- Seeeeh...- dijo en esa voz ronca casi inexistente.

Estaba mucho más aliviado, tanto que incluso se sentó tranquilamente en la cama, esperando saber qué era lo que ella le había preparado, puesto que tenía bastante hambre. Lo único que faltaba para que hubiera sido perfecto. Era que le hubiera agradecido... Aunque no es que tuviera tantos modales como para ello.

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-Me alegro mucho.- sonreí y tomé un banquito de plástico para sentarme frente a él, luego saqué los tappers de mis sombras.- Espero que esto te guste, pero debes ser paciente. Yo te daré la comida, así que trata de no abalanzarte sobre mí, ¿está bien?

Tras decir esto, destapé la comida dejando que su aroma impregnara toda la celda. Esperaba que solo eso ya fuera una alegría para Travis.

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- Huele bien.- dijo abriendo ya la boca queriendo que ella ya le diera la comida.

Se podría decir que la paciencia no era precisamente uno de sus fuertes, pero lo estaba siendo solo por ella. Por la única persona o mejor dicho, la única mujer que lo había tratado como un ser humano.

Como Bell estaba tardando un poco simplemente hizo el típico ruido que haría un niño.

- Aaaaaaaah.- decía ahora exigiendo esa comida.

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Saqué una cuchara de mis sombras y le di la primera cucharada entre risas. A pesar de su edad, sí que se comportaba como un niño pequeño, pero eso me hacía más fácil el hacer que se comportara como debía.

-Come despacio, Travis... la comida no se irá...- casi sonaba como si fuera su mamá, pero que no se hubiera tirado encima mío por querer la comida, me demostró lo mucho que está confiando en mí.

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Travis estaba siendo paciente, sí, pero eso no le impidió casi comerse la cuchara en esa primera vez que ella le daba de comer. Es que... Tenía hambre, mucha, y eso se notaba... Lo que aquellos idiotas le daban de comer no era suficiente para él ni mucho menos.

Nada más engullir la comida simplemente volvió a abrir la boca, quería más... Si era posible, también a Bell... Por su mente solo pasaba un pensamiento.

"Seguro que ella también es sabrosa... Mucho más que la comida."

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A pesar de sus impulsos, continué dándole la comida con lentitud y tranquilidad. Sabía que Orión me observaba desde fuera, pero agradecía que Travis no lo supiera.

Así continué hasta que la comida se terminó. Cerré los tappers y los dejé en mis sombras. Luego le sonreí al rubio con amabilidad.

-Te has portado muy bien, Travis. Eso es genial. Si sigues así, y te comportas mejor, podrás salir de aquí pronto.- eran esperanzas de tiempos largos, pero esperaba que ahora él lograra ser paciente con mis ánimos.- ¿Te ha gustado la comida?

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- Estaba bien.- dijo satisfecho y a gusto por haber comido bien después de tanto tiempo.- Y... No soy ningún perrito.

Lo había notado, casi lo trataba como a un cachorro que no sabe comportarse, y eso no lo permitiría en una chica más joven que él.

- Por cierto... Apestas a Duncan... Estuviste muy cerca de él...

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Iba a reprocharle que no lo estaba tratando como a un perro, pero que debía darse cuenta de que su comportamiento aún no era el mejor que digamos. Sin embargo, cuando mencionó a Duncan, sentí que me estremecí por un momento.

-S-si... estuve hablando con él antes de venir aquí... Fue quien me permitió alimentarte... y lo haré a diario, así que no tendrás que preocuparte más porque vengan los celadores a sedarte... estás bajo mi cuidado ahora.- esta vez, coloqué mi mano sobre su brazo cariñosamente y le sonreí.

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- ¿Sabes? Lo más probable es que sea unas 3 o 4 veces más inteligente que tú... Y creo que me quedo corto.- dijo sonriendo de medio lado antes de hacerla acercar más, todo por el hecho de poder acariciarle la cabeza.

No le diría gracias simplemente porque dicha palabra no estaba en su vocabulario... Pero al menos unas palmaditas en la cabeza podía darle como agradecimiento.

- Si me consiguieras un baño... Te lo agradecería... Y esta vez en palabras.- le susurro al oído.

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Lo miré fijamente ante su petición, eso sería algo difícil, pero tal vez, no imposible. Era una cosa que solo podía esperar para saber qué podía hacer.

-Dame un segundo y consulto si puede ser...- dije para luego voltear a donde estaba Orión.

Con una caligrafía que dejaba bastante que desear, logré escribir con mis sombras un mensaje para Orión, el cual solo decía: "¿Baño?" y le señalé a Travis. Me quedé esperando su respuesta, sabía que no lo escucharía, pero por suerte, él también tenía un poder elemental con el que podría escribir en el aire.

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Orion alzó una ceja y escribió con agua en el aire, además con una caligrafía casi impecable.

"Para eso es la llave que te di, haz que se ponga los grilletes individuales y llévale al baño... Si no quieres verle en pelotas, le acompaño yo."

El mensaje fue largo, pero rápido en alguien con un control como lo tiene el albino.

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Casi me explota el cerebro por lo último que había leído. Miré la llave y lo pensé seriamente, luego lo miré a Travis.

-Puedo hacer que vayas al baño... pero debes saber que no iré yo contigo, sino que te llevará Orión. Al menos te acompañaré hasta la puerta, ¿está bien?- dije comenzando a abrir sus grilletes y liberarlo de las cadenas que lo ataban.

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- Lo que sea... Pero quiero bañarme, la nariz no ayuda en estos momentos...- dijo arrugando la nariz. - Aunque para eso tienes que quitarme esto.

Lo último lo dijo señalando a los grilletes con la lengua.

Por otra parte, fuera de la celda, o6rión no estaba en absoluto sorprendido por ver como Travis hablaba con la menor.

- ¿Quién irá conmigo? Espero que no tu amiguito...

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-Ya te voy a liberar, sé un poco más paciente, por favor.- no era lo que quería, pero debía colocarle al menos unas esposas para sacarlo de la celda, así que, aunque lo liberara de sus grilletes, tuve que inutilizar sus manos nuevamente.- Orión es el presidente del comité disciplinario. Como es un chico... bueno... considero que debe ser mejor que yo... para ayudarte en el baño...- dije sonrojada mientras terminaba de prepararlo para salir.