Capitulo VI

Neall y yo salimos de la habitación encontrando a un Noah preocupado y eso era raro porque su actitud es todo lo contrario a esa palabra.

—¿Qué viste Noah ?—pregunté sin delicadeza.

—Morgan, lo que vi fue horrible, fue el pasado—dijo él con rabia —. No fue sólo una guerra entre los vampiros y los elfos sino entre todas las criaturas mágicas.

—Pero... ¿por qué?—preguntó Neall.

—No lo se pero si queremos información debemos ir a la fuente de ella —respondió Noah.

—Oh no, se lo que estas pensando —le advertí.

—¿Ahora tú lees mi mente?—preguntó enarcando una ceja.

—No, pero tus ojos se están iluminando con ansias de actuar —contesté con obviedad.

—Oh vamos princesa, tú tienes el libro rojo allí debe haber algo y además tu hermano tiene el grimorio de tú madre—comentó Noah con emoción.

—Que Neall ¿qué ?—pregunté casi gritando y mirando en dirección al susodicho.

—No me mires así, iba a decirte que lo traje pero se me paso por alto.

—Oh, ¡por dracula!—exclamé—esas cosas no se olvidan. Sabes que nuestra madre nos prohibió traerlo aquí.

—Necesito saber que tanto poder tengo —respondió Neall frunciendo el ceño.

—Lo se pero debiste decirme, somos gemelos ¿lo olvidas?.

—Chicos dejen sus peleas de hermanos para otro momento–—interrumpió Noah—tenemos algo más importante entre manos.

Enarqué una ceja mientras mantenía la mirada fija en la de Noah. Suspiré sin soltarle la mirada y comencé a caminar.

—No hagan que me arrepienta—dije sin mirar atrás.

El plan de Noah consistía en investigar toda la historia que contenía el libro y que entre mi hermano y yo practicáramos la creación de portales.

Una semana paso después de esto, practicábamos en las horas libres en la oficina del consejo estudiantil. Además de que también practicábamos nuestra magia elemental y la magia de control dependiendo de la que poseías. Mi hermano aún no había desarrollado ninguno de éstos así que no tenía éste tipo de clases.

Hoy era un día importante para la academia, el evento que muchos esperaban, el baile de bienvenida. Éste había sido preparado por todos los miembros del consejo.

Estaba usando un elegante vestido rojo largo con encaje y un collar de piedras preciosas que me había regalado mi padre.

Bajé las escaleras encontrando a mi hermano en un traje negro que resaltaba su cabello, sonreí cuando vi como las chicas fisgoneaban a su alrededor.

Tomé su mano y caminamos hacía el auditorio donde se efectuaría el baile. A lo lejos pude observar a Noah y Alaska hablando, él llevaba un traje negro y ella llevaba un hermoso vestido blanco.

Nos acercamos a ellos y Noah asintió ante lo que estaba pensando, hoy además de ser el baile de bienvenida iríamos en busca de respuestas al castillo de mi padre.

En el libro habíamos descubierto que cada reino protegía un cristal, esté mantenía la barrera y además de eso anulaba el poder de las criaturas mágicas que no llevaran sangre vampírica.

La celebración comenzó con musica, grandes banquetes, postres y una hermosa fuente de cóctel de cerezas con sangre, mi favorito.

Noah y la directora dieron unas palabras en el escenario en nombre a todos los recién llegados. A medianoche saldríamos de la academia y realizaríamos el portal, era nuestra única oportunidad ya que al otro día no habrían clases.

Me encontraba bailando cómodamente con mi hermano cuando siento una mano fría en mi hombro.

—Princesa —era la voz de Noah—¿Me concedes una pieza?

—¿Vienes a pedirme que baile contigo?—interrogué enarcando una ceja.

—Algún problema con eso —respondió él sonriendo.

—Ninguno su alteza—dije acercándome a él.

—¡Por Dracula! Ya para de molestarla Noah —exclamó Neall riendo—. Los dejaré solos por el momento y por favor no se maten.

Vi a Neall alejarse y siendo abordado por muchas chicas, reí ante esa imagen y volteé a donde estaba Noah.

Comenzamos a bailar al ritmo de la musica, ninguno de los dos dijo una sola palabra aunque él sabía lo que estaba pensando. Sabía que a él le gustaba provocarme y hacerme enojar.

—Eres un peligro princesa—pronunció él en mi oído con diversión.

—¿Yo? el peligro eres tú, eres tan irritante que matas del cansancio —respondí con una sonrisa mirándolo directamente a los ojos; cuando escuché la campana que era nuestra señal.

Me alejé de él en busca de mi hermano y los otros, Alaska me esperaba en la puerta junto a Saori y Nicholás, me acerqué a ellos esperando a que apareciera Neall pero ni él ni Noah llegaban.

Empecé a preocuparme por la seguridad de ambos e iba a ir en su búsqueda cuando los vi llegar junto a un chico que tenía el cabello azulado al igual que sus ojos.

«Un brujo» pensé.

—¿Cómo es qué llegó hasta aquí?—preguntó Alaska con pánico.

—No se pero no hay tiempo para esto Noah —dije casi gritando.

—Oh no princesa, no lo dejaré libre, vendrá con nosotros—respondió con total tranquilidad.

—¿Tú crees que puedo llevar a tantas personas?—pregunté perdiendo la paciencia.

—Tendremos mas ayuda—dijo él señalando al joven brujo.

—¡Enloqueciste!—exclamé furiosa—sabes que no tiene poderes.

—Pero éste me atacó —dijo Noah señalando al chico.

—¿Es verdad lo que dice?—pregunté en dirección al brujo, él solo asintió con la cabeza.

—¿Ahora que haremos?—preguntó Nicholás.

—Lo que tenemos que hacer —respondí —Alguien debe quedarse acá, para encubrir a los otros por si acaso.

—Yo lo haré —respondieron Alaska y Saori al unísono.

—Bien, es hora de irnos—dije y Neall se acercó a mí tomando mi mano, comenzamos a recitar el hechizo como decía el libro.

«Volo ut ubi sit, tu mihi debes portare, si tibi videtur, et spatium et guide»

Frente a nosotros un portal dorado fue abierto e hice que todos nos tomáramos de las manos para cruzar incluyendo al brujo.

—No se suelten o nos enviara a lugares distintos —sentencié.

Estábamos cruzando cuando el portal se volvió morado y Nicholás fue expulsado de nuevo a la academia.

—Que rayos esta pasando —gritó Noah mientras cruzábamos el espacio-tiempo.

Caímos de golpe al suelo, pero éste era verde, era pasto; un poco mareada me levanté observando el alrededor, era un bosque y no tenia ni idea de donde estábamos.

—El castillo de tu padre es algo rural ¿no crees?

—Oh callate Noah —advertí rápidamente.

—Neall—pronuncié buscándolo con la mirada pero no estaba con nosotros —¿dónde esta mi hermano?

—El brujo, ese infeliz se lo llevo—respondió Noah poniéndose de pie.

—Oh se metió con quien no debía, lo mataré —grité furiosa.

Tomé una hoja del suelo y comencé a recitar el hechizo de búsqueda.

« Ducant me, et enutries me ad locum invenire vis, ego volo ut»

La hoja comenzó a guiarnos a través del bosque, podía sentir que nos estaban observando. Miré a Noah quien asintió ante lo que pensé.

Llegamos a un árbol gigantesco, era casi del mismo tamaño que la academia, tenia un color muy sano y estaba lleno de frutos.

Me acerqué a él pero alguien habló primero.

—Sabía que nos encontrarías — comentó una voz proveniente del árbol.

—Devuelveme a mi hermano ya mismo o verás lo que te pasará — sentencié.

Mi cabello comenzaba a tornarse como el fuego a medida que mis emociones aumentaban.

—Pero claro que lo haremos su alteza, usted es nuestra reina —comentó el brujo apareciendo frente a mí e inclinándose de rodillas.

¿Qué estaba pasando?

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