74

-¿Es esa canción, Dudú?- al verlo en aquel trance, creí que su mente se había ido a otro lado, que lo había perdido por un momento.- Puedo cantarla cuando quieras... la recuerdo de pequeña... es una bella nana...

........

- Si te soy sincero... Siempre me ha gustado creer que era mi madre quien me la cantaba de bebé, antes de que me durmiera, por las noches. Pero solo... Solo la escuché una... Bueno... Dos veces. La primera es uno de mis recuerdos más preciados, la segunda quizás es uno de los recuerdos que más odio.

........

-¿Que más odias...?- el cambio tan radical en su voz me hizo saber que realmente se sentía mal ante ese recuerdo, pero yo quería saber, quería saber todo para luego ayudarlo.- Dime, Dudú... ¿Qué recuerdo es ese? ¿Qué es...?

..........

- El día en el que mis padres me vendieron al ejército.- dije antes de suspirar y recobrar la calma.- Ese día entendí lo que pasaba, porque ya era capaz de percibir mi alrededor, sabía a dónde me llevaban y sabía muy bien las intenciones de mis padres. Cuando llegamos, entré en cólera... Una digna de un niño, pataleando, llorando y gritando aún si mis oídos se resentían.

Lo recordaba tan bien que parecía estarlo reviviendo, ver de nuevo aquellas siluetas, aquellas caras a través de los ojos de mi padre. Ver la bolsa de dinero que mi madre agarró entre sus manos.

- Cuando me cargaron como si fuera un saco y yo ya solo lloraba resignado... Escuché la canción, mi madre la estaba cantando con más felicidad que las otras veces. Estiré mi mano hacia ella, quería alcanzarla, pero nunca la tomó. Dos años después, supe que mi padre había muerto y mi madre se suicidó sabiendo que estaba sola... Al menos eso me dijeron.

........

-Oh, Dios mío... Dudú...- lo abracé, era lo único que podía hacer en ese momento para consolarlo. Apenas podía pensar en algo que decir o hacer que fuera diferente a eso, no había forma, solo mi presencia y mis brazos para rodearlo.- Estoy segura de que ahora estarás mejor, de que tendrás un buen futuro, yo haré lo posible porque sea así...- dije sonriendo aunque las lágrimas atentaban con salir.- ¿Quién te lo dijo?

.........

- Belly... Mírame... Mírame a los ojos, porque quiero que recuerdes lo que te voy a decir ahora mismo.- dije sonriendo suavemente, intentando sacar las palabras adecuadas de mi boca.- Tú y solo tú eres mi futuro... Las cosas mejoraron mucho, tuve y tengo una familia, un hermano idiota... Pero sobre todas las cosas, te tengo a ti conmigo. Fueron los altos mandos los que me anunciaron la muerte de mis padres... Pero no lloré, ni siquiera me puse triste, de hecho, sonreí al enterarme... Ahora sé que no debí reaccionar así, que ante esa noticia debí llorar, rendirme a la tristeza, pero no sabía lo que era eso... Ahora si, sé lo que es perdonar... Y si mis padres no hubieran hecho eso, no te habría conocido.

.........

Como él me pidió, lo miré. Lo miré a esos bellos ojos y la calma volvió a mi cuerpo y corazón como nunca antes. Solo quería quedarme así, a su lado y mirando su belleza interior.

-Estás aprendiendo a ser compasivo, Dudú... y estoy orgullosa de eso... Sé que duele que se hayan ido... porque... por muy malos que fueran, eran tus padres... Si quieres, podemos averiguar dónde están enterrados y que llevarles flores se convierta en una muestra de respeto de ti hacia ellos. Te lo digo porque... yo también estoy feliz de que toda mi vida, por muy dura que fuera... me condujera a ti al final...

..........

- No sé si sería capaz de ir a llevarles flores... Les odié durante mucho tiempo y seguramente... Estaban... Asustados, de mí, de lo que podía llegar a ser. Aunque de ser así, no me hubieran llevado al ejército.- dije confundido, formulando las preguntas de forma inconsciente, aquellas cuestiones que siempre me había planteado.

¿Por qué el ejército? ¿No había más opciones? ¿Era por el dinero? ¿No hubo un solo segundo en el que me quisieran?

.........

-¿Dudú?- al notarlo tan ido nuevamente, me preocupé, pero luego intenté traerlo de vuelta de entre las disyuntivas que su mente formulaba.- Está bien, Dudú, no lo pienses tanto... era solo una propuesta...- dije con una sonrisa y le di un corto beso en sus labios como para resetear su mente.- Vamos, este es un paseo para disfrutar, hagámoslo entonces.

.........

- Tienes razón... No es un paseo si nos quedamos hablando de estas cosas... Vamos... Hay un sitio al que quiero llevarte.- dije sonriendo de nuevo.

La besé suavemente en los labios, después en la frente y sin más, la lleve corriendo a paso medio... pues tampoco quería que nos agotáramos.

Quería llevarla a uno de los lugares más hermosos de la academia, uno al que aún ella no había ido. La llevé por algunos atajos y un puente colgante entre los edificios... El camino más rápido hasta la zona más alta del edificio más alto del lugar. Desde allí podía verse toda la ciudad, nuestra ciudad.

- Bienvenida a las mejores vistas de esta ciudad.- dije cuando estábamos ya frente a la verja de la azotea.- Aquí he pasado días y días, descubriendo el alcance de mi oído...

.........

No podía creer lo impresionante de aquella vista. Toda la ciudad estaba al alcance de mis ojos y se podían ver detalles que era casi mágico. No pude evitar soltar ese tonto sonido de asombro al sonreír por lo que veía.

-¡Esto es hermoso, Dudú!- dije con entusiasmo y lo abracé con cariño.- ¿Cómo sabías que este era un lugar tan bonito? La ciudad es enorme con todo lo que se ve a lo lejos. Casi no parece tener fin...

..........

- Lo sé porque una vez lo vi a través de los ojos de otra persona... Me pareció magnífico, me hizo sentir pequeño e indefenso, pero también tranquilo y sereno.- dije sonriendo ampliamente, propio de una persona de mi edad.- Quería enseñártelo, porque quiero que mis mejores recuerdos sean contigo, quiero enseñártelos y por supuesto deseo que formes parte de ellos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top