capitulo 3
Las horas pasaron y el trabajo al fin había sido terminado, Law había estado todo el tiempo nervioso, de vez en cuando no escuchaba lo que Yuki le preguntaba y esta tenia que repetirlo, pero el que ella no le preguntara nada lo estaba matando. Cualquier otra persona lo hubiera bombardeado de preguntas sobre el por qué aquel extraño sujeto había llegado a amenazarlo a su casa, pero no ella, ella solo había seguido trabajando como si nada hubiera ocurrido. Su actitud era normal, su sonrisa seguía ahí, al igual que su increíble inteligencia.
- Creo que será mejor que me vaya - Dijo Yuki mientras se levantaba del sillón y comenzaba a guardar sus cosas - Si llego muy tarde Luffy-nii se preocupara y empezara a gritar mi nombre por toda la ciudad.
Soltó una pequeña risa mientras se colgaba su mochila al hombro y caminaba hacia la puerta de salida seguida de Law.
- ¿Quieres que te acompañe a casa Yuki-ya? - Preguntó el pelinegro mientras abría la puerta - Ya esta muy oscuro y no es muy seguro.
- No te preocupes Law-kun - Dijo Yuki mientras se giraba para mirarlo - Puedo cuidarme sola.
- Eh...Yuki-ya - Habló el pelinegro mientras miraba hacia el suelo y se rascaba la cabeza nervioso - So...sobre lo que pasó...
- Tranquilo - Lo interrumpió la pelicastaña con una mirada comprensiva - No tienes que contarme si no quieres, y yo tampoco preguntare - El chico alzó la vista de golpe - Todos tenemos nuestros secretos, algunos más grandes que otros... - Se colocó un mechón de pelo detrás de su oreja izquierda, pasando suavemente el dedo por detrás de esta, algo que pasó inadvertido para el pelinegro - Pero secretos al fin y al cabo.
- Gracias Yuki-ya- Dijo Law con un suspiro de alivio, la joven le sonrío y le dio un beso en la mejilla.
- Despídeme de Chopper-kun por favor - Habló mientras empezaba a caminar hacia la calle - Y dile que la próxima vez le traeré más dulces - Agregó dándose vuelta y despidiéndose con la mano y una gran sonrisa, acto seguido empezó a caminar.
Law se quedó observándola por unos instantes, luego cerró la puerta y suspiro. "maldición...creí que podría huir de él, pero solo esta empeorando" pensó antes de dirigirse al living para ordenar todos los papeles e irse a acostar.
Yuki iba caminando sumida en sus pensamientos, "algunos mas grandes que otros", repetía en su mente una y otra vez. Se detuvo en seco, de nuevo sintió esas miradas sobre ella, se giró pero lo único que vio fue a un gato en mitad de la calle lamiéndose, la pelicastaña se quedó observándolo por unos segundos, suspiró y retomó su camino.
A pesar de ser marzo hacia demasiado frío, y eso que aun no empezaba el otoño. El clima últimamente estaba muy extraño, pues hace apenas unos días había caído una gran lluvia, y según la televisión, esa semana iba a llover bastante.
Yuki se estremeció, pero no por el frío, si no porque volvió a sentir un par de miradas sobre ella, esta vez se giró de golpe y miró cuidadosamente hacia todos lados.
- ¿¡Quién anda ahí!? - Preguntó desafiante - ¡No sean cobardes y salgan! - la joven esperó unos momentos pero no obtuvo respuesta, ni siquiera un ruido - ¡Ya dejen de molestarme, si piensan asaltarme solo háganlo, no esperen una invitación formal! - La chica se dio media vuelta y siguió caminando hacia su casa.
Durante el camino no volvió a sentir las miradas, por lo que supuso que se habían ido, o habían aprendido a esconderse bien. Cuando estuvo frente a su casa vio todas las luces apagadas, eso la extraño, abrió la puerta, y dejó sus cosas a un lado.
Ella siempre había odiado que para prender la luz de la entrada debiera avanzar varios pasos a oscuras, así lo hizo, pero cayó estrepitosamente al suelo cuando tropezó con algo.
- ¿Eh? - Escuchó una voz desde el suelo, se asustó y de un salto llegó hasta el interruptor, encontrándose con un pelinegro tirado en todo el suelo, seguía adormilado y se estaba sentando.
- Luffy-nii ¿Qué haces dormido en el suelo? - Preguntó la chica mientras sujetaba fuertemente el collar que Zoro le había regalado, un habito ya muy común en ella, jamás se lo sacaba y siempre que estaba nerviosa, asustado o pensativa lo sujetaba fuertemente y jugaba con el.
- Oh, Kawaii-chan, ya has regresado - Hablo el chico con sombrero de paja mientras se sentaba en la posición de loto y la miraba aun adormilado.
- Si, perdón por la tardanza - Respondió mientras entraba a la cocina y se servia un vaso de agua - Pero eso no respondió mi pregunta.
- Shishishi, lo que pasó es que humitos-sensei me puso a ordenar la biblioteca - La joven volvió a salir de la cocina bebiendo agua - Y me cansé mucho, cuando llegué estaba todo oscuro y muy relajante, así que me dormí en el suelo- el joven comenzó a reír.
- Esta bien - Habló Yuki con una sonrisa tierna - Ven, vamos a comer algo - Estiró su mano libre para ayudar a Luffy a levantarse, pero en cuanto este se sujeto de la mano de su hermana e hizo algo de fuerza ella hizo una mueca de dolor y soltó a Luffy sin pensarlo, el pelinegro rodó por el suelo y cayó de espaldas- ¡ah!- exclamó mientras se sujetaba el hombro.
- ¡Oye Yuki! ¿Qué te sucede? - Preguntó alarmado el pelinegro mientras se ponía de pie de un salto y se acercaba a su hermana menor.
- N es nada...solo...me caí mientras venia de camino - Explicó la chica mientras tranquilizaba a su hermano, quien la miró por unos segundos- Estaré bien, solo tengo el hombro algo resentido - El pelinegro asintió aun algo desconfiado.
- Ve a acostarte, yo haré la comida - Eso hubiera sorprendido a cualquier otra persona, pero no a Yuki, ella ya conocía la forma de ser de su hermano mayor, a pesar de ser un idiota sin remedio, él siempre cuidaba de ella y se preocupaba de que estuviera bien.
Yuki asintió y subió las escaleras, entró a la primera puerta de la derecha. Era una habitación de tamaño mediano, tenia una ventana en la pared que estaba justo en frente de la puerta, debajo de esta había una cama una plaza y al lado de esta una mesita de noche. En la muralla a los pies de la cama había un escritorio con varios libros, cuadernos y papeles, también un computador, había otra puerta que daba a un baño, y un ropero café con aspecto antiguo. En medio de la habitación había una alfombra peluda de color rojo oscuro
En las paredes colgaban varios marcos de fotos, en los que aparecía ella con un pelinegro y un hombre de aspecto mayor, en otros estaba ella con una peliazul y una pelinaranja tomando helado. Había fotos de Yuki junto a Zoro sonriendo muy felices y abrazados. Tenía una foto de 4 pequeños, dos eran pelinegros, uno era rubio y una pequeña niña pelicastaña, todos sonreían felices, y junto a esa imagen colgaba una foto en la que aparecían todos sus amigos y ella, sentado en la escalera de la escuela y sonriendo como si nada pudiera molestarlos.
Yuki saco un pijama de debajo de la almohada, era un short gris con manchas blancas y una polera de tirantes con una oveja durmiendo, se sacó su uniforme y se colocó rápidamente el pijama, a los pocos segundos sonó la puerta y un pelinegro con una bandeja entró en el cuarto.
- Te traje cereales con yogurt - Sonrío y dejó la bandeja en el escritorio.
- Gracias Luffy-nii - habló la chica mientras se tomaba el cabello en una cola alta, pero el hombro la hizo hacer una mueca de dolor, el chico con sombrero de paja se percató de esto y se acercó a ella.
- Siéntate, yo te la hago - La joven obedeció y se sentó en la cama, en su mesa de noche había otra foto de los mismos 4 niños, pero esta vez también estaba el hombre mayor, los 4 jóvenes estaban sucios y con algunos rasguños.
- Mañana se cumplen 8 años... - Susurro la chica mientras miraba triste la foto, el pelinegro terminó su labor y también miró la fotografía.
- No te sientas triste Kawaii-chan - Habló Luffy mientras la abrazaba y provocaba que Yuki apoyara su cabeza en el pecho de su hermano, los latidos del chico eran suaves y constantes, logrando tranquilizar a la chica - Yo siempre voy a estar contigo, no tienes nada de que preocuparte.
- Lo sé...pero...los extraño - Habló en un susurro mientras abrazaba mas fuerte a su hermano.
- Igual yo - Luffy suspiró, poco a poco se separó de su hermana menor - Ten - Le tendio unas pastillas.
Luffy se paró y tomó el vaso de jugo que estaba en la bandeja, se acercó a Yuki y se lo pasó, luego se cruzo de brazos y la miró serio, dando a entender que no se iría hasta que se tomara las pastillas.
- No...no me duele tanto... - Comenzó a decir Yuki mientras miraba nerviosa las pastillas.
- Tomatelas - Dijo Luffy serio, Yuki tomó mucho aire y apretó los ojos, con algo de miedo se llevó las pastillas a la boca, rapidamente tomó mucho jugo y las trago - Abre la boca - La joven obedeció y Luffy la examino - Muy bien shishishi, no sé por qué no te gusta tomar pastillas - Agregó con un puchero de extrañeza.
- Son...solo mañas de la niñes - Indico Yuki mientras dejaba el jugo en la mesita de noche y desviaba la vista.
- Como tu digas Kawaii-chan, ahora come y ve a dormir- Dijo Luffy.
- Gracias Luffy-nii - El pelinegro le sonrío de la forma que sólo él sabia, le dio un beso en la cabeza a la chica y se retiró de la habitación. Sintió como Luffy bajaba la escalera a toda prisa y suspiró - Se pondrá a ver tele y se quedará dormido ahí - dijo en voz baja.
Se levantó y fue hasta el escritorio, sonrío al ver el plato con cereales, pues era lo único que Luffy sabia cocinar sin incendiar la cocina. Se sentó y comió sus cereales, dejó la bandeja a un lado y tomó unos papeles que ahí habían, eran fotocopias de noticias. "La familia Donquijote ha vuelto" "Se rumorea de una alianza entre mafias" "¿Podrá la policía dar con ellos?"
Yuki dejó las hojas sobre la mesa y suspiro mientras leía más detalladamente cada una de ellas, sintió una corriente de aire, por lo que se levantó y cerró la ventana junto a las cortinas, luego volvió a su escritorio para seguir leyendo. Poco a poco sus parpados le pesaban, hasta que se dejó llevar por la oscuridad.
La alarma empezó a sonar con su incesante pitido "pip-pip-pip", Yuki estiró la mano y lo apagó, se volvió a acurrucar sobre su cama para poder seguir durmiendo 5 minutos más y...espera ¿su cama? La pelicastaña se sentó de golpe y miró a todos lados, juraría que se había quedado dormida sobre el escritorio.
Miró a su alrededor y vio que todo seguía igual. Los papeles estaban en donde mismo, su computador también estaba ahí, su uniforme ordenado sobre la silla, la venta y las cortinas abiertas... ¿La ventana y las cortinas abiertas? Pero ella estaba segura que la había cerrado antes de dormirse ¿Acaso Luffy había subido mientras seguía dormida? No, eso era imposible, él siempre se dormía antes que ella y se despertaba después que ella.
Salió de la cama intentando desperezarse y sacar esas dudas de su mente, talvez solo había soñado que todo eso ocurría y si se había dormido en la cama y no había cerrado la ventana ni la cortina. Fue al baño y dejo que el agua de la ducha se llevara todas esas dudas.
Se vistió con su típico uniforme, una falda azul de tabletas que le llegaba hasta la mitad del muslo y su blusa blanca de manga corta, afuera hacia algo de frío, así que decidió colocarse el suéter azul de la academia, era de lana y le quedaba algo grande, ya que había sido de Luffy y este se lo había regalado a ella, pero le agradaba el hecho de que fuera un poco mas ancho, así era mas calido, tenia la insignia de la academia en la parte izquierda del pecho bordada con dorado.
Movió el hombro y se fijo que ya no sentía dolor, tomó su mochila satisfecha y bajó las escaleras. Cuando llego al pie de estas miró hacia el living y encontró a Luffy completamente dormido en el sofá, en pijama y con una manta sobre él, su amado sombrero de paja estaba cuidadosamente colocado sobre la mesa de café.
- Luffy-nii - habló Yuki mientras caminaba hacia él - Luffy-nii, despierta - lo movió con cuidado, el chico solo resopló y se dio media vuelta para seguir durmiendo, Yuki suspiro - ¡Luffy-nii, la carne esta caminado! - gritó mientras retrocedía un paso.
- ¿¡Qué!? ¿¡Carne!? ¿¡Dónde!? - gritó mientras se ponía de pie de un salto, vio como su hermana menor se aguantaba el ataque de risa - ¿Era una de tus bromas no? - preguntó mientras hacia un puchero.
- No son bromas, son formas de despertarte - Yuki dejó su mochila en el suelo y empezó a caminar hacia la cocina- ¡Ve a vestirte mientras yo hago el desayuno! - gritó desde la cocina.
- ¿Tú me pusiste el pijama Kawaii-chan? - preguntó el pelinegro mientras entraba en la cocina.
- ¡Claro que no! ¿Es que crees que soy una pervertida? - exclamó la joven mientras se volteaba a verlo - ¿No te lo colocaste tu? - el pelinegro negó con la cabeza mientras se frotaba un ojo y bostezaba.
- ¿Y tampoco me pusiste tu la manta? - preguntó extrañado y con una pose pensativa.
- No, tampoco lo hice yo - la chica se dio vuelta y puso a hervir el agua - De seguro lo hiciste tú antes de dormirte y no te acuerdas - la verdad es que ella no estaba segura de eso, después de todo, al despertar a ella le había pasado lo mismo - Ya olvídalo y vete a vestir, o llegaremos tarde - el pelinegro asintió y salió de una carrera hacia su cuarto.
Después de desayunar ambos salieron rumbo a la escuela, haciendo el mismo recorrido que hacían todos los días, pasando a buscar a Nami y a Sanji, quienes vivian de paso.
- Por favor, intenta que no te castiguen hoy - habló la pelicastaña aprovechando que sus dos amigos estaban distraídos en su propia conversación - Ya sabes que en la tarde tenemos que ir a verlos.
- Tranquila Kawaii-chan, todo estará bien, hoy no me castigaran shishish i- sonrío despreocupado, Yuki suspiró y devolvió su mirada al frente.
Antes de entrar a la academia se detuvo y volteó, otra vez sentía dos miradas sobre ella. Miró a todas partes, pero no logró distinguir a nadie "primero las miradas, y luego eso hoy en la mañana ¿Qué esta pasando?" Pensó mientras corría para alcanzar a sus amigos.
- Luffy-nii ¿Tú trajiste paraguas? - preguntó Yuki mientras caminaba por los pasillos y veía a varios alumnos con un paraguas a cuestas - Yo me olvidé.
- Vaya que eres irresponsable shishishi - dijo el pelinegro mientras mostraba un paraguas negro, la chica sonrío y rodó los ojos, pues él era el menos indicado para decirle eso.
- Buenos días - habló un peliverde mientras sujetaba a la pelicastaña por la cintura y la hacia detenerse.
- Buenos días - la chica le dio un beso en la mejilla, se escuchó una tos al lado de ellos, ambos miraron y vieron como Nami estaba cruzada de brazos.
- Entiendo que se amen y todas esas cursilerías - explicó - Y no es que me moleste, pero uno saluda a todos sus amigos...no solo a su novia.
- Buenos días Nami, buenos días Luffy - dijo Zoro sarcástico y molesto.
- Oye marimo, te faltó alguien - reprochó Sanji molesto.
-Nami dijo que uno saludaba a sus amigos - espetó el peliverde con una sonrisa burlona y dando comienzo a otra típica pelea entre esos extraños amigos.
- Buenos días chicos - un pelinegro apareció por detrás de Luffy junto a una peliazul.
-Nami, Yuki, Luffy, buenos días - habló la peliazul con una sonrisa.
- Hola Usopp, hola Vivi - dijo Luffy mientras saltaba sobre ambos con esa gran sonrisa suya.
- Hola - saludaron las dos jóvenes con la mano y una sonrisa.
- ¿Estos dos ya están peleando? - habló Usopp con una mueca - Pero si todavía no son ni las ocho y media.
- Buenos días guapa - un pelirrojo apareció por la espalda de Yuki y le dio un beso cerca de la comisura de los labios, gesto que no pasó desapercibido frente a dos chicos, quienes detuvieron su pelea al acto.
- Buenos días Kid-kun - habló Yuki seria mientras sacaba el brazo de Kid de su cintura y le daba un golpe con el codo en el estomago - Te pediría que por favor no te sobrepases - agregó con una pequeña sonrisa y colocándose junto a Zoro, quien sólo miraba amenazante al pelirrojo.
En ese momento el timbre sonó, por lo que cada grupo se fue a su respectivo salón.
Cuando los mayores ingresaron a su salón una pelirosada se quedo observando atentamente a Zoro, este solo avanzó hasta su puesto junto al pelinegro, quien le hablaba alegremente.
- ¿A quien miras tanto?- preguntó otra pelirosa a su lado mientras se comía un pedazo de pizza y trataba de seguir la mirada de su nueva compañera.
- ¿Quién es ese? - preguntó la nueva alumna mientras señalaba al peliverde con la cabeza, Bonney siguió la señal de su amiga hasta divisarlo.
- Oh, él es Roronoa Zoro - le dio una mordida a su pizza - No es la persona más inteligente del mundo, ni alguien muy interesante - habló con la boca llena.
- ¡Bonney, dame comida! - gritó un pelinegro mientras saltaba sobre la pelirosa, impidiendo que pudiera seguir explicándole a su amiga.
- ¡Aléjate Muguiwara, esto es mío! - gritó Jewelry mientras lo golpeaba en la cabeza para intentar alejarlo.
Mientras ellos continuaban con su pelea Perona devolvió su vista hacia el marimo, quien estaba con la cabeza sobre su escritorio y dormía como si no hubiera mañana.
- ¡Ustedes dos, ya quédense quietos!- gritó el profesor mientras ingresaba en la sala y los golpeaba a ambos con el libro de clases - A sus puestos, vamos a comenzar.
- Así que aquí estabas - habló Yuki mientras se sentaba junto a Law y dejaba sus cosas.
- Buenos días Yuki-ya - habló el pelinegro bajando su libro y mirando atentamente a la pelicastaña.
- Law-kun, ayer me quede pensando... - esas palabras preocuparon un poco al moreno, pues aún estaba nervioso por lo acontecido el día anterior - ¿Por qué no haces que Chopper-kun estudie aquí también? Lo podrías ver todos los recreos y tendría mas amigos de su edad.
- No lo sé - habló Law algo más relajado por el hecho de que la conversación iba hacia otro lado - me preocupa que le de un ataque nervioso o algo así.
- ¿Y con quien se queda durante el día?
- Mi vecina lo cuida mientras yo no estoy - explicó este con los brazos cruzados y mirando pensativo hacia su mesa - Pero aún así no habla con ella, solo esta quieto y callado.
- Pues yo creo que deberías inscribirlo aquí - la chica soltó una pequeña risa - seria algo muy divertido - tomó su mochila del suelo, pero en cuánto la levanto soltó una pequeña mueca de dolor, se llevó la mano derecha al hombro y se quedó quieta unos instantes.
- ¿Te duele demasiado el hombro? - preguntó Law algo preocupado.
- Ya no tanto, esta mañana no me dolía - le sonrió dulcemente, el chico tenia una expresión seria y preocupada - Tranquilo, no fue tu culpa, si no un descuido mío.
- Claro que fue mi culpa - exclamó este - Yo debí haberte defendido y...- Yuki le puso una mano sobre el brazo.
- No fue tú culpa y punto - habló seria y tranquilizadora, en ese momento el profesor ingreso al salón y comenzó su clase.
Mientras Yuki escuchaba la explicación del profesor desvío su vista hacia la ventana. A las afueras del colegio, detrás de un árbol, pudo distinguir a dos hombres, uno de cabello rubio y otro con el cabello negro, estaban conversando y apuntando de vez en cuando a la escuela, Yuki los observo hasta que ambos se alejaron caminando.
"Ellos...no, no, imposible ¿en que rayos estoy pensando?" Se dijo a si misma preocupada y extrañada, devolvió su vista hacia el profesor. Llevó su mano hacia el collar que Zoro le había regalo, veía al profesor mover los labios, pero de estos no salían palabras "solo debo estar nerviosa por hoy en la tarde...eso debe ser" Sus pensamientos eran lo único que podía oír.
- ¡No te enojes conmigo! - exclamó el pelinegro mientras gritaba a su hermana menor, quien simplemente lo ignoraba y continuaba comiendo su almuerzo - Vamos Kawaii-chan, fue un accidente.
Todos sus amigos miraban la escena, algunos no entendían bien que sucedía, pero preferían no meterse, ya que se podía distinguir a kilómetros que Yuki estaba molesta por alguna razón, y otros simplemente seguían comiendo.
- ¡Yuki, háblame! - gritó Luffy mientras la tiraba de la manga del chaleco- Por favor- imploró con un puchero.
- No puedo creer que me hayas hecho esto - habló Yuki sin mirarlo y con una clara irritación- ¿Qué fue lo único que te pedí esta mañana?
- ¿Qué me vistiera para que no llegáramos tarde? - preguntó el otro de forma inocente.
- No - su voz era cortante y fría- Te pedí que no te metieras en problemas.
- Pero fue culpa de humitos-sensei - reclamó el pelinegro.
- Número uno; es Smoker-sensei, no "humitos-sensei"- habló mientras dejaba su almuerzo a un lado - Y número dos; ¡no puedo creer que me hagas esto! - exclamó muy molesta.
- Lo siento - habló Luffy mientras bajaba la cabeza y ponía puchero.
- ¿Qué tiene de malo que hayan castigado a Luffy? - preguntó Usopp.
- Hoy iríamos a ver a nuestros hermanos - empezó a explicar Yuki ya más calmada y con la vista gachab- pero ahora esta castigado y tendré que ir sola...
- Si quieres te podemos acompañar nosotros - habló Nami mientras la miraba con cariño.
- No...yo...estaré bien, ya no importa - forzó una sonrisa hacia sus amigos - Pero gracias - todos se miraron entre ellos desconfiados, pero decidieron aceptar la decisión de su amiga.
- ¿Ya no estas molesta conmigo? - preguntó Luffy mientras la abrazaba.
- Claro que todavía estoy molesta contigo - habló Yuki con una sonrisa malévola, Luffy la soltó de golpe y se escondió detrás de Zoro, quien era el más cercano a él en ese momento.
Yuki desvío la mirada hacia el parque que quedaba frente a la escuela, nuevamente pudo distinguir dos figuras. Estas al parecer se dieron cuenta de que habían sido descubiertas, porque rápidamente se ocultaron el rostro bajo unos sombreros y empezaron a caminar hacia otra parte, Yuki se les quedo viendo con un rostro extrañado.
- ¿Qué pasa Yuki? - preguntó Zoro mientras la miraba preocupado.
- ¿Eh? - preguntó mientras volvía en si y miraba el rostro de desconcierto que tenia su novio - Oh, nada, solo vi a unas personas en el parque que se me hicieron...familiares - la chica le sonrió, Zoro la miro extrañado y siguió comiendo.
- ¿Qué clase tenemos ahora Yuki-ya? - preguntó Law mientras daba un mordisco a su onigiri, cuando Yuki escuchó esa pregunta casi se atraganto.
- Oh Dios, tenemos deporte, lo olvidé por completo - Yuki se paró de golpe y tomo sus cosas - Tenemos que ir a inscribirte en algo ahora, vamos.
- Yo inscribí a Kid ayer - rió victorioso Usopp.
- ¿Y dónde esta él ahora? - preguntó sarcástica Nami, Usopp miró a su lado y encontró solo un puesto vacío, el pelinegro pego un grito y salió corriendo, todos empezaron a reír.
Law y Yuki se levantaron y comenzaron a caminar hacia el interior de la academia.
- Lo siento Law-kun, es que este día siempre me pone algo distraída y nerviosa - se disculpó la pelicastaña mientras caminaba junto a Law.
- No pasa nada Yuki-ya... ¿Puedo preguntar el por qué? - la chica se tenso un poco y escondió su rostro bajo su flequillo.
- Hoy hace ocho años...fallecieron mis hermanos mayores - la voz de la chica era normal, Law se tenso al escuchar eso, él no sabia que Luffy hubiera tenido mas hermanos y mucho menos que estuvieran muertos.
- Yo... - Law no sabia que decir.
- No te preocupes, no pasa nada - a pesar de que la voz de Yuki sonaba tranquila, su flequillo seguía tapando su rostros. Law se volvió a fijar que detrás de la oreja izquierda de la joven había algo, pero nuevamente seguía estando lo suficientemente tapado por su cabello como para distinguirlo perfectamente, a pesar de eso, ya no tenia dudas, la chica ocultaba algo ahí...
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Hola ¿cómo estan? Espero que bien. Yo estoy ya con pruebas fijadas por la Universidad, pero aqui esta su capítulo quincenal(?
Espero que esten disfrutando de la historia. Desde aqui ya ira empezando a ponerse cada vez mejor y con más y más drama. Dejen sus comentarios por aqui sobre lo que creen que irá pasando o sobre lo que opinan hasta ahora. (Y no olviden recomendar la historia [yo se que quieren hacerlo 7u7] )
Les cuento, supongo que ustedes conocen a J. K. Rowling o a C. S. Lewis o quizás a J. R. R. Tolkien ¿no? Pues ellos tienen algo en común. Sus nombres en claves jeje.
Siempre quise tener uno, pero jamás se me ocurrio algo, hasta ayer. Seguiré con mi usuario normal "elefante_rosa" porque lo amo y empecé con él, pero desde ahora firmare con mi nombre de escritora.
Asi que un beso y nos vemos pronto.
V. T. P. Arda.
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