Capitulo V
Me encontraba de camino a mi primera clase en esta academia, tenía manejo elemental.
A ésta clase solo asistían aquellos que poseían este poder y al entrar al aula me di cuenta que no eran muchos, sólo habían quince estudiantes y entre ellos se encontraba Noah.
Unos minutos después entró un hombre de cabello negro y algo largo quien comenzó a explicarnos en que se basaba su clase.
Después dijo que nos acomodaría por orden de lista en grupos de dos y como tengo tan buena suerte, nótese el sarcasmo, me tocó con el señor presidente estudiantil.
El profesor se acercó a nosotros y nos pidió una demostración de nuestro poder, yo comencé creando una gran esfera de fuego en mi mano derecha. Noah sin pensárselo dos veces creó varias cuchillas de hielo en todo el salón.
Él era muy ágil y poderoso, perfecto para ser un rey , un poco de rabia fluyó a través de mí y mi cabello se prendió en fuego.
«¡Mierda!»pensé. Se me había olvidado que él podía escuchar lo que pensaba, mi mirada fue hacia él y estaba sonriendo.
La clase terminó y me acerqué a él para explicarle lo que Neall y yo habíamos descubierto en la noche.
—Ya lo se —dijo él volteandose en mi dirección—Acabo de leerlo.
—No soy un libro —comenté sin apartar mi mirada de la suya.
—Deja de ser tan obstinada.
—Jamás.
—Apenas terminemos las clases iremos al subsuelo a buscarla, pero te lo advierto princesa lo que verás allí no es bonito.
Asentí con la cabeza y me dirigí a la puerta pero escuché las pisadas de Noah tras de mi.
—¿Vas a clase de combate?—preguntó él trasladándose frente a mí.
Lo ignoré lo que más pude mientras caminaba a mi lado, ¿por qué estaba en más de una clase conmigo?
—La directora me ama—respondió él.
Llegamos a la cancha de entrenamiento, aún no había nadie allí así que me dispuse a revisar los implementos que estaban en un estante.
«Morgan» Sonreí al escuchar la voz de mi hermano en mi mente.
Lo busqué con la mirada, estaba parado al lado de Noah y parecían tener una buena conversación. Suspire y me acerqué a ellos.
Unos minutos después llegaron el resto de los estudiantes junto al profesor quien al verme se acercó a mí con la intención de atacarme pero yo podía ver sus movimientos y rápidamente lo esquivé y lo golpeé por detrás derribándolo.
—Eres muy buena—dijo extendiendo su mano en mi dirección y me lanzó hacia arriba pero caí de pie—Nunca bajes tu guardia.
Asentí con la cabeza, el resto de los estudiantes se quedaron mirando fijamente en mi dirección.
—Soy Draxtor y les enseñaré como enfrentarse a sus enemigos.
Terminamos todas las clases, junto a Neall y Noah fuimos en busca de los demás. Según sus horarios se encontraban en la clase de control ya que Alaska podía controlar el clima, Saori las plantas y Nicholás los espíritus.
Los encontramos saliendo de las clases y después de que les contáramos nuestro plan, nos adentramos en un pasadizo que Noah había encontrado en uno de los mapas de la dirección.
El lugar estaba oscuro y olía a humedad así que encendí una pequeña llama en mi mano para alumbrar el camino, a medida que avanzábamos se sentía muy frío y se escuchaban unos cuantos gritos.
Todos apresuramos el paso hasta llegar a una gran puerta negra que estaba cerrada desde adentro. Noah se acercó a mi lado y coloco su mano sobre la cerradura, unos segundos después la puerta se abrió.
Al otro lado se encontraba la peor pesadilla de una bruja, había más de un aquelarre esposado trabajando bajo el castillo creando pociones pero sabía que las tenían aquí por algo más porqué no tenían la necesidad de hacer esto.
Era horrible verlas privadas de su libertad, sin pensarlo dos veces me iba a acercar a una de ellas pero comenzó a sonar un ruido, un ascensor estaba bajando.
«Todos, vámonos de aquí ya » gritó mi hermano en nuestras mentes.
Salimos corriendo con cuidado por la puerta negra y después de unos diez metros nos detuvimos.
—Tendremos que volver más tarde —dije con firmeza.
—Morgan, primero deberíamos verificar a que horas llegan y se van —comentó Alaska.
—Ella tiene razón —prosiguió Nicholás.
—Será mas seguro así —prosiguió Noah—se que debemos encontrar respuestas rápido pero necesitamos ir a lo seguro.
Suspire con decepción pero sabía que tenían razón, miré a Neall, tenía una idea de que podíamos hacer para entrar sin que nos vieran.
Primero debíamos practicar con el grimorio de nuestra madre y revisar el libro rojo para ver que más encontrábamos.
Noah se quedó viéndome fijamente, no dijo una sola palabra y regresamos en silencio hasta la sala del consejo, cada uno tuvo que revisar las peticiones de los estudiantes sobre el baile de bienvenida.
Comenzó a sonar una alarma y me puse en alerta pero los demás andaban tranquilos. Neall y yo nos miramos preguntándonos para que era.
—Hoy es el día de nuestro almuerzo —respondió Noah sonriendo—los alimentadores nos están esperando.
Sonreí ante la mención de esto, estaba ansiosa por saciar mi sed y por probar que tal era la sangre de los de este lugar.
Todos salimos de allí y mi humor se alegró rápidamente al ver que nos enviaban en un largo pasillo lleno de habitaciones.
Nos asignaron a Neall, a Noah y a mí la misma habitación e igual alimentador. Los tres entramos y allí se encontraba una mujer de cabellos oscuros pero sus ojos eran de un verde muy intenso, ella no era humana.
—¿A ésto te referías con lo de batería?—pregunté en dirección a Noah.
—No y sí —respondió él con cansancio—. Los alimentadores son voluntarios, lo hacen porqué quieren y algunos seres mágicos también, entre ellas las brujas, las hadas, duendes, faes, vienen en busca del placer que les provoca nuestro veneno.
—Bueno, nunca he probado la sangre de una bruja pero tengo hambre así que lo siento yo primero —dijo Neall acercándose a la mujer y clavando sus colmillos en su muñeca.
Después de terminar pude ver como sus ojos estaban de un tono rojizo.
—Ya estas lleno campeón —dijo Noah pasando por su lado—es mi turno y ésta parte del cuello es mía.
Y así él también comenzó a alimentarse, la bruja comenzaba a retorcerse del placer, unos segundos después Noah terminó y me sonrió mostrándome sus colmillos.
Sus ojos también estaban rojos y eso lo hacia ver muy sensual, me acerqué a la mujer y al tocar su mano sus ojos se volvieron blancos.
—Profecía, destino, destrucción, elección, salvación, sacrificio, poder y dolor —susurró y sus ojos volvieron a la normalidad.
Ella acababa de ver una premonición, volteé al ver una agitada respiración y era de Noah. Él me miró y negó con la cabeza.
—Madre, si me estas viendo no te enojes—comentó Neall mirando el brazo de la mujer.
No lo pensé más y me acerqué a la mujer clavándole mis colmillos en el otro lado de su cuello, el sabor de su sangre era dulce.
—Morgan, creo que debemos hablar de algo que vi en la mente de la bruja—dijo Noah saliendo de la habitación.
¿Qué había visto?
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