capitulo 6

- ¿Qué tal Luffy? - preguntó el pelinegro mientras le sonreía con nostalgia. Luffy solo duró un segundo más en shock, pues al acto salto sobre el chico con sombrero naranja y lo abrazó fuertemente, dejando a Yuki parada e intentando parar el llanto

- Luffy... -susurro entre sollozos, el nombrado se paró rápidamente y miró como su hermana pequeña estaba temblando y abrazándose a si misma.

- Kawaii-chan - habló Luffy con cariño mientras la miraba. Yuki alzó la vista y la pasó entre los tres jóvenes que había frente a ella, deteniéndose en el chico con sombrero de paja- Esta bien...son ellos, de verdad son ellos...

Yuki los miró con atención, dejó de abrazarse y de temblar, aún habían lagrimas cayendo de sus ojos. Dio un paso indecisa, los tres chicos le sonreían de oreja a oreja, Yuki sonrío por inercia y corrió hacia ellos, provocando que todos cayeran al suelo con la joven sobre ellos.

- ¡Sabo-nii, Ace-nii! - gritó mientras lloraba abrazada a ellos en el suelo, los nombrados rieron y le devolvieron el abrazo.

- Has crecido mucho angelito-chan - habló el rubio, se pusieron de pie sin soltar a la joven, pero en cuanto se pararon la chica se separó y los golpeo a los dos en la cabeza.

- ¡Son un par de idiotas! - les gritó mientras se limpiaba las lagrimas que aún caian. Luffy se había escondido detrás de ella y los dos chicos la miraban aterrados- ¿¡Cómo pueden hacernos esto!? ¿¡Donde han estado!? ¿¡Que le sucedió a tu ojo!?- gritaba mientras caminaba de un lado al otro y los miraba con furia de vez en cuando.

- Nosotros...-comenzó a explicar el rubio, pero otro golpe en la cabeza lo hizo callar.

- Eso significa que...- Yuki los miró por un momento sospechando algo, los dos chicos parecieron darse cuenta de lo que ella había descubierta y miraron a otra parte mientras silbaban- ¿¡Ustedes son los que entran a la casa por mi ventana!?

- ¿¡Qué!?- gritó Luffy sorprendido por eso- ¿¡tu ya sabias!?

- ¡Idiota!- lo golpeó en la cabeza- ¿Recuerdas cuando despertaste con pijama y con una manta?- el pelinegro asintió- Yo me había dormido en el escritorio y desperté en la cama...con la ventana abierta.

- Idiota, te dije que estaba cerrada- dijo Sabo a Ace mientras lo miraba reprobatoriamente. La pelicastaña refunfuño por lo bajo mientras se sujetaba la cabeza y caminaba de un lugar a otro

- Yo...esto... ¿Cómo es posible? - preguntó mientras se detenía y los miraba.

- Joker - dijo Ace mientras la miraba serio, la pelicastaña abrió mucho los ojos, pero al instante recuperó la compostura.

- No sé de que me estas hablando- Yuki comenzó a jugar con el collar en forma de katana.

- ¿Es en serio?- preguntó Sabo serio- Nosotros no somos los únicos que al parecer escondieron un secreto importante...- Yuki se tensó completamente.

- ¿Qué esta pasando Kawaii-chan? - Yuki se giró para mirar a Luffy, quien la miraba preocupado y sin entender nada, devolvió la vista a Sabo y Ace.

- Yo...yo... - Yuki estaba muy nerviosa, parecía que la cadena del collar se fuera a romper en cualquier momento, tragó saliva pesadamente y tomó mucho aire- Hablémoslo después de clases...- Yuki se dio vuelta y tomo la mano de Luffy- en la casa.

Después de decir esto comenzó a caminar de la mano de su hermano mayor, pero sin soltar en ningún momento el collar "Joker... ¿Ellos ya saben la verdad?" pensó Yuki mientras caminaba hacia la academia con la mirada baja.

- Yuki - la voz de su hermano la hizo volver en si, alzó un poco la mirada y se dio cuenta de que ya estaban en la entrada de la academia- ¿Qué esta pasando? Tú sabes algo ¿no es así?

La pelicastaña lo miró por unos momentos, tomó mucho aire y asintió, sus manos le temblaban mientras sujetaba el collar. Soltó la mano de Luffy para limpiar una lagrima que se había escapado.

- Luffy-nii, calma...-dijo Yuki mientras le forzaba una sonrisa- te aseguro que te explicaré todo en la casa.

El pelinegro la miró dudoso por un segundo, pero decidió confiar en ella, tal como había hecho desde que la conocía hace tantos años. Ella siempre había sido muy inteligente, y siempre podía anticipar muchas cosas, por lo que desde pequeños los tres hermanos mayores siempre le daban la razón a ella.

Los dos jóvenes entraron a la academia y después de hablar unos momentos con Brook-sensei, lo habían convencido de que Yuki había pensado ver a Luffy huir del colegio y se había preocupado, por esa razón había escapado. Brook, después de unos momentos de explicarle que debería haber avisado, la dejó volver a entrar a su segunda clase, pues ya había finalizado el primer recreo.

Estaban todos en silencio almorzando, Luffy comía, pero no igual que siempre, pues estaba centrado solamente en su almuerzo, y no hablaba ni reía. Por su parte, Yuki ni siquiera se había molestado en sacar su almuerzo del casillero.

-¿Yuki-chan no comerás nada?- pregunto Vivi mientras la miraba preocupada, la pelicastaña negó con la cabeza y siguió jugando con su collar.

- Vas a terminar por romperlo si sigues así...-habló Zoro mientras le tomaba la mano- ¿es que acaso eso quieres?- levanto una ceja.

-¡Claro que no!- respondió Yuki apresuradamente, Zoro le dedicó una sonrisa burlona.

-Ya deja de jugar y come algo- le dijo mientras le pasaba su almuerzo, Yuki miro al peliverde y le devolvió el pote con comida que le habia dejado frente a ella.

- Lo siento...de verdad no tengo hambre- todos intercambiaron miradas.

- Oye Luffy... ¿Quieres mi comida? - preguntó Usopp mientras le mostraba un gran trozo de carne, pero Luffy solo negó con la cabeza y siguió comiendo su almuerzo a paso lento.

- ¿Qué les sucede a estos dos?- le preguntó Usopp a Nami en un susurro.

- Ni idea- respondió Nami también en un susurro- dime Yuki - le empezó a hablar a la pelicastaña, quien había vuelto a jugar con el collar y tenia la mirada en el suelo- ¿Qué piensas hacer este año como presidente?

- ¿Qué? - preguntó la castaña mientras alzaba la vista de golpe- ¿de qué hablas Nami? Yo no soy presidenta.

- Claro que si Yuki-chan - dijo Vivi- y Law-san salió vicepresidente- Yuki giro la cabeza hacia el pelinegro, quien solo la saludó con la mano.

- ¿Eres vicepresidente? ¿Por qué?- pregunto Yuki desorientada.

- Solo considéralo un favor Yuki-ya- Yuki no comprendió y miró al resto de sus compañeros de clase.

- ¡Esperen! - dijo Yuki aún confundida- ¿Soy la presidente de la clase?- sus compañeros asintieron- ¡No, no y mil veces no!- la castaña se puso de pie- No puedo ser la presidenta, están ocurriendo muchas cosas...y...simplemente no.

- Yuki-chwan, tranquila, no es nada muy importante- dijo Sanji mientras la miraba aún desde el suelo.

- Es que...están ocurriendo cosas...y no...iré a hablar con Brook-sensei.

En cuanto dijo esto salió corriendo en dirección a la sala de profesores, todos se quedaron muy extrañados, bueno, todos menos Luffy, quien estaba en su propio mundo.

- ¿Qué fue eso?- preguntó Nami.

- Ni...ni idea- dijo Usopp.

- ¿De qué cosas importantes estaba hablando?- agregó Vivi a la conversación, Sanji se quedó viendo el lugar por donde había salido corriendo Yuki, mientras que Law y Zoro miraban a Luffy, quien no parecía conciente de nada.

-...Por eso no puedo ser la presidenta este año Brook-sensei- dijo Yuki cuando al fin termino de explicar la razón que había inventado en el camino.

- Ya veo Yuki-san- dijo el pelinegro con gran afro mientras cerraba los ojos pensativos- Pues creo que podría hacer que Law-san se convierta en el presidente, pero solo si Kid-san, que fue el otro postulante, acepta ser el vicepresidente.

- ¿Eso significa que no puedo solo renunciar?- pregunto Yuki preocupada

- Así es Yuki-san- índico el profesor mientras tomaba un sorbo de té- debes convencer a Kid-san, pero si no me das una respuesta hoy en la tarde tú serás la presidenta el resto del año.

- Esta bien- dijo Yuki en un suspiro- le avisare hoy antes de que toquen para salir- Brook-sensei asintió y Yuki salió de la sala de profesores.

"Ahora debo encontrar a Kid-kun y convencerlo...espero poder" pensaba Yuki mientras caminaba por los pasillos buscando una cabellera roja y un uniforme desordenado.

En ese momento lo diviso, estaba apoyado en un casillero y hablaba seriamente con una chica de cabello rosado, de seguro era nueva, ya que Yuki jamás la había visto antes. La pelicastaña aceleró un poco el paso para poder llegar cuanto antes donde el pelirrojo.

- Kid-kun - llamó mientras se paraba al lado- Hola, soy Yuki ¿y tu?- saludo con una sonrisa a la pelirosa.

- Seguimos hablando en otro momento- respondió la pelirosa mientras miraba con asco a Yuki, se cruzó de brazos y se fue de ese lugar. Yuki solo se quedó mirando aturdida a la chica.

- ¿Interrumpí algo importante?- pregunto Yuki mientras miraba a Kid.

- Claro que no preciosa - dijo el chico mientras le ponía la mano en la cabeza- Ella es algo rara, no te preocupes- Yuki miró dudativa por donde se había ido la chica. Estornudo por culpa del fuerte perfume que la chica utilizaba y que había dejado un rastro tras de si, también estaba un poco impregnado en el pelirrojo.

- ¿Me buscabas para algo preciosura?- Kid tomó a Yuki por la cintura y la acerco más a el, ella suspiró y sacó la mano del chico de su cintura, retrocedió un paso y lo miró a los ojos.

- Kid-kun...me preguntaba si tu... -Yuki bajó la vista y comenzó a jugar con sus dedos- ¿Podrías volverte el vice-presidente de la clase?

- ¿Así que te diste cuenta de tu error?- dijo orgulloso y con una sonrisa petulante- Claro que seré tu vice-presidente linda ¿Cuándo nos juntamos?- volvió a poner su mano en la cintura de Yuki, la pelicastaña simplemente la volvió a retirar.

- Pues...es que yo no seré la presidenta- Kid la miró sin comprender nada- Será...Law-kun- Yuki apretó los ojos esperando el grito del chico, pero este no llegó, así que los abrió y vio como el pelirrojo se ponía blanco- ¿Kid-kun?

- Lo siento guapa- dijo mientras se cruzaba de brazos y se recostaba en los casilleros de su espalda- pero no trabajaré con ese idiota.

- Por favor Kid-kun- suplico Yuki - Yo no puedo ser la presidente porque tengo ciertos...problemas personales - el pelirrojo levantó una ceja- ¿Qué quieres a cambio de ser el vice-presidente de la clase?- Kid la miró por un momento.

- Pues...si lo pones así...-dijo con una sonrisa picara y se agachaba un poco para quedar a la altura de la pelicastaña- Bésame...-susurró muy cerca de ella, Yuki colocó un dedo en la frente del pelirrojo y lo alejó.

- Otra cosa -dijo seria, Kid soltó una carcajada y se volvió a enderezar.

- Sal conmigo un día- dijo Kid con los brazos cruzados.

- ¿Cómo en...una cita? - preguntó Yuki indecisa.

- Llámalo como quieras preciosa- el pelirrojo la miró de arriba abajo- pero solo así aceptare ser el vice-presidente.

- Como amigos- aclaro Yuki sin dudar y apuntándolo con el dedo índice.

- Si prefieres llamarlo así...- respondió Kid mientras alzaba sus hombros restándole importancia.

- ¿Y qué dia?

- Eso te lo diré en su momento- le guiñó

- Esta bien...- respondió Yuki luego de pensarlo unos momentos - trato hecho- le estiró la mano, Kid se la tomó y la apretó, pero en un acto rápido la acerco a él y le dio un beso en la comisura del labio, y antes de que Yuki pudiera hacer o decir algo Kid salió corriendo.

-nos vemos preciosa- gritó mientras se despedía con la mano y seguía corriendo.

"Salí de un embrollo...y entre en otro" pensó Yuki mientras suspiraba, en ese momento la voz de un profesor regañando a unos alumnos la sacó de sus pensamientos. Alzó la vista y vio como Smoker castigaba a dos chicos, con esta escena una nueva preocupación invadió su mente, sin pensarlo dos veces salio corriendo en dirección al patio, para su suerte sus compañeros seguían ahí sentados.

- ¡Luffy-nii! - gritó mientras caía encima de este.

- ¿Yuki, que pasa?- preguntó preocupado el pelinegro mientras la sacaba de encima de él y se sentaba al lado de ella.

- Por el amor de Dios - empezó a rogar Yuki mientras lo tomaba por los hombros- Dime que no te han castigado el día de hoy.

Luffy cerró los ojos pensativo por un momento, y Yuki comenzó a jugar nerviosa con su collar de nuevo, todos los miraron extrañados por un momento. El nerviosismo de Yuki y la tranquilidad de Luffy los estaba poniendo muy asustados a todos.

- No, hoy no me han castigado- Yuki suspiró aliviada y soltó el collar, su respiración seguía agitada y su mirada perdida- Tranquila Kawaii-chan, todo estará bien- Yuki forzó una sonrisa pero no lo miró.

- ¡Muy bien! - dijo Nami mientras se ponía de pie y miraba de brazos cruzados a los hermanos- ¡Esto se termina aquí! ¡Quiero saber por qué están actuando tan raro y quiero saberlo ahora!

- Lo siento...-susurró Yuki con la mirada en el suelo- no se preocupen...todo...todo estará bien, lo prometo- Yuki levantó la mirada y la pasó por cada uno de ellos.

Zoro dejó su comida a un lado y se puso de pie, todos lo miraron sin entender que planeaba. Él se paró detrás de Yuki y la levantó agarrada de la cintura, como si pesara menos que un lápiz, pero no era nada de que sorprenderse, ya que Yuki era algo baja y bastante delgada, y Zoro tenia unos grandes músculos gracias al kendo.

El peliverde puso a Yuki sobre su hombro como si fuera un saco de papas y comenzó a caminar lejos del grupo.

- ¡Zoro, bájame! - exclamó Yuki mientras pataleaba y lo golpeaba en la espalda- ¡Estoy con falda!- sus mejillas tenían un fuerte color rojo - ¡Zoro!- volvió a exclamar, pero el peliverde no mostraba ninguna expresión y solo siguió caminando.

Cuando estuvieron lo suficientemente alejados del grupo y no había ningún otro estudiante cerca Zoro bajo a Yuki, quien estaba completamente roja y tenia sus manos sobre la falda, Zoro estaba serio y sin ninguna expresión.

- Gracias, ahora toda la escuela sabrá que tengo calzones de conejos- Yuki tenia un puchero y fulminaba con la mirada a Zoro.

- Habla- sentenció el peliverde mientras se cruzaba de brazos y la miraba serio.

- ¿Sobre qué?- preguntó inocentemente la chica, pero al no obtener respuesta de Zoro siguió hablando- Pues...hoy en historia vimos la segunda guerra mundial y...

- Sabes que no me refiero a eso- la interrumpió molesto el chico, Yuki suspiro y le sonrío dulcemente.

- En serio, no pasa nada- la chica lo miraba a los ojos y le sonreía calmadamente- No es nada de que preocuparse- se hizo un momento de silencio, Zoro tomó aire y Yuki al fin relajo sus músculos.

- Mentirosa- Yuki abrió mucho los ojos al oír eso, pero rápidamente recupero la compostura, ya había llegado muy lejos, no podía desistir.

- ¿Qué? - preguntó confusa, pero la mirada calmada seguía ahí.

- Me estas mintiendo - sentenció nuevamente el peliverde.

- Claro que no - dijo Yuki divertida- ¿Por qué dices eso?

- Porque te conozco- indicó Zoro- Estas jugando nerviosa con el collar- Yuki se miró el cuello y tenia razón, en algún momento su mano había empezado a jugar con el collar- Te estas mordiendo el labio inferior- de nuevo había acertado, Yuki se llevó su mano libre a la boca y se la cubrió- Y además...aunque tu mirada parece tranquila y constante...tus pupilas están temblando levemente.

Yuki bajó las manos y las dejó colgar a un lado, tapó su vista con el flequillo y comenzó a tiritar levemente. Zoro suspiró y le tomó una mano con cariño, ella se dejó agarrar. Sintió como la mano de Zoro estaba muy tibia en comparación con la de ella, desde la mañana que ella no lograba entrar en calor, y siempre estaba tiritando levemente.

- Dime la verdad- suplicó Zoro mientras se inclinaba un poco hacia ella para poder verle el rostro, pero Yuki giró un poco la cabeza, provocando que cualquier intento de mirarla fuera en vano- Sabes que puedes confiar en mi.

La respiración de Yuki era entrecortada, Zoro se fijó mejor y pudo ver como sus mejillas brillaban, estaba llorando. Sin pensarlo la acercó a él y la envolvió con sus brazos. La cabeza de Yuki quedó escondida en el pecho de Zoro, quien dejo una mano en la espalda de la castaña y la otra la colocó sobre la cabeza de esta.

- ¿Qué es lo que esta sucediendo?- preguntó mientras la apretaba mas fuerte, Yuki puso sus manos en el pecho de Zoro, intentando calmarse.

- No puedo decirte- dijo finalmente sin levantar la mirada- Por lo menos...no aún.

- Esta bien...- susurró Zoro, este sintió como Yuki se relajaba bajo sus brazos.

- Gracias...por entender- susurró la pelicastaña mientras se acurrucaba más en el pecho del peliverde.

- Esta tarde nos divertiremos mucho y así te sentirás mejor- dijo Zoro mientras sonreía, a pesar de que el rostro de la chica seguía escondido en su pecho y no lo podía ver- ¿No podrás ir cierto?- cuestionó cuando sintió como Yuki se volvía a tensar bajo sus brazos, la sonrisa del peliverde se borró lentamente y suspiró.

- Lo siento- susurró Yuki mientras alzaba la vista, para poder mirarlo a los ojos, sin separarse de él.

- Esta bien- dijo mientras depositaba un beso en la cabeza de la chica. Esta se movio un poco para poder estornudar -¿Qué sucede? ¿Te estas resfriando?- preguntó mientras la separaba un poco para poder mirarla mejor, pero sin soltarla por completo.

- No- Yuki se acercó un poco la manga de su uniforme y la olio, volvió a estornudar- Es el perfume de una chica pelirosa, es muy fuerte y me causa estornudos...-indico mientras se rascaba la nariz.

- ¿Te he dicho que tus estornudos son como de ratoncito?- preguntó el peliverde con una sonrisa divertida, Yuki solo lo miro divertida.

- Si, lo has hecho varias veces- respondió - creo que te he pegado el olor del per...per...- estornudó - perfume.

- ¿Eh? - Zoro olio su camisa de la academia y también estornudó.

- Creo que si- dijo con una sonrisa divertida, Yuki iba a agregar algo pero sonó el timbre para asistir a la última clase- será mejor irnos.


Yuki estaba en literatura, al lado suyo estaba su amiga peliazul, ambas con un gran libro. Se veían viejos y antiguos, y en la portada tenían grandes letras doradas que decían "Don quijote de la mancha.-tomo I", eran los ejemplares que pidieron en la biblioteca.

La pelicastaña miró hacia el lado y vio cómo Vivi se reía entre dientes de las grandes hazañas imaginarias que hacia el llamado caballero. Imaginarias...En ese momento Yuki deseaba estar simplemente imaginando todo, o por lo menos, la mayor parte de lo que ocurría, o talvez, mejor aún, que todo lo que vivió antes de los 4 años hubiera sido imaginario.

Pero, si nada de eso hubiera pasado, no estaría en donde se encontraba ahora. Yuki suspiró resignada, ya nada tenia mucho sentido, ni si quiera sus pensamientos. Talvez la locura de Alonzo Quijano o "Don Quijote" si era contagiosa, y talvez, pronto vería gigantes en lugar de molinos de viento.

- Yuki-chan...-llamó Vivi en un susurro- ¿Estas bien?

- ¿Eh?- dijo Yuki mientras salía de su ensoñación, estaba mirando un punto fijo en medio de la pizarra del salón. Agitó un poco su cabeza y miró a Vivi con una sonrisa- Si, solo estaba pensando en los molinos de viento.

Vivi soltó una pequeña risa y desde el frente del salón se escucho el "shhh" de la profesora, las dos jóvenes se miraron divertidas y volvieron cada cual a su lectura. Bueno, solo una volvió a su lectura, pues Yuki solo fingió ponerse a leer, su mente se volvió a dispersar por sus problemas.

Las dos horas de literatura pasaron rápido, Yuki se levantó, recogió sus cosas y, después de despedirse de Vivi, salio camino a la sala de profesores. Debía decirle a Brook que Kid había aceptado ser el nuevo vice-presidente.

Tocó a la puerta de la sala y esperó unos momentos, le abrió una pelinegra alta y esbelta, le dedicó una sonrisa a Yuki y se apoyó en la puerta.

- Buenas tardes Yuki-san- habló Robin.

- Buenas tardes Robin-sensei - saludó la chica con una pequeña reverencia.

-Me han contando que hoy te escapaste- dijo con un deje de risa.

- Oh, eso...fue solo una pequeña confusión- Yuki bajó por un momento la vista- ¿Esta Brook-sensei?- preguntó intentando evitar el tema.

- Claro, pasa - la pelinegra se hizo a un lado, Yuki diviso al profesor de música sentado frente a una mesa bebiendo algo de té y con un libro entre sus manos.

- Brook-sensei - llamó Yuki una vez estuvo a su lado.

- Oh, Yuki-san- habló el profesor mientras cerraba el libro y lo dejaba sobre la mesa- Dime ¿Cómo te ha ido en tu misión?

- Bien- respondió la castaña con una sonrisa- Kid-kun aceptó ser el vice-presidente.

- Sabia que tu lo lograrías Yuki-san- dijo entre risas- Muy bien, ya no eres la presidenta, ahora es Law-kun.

- Si...-dijo Yuki algo desanimada, se sentía bastante culpable, además, aún no le había dicho nada a Law, pero ya hablaría con él en otro momento- Disculpe, pero ya debo irme- dijo la chica con una pequeña reverencia y disponiéndose a ir.

- Claro, claro- dijo el profesor con una sonrisa- no te retendré más, cuídate Yuki-san, y feliz fin de semana.

"Feliz fin de semana" pensó Yuki mientras salía de la sala y se dirigía a la puerta de la academia, donde distinguió a un pelinegro bastante nervioso y buscándola con la mirada por todas partes.

- Lamento el retraso- dijo Yuki parándose junto a él y tocándole el hombro para que se volteara a verla- Vamos.

El pelinegro asintió y caminó junto a su hermana menor, entre ellos solo había silencio, pero no era tenso, ni incomodo, solo era silencio. Se detuvieron frente a una casa de color blanco, tenia dos pisos, el jardín delantero era separado de la calle por la reja, ambos jóvenes abrieron la reja y caminaron hasta la puerta de entrada.

Se detuvieron frente a la puerta de madera, esta tenia un agujero por donde la gente de adentro podía mirar hacia la calle, pero era muy raro que lo usaran. Yuki mpezó a tiritar nuevamente, e inconcientemente subió su mano, pero no para tomar su collar, sino que la llevo detrás de su oreja. Sus dedos pasaron delicadamente por toda la marca que ahí escondía.

"¡Ahhh!" el grito de una niña volvió a resonar en sus oídos, pero lo ignoró, como ya se había acostumbrado a hacerlo, y no solo con ese, sino con miles de otros horribles recuerdos.

No quería volver a saber sobre aquel hombre, había pasado por mucho por evitarlo, pero ahora, dos personas que ella consideraba muerta, habían aparecido. Y le habían dicho la palabra a la que más temía en el mundo, o bueno, una de las derivaciones de los tantos nombres por los que ella lo conocía "Joker".

- Tranquila- dijo Luffy mientras la tomaba de la mano- Todo estará bien- Yuki asintió y le tomó la mano a Luffy, sin dejar de tocar aquella marca escondida tras su cabello.

Ambos tomaron la perilla de la puerta sin soltar sus manos y la giraron. La puerta de madera se abrió, los dos hermanos se miraron antes de ingresar. "¡Ahhh!" otro grito desgarrador de una niña resonó en los oídos de Yuki, al mismo tiempo que la puerta se cerraba tras ella.

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Sé que no mucha gente lee esta historia, pero no importa, entre los pocos lectores que tiene puede haber alguien de México.

Subo este capitulo de forma anticipada para poder enviarles un gran abrazo a todos los mexicanos que estan pasando momentos dificiles. Yo soy chilena y sé en carne propia lo que es vivir un terremoto. Conozco la angustia, el miedo, la pena.

Pero también conozco en carne propia como se une todo un pais para ayudar a los más necesitados en su momento, conozco como el resto de los paises mandan apoyo, no solo en palabras, sino con viveres, con dinero, con mano de obra.

Mexicanos, desde chile solo quiero decirles: ¡Fuerza! Nosotros sabemos lo dificil que es ponerse de pie, y tambien sabemos que es posible hacerlo. No se rindan, sigan adelante. Hubo perdidas, pero deben ponerse de pie.

Yo soy parte de un voluntariado en mi universidad, y ya nos estamos poniendo las pilas para poder contribuir con ayuda.

Un gran abrazo a todos.

V. T. P. Arda.

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