𝑵𝒐𝒕𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓: Volviendo a otra vez a escribir esta historia, que en el anterior capítulo les dejé con algo de suspenso. Bueno, continuemos donde nos quedamos.

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Después del impacto de la marea, en cambio, que la marea se los lleve hacia el mar, este los arrastró a la costa.

Dando como resultado, que los castaños se salvaran de la muerte y que la japonesa haya logrado llevar al webon.

Una vez llegado a la costa, las personas los rodearían para ver lo que ha logrado la japonesa, y esta última, aun con consciente y con pocas fuerzas que tenía, estaba viendo el cuerpo de su amigo, y no sabía qué hacer ante eso.

Lo que más escuchaba eran murmullos de la gente, diciendo que lo reviva con un boca a boca. Lo que ocasionaría fastidio por tantas miradas, pero al fin a cabo, es su amigo, su mejor amigo, además otras chicas se ofrecían a ayudar en eso al castaño.

Meica: ¡Alejarse, yo me encargo en esto!

Con pocas dudas, se estarían acercando su rostro hacia el rostro del papacito de Aquino, donde algunas chicas miraban con envidia.

Pero de pronto, dos salvavidas vendrían donde estaban los todos, con sus trajes característicos y con cierto apuro.

???: Señorita, déjenos hacer nuestra labor.

Diría, viendo a la castaña, que estaba a punto de "revivirlo"

Con mucha vergüenza, se apartaba del ojimiel, pero sin antes decirle unas cosas a los salvavidas.

Meica: ¡¿Por qué carajos, se tardaron?!

Diría con un tono indignado.

???: Disculpa por la demora, señorita, pero Alejandro no sabía dónde estaba la emergencia.

Alejandro: Así que echándome la culpa a mí, ¿no?

Alejandro: Si tú eras el que se demoraba en ubicarse, hasta preguntaste varias veces a una señora si la emergencia estaba en la ubicación que nos indicaron.

Reclamaba, mientras estaba viendo el cuerpo de Aquino.

???: ¿Ahora, yo tengo la culpa?

Meica: ¡Basta de los dos, y ayuden a mi amigo!

Meica: くそー、バカ！

Exclamaría por los tardados que eran los salvavidas.

???: ¿Qué dijo?

Meica: Eso no te importa.

Alejandro: Haz al menos algo, Vicente.

Ahora sí, los salvavidas hicieron su trabajo de reanimar al castaño con un poco de carencias, mientras la multitud miraba cómo atendían a este, algo que le incomodaba a la japonesa, pero más le daba importancia que el webon reaccione y no se apartó de él.

Luego, de unas maneras de reanimarlo, el castaño volvió a abrir los ojos de manera repentina.

Aquino: ¿Dónde estoy?

Aquino: ¿Por qué hay personas viéndome?

Aquino: (¿Acaso estoy desnudo?)

Vicente: En primera...

Meica: ¡Volviste, mi Aquinin!

Meica sin perder el tiempo, se acercaría y abrazaría para ver a su amigo con vida, y el webon solo respondió al abrazo de manera amable.

Aquino: ¿Qué ha pasado?

Aquino: No recuerdo nada.

Diría, estando un poco desorientado por la reanimación.

Vicente: Es que tu novia, te ha salvado de una muerte segura.

Aquino: ¿En serio?

Aquino: Espera... ¿Mi novia?

Aquino: ¿Eres mi novia?

Diría con una voz temblorosa y mirando fijamente a Meica que estaba roja como tomate.

La japonesa sentía que su corazón iba corriendo más rápido de lo normal y que sentía cómo sus venas iba sangre caliente dentro de ella y recordando levemente lo que significa para ella, Aquino.

Con su mano, se tapaba la cara con sus manos por la vergüenza, pero el castaño, con su mano, le quitaría a la ojiverde y movería un poco su pelo.

Meica: (¿Qué estoy sintiendo ahora?)

Meica: No lo soy, pero soy tu amiga.

Diría con una sonrisa conciliadora y un poco apagada.

Meica: Tu mejor amiga.

El público cercano pensaba que también eran novios por los hechos ya vistos.

Aquino: ¿Mejor amiga? Bueno, por un momento pensé que si lo eras, como ese salvavidas lo dijo.

Diría para levantarse y ayudando a su amiga a pararse.

Vicente: ¿No te sientes mal?

Aquino: No, ya estoy como joya.

Diría, para alejarse de ahí con Meica y la castaña notaria, algo diferente sobre el peruano.

Meica: Oye, Aquinin.

Aquino: ¿Así me llamo?

Diría con algo de sorpresa.

Meica: No me digas, que perdiste la memoria.

Aquino: Solo recuerdo mi nombre y el tuyo.

Aquino: De verdad, todavía ni sé cómo me salvaste

Meica: No digas eso, webon.

Diría para acercarse y soltar lágrimas sobre el pecho de Aquino, pensaba que todo se había perdido dentro de ella, además, cómo le explicaría esto a sus amigos.

Algo que el castaño le daría lástima y le diría algo a ella.

Aquino: Tranquila, Meica.

Aquino: ¿Si te digo que todo fue una pequeña broma?

La tristeza dentro de Meica, ahora se transformaría en un ardor interno dentro de ella de mucha ira que quería liberar.

Meica: O sea, te salvo la vida de tu posible muerte.

Meica: Nos expusimos ante el ojo público.

Meica: Te trato bien.

Meica: Solo para que hagas tu estúpida broma, mientras yo estaba lamentando la terrible noticia.

Diría retrocediendo un poco, aun con su gran enojo y decepción de su amigo.

Aquino: Pero Meica.

Aquino: Solo era una bromita piadosa.

Diría, mientras se tocaba el cuello y riéndose un poco.

La ojiverde solo estaría callada y mirando a la arena sin responder algo al castaño, y este último intentaría acercarse a ella.

Meica: No me toques, estoy enojada contigo.

Diría con un tono serio y explosivo.

Aquino: ¿Hay algo que pueda hacer para que estés mejor?

Aquino: Por favor, no quiero verte enojada, me gusta cuando sonríes.

La ira que la consumía a ella bajaría un poquito.

Meica: ¿Lo dices, en serio?

Aquino: Claro, por eso, no quiero verte enojada como estás ahora.

Diría, viendo a la japonesa.

La castaña vería cómo los ojos color miel del castaño se resaltaban por el brillo del sol.

Meica: (Con esos ojos de miel, ¿por qué no negociaría?)

Meica: (Espera... ¿En qué rayos estoy pensando?)

Meica: Solo con una condición.

Diría, señalando al webon.

Aquino: ¿Cuál condición será? Aceptaré, lo que sea.

by2002: [El pendejo]

Aquino: (No creo que pida que sea su novio de mentira)

by2002: [Si fuera Mictia, de una diría]

Meica: Solo pido que mañana salgamos, solo dos.

Diría con un tono bastante tranquilo y alegre.

El castaño aceptaría la propuesta de Meica, aunque este tenga que realizar el plan de cómo se concrete por hacerle pasar un mal momento a ella y además la japonesa lo obligó.

Una vez arreglado las cosas, los dos se dirigían debajo de su sombrilla y, mientras conversaban de cómo Meica rescató al webon, se encontrarían con Duxo.

Duxo: Por el amor de Dios, ¿dónde estuvieron, te encuentras bien? Y hola, Meica.

Preguntaría con algo de preocupación.

Aquino: Pues, ¿cómo te explico que casi muero y que Meica me llevó hasta la costa, para luego, ser revivido por los salvavidas novatos?

Meica: Hola

La noticia lo tomaría con mucho asombro al pequeño niño tamare.

Duxo: Ay, bro.

Diría, tocándose al pecho.

Meica: ¿Estás bien, Duxo?

Aquino: ¿Qué te pasa, amigo?

Ambos preguntaban por la extraña acción del palomo.

Duxo: Por un momento, casi te pierdo, mano.

Diría, soltando un suspiro.

Aquino: Pero aún sigo con vida, Duxin.

Aquino: Siempre estaré con vida para ustedes, mis amigos.

Diría con una mirada cálida hacia sus dos amigos.

Aquino: Igual, no sabemos cuándo moriremos de verdad, solo queda disfrutar cada momento como si fuera el último.

Meica: Qué hermosas palabras, Aquinin.

Duxo: Amigo, ¿de dónde sacaste esa frase?

Aquino: Mira, es que el otro día...

Soaring: !Muchachos, muchachos, ya llegué!

Exclamaría, sin dejar hablar al castaño.

Meica: Me llega al pincho, Zoaring.

Todos los presentes se reirían, menos Soaring.

Luego de eso, llegarían los demás del grupo, y cuando digo todos, son todos.

Locochon: ¿Estas son horas de aparecer, Michu?

Michu: Es que estaba explorando la playa de acá, ya otro día no podré estar por acá.

Diría, soltando buena excusa.

Estailus: Te creo, pero me pregunto por qué volviste sin camisa.

Cejo: Es que su camisa, se llevó el mar.

Diría, con unos leves nervios.

Kendo: Eso me convence, la verdad.

Kendo: ¿Tú qué dices, Andreh? ¿Les crees?

Miraría de reojo al sarnoso.

Andreh: Sí, lo que tú digas.

Diría, viendo a otro lado.

Una vez que todos le convencieran, lo que dijeron el dúo desaparecido. Se fueron a un tomar un bus para ir en directo a un centro comercial.

Aquino: ¿Es nuevo ese centro comercial?

Emilia: Claro, fue inaugurado hace días.

Andreh: ¿Y cómo terminamos en ir a un centro comercial que queda casi una hora?

Diría, sin aún creer, que van a ir ahí.

Kendo: Pues, elegimos de manera democrática la elección del lugar.

Andreh: ¿Cuál era la otra opción?

Andreh: (No me da buena espina como están sus ojos)

Sarnosito: [Te mira con los ojos de follame]

Sarnosito: [¡Qué trolazo!]

Kendo: Era ir al zoológico.

Locochon: Mmmmm... tamare.

Locochon: ¿Quiénes votaron por la primera opción?

Diría, mientras se quejaba.

Soaring: Locochon, votaste por el centro comercial.

Locochon: Es verdad, pero alguien tenía que culpar, jeje.

Diría, mientras se frotaba las manos, como un villano.

𝐌á𝐬 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐞 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐜𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐞𝐫𝐜𝐢𝐚𝐥...

Ya todo el grupo sabría cómo Meica salvó a Aquino, por ende, ella recibió muchas felicitaciones por parte del grupito y hasta de su gran, pero gran amiga, Mictia. Obvio, que también del mismo castaño.

Que sentía como una nueva oportunidad para cuidarse bien y pensar más en sus amigos y, tomar más en cuenta en sus sentimientos y emociones, hasta ir más profundo del tema.

Mictia: (Aunque ella salvó a mi amor, la sigo considerando una pendeja)

00: [Más claro del agua]

Andreh: Waos, eso fue muy valiente de tu parte.

Andreh: (Si lo hacía seguro, me ahogaría primero que Aquino)

Sarnosito: [Tampoco tan así, hasta ni tocarías el agua]

Locochon: Esto hay que celebrarlo.

Soaring: Sí, por Meica que salvó a nuestro webon y a Aquino llegar con vida hasta ahora.

Diría, alzando su puño.

Mictia: ¿Qué piensan hacer por eso?

Mictia: (Igual no me importa, creo)

00: [Oye, sabes que de ahí puedes sacar alguna estrategia para traerlo]

Mictia: (Veré qué anotar)

Cejo: Podrían organizarse para ir a una fiesta.

Aquino: Podría ser, pero hoy día no.

Aquino: Estoy un poco cansado.

Diría con un tono despacio.

Natalan: Pero si usted está cansado, ¿por qué aceptaste ir al centro comercial?

Diría, encontrando una pequeña contradicción del ojimiel.

Aquino: Quería liberar un poco mi mente y pasar tiempo con mis amigos.

Diría con un tono tranquilo.

Michu: Entonces, puede ser mañana.

Aquino: Está bien, mañan...

Cuando estaba a punto de terminar su diálogo, sería interrumpido por un momento por un leve codazo de Meica en su espalda.

Eso haría recordar la promesa que le hice frente a Meica y buscaría algo para cambiar de opinión.

Aquino: Creo que sería mejor para un fin de semana.

Aquino: Ya saben, un día donde se relajan más las personas.

Meica: Tiene razón, Aquinin.

Diría, apoyando lo que decía el ojimiel.

Aunque no todos notaron ese codazo que le dio Meica a al castaño, solo dos personas se percataron por unos segundos de esta acción.

Bueno, bueno, como que esta historia nos estamos olvidando de alguien, ¿no creen?

¿Les parece si nos vamos a otra parte del mundo?

Excelente, seguro dijeron que sí.

𝐄𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐄𝐬𝐩𝐚ñ𝐚...

Era de noche, ya casi llegando a la 10 pm y podemos ver a cierta chica leyendo un libro para sacar un pequeño resumen. Mientras avanzaba en su proyecto, todavía no paraba en pensar en su aún amado novio.

Sabía que su secreto le estaba trayendo problemas a ella, pero no se daba cuenta de que guardar las cosas le está ocasionando un daño mayor a su amado.

Ni un pto mensaje le mandaba, al parecer, no estaba lista para revelar ciertas cosas que sabía y que, si se revelaba a la luz, no solo pensaba que podría romper a dos personas a la vez, sino que meses de amor se irían al tacho.

¿Pero hasta cuándo se pueden guardar las mentiras y estar sintiendo un dolor en el pecho?

Mientras ella reflexionaba, una persona entraba sigilosamente a su cuarto con una pizza grande, pero la chica se dio cuenta.

Erika: A la próxima, debes ir más despacio para entrar a este cuarto, David.

Diría, mientras se reía un poco de la situación.

David: Tampoco quiero parecer una tortuga para poder caminar así de lente, pe.

Erika: Bueno, dejando de lado eso, veo que trajiste la cena.

David: Exactamente, traje pizza de salchicha como te gusta.

Diría con un tono sarcástico.

Erika: ¿Y trajiste algo de tomar?

Diría, ignorando lo último que dijo David.

David: Las Pepsi están en la mesa, solo que quería sorprender a mi amiga, digo, a mi novia con esta cena.

Al escuchar eso, la careta que tenía Erika se estaba cayendo poco a poco como papel mojado, haciendo que se quede sin palabras.

El ambiente para ella se volvía sombrío.

David: No me digas, que lo sigues amando a ese perdedor.

La sonrisa del sujeto se transformaba en una sin remordimientos.

Erika: ¿Y si te digo que aún lo sigo amando?

David: Siempre dices lo mismo, nunca aprendes.

Diría, soltando una falsa impresión.

Erika: ¿Acaso quieres que yo siga mintiendo?

Erika: Mi amor por Aquinin, es grande.

David: No lo creo por un poquito.

Diría para dejar la pizza en el escritorio de Erika, y acercándose a ella.

Erika: No te tengo miedo, pendejo.

David: Esta vez no habrá fuerza bruta, pero sí algo que te recordará.

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𝑵𝒐𝒕𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓: Preparen sus ojos, que verán algo sensible, ¿ok?

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David sacaría su celular de su bolsillo con su paciencia y buscaría la galería del celular donde se almacenan videos y fotos, y encontraría lo que estaba buscando.

Erika: Por favor, no me muestres de nuevo eso.

Diría, mientras retrocedía, sin parar de mirar a David, hasta chocar con la pared.

David: ¿Recuerdas aquella noche donde estuvimos en una fiesta de esta ciudad?

David: Es como si hubiera pasado ayer.

Diría para mostrar un video en su celular sobre lo que pasó en esa noche.

Recuerdos le llegarían a la de pelo lacio, de aquella fiesta.

Donde recordaría que solo fue para desestresarse un poco de la acumulación de tareas que tenía que avanzar.

Luego de una noche de copas, o más bien vasos, ella estaría cansada y pediría a su amigo que la lleve a casa, lo demás no quería recordar por lo traumático que era.

Erika: Siempre con tu misma mrd, ¿no?

Diría, mientras las lágrimas salían de sus ojos.

David: Hasta decías que yo no parara en el acto.

David: ¿Acaso quieres oír más?

Diría con un tono agresivo.

David: ¿Acaso quieres que pase este video a tu noviecito querido, Aquino?

Erika: No lo hagas, por favor.

La tempestad e inestabilidad de Erika cada vez era peor, la dignidad y cordura tampoco era algo que le iba tan bien, después de todo solo intentaba salvaguardar la relación que tenía con el castaño.

Erika: (¿Estoy haciendo bien en lo que hago?)

Entre más veía el vídeo, más se decepcionaba de ella misma por no hacer nada, solo entendía que debía seguir órdenes de su amigo, viéndose manipulable y sin más opciones.

David: Solo si haces lo que yo te digo, ¿ok?

Erika: Lo que usted, diga.

Diría con un tono inquieto

David: Entonces, pásame tu celular.

Extendía su mano para que Erika pase su celular.

Y sin negarse, ella pasaría su celular sin poner resistencia para no hacerlo enojar como otras veces. Cuando la pelo lacio, lo entregó, David buscaría los chats en donde estaba Aquino y vería que todos los dejaba en visto.

David: Buena chica, buena chica.

Diría, dando palmadas en la cabeza de Erika, lo cual ocasionaba cierto enrojecimiento en su carita, juntando con vulnerabilidad en su alrededor sin escapatoria.

David: Creo que te ganaste un premio por ser una buena chica obediente.

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𝑵𝒐𝒕𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓: ¿Joder, continuo? Perdóname, Aquino. Si ves esta pendejada 😭🙏🏻

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Erika: ¿Cuál es mi premio?

Diría con una gran interes.

Cuando Erika acabó de hablar, David se acercó hasta besar a ella.

Logrando que a ella le desagrade el junte de lenguas y se quería separar con sus brazos, pero los de David eran más fuertes, y poco a poco comenzaba a sentir algo raro y a la vez un poco "agradable" esto, ahora dejándose dominar por este.

Erika: (Perdóname, amor)

David: (Lo veo un poco diferente)

Divad: [Aprovecha el bug, que está más cariñosa que otros días]

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𝑵𝒐𝒕𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓: Ya no escribo más que me quitan mis derechos y la libertad de expresión 👀.

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En resumen, hubo sexo y ya. Fin.

𝐕𝐨𝐥𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐨𝐭𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐚 𝐀𝐫𝐠𝐞𝐧𝐭𝐢𝐧𝐚 (𝐧𝐨 𝐞𝐧 𝐉𝐚pó𝐧, 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐨𝐬 𝐥𝐨 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐛𝐚𝐧)...

El grupete estaría tomando una bebida que todos esperáramos que probaran en la bella Argentina, sí, estamos hablando de un buen mate, aunque a algunos del grupo no les gustaba tanto el sabor de esta bebida.

Emilia: ¿Qué le pareció el mate?

Aquino: Un poquito amargo, ¿no tienen azúcar por aquí?

Diría de forma tranquila y sin buscar ofender a alguien.

Meica: Ay, Aquino.

Meica: El mate se sirve sin azúcar para que sientas el verdadero sabor y la experiencia. Mira y eso que recién tome mate cuando me mude a la ciudad de Buenos Aires.

Diría con un tono enfadado.

Aquino: jaja, no esperaba esa reacción de ti, Mei.

Diría, tratando de tomar el mate, mientras miraba la tierna reacción de la castaña, haciendo que se sonroje levemente la japonesa y miraría a otro lado.

Meica: (¿Acaso está teniendo cambios, Aquinin?)

Emilia: ¿Qué opinan los demás del mate?

Soaring: Opino, lo mismo que, Aquino.

Kendo: Opino, lo mismo que el femboy.

Natalan: Para ser una bebida con hierbas, sí que está potente el sabor.

Diría, dudando un poco, si seguir tomando el mate.

Michu: No sé, pero a mí sí me ha gustado mucho el sabor y la textura, la combinación es muy buena.

Michu: Hasta me compraría otro más, sin dudarlo.

Mictia: Bueno, ¿ahora qué?

Diría, mientras intentaba acabar el mate.

Todos se quedarían callados, pensando qué hacer ahora en el centro comercial, hasta que cierto peruano propuso algo, si estamos hablando de Andreh.

Andreh: ¿Qué les parece si nos dividimos en pequeños grupitos para ver lo que queramos nosotros?

En cuestión de tiempo, se dividieron en 3 grupos, de los cuales uno se fue a una exposición de arte, otro a comprar ropa nueva y el último a una sala de juegos.

Ahora nos enfocaremos en este último grupo donde estaban nuestros dos protagonistas adelantados con respecto a los demás de ese grupo.

En ese recorrido, yendo a la sala de juegos, los dos castaños se encontrarían hablando, casi pegados.

Aquino: ¿Qué piensas hacer cuando acabe nuestra junta de amigos?

Meica: Supongo que volveré a mi vida monótona de siempre.

Meica: Streamear, cuidar mis plantas y escribirme con mis amigos y algunos mods.

Diría con un tono normalito.

Aquino: Lo típico de nosotros, ¿aunque tienes amigos reales?

Meica: Solo tengo dos y algunos mods, pero se me olvida comunicarles y, como estoy ocupado con las salidas, más paro distraída.

Diría con un tono apenado.

Aquino: Suele pasar; hasta a veces me confundo el nombre de los mods.

Aquino: Hasta ni recuerdo cómo se llamaba mi mod principal.

Diría, intentando recordar.

Meica: No jodas, Aquinin.

Aquino: ¿Tykian? ¿García?

Aquino: Creo que era Yasser, ¿o era otro?

Algo alejado de ellos estaban sus amigos murmurando.

Duxo: ¿Qué opinan ustedes de la cercanía que tienen Meica y Aquino?

Andreh: Te soy sincero, ¿o quieres que te diga de una forma suave?

Mictia: Yo opino que Aquino, poco a poco, se está olvidando de Erika.

00: [Sí que no fuiste tan directa]

Mictia: (Si lo decía, me mataban y esa no era la idea principal)

Duxo: Solo lo está haciendo por el viaje; además, lo veo más activo.

Diría, intentando negar lo dicho por la mictiana.

Andreh: Coincido con Mictia en ese punto, ¿cómo es posible este suceso?

Duxo: (Qué raro viniendo de Andreh)

Duxo: (Aunque ya mi bro, no comenta mucho de la novia, ¿y sí?)

Entonces, se le ocurrió una idea a Duxo, aprovechando que él estaba en el centro y Andreh a su costado.

Duxo: Oigan, ¿ustedes no tienen ganas de ir al baño?

Diría, mientras guiñaba de reojo al sarnoso, y medio sabía lo que quería el palomo.

Mictia: Yo no tengo ganas.

Andreh: Yo... si las tengo, me estoy aguantando desde hace rato.

Duxo: Está bien, entonces vamos al baño los dos.

Andreh: Está bien, te acompaño.

Diría, siguiendo lo que tramaba Duco.

Mictia: Vayan, yo me voy con los castaños.

Mictia: (Para molestarlos)

00: [Eso me gusta]

Sarnoso y palomo, se iría al baño de hombres, pero antes, Duxo le preguntó a Andreh si había hombres en el baño.

Esto le tomó del pelo a Andreh, pero le siguió órdenes a este, y efectivamente no había hombres, solo ellos.

Así que Duxo sacó un cartel tirado que, para su suerte, decía baño fuera de servicio y lo colocó afuera de la puerta, pero sin antes mirar si no había personas afuera, y lo colocó para luego cerrar despacio la puerta sin sospechar.

Andreh: Oye, Duxo.

Andreh: Al final, si tuve ganas de ir al baño, ¿pero para qué me trajiste hasta al baño de hombres?

Diría, mientras se lavaba las manos con jabón líquido, y fijaría del detalle que la puerta está cerrada.

Andreh: ¿Por qué cerraste la puerta?

Diría, mientras levantaba una ceja.

Duxo: No es por lo que estás pensando, pendejin.

Duxo: (¿Cómo puede pensar algo así en este momento?)

Andreh: ¿Sabes, que la sociedad puede ser cruel? Pero puedes desahogarte y confesarte conmigo.

Diría, mientras tocaba las manos del palomo.

Duxo: No me molestes con tus homosexualidades, que debo hablar algo serio contigo.

Diría, distanciándose un poco del sarnoso.

Andreh: Por lo regular, me gustan pasivos, tú no encajarías en mi círculo.

Sarnosito: [Vuelvo un rato y comienzas con tus joterias]

Duxo: Dejando ese tema, que, si no te pego, webon.

Duxo: Solo quiero que me respondas algo, por favor.

Diría con cierto apuro.

Andreh: Lo que tú quieras, igual al menos lo intenté.

Duxo: ¿Por qué conspiraste contra Aquino?

Duxo: ¿Tienes algo en contra de él?

Diría, con una voz alzada.

Andreh: Para nada, ¿por qué piensas que estoy en contra del castaño?

Sarnosito: [Tal vez, por no aceptarte y quedaste como pendejo]

Duxo: Es que no te llevas bien con Mictia y que ambos coincidían algo con Aquino, me pareció un poco sospechoso.

Diría, para comenzar a calmarse.

Andreh: No me llevo mal con ella, tenemos discusiones, pero no llegamos a un problema grande.

Duxo: Entonces, yo estuve mal, igual veo que ocultas algo.

Diría con un tono sugerente.

En ese momento, al sarnoso no se ocurrió contar otra cosa que también le hacía sospechar.

Andreh: Lo que sí te debo recordar, es una cosa que vi, y no sé si tú viste lo mismo que yo.

Duxo: ¿Qué viste ahora, sarnoso?

Andreh: ¿No notaste algo extraño? Cuando dijeron de salir a una fiesta, ese webon al principio dijo que sí y al final dijo que mejor para un fin de semana.

Duxo: Puede ser que tenga unas cosas que hacer, como las miniaturas de su canal.

Diría, pensando que lo dicho por Andreh no servirá de mucho.

Andreh: Ay, Duxo.

Andreh: ¿No viste que Meica le dio un codazo a Aquino?

El sarnoso ahora se estaba comenzando a estresar, pero al menos Duxo recordaría un poco de ese detalle que fue casi instantáneo.

Duxo: Ya me lo hiciste recordar, carbón.

Duxo: También me parece raro eso.

Diría, ahora comprendiendo el punto de Andreh.

Duxo: ¿Tú crees que traman algo?

Andreh: Estoy más que seguro.

Duxo: No es como si confiara, pero sabes que Aquino es mi amigo, como un hermano para mí.

Se quedaría algo pensando por la información que recibía.

Andreh: En ningún momento dije si traman algo más que una simple amistad.

Duxo: ¿Acaso crees que ambos tienen algo más?

Andreh: Sis.

Diría, mirando al costado.

Duxo: Tendré que hablar unas cosas con Diego, eres libre.

Andreh: Yupi.

Sarnosito: [Por un momento, me sentía en CSI]

Con cuidado, Duxo y Andreh saldrían del baño sin sospechar.

Duxo: (Me haces pensar mucho, Aquino)

Duxo: (Espero que no te vuelvas, en lo que juraste, no serlo)

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4055 palabras

De verdad, muchas gracias por el apoyo, ya superamos las 15k vistas en general.

Lo cual me genera mucha felicidad y sorpresa todavía, también saber que algunos me consideran el que mantiene vivo el meiquino xd.

Aquí les dejo una canción :v

https://youtu.be/uO9WSljQ5zs

Antes de despedirme, les daría una recomendación de ver una historia de un amigo, se las recomiendo es muy interesante 🙂

TrollFc243, este men. Está haciendo una historia del sylvino, lean, si le interesan claro xd.

Bueno, nos vemos en la siguiente parte, capítulo 22 🫡.

Bye, causas