Capitulo VII

—Yo no soy su reina —grité mirando a la gran cantidad de mujeres y hombres que comenzaban a aparecer.

«Son un aquelarre mixto»pensé.

—Nuestra antigua reina nos dijo que tu eras su hija, tu madre nos dio la orden de cuidarte—respondió el chico mientras se acercaba cada vez más a mí.

—¡¿Mi madre?!–exclamé.

—Ella nos dijo que te cuidáramos en la academia pero tu hermano y tu amigo me encontraron cuando investigaba a donde se dirigían, así que decidí interrumpir tu portal y traerlos aquí—dijo el chico como si no fuese gran cosa.

—Estamos en medio de algo muy importante, necesito ir a Jenovia con mis padres—respondí mirando fijamente al chico.

Noah se encontraba a mi lado muy callado e intuía que pensaba en un plan de escape.

—Su alteza, si nos permite nosotros la llevaremos, estamos cerca del castillo pero como podrá observar el bosque es peligroso.

—Me importa un carajo si es peligroso, esto es importante y yo puedo protegerme sola. ¿Qué puede ser peligroso?—pregunté sacando un cuchillo de mi espalda.

—Su alteza —dijo una voz femenina —entienda que no somos los únicos en este bosque, hay otras razas esperando atacar a los de tu sangre.

La mujer que apareció venía acompañada de mi hermano quien estaba en perfectas condiciones e incluso hasta feliz.
Él traía en sus brazos a un pequeño felino de pelaje blanco y ojos azules.

«Morgan, guarda tu cuchillo ellos son inofensivos »dijo mi hermano en mi cabeza.

—Su alteza, se que mi hermana no te ha hablado de nosotros pero espero que confíes en que te llevaremos a salvo—dijo la mujer quien poseía un cabello similar al de mi madre.

—Morgan, ella es nuestra tía—comentó Neall sonriendo.

Volteé a mirar a Noah quien me veía con confusión al igual que yo, porque mi madre nunca nos había hablado de su familia y lo poco que dijo era que no aceptaban su decisión.

—Está bien, vamos—respondí tomando a Noah y a Neall de sus brazos.

—Siganme por aquí —Dijo la mujer entrando en el árbol.

Todos las seguimos, en el interior del árbol se encontraban una gran cantidad de casas y brujos desde bebes hasta adultos. Era un lugar maravilloso y lleno de vida.

—Es increíble —dijo Noah mirando en dirección a todos los que estaban en la pequeña aldea—. Nadie tiene pensamientos aquí, es como respirar tranquilidad.

—El camino más rápido hacía el castillo es por aquí —dijo la bruja señalando un sendero cubierto de flores— Arael, guíalos.

—Gracias —respondimos los tres al unísono.

Después el brujo de nombre Arael comenzó a caminar a través del sendero, nosotros lo seguíamos con paciencia pues a este paso llegaríamos cuando el sol estuviese saliendo.

«Morgan, Noah deberían relajarse »pronunció Neall en nuestras mentes.

«Jamás »respondí mientras Neall suspiraba a mi respuesta.

Ya había perdido la cuenta de las horas que llevábamos caminando hasta que a los lejos observe un castillo, el castillo de mi familia.

Seguíamos caminando cuando una flecha en llamas cayó a mi lado, inmediatamente comenzaron a caer más de estas pero Noah nos cubrió con una pared de hielo.

No podíamos ver ningún movimiento de quienes nos estaban atacando, de un momento a otro los arboles comenzaron a desprenderse de la tierra y a atacarnos con sus ramas. Arael juntó sus manos mientras recitaba un conjuro y al terminarlo los arboles se detuvieron.

—¿Qué fue eso?— pregunté gritando.

—Son trampas que colocamos por sí alguien nos quiere atacar—respondió el brujo con suficiencia.

—Pudieron herir a alguien que no tenga nada que ver con sus tontas guerras—pronuncié con rabia.

—De ésta manera también han muerto muchos de los nuestros, tenemos que ser precavidos.

Rodé los ojos ante el comentario del brujo y seguí caminando junto a Noah quien parecía tener peor animo que el mío.

Después de unas horas llegamos a la entrada trasera del castillo Dankworth, los guardias al vernos nos dejaron pasar de inmediato, caminamos hasta el salón real que era donde se encontraban los tronos de mis padres.

Mi padre al verme frunció el ceño y negó con su cabeza.

—Mi reina, perdiste. Te dije que ellos vendrían —pronunció mi padre en dirección a mi madre.

Ella sonrió con suficiencia y se acercó a mi hermano dándole un abrazo y después a mí haciendo lo mismo.

—Oh Arael, gracias por traerlos a salvo. Ya puedes retirarte —dijo mi madre acercándose al joven brujo.

Después de que Arael se retirara, mi padre se levantó y se acercó a Noah mientras lo miraba con recelo.

—¿Has traído a mi castillo a un Birdwhistle ?—preguntó mi padre con enojo.

—Noah es ...—no continúe la frase porque no tenia ni idea de que era Noah y eso no era importante justo ahora, así que respondí lo mas obvio— el presidente del consejo.

—Cariño, relajate —pronunció mi madre a su lado.

—¿A qué viniste Morgan?—preguntó mi padre con seriedad.

—Padre y Madre, hemos venido por respuestas —contestó Neall.

—Si vienen a hablar sobre el libro del sol pierden su tiempo porque no hablaré de ello con unos jovencitos, además que tampoco se nada de esa profecía —comentó mi padre.

—Esperaba tu ayuda en esto pero si no quieres no importa, lo unico que quiero saber es como llego a los reinos ocultos—grité pero fui interrumpida por mi madre.

—¿Cómo sabes de eso? Morgan alejate de todo esto, queremos que estés a salvo y por donde vas no lo estarás, Neall tu también. Los quiero fuera de esto.

—Madre con todo el respeto que te mereces, eres la que menos tiene derecho a decirme que hacer, —respondí sin delicadeza—dime ¿por qué soy la reina de ese aquelarre?

—No te rendirás con esto ¿verdad Morgan?—preguntó mi padre interrumpiemdome.

—Ni ella, ni yo lo haremos, padre—respondió Neall.

—Siganme—comentó mi padre y comenzó a caminar saliendo de la sala real.

Todos lo seguimos en silencio hasta llegar la galería de pinturas que había en el castillo, mi padre tomó una de éstas y la atravesó con su mano sacando una llave.

Después la incrustó en la pared y una gran puerta apareció de la nada, él la abrió y en el interior se encontraba colgando del techo el cristal, la mitad era de un color rojo intenso al igual que la sangre y la otra de un naranja.

—Aquí esta toda la información que necesitas pero no se nada del libro que buscas, Morgan esto fue tú decisión y espero no te arrepientas más adelante—dijo mi padre saliendo de la habitación.

No pude decirle ni una sola palabra porqué Neall me interrumpió mostrándome un mapa, allí señalaba la infinidad de lugares que estaban siendo habitados por las criaturas mágicas.

—Morgan, debemos volver a la Academia, ya es tarde—dijo Noah mientras tomaba varios libros del estante y yo junto a mi hermano comenzábamos a recitar el conjuro para abrir el portal.

¿Qué estaban ocultando mi padre y los otros reyes sobre el libro?

Hola :v
Quería decirles que los adoro xd y que hiciéramos una dinámica sobre que esperan del próximo capítulo.

Pd: Foto del rey Noctis en galería.

Gracias por leerme ❤

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