Capitulo XIV
—¿Los tesoros sagrados ?—preguntó Morgan frunciendo el ceño.
— Sí—respondí sin quitarle la vista al papel.
—Neall —escuché como me llamaban pero mi mente se encontraba sin poder creer cuales eran los tesoros sagrados.
Según la lista, el grimorio de nuestra madre era uno de los tesoros y el resto de ellos eran: una copa del primer rey vampiro, la espada del rey elfo, polvo de hadas, el sombrero mágico de un duende, el cabello de un fae con sangre real, la garras de un licántropo y por último la armadura de una bestia.
Aquellas eran cosas que no se conseguirían fácilmente, tomé una hoja y escribí la lista de tesoros en ella. Noah la tomó y después de leerla suspiró.
—¿Como vamos a encontrar todo eso? —preguntó Nicholas con algo de preocupación.
—Ya tenemos uno de los tesoros–—respondí.
Todos voltearon su rostro a verme con confusión pero Morgan entendió lo que yo quería decir. Ella sabía el porqué nuestra madre nos había prohibido tantas veces tomar ese libro.
—Bueno, algo es algo —comentó Noah con un encogimiento de hombros—¿No?
Todos seguimos trabajando en el proyecto de esta semana, el padre de Noah se encontraba dispuesto dentro de tres días toda una semana así que tuvimos que adelantar todo el papeleo.
Alaska se encargaba de la organización de los estudiantes, Saori con su seriedad de siempre tenia que organizar los utensilios; Noah, Morgan y yo estábamos encargados del banquete mientras que Nicholás preparaba la habitación de hospedaje.
Eran las siete cuando terminamos todo sobre el evento, de repente Chaos entró como si nada a la sala. Todos se quedaron viendo al felino con confusión, suspire ante la escena.
—Chicos, él es Chaos —dije señalando al gato—es mi espíritu familiar.
— ¿Familiar? ¿Cuando pensabas decírmelo? —preguntó Morgan con cierto enojo.
—Sabia que te enojarías, y apenas hice el pacto con él hoy—respondí sin apartar la mirada de la suya.
—Chicos, no creo que sea momento para peleas —intervino Noah.
—Tú callate—gritó Morgan en dirección al susodicho.
«Amo, la chica que pediste que vigilara acaba de entrar por un pasadizo de la biblioteca» dijo el felino en mi cabeza.
—Oigan, chicos creo que él quiere que lo sigamos—dijo Alaska señalando a Chaos.
—Morgan, sabes que siempre te cuento todo—dije mirando a mi hermana—solo esperaba el mejor momento para hacerlo.
Ella resopló y me dio un abrazo, Morgan era reacia a dar muestras de afecto excepto cuando algo le preocupaba de verdad.
—¿Qué querías decirnos Chaos?—pregunté mirando al felino.
«La chica llevaba a rastras a otra, la acompañan otros tres»
Me quedé pensando de que manera sería más fácil y cuando lo concreté en mi cabeza, les conté desde lo que me había dicho Chaos hasta mi plan a través de mi don vampírico.
Salimos de la sala en dirección a la biblioteca, la adrenalina y el afán no eran suficientes para detener mis nervios, entramos al lugar y sin pensarlo dos veces me acerqué a un libro cercano para arrancar una hoja.
—Morgan, ¿harías los honores?—pregunté pasándole el papel a mi hermana.
Ella solo sonrió y comenzó a recitar el conjuro de búsqueda. El papel se transformo en una mariposa y se posó en uno de los libros del estante. Tome el libro y lo corrí hacia adelante, de una vez el pasadizo estuvo a la vista.
Saori se quedó afuera para mantener la puerta abierta, el resto entramos detrás de morgan quien había encendido una llama en su mano para alumbrar el camino.
El interior era un pasillo que nos guiaba hacía una habitación antigua, sus paredes eran de piedra y todas éstas tenían una gran cantidad de runas.
En un rincón la chica de la biblioteca que según recordaba su nombre era Anael estaba atada, ella me observó con sus grisáceos ojos advirtiéndome, volteé en el momento exacto en que me atacaban con un rayo de electricidad. El golpe me lanzó por el aire haciéndome estrellar con la dura pared.
Podía ver como Morgan se acercaba corriendo a mí, sus ojos azules se tornaron naranjas de golpe mientras golpeaba al atacante con un solo brazo. Su mano estaba completamente envuelta en llamas, su mirada estaba perdida como si no fuese ella.
Los demás se quedaron paralizados al observarla actuar de esa forma. Noah en un intento por detenerla se acerco rápido a ella y del mismo modo fue lanzado lejos.
Morgan seguía sosteniendo a la atacante, ésta desprendía olor a piel quemada, la estaba asando en vida. Me levanté como pude y me acerqué a mi hermana, ella no era así, Morgan podía ser una obstinada, arrogante, hasta una princesa malcriada pero jamás dañaría a alguien que esté más indefenso que ella.
« Morgan» grité en su mente « Tú no eres así, vuelve en ti »
Ella seguía sin inmutarse o moverse así que le tomé su otro brazo y de un momento a otro la llama en su mano se apagó soltando a la chica que ahora se retorcía del dolor.
No dudaron más en atacarnos quienes la acompañaban, pero yo me encontraba observando como la mano de Morgan temblaba; su mirada estaba fija en la chica que nos había atacado. Mi hermana cayó de rodillas al suelo con una expresión desgarradora en su rostro.
—Yo no quería — musitó Morgan mientras observaba sus manos.
—No es tu culpa.
—Oh claro que lo es —gritó ella— siempre lo es.
A pesar de no tener la costumbre de dar dos muestras de afecto por día, la envolví en mis brazos en un intento por consolarla. No teníamos idea del porqué su poder se descontrolaba cada vez que se enojaba, sabía que tenía que ver con sus emociones pero no hasta éste punto.
Podía observar como Noah tomó a uno de los chicos y lo congeló hasta la mitad de su cuerpo,además de que Saori había entrado y controlaba dos grandes raíces con las cuales sostuvo a los otros dos. Al quitarles las capas, notamos que eran chicos que asistían a algunas de nuestras clase.
La chica que nos había atacado era de la que sospechaba de hace días, ella era la única de toda la Academia que tenía el don de electrogenesis. No conocía su nombre pero sabía que estaba obsesionada con Noah.
Alaska estaba al lado de la chica de la biblioteca, desataba las cuerdas que aprisionaban sus manos. Ella se encontraba muy tranquila para haber sido secuestrada, me separé de Morgan dejándola al cuidado de Noah y me acerqué a Anael.
—No lo digas, si ya lo sabes— comentó ella mirándome.
—¿Dé qué hablas?— pregunté con confusión.
—Mis visiones, para eso me querían ellos—respondió como si fuese obvio.
Me alejé de ella y junto a Chaos acorralamos a la chica que nos había atacado.
—Noah, puedes venir a leerle ¿la mente?—pregunte en dirección a éste pero él negó con la cabeza, de seguro la actividad de su cerebro estaba protegida por una alta frecuencia.
—Entonces tú—dije señalándola — nos dirás todo lo que sabes, quieras o no.
Hola v:
¿Que tal la historia hasta ahora?
Ando feliz por un Mockup que me hicieron ❤ es súper, lo bire donde aparece el booktrailer.
Gracias a EiraDHania que lo realizo con mucho esfuerzo.
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