Capitulo IV
La manera en la que pronunció esas palabras envió una corriente fría a través de mí, levanté la mirada hacia él pero su sonrisa se había apagado.
Su mano se dirigió a su boca con un gesto de que hiciera silencio, no comprendí hasta que escuché las voces.
—Estoy seguro de que es ella, —dijo la misma voz masculina de la vez pasada—puedo olerlo en su sangre.
—Yo también lo creo —comentó una voz femenina —aún hay tiempo, faltan dos meses para el solsticio lunar.
—Podemos lograrlo —prosiguió él otro —sólo debemos aniquilarla antes de que ellos la encuentren.
—¿Qué pasará si ellos la obtienen ?—preguntó otra gruesa voz.
—La profecía dice que nada bueno le esperaría al mundo vampírico. Debemos buscar la escritura completa. El libro del sol.
Las voces se disiparon quedando solamente la corta respiración de Noah y la mía. Su mirada era seria, él sabía de que hablaban, podía sentirlo.
—¿Dé qué rayos estaban hablando esos?—pregunté soltándome de su agarre.
—De una horrible profecía —respondío encogiéndose de hombros —. Según dicen llegará una bruja que nos podría traer la salvación o la aniquilación de nuestra raza.
Sus palabras me dejaron pasmada, una aniquilación, mis padres, mi hermano, ésto no podía pasar. No podíamos permitirlo.
—¿Hay una manera de detener ésto ?—pregunté.
—Ya la escuchaste, aniquilándola antes de que los elfos la encuentren.
—¿Los elfos?¿No estaban extintos?
—Al parecer quedaron algunos vivos.
Me quedé pensando rápidamente el tema, algo así sonaba muy irreal pero en nuestro mundo la fantasía era la realidad.
—Necesito encontrar un libro —dije en dirección a Noah.
—Se lo que necesitas —respondió sonriendo —pero a cambio quiero algo.
—¿Qué quieres?—pregunté con dureza. No sabía que pensar de él, un rato se portaba como una persona decente y al otro como un completo idiota.
—Hey, escucho lo que dices y quiero que me ayudes con algo.
Un favor a cambio de otro —dijo él levantando una ceja.
—Es un trato —dije estirando la mano para estrechar la suya pero al tomarla me tiró hacia él estampando mis labios con los suyos.
—Así se sella un trato—dijo guiñando un ojo en un intento por fastidiarme.
—Oh ahora si te mataré.
Encendí mi mano en una gran llama de fuego, mi elemento principal era éste así que sabía bien como controlarlo. Le lancé una llamarada pero esta fue inmovilizada con una pared de hielo.
—Oh así que eres hielo eh, con razón te detesto —respondí mirándolo mal.
—Sabes que es mentira. Además me divierte mucho molestarte, hace tiempo no me reía del humor de alguien—dijo el con burla pero tan pronto vio que lo observaba con mala cara, se calló— Mejor vamos por tu libro.
Él se alejo hacia la sección numero cinco y al poner su mano en una pared, una puerta se abrió. Allí había una escalera en forma de caracol que descendía.
Todo estaba oscuro, bajamos las escaleras con cuidado y Noah encendió las luces. Había una infinidad de libros, las repisas llenaban todas las paredes. Esto me fascinaba.
—¿Una maniaca de los libros?porque no me sorprende —dijo Noah riendo.
—Sí vuelves a decir una sola palabra, te juro que te quemo el trasero.
—Quieres tocarlo ¿verdad?
—Eres insoportable —dije irritada.
Caminé detrás de él esperando a que buscara el libro, necesitaba saber si habían más vampiros con un don como el de mi hermano y el mío, quería saber tantas cosas que no sabía por donde empezar.
—Oh aquí está, pensé que ya no existía —pronunció Noah mientras limpiaba el gran libro.
La portada de este era de un rojo sangre y tenia cinco dedos de grosor.
—Pasamelo—exigí.
—Se nos hace tarde para la reunión del consejo y si no vamos el presidente nos dará un buen regaño.
—Tú eres el presidente —dije entrecerrando los ojos.
—Oh cierto —respondió sonriendo —no quiero tener que regañarme frente a un espejo. Vamos.
Salimos de la biblioteca, Noah llevaba el libro en su brazo. En la puerta se encontraba mi hermano apoyado con gran elegancia.
«¿Que haces con él?» preguntó.
—Wow esto es interesante—comentó Noah, su don era todo un problema—por cierto Neall, estábamos en la biblioteca.
—¿Cómo?—interrogó mi hermano.
—Neall, él puede leer la mente—respondí con un suspiro.
Mi hermano se posicionó frente a él en un segundo mientras lo observaba fijamente, sus alturas eran iguales.
—¿Necesitamos entrar y hacer esa reunión verdad?—pregunté y tomé a cada uno de un brazo, usé mi poder con la puerta tirándolos en el interior de la habitación.
—¿Qué pasa morgan?—preguntó Neall.
—Tenemos el libro de los antepasados, el libro rojo de allí–señalé el otro brazo de Noah—además de que hay un gran problema.
—¿Qué problema?—preguntaron tres voces entrando en la sala.
—Nicholas, Alaska, Saori llegan tarde, ya saben cual es el castigo ¿verdad?—preguntó Noah riendo.
—Oh no, ni lo sueñes amigo. No te daré mi cuerpo —respondió el chico de ojos amarillos.
—¡Que demonios Noah !—exclamé.
—Deja de ser sucia —dijo él riendo—me refiero a que necesito que juegue conmigo.
—Él es un brusco, la ultima vez me dejó congelado durante una hora—comentó Nicholás con horror y seriedad.
—Noah, hay cosas más importantes que eso.
—Oh si se me olvidaba—respondió mientras les comentaba a los demás lo que había pasado en la biblioteca, omitiendo las partes en las que me estaba extorsionando.
Todos se quedaron callados durante unos minutos mientras procesaban lo que ahora sabían.
—El libro del sol según mi padre hay una leyenda de que fue creado por una reina bruja muy poderosa y que cuando este desee ser abierto sólo lo podrá hacer una de sus descendientes—comentó Saori mientras seguía pensando.
—Hay otra leyenda que dice que los anteriores reyes lo tomaron y lo escondieron aquí en la academia para que no cayera en malas manos—dijo Alaska con su tímida voz.
«Al menos ya tenemos mas información» pensé.
Neall levantó su mirada hacía la mía y tomó mi mano apretándola con la suya. Él estaba muy preocupado.
—Bueno hasta aquí llego la reunión, nos vemos mañana a la hora del almuerzo—dijo Noah saliéndo.
«Vamos Morgan »comentó mi hermano.
Eran las siete y el toque de queda era a las ocho, nos quedaba una hora para que ambos revisáramos el libro.
Al principio hablaba de la creación de todos los seres sobrenaturales, nombraba el principio del mundo, de como la sangre angelical, humana, demoníaca se mezclaron formando las diferentes razas que hoy en día hay.
Me desplace lo que más pude hasta que encontré la pagina sobre las brujas, relataba lo que yo ya conocía hasta que llegue a un título que decía "Las brujas del sol".
Narraba que las descendientes de la creadora del libro del sol, fueron llamadas así ya que estas nacían con la marca de nacimiento de un ave fénix en sus cuerpos como prueba de su poder. Ellas tienen la capacidad de invocar a su guardián, "El ave Fénix " para protegerlas del mal que se avecinaba.
—Morgan, no te olvides que estoy aquí—dijo Neall sacándome de mi trance.
—Neall, debemos buscar a quien tenga un ave fénix en la espalda—respondí.
—¿Y sí es una bruja, en que aquelarre tendríamos que buscarla?
—Ella tiene que estar aquí, ellos lo dijeron y debemos hallarla. Mañana buscaremos en donde están las mil brujas, allá abajo —respondí mientras miraba a mi hermano con decisión.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top