Pasaron varios días desde que me descontrolé y tal como había jurado, junto a Noah comencé a investigar el subsuelo. La segunda vez que bajamos allí logré instalar una pequeña cámara en la pared, así podíamos vigilar y escuchar lo que sea que  hacían allí abajo.

En estos momentos me dirigía a la clase de historia, llegué rápido al salón y en su puesto el profesor Roberts acomodaba varios libros, uno en particular llamó mi atención y sin preguntar lo tomé.

El titulo del libro era “El reino de Jenovia” por lo que empecé a pasar página por página en busca de algo que tuviese que ver con lo que investigábamos.

—Señorita Dankworth—dijo el profesor acercándose, él tenía aproximadamente unos doscientos años de edad, es decir era el mas joven de todos ellos — veo que le interesa el tema de la clase de hoy.

—Sí, es mi sangre después de todo —respondí encogiéndome de hombros.

—No sólo hablaremos de su familia sino de toda la realeza—explicó —hace más de diez mil años que fueron fundados los reinos por sus antepasados.

Al ver que él profesor sabía tanto se me ocurrió preguntarle del tema fingiendo tener gran curiosidad por la historia.

—¿Y antes de que se fundase Transilvania?—pregunté sin apartar la vista del libro.

—Antes de eso Transilvania se llamaba Ávalon, era habitado por los vampiros, los licántropos, los elfos, las hadas, las brujas, los faes, los duendes y las bestias pero después de la guerra mágica la mayoría de ellos quedaron  extintos o desaparecieron—contestó el profesor.

—Tengo entendido que la guerra mágica fue por poder, ¿qué la desató?

—He investigado en varios libros, según ellos, fue el hecho de que la hija de una bruja estaba enamorada de un príncipe elfo y él de ella, pero el rey vampiro de aquella época la tomó como alimento matándola—respondió el profesor mirando el reloj, eran las ocho en punto y ya debía comenzar la clase.

—Gracias por la información, adoro historia— comenté dirigiéndome a mi puesto.

—Cuando quieras te explico lo que quieras saber —me dijo él sonriendo, a lo que frunci un poco el ceño porqué justo en ese momento apareció Noah y miró horrible al profesor.

Me senté esperando a que los demás llegaran, era de las pocas horas que todos compartíamos.
Noah no paraba de mirarme con el ceño fruncido, él se sentaba junto a Nicholás diagonal a mí.

La clase de historia fue muy entretenida porqué comparaba lo que nosotros sabíamos con lo que los reyes querían que creyésemos. La siguiente hora fue la de combate y estaba lista para descargar mi frustración con unos buenos golpes.

El resto clases de Noah no me dirigió la palabra pero sí me miraba con resentimiento, no tenía idea de que le molestaba pero tampoco era de mí interés saberlo.

«Morgan, esperame» me detuve inmediatamente al escuchar la voz de mi hermano.

Cuando Neall se posicionó a mí lado, comencé a caminar de nuevo en dirección a la sala del consejo. Hoy revisaría las cámaras para ver que habían captado.

—¿Algo nuevo Saori?—pregunté en su dirección, ella se encontraba frente a mi portátil.

—Nada—respondió ella suspirando—No se como puedes manejar todas estas cosas tecnológicas.

—Es muy fácil —respondí con suficiencia— sólo debes aprender.

—Y yo soy el arrogante ¿no?—preguntó Noah apareciendo apoyado en el marco de la puerta.

—Tú —dije señalándolo—eres la arrogancia hecha príncipe.

—Me halagas princesa —comentó Noah mirándome mientras sonreía.

—Chicos, ya paren. Necesitamos buscar mas información—dijo Neall con firmeza.

—Antes de eso creo que deberían de revisar ésto —interrumpió Alaska con una carpeta llena de papeles.

La tomé y empecé a leer la primera hoja que aparecía allí, se trataba de peticiones al consejo sobre el evento que se realizaría la próxima semana. Uno de los reyes vendría a la academia para darnos clases de etiqueta.

Debíamos organizar todos los preparativos del evento, alguien quería que estuviésemos ocupados con otras cosas.

—Debemos trabajar en ésto —comenté suspirando.

—Pero, ¿la investigación?—interrogó Nicholas.

—Tenemos que cumplir con nuestro deber en el consejo–—respondió Noah con seriedad—por cierto, ¿quién será el invitado?

Todos nos quedamos en silencio mientras mirábamos fijamente a Noah.

—¿Es enserio? Oh mierda, ni aquí podré estar tranquilo.

—Bueno, al menos hoy es día de alimentación—comenté sonriendo— ¿quién tiene hambre?

La alarma sonó unos segundos después y todos salimos en dirección a las habitaciones, a Noah y Neall volvieron a asignarlo junto a mi. Entramos y la bruja de la vez anterior estaba allí, sus ojos se iluminaron de deseo y la ansiedad que desbordaba desapareció como si de una cura se tratase.

Neall fue el primero en enterrar los colmillos en el brazo de ella junto al resto de marcas que tenía, al retirarse sus ojos estaban de color carmesí.

Después Noah quién aún se veía preocupado la mordió en la parte derecha del cuello, la mujer no dejaba de jadear, aún después de haber sido mordida dos veces su mirada deseaba más ponzoña.

Me acerqué a ella y después de observar durante unos segundos sus ojos, la mordí en el hombro, sabía que la sensación de ser mordido era adictiva pero alimentarse también nos provocaba placer, nos llenaba, además de que la sangre nos permitía aumentar nuestro poder.

Terminé de beber, pero al hacerlo la mujer tomó mi brazo con su poca fuerza y comenzó a mirarme fijamente. Primero paso sus dedos por mi cabello, luego comenzó a susurrarme cosas al oído.

“Princesa y Reina de dos razas, tienes que salvarlos a todos, no lo olvides ”

Miré a Noah para ver si había leído algo en su mente pero él sólo negó con la cabeza.

—Está demasiado drogada— comentó él —no puedo ver nada.

—No importa —dije levantándome y saliendo de la habitación.

Tenía demasiadas cosas en la cabeza y la frustración por no tener el control de ellas me sacaba de quicio.

Todos volvimos a la sala del consejo y al entrar, la directora Smirnov se encontraba en una de las sillas.

Ella sonrió al vernos y algo de su actitud me generó desconfianza, su mirada se veía diferente a la que normalmente tenía, sus ojos se veían vacíos.

—¿Todo lo que tienen acá es para su investigación ?— interrogó ella levantándose.

—¿Dé qué está hablando?—pregunté.

—De la investigación para el evento de la próxima semana, quería saber como les iba con el proyecto.

—No sabía que le interesaba el proyecto, digame que quiere  saber e inmediatamente se lo informaré—comentó Alaska buscando unos cuantos documentos.

—Eso no será necesario, me retiraré por ahora, espero todo vaya bien —dijo ella saliendo rápidamente de la sala.

Me quedé pensando en que carajo era lo que pasaba cuando de la nada aparece algo extraño, era como una sombra pero con forma de bestia, que a medida que se acercaba a nosotros gruñía más fuerte.

Por reflejo le lanzé una esfera de fuego pero ésta no le hizo nada y en cambio la esfera se derrite.

¿Qué rayos es esa cosa?