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JiMin frotaba su pequeño vientre con sus manos mientras pensaba en como sería su pequeño/a.

Se imaginaba un pequeño como YoonGi o él. También la ilusión de por fin tenerlo en sus brazos y darle besitos por toda su carita.

En sí, siempre lo soño. Desde que JiMin conoció a YoonGi supo de que este seria su alfa y solo él podría darle tantos cachorritos como quisieran. Así que este bebé era la muestra más pura de su amor. Lo que los unia de una manera única y sentimental.

Conocio a YoonGi cuando apenas tenia 17 años. Se acuerda cuando llego por primera vez a Kim's corporation y solo pudo ver a un muchacho rebelde hijo de su jefe.

Y se enamoro de él, y no solo él, también su lobo brinco de felicidad. Por que sabia que su futuro era con YoonGi y nada más.

JiMin jamás pensó que su vida sería así. El estaba destinado a la penunmbra cuando YoonGi llego, le tomo de la mano y lo llevo con él. Jamás le dejo de ella. Y ahora siguen tomados junto con un lazo inseparable.

El omega tomo varias camisas de su alfa y por instinto; hizo un pequeño nido en su cama. Olia las fragancias que la ropa de su alfa le otorgaba, un olor a café y menta que le encantaba y enloquecia.

Sus pequeños ojos se cerraron y pudo dormir tranquilamente.

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—Nos reuniremos el sábado YoonGi...—El moreno le paso unos papeles.

—¿Toda la familia? —Pregunto.

—Sí, todos, así que lleva a JiMin...por cierto —Antes de que YoonGi tomara su chaleco le detuvo —¿Por qué hueles a JiMin pero más dulzon? Me empalaga un poco —Dijo.

YoonGi sonrió al saber la razón —Les contare a todos en la cena. Nos vemos Nam.

—Adios Yoons —Respondio confundido.

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YoonGi abrió la puerta de su departamento y una rafaga de viento olor a dulzon golpeo su nariz. Era tan atractivo que le guio hacia la habitacion que compartia con su omega.

Le encontro entre un montón de camisas suyas. Una imagen muy tierna para el, pues la manitas del omega se encontraban en su vientre y su cabello estaba un poco desaliñado, sus mejillas rojas y sus ojos cerrados, estaba durmiendo.

YoonGi se acerco y se sentó a un lado de él mientras quitaba su corbata. Miro que él omega solo traia una camisa de él, sus piernas se encontraban completamente descubiertas y más que una imagen sexy del mismo, era tierna y linda.

Beso su alborotado rubio cabello y acaricio un poco para luego dirigir su mano al vientre del omega —Hola, papá ya llegó.

Así toda aquella tarde paso acariciando el pequeño vientre de JiMin imaginando a su pequeño bebé en sus brazos.