-Que bien, me alegro de que te hayan ayudado...- dije con una sonrisa.- ¡Ah! Por cierto, Dudú está aquí conmigo también. Y Alice y Orión están dentro.- no sabía si yo tenía ya tan impregnado en mí el olor de Duncan que al tenerlo presente Travis no lo notaba, pero era lo único que se me ocurría para que no advirtiera su presencia allí.

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- Oh, cierto... Buenas.- dijo sin más sonriendo de forma convincente, pero falsa.

- Me alegra saber que al fin has conseguido la libertad.- dije con cortesía.

- Bueno... Ya sabes... Una bestia solo necesita a la persona adecuada a su lavo para volver a ser mansa.- soltó claramente haciendo referencia a mí también.

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 -Venga, chicos. Ahora son compañeros, traten de llevarse bien sin sarcasmos ni cosas así... - les pedí sin perder mi sonrisa.- Ven, Trav, te llevaré dentro para que conozcas la oficina y Orión te pueda decir en qué le puedes ayudar.

Abrí la puerta nuevamente, y entré teniéndolos a ambos de la mano. A la legua se notaba que no estaban de acuerdo ni de agrado con la presencia del otro, pero traté de ignorar eso o serían capaces de lanzarse rayos... bueno, al menos uno de ellos podía.

-Orión, perdona que te moleste otra vez, pero... Travis... ya sabes...

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- Oh, claro.- dijo el albino sonriendo y dejando los papeles a un lado.- Me gustaría preguntarte y hablarte de un par de cosas Travis, si no te importa.

- No, claro... Cuando quieras Orión.- dijo el rubio con bastante calma.

- Entonces ahora mismo... Ven, siéntate y hablaremos.- dijo mi hermano antes de mirar a Belly.- Bell, si no te molesta quiero hablar con Travis a solas... Podéis ir a descansar, beber algo o lo que más os guste.

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Asentí un par de veces y solté la mano de Travis luego de darle un leve apretón.

-Pórtate bien. Y ya sabes qué hacer si me necesitas.- dije en tono de despedida y salí nuevamente con Duncan de la mano.

El ambiente había cambiado mucho desde que había entrado. Al menos, ya no estaba tan cargado y sombrío, pero esa conversación tan necesariamente privada que Orión quería tener con Travis, me dejó con mucha intriga. Aún así, confiaba en ambos y en qué no pasaría nada malo.

-¿No es emocionante, Dudú? En un solo día Trav ha ido solo de la enfermería a la oficina. De seguir así, pronto podrá ir por toda la academia sin necesidad de ayuda.

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- Travis aprende rápido, no me extrañaría que en una semana ya se sepa la academia de memoria y bueno... Si tienes tanta curiosidad podemos saber de qué están hablando Orión y Travis... Podemos conectarnos con Orión para saber qué está viviendo, hablando, escuchando u oliendo...

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-¡Dudú!- hice un puchero frunciendo el ceño.- Eso es de mala educación. Si Orión pidió privacidad, por algo será. -solté un suspiro.- Vale... no lo niego... quisiera saber, pero prefiero darle su espacio. Si alguno de los dos me quiere contar luego, estaría bien.- sonreí y miré a Duncan con complicidad.- Por ahora, ¿me acompañarías a llevarle la última dona a Lion?

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- Claro que sí... Además, hace mucho que no veo a Lion.- dije sonriendo y tomándola de la mano entrelazando nuestros dedos.- Vamos, estoy seguro que Lion estará encantado de verte... Y ama donas, aunque lo que más le gusta es comerlas con alguien más.

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Comencé a caminar con él de la mano. Sentía que era plena nuevamente al tenerlo a mi lado otra vez.

-Bueno... por hoy tendrá que conformarse con comerla solamente. Pero espero que eso lo motive a portarse bien y querer salir. Estoy poniendo mi atención ahora en él, en Víctor y en Iván...

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- Iván es bastante complicado... Pero sé que puedes con él. Víctor es más que nada ayudarlo a distinguir la realidad de la ficción, por último, Lion... Es motivarle hasta que decida seguir con las pastillas... Aunque no será fácil hacer que se tome las pastillas de forma constante.

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-Tranquilo, tengo una idea para Lion y esa constancia. Mis mayores retos son los otros dos, pero tendré paciencia hasta que se me ocurra una forma de hacerlos comportarse como se debe para que puedan salir... -hice una pausa y me quedé pensando.- Dudú... si tú también has perdido el control... ¿has sido encerrado alguna vez en el ala C?

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- No, bueno, no en el ala C. Estuve encerrado solo un par de días en una clínica especializada a la espera de tratamiento, aunque no hizo falta al final. Todos nosotros hemos sido encerrados de alguna manera... Solo Alice ha estado en el ala C.

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-¡¿Alice?!- aquello me tomó por sorpresa.- No esperaba que ella... wow... me alegro que haya salido. Es una chica muy atenta y valiente, además de alegre.- hice una pausa.- ¿Cuándo fue ese encierro tuyo...? Y... ¿cómo te fue en ese lugar...?

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- A mí bien... Dijeron que a pesar de que mi cerebro estaba hecho un caos, tenía una capacidad de volver a la normalidad absoluta en poco tiempo. Mi cabeza se ordena a sí misma, cosas así.- dije sonriendo con tranquilidad.- Alice fue encerrada unos días por un pequeño contratiempo con otra estudiante. Ali tuvo un pequeño ataque de celos hacia una amiga íntima de Orión y prácticamente casi la incinerar viva.

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-Ejejeje... anotado lo de no hacer enojar a Alice...

Llegamos al ala C, cuando entramos, me quedé justo frente a la puerta de la celda de Lion. Saqué de mis sombras la cajita con la dona y miré a Duncan.

-¿Entrarás conmigo o te quedarás aquí...?- sabía que era muy posible que se negara si Lion era capaz de ver el pasado de la gente y Duncan no estaba para nada de acuerdo con el suyo.

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- Entraré, por supuesto.- dije sin problemas. Por mucho que Lion fuera capaz de ver los acontecimientos vividos de los demás, no podía hacerlo si no se lo permitíamos, pues su poder es solo un poder psíquico más.- Vamos, seguro que nos está mirando con carita de cachorrito si es que ha visto la caja.

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-¿Cómo lo adivinaste?- reí levemente mientras abría la puerta de la celda.

Entré con lentitud y una sonrisa cordial y animada. Esperaba que este regalo le hiciera ilusión.

-Hola, Lion. ¿Cómo estás? Traje algo para ti.- le hablé con un tono suave y calmado.

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- Dona... Es una dona... ¿A que sí? ¿A que sí? ¿Me vas a dar una dona? ¿Vais a comer conmigo?- decía ilusionado mientras nos miraba a mí y a Belly como si fueramos las mejores personas del planeta.- No me gusta comer solo, si solo hay una quiero que comamos los tres, por fiiis.

- Lion... Esta dona es para ti porque has sido bueno... Tienes que comértela tú, si no, no será un regalo.- dije sonriendo con mucha calma.

- Pero yo quiero que mi regalo sea comer los tres juntos esa dona. ¿Otra vez estoy siendo un niño malo? ¿Por eso mamá no viene a buscarme?