy acá)

Aquino: (No sé, si pueda sobrevivir a su juego)

by2002: [Aguanta, yo sé que las chicas podrán salvarte]

La puerta se abría y Erika estaba con un plato de ají de gallina.

Erika: Sé que esto te gusta mucho y lo hice con mucho cariño.

Diría, sentándose en la misma cama.

Aquino: ¿Y cómo sé que no tiene veneno ese plato?

Erika: Jaja, no seas ridículo. No te voy a matar, pero tampoco me retes, eh.

Diría, dando una cucharita del plato al webon.

Aquino: Gracias, pero no voy a aceptar tu comida.

Erika: Pero lo hice con mucho cariño a ti.

by2002: [Acepta, bro. Peor es tener marcas en todo tu cuerpo y no me voy al otro sentido]

Erika: Vamos, come, come.

El castaño cerraba toda la boca para no recibir el bocado.

Erika: ¿Te gusta lo difícil, eh?

Aquino: Creo que ya me dio hambre.

Aquino: (Por favor, que no tenga algo contaminado ahí)

Comería cada porción con desagrado, a pesar de que lo disfrutaba de verdad. Se llenaría con el plato y tendría una gran duda de lo que pesaría después de la cena.



𝐃𝐞 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨, 𝐞𝐧 𝐋𝐢𝐦𝐚...

Un chico estaba triste viendo su celular, esperando alguna información de su amigo, hasta que al fin recibió un mensaje de lo peor; no era lo que esperaba.

En chat:

Duxo: No, entonces está feo todo, tmr.

Mictia: Lo sé, hasta me da mucha tristeza lo que está haciendo Meica.

Duxo: Debe ser, es la novia de Aquino.

Duxo: Aunque sé que esto es malo, al menos, pudiste hablar con Meica.

Mictia: Se podría decir que sí; sin embargo, me hubiera gustado de otra manera.

Duxo: A mí también, ¿y la policía hizo su trabajo o solo se quedaron viendo a ustedes?

Mictia: Un poco sorprendida, por la atención que hicieron.

Duxo: ¿Y ustedes harán su propia investigación?

Duxo: Me refiero obviamente a ti y Meica.

Mictia: Eso quisiéramos, pero no somos muchos acá.

Duxo: ¿Eso significa que requieren más apoyo?

Mictia: Tal vez, aunque trataremos de encontrar por nuestros propios medios.

Duxo: Veré, si puedo hacer algo.

Mictia: Bro, hace unos días volviste a Perú, ¿no será costoso volver a Argentina?

Duxo: Cuando un gran amigo está en peligro, vale vrg lo demás.

Duxo: Quiero encontrarlo vivo y darle un abrazo.

Duxo: Le diré a los demás, si quieren ayudar en esto.

Mictia: ¿En serio lo harías?

Duxo: Eso hacen los amigos, cuando están vulnerables.


Duxo sin perder el tiempo, les comentaría al grupo sobre la situación actual de Aquino, dejando atónitos a todos sobre su desaparición en Argentina.

Algunos se apuntarían para venir de nuevo a Argentina y los demás daban las mejores vibras y suerte para que encuentren al castaño.

Los únicos que irían a Argentina eran: Duxo, Locochon, Cejo y Michu.

Automáticamente, se alistarían con lo que tenían a la mano; sería un viaje corto por unos días y no saben cuánto tiempo seguirá desaparecido o si lo encuentran. Solo importaban a Aquino.

Esa misma noche, todos se encontrarían en el aeropuerto en el Callao.

Duxo: Vamos, ¿quién falta?

Cejo: Solo falta Michu que debe venir en menos de 5 minutos.

Diría, viendo su reloj.

Cejo: ¿Y Locochon?

Duxo: Se fue un rato al baño, no tardará mucho.

Cejo estaría viendo un rato en donde podría venir Michu hasta que veo su gorro característico que llevaba puesto.

Michu: He vuelto muchachos.

Duxo: !Mi caramelito!

Los amigos se estrecharían las manos.

Michu: Tan pronto y nos vemos las caras de nuevo.

Duxo: Bueno, ya sabrás por qué necesité su apoyo.

Michu: Si lo recuerdo, todo va a salir bien.

En eso, aparecía el otro furro del aeropuerto.

Locochon: Ya llegué, amigos.

Locochon: Veo que ya llegó el caramelito también.

Duxo: Menos habla, más acción.

Michu: Muchacho, después hacemos esa acción.

Duxo: No me refiero a lo sucio, imbéciles.

Duxo: Vamos al avión.

Todos acomodarían sus equipajes y subirían al avión en asientos diferentes.

Duxo: Argentina, ahí vamos.

Michu: ¿Sigues hablando solo todavía?

Duxo: Ya no tanto, solo espero que nuestra ayuda sea necesaria.

Diría con un tono cabizbajo.

Michu: Ánimos, bro.

Michu: Si todo sale bien, te puedo ayudar en algo que seguro te gustará.

Diría con un tono amigable.

Duxo: ¿En serio? ¿Cuál?

Pasajero: Disculpen, ¿pueden dejar dormir a uno?

Diría, el anciano que estaba a lado de Duxo.

Duxo: Perdón, hablamos después, Michu.

Diría, dejando mirar atrás de su asiento.

Michu: Si quieres, seguimos en chat.



𝐌𝐚́𝐬 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐞, 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐦𝐚𝐝𝐫𝐮𝐠𝐚𝐝𝐚...

Se vería a una castaña durmiendo en su cama con su amiga, Mictia.

Más que nada para no dormir sola en medio de estos hechos recientes.

Además, la cama del gato estaría en la misma habitación de Meica y este aprovecharía a subirse en la cama de su dueña y acomodarse.

En un rato, la japonesa comenzaría a moverse inconscientemente, a tener una pesadilla que no la dejaba tranquila.

Adentro de su sueño, vería que de nuevo estaba en su casa antigua, donde estaba más deteriorado que antes, incluso el techo se quedaría caer y para su suerte no estaba nadie por ahora.

Buscaría una salida pasando por la cocina, por curiosa abrió la puerta de la refrigeradora y vio más carne podrida con gusanos.

Meica: (Puta, qué asco)

Se resistía a vomitar por el hedor y cerraría rápido la refrigeradora, caminaría unos metros más y estaba su salida.

Cuando todo parecía volver a su normalidad, al abrir la puerta se encontraría con su padre, que estaba más viejo y calvo.

Pedro: Tú...

Meica: ¿Qué quieres ahora?

Diría con un tono valiente.

Meica: ¿Acaso me vas a insultar como siempre?

Meica: Ya estoy cansado de esto, no me importa. Todo es un sueño.

Pedro: Hija, ¿no entiendes que todo lo malo siempre te va a pasar a ti?

Pedro: Primero, te vas de casa y ahora tu noviecito está posiblemente muerto.

Pedro: Nunca vas a encontrar la paz, solo serás una mocosa.

Las palabras duras y frías que decía su padre, la dejaba bastante débil, pero aún resistía en hacerle algo como respuesta en su contra.

Pedro: ¿Te vas a quedar callada?

Pedro: Siempre a las malas entendiste, hija.

Diría, sacando una correa de la nada.

Meica: (Siempre mis sueños con sus lógicas)

Meica: (Espera, puedo hacer algo)

En sus manos le aparecía una pistola Desert Eagle.

Pedro: Meica, piensa bien en lo que haces.

Diría, retrocediendo y dejando la correa en el piso.

Meica: No, esta vez será diferente.

Meica: No más noches, donde me atormentabas con tus webadas.

La castaña se acercaba y apuntaba con la pistola en la cabeza de su padre y su viejo le suplicaba que no lo hiciera, pero cuando ambos estaban muy cerca, algo dentro de ella le decía no seguir su juego.

Meica: (No te metas, 05)

Meica: (Este es un sueño y puedo desaparecerte)

05: [Antes que lo hagas, tú no eres así]

05: [Nunca vi una Meica vengativa]

05: [No estás en tu 100%]

Meica: Basta, tú no puedes controlarme.

Meica: Pero, yo...

La castaña dejaría caer su pistola y vería sus manos sucias con tierra.

Meica: Padre...

Pedro: No, hija. Si quieres matarme, hazlo, no tengo nada que hacer acá.

Pedro: Ya no valgo nada.

Diría con un tono triste.

Meica: Ya no voy a matarte, solo vete.

Meica: Lejos de mí.

Pedro: Está bien, eso haré.

Diría, sacando una pistola y apuntándose a la cabeza.

Meica: No lo hagas, estás idiota.

Pero cuando se acercó era muy tarde y su padre se disparó, cayendo al piso y desangrado.

Meica: ¿Por qué lo hiciste?

Diría, llorando y agarrando las manos de su padre.

Pedro: Ja, te dije que no valgo nada y era mejor esto. Al final, soy un pobre de mrd y probablemente me hubiera muerto por fumar todos los días o el puto alcohol, ahí se iba toda la plata.

Pedro: También fui un estúpido padre.

Meica: ¿Y matarte enfrente de mí?

Pedro: No lo entenderías.

Diría, soltando una pequeña risa.

Toda la escena, no lo podría procesar del todo y sufriría dolor de cabeza junto y con ganas de decirle más cosas, que no pudo por la muerte repentina de Pedro.

Con solo ver la muerte de él, se despertaría de su sueño con mucho sudor y viendo a Tonoto en sus piernas.

Mictia: Meica, ¿qué te ha pasado?

Meica: ¿De qué?

Mictia: Meica, estuviste hablando sola por 3 minutos diciendo cosas como que no quieren que te controlen y algo de matar a alguien.

La japonesa se quedaría mirando con terror si le contaba una cosa así a su recién amiga, además no tenía mucha la confianza en decirlo.

Meica: Yo...

Cuando iba a decir algo más, sorprendentemente alguien tocaría la puerta y Tonoto se ocultaría debajo de la cama.

Mictia: ¿Trajiste alguna visita?

Meica: Claro que no, además debe ser retarde.

Mictia: Tienes razón, son más de la 1 AM.

Diría, mirando su celular.

Meica: ¿Y vas a abrir la puerta?

Mictia: Está bien, yo iré, pero sígame también.

La mictiana iba con delicadeza hacia la puerta y Meica iba con una sartén en la mano por si las cosas se salen de control hasta el gato, al parecer volvería con las agallas.

Cuando Mictia abrió la puerta, ya Meica tenía el objetivo claro en donde golpear, pero con grata sorpresa se llevaron a abrir la puerta.

???: Chicas, ¿cómo están?

Mictia: ¿Rakkun?

Meica: !Rakkun!

Tonoto: Miau.

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3937 Palabras

Hasta aquí hemos llegado con el capítulo de hoy, espero que les haya gustado.

A comparación con los anteriores, este fue un poco menos, pero sentí que estaba bien terminado hasta acá xdd.

Bueno, acá les dejo una canción, arquinos.

https://youtu.be/OjpX8ILe2N4

Antes de que me vaya, les agradezco por el apoyo continuo y no olviden que pueden apoyar con comentarios y votos.

Bye, pe



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