- No sabes lo feliz que me hace saber que confías en mí.- dije en voz algo baja.- Uo también confío en ti, mucho.

Me estaba entrando algo de sueño al estar con ella de esta forma, acariciando su pelo. Por eso me acomodé un poco más y acabé dejándome dormir. Fue de forma inconsciente, pero poco a poco mi cuerpo se resbalaba y acabé cayendo encima de ella, parando mis mimos a su cabello.

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Al sentir que todo su cuerpo caía sobre mí, inconsciente y dormido, me sonrojé por completo. No me quise mover, para no despertarlo o incomodarlo.

-(Te dije que debías descansar...)- pensé mientras intentaba averiguar cómo salir de ese lío.

Desaparecí lentamente en una sombra, dejándolo acostado sobre la cama y me materialicé justo al lado de esta. Lo cubrí con una manta y me quedé unos minutos mirándolo dormir. Tenía una expresión demasiado calmada y relajada incluso para él. Nunca había visto una expresión tan tierna en él. Dejé un suave beso en su mejilla y me retiré de allí en una sombra. Tenía que buscar a Orión, necesitaba de su autorización para volver a ver a Travis y evitar que para el final del día fueran esas mismas personas las que lo alimentaran.

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Orión estaba justo fuera de la habitación, los había escuchado hablar y simplemente no quiso interrumpir la charla entre Bell y Duncan... Sería un loco de la vida y un idiota, pero no le haría algo tan vergonzoso a su amigo, al menos no en ese momento.

Al ver una sombra salir por debajo de la puerta comenzó a reír con ganas.

- ¿Escapándote cuando se quedó dormido al fin? No pensé que te fueras a escapar de ese modo, Bell... Deberías usar las puertas de vez en cuando.

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Me detuve de la impresión, no pensé que Orión estuviera justo del otro lado de la puerta. Me materialicé que su lado sin mirarlo y sintiendo que mi cara estaba ardiendo.

-Y-yo... solo quería dejarlo dormir... Dijo que no había podido descansar en la noche porque te la pasaste chapoteando... y, bueno... ugh... 

Estaba nerviosa, no quería pensar que había escuchado todo lo que dijimos. Pero, al menos, podía cambiar de tema rápidamente para que no insistiera con eso.

-O-Orión... Duncan ha aceptado que sea parte del comité disciplinario... y me ha encargado la alimentación de Travis... ¿crees que me puedas ayudar con eso? Dentro de poco será la hora de cenar y no quisiera que volvieran a sedarlo para obligarlo a comer...

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- Claro... Te acompañaré hoy y mañana por la mañana podrás ya ir sola, después de todo, los trámites son rápidos y si Dun te acepta, solo me queda darte la bienvenida al comité disciplinario... Soy el presidente, después de todo...- dijo el albino sonriendo ampliamente.- Dejo unas cosas en la habitación y vamos a por la cena de Travis.

Uno o dos minutos después, Orion salió con unas llaves y una banda para el brazo.

- Por norma empezarás como si estuvieras en período de prueba, así que tienes que llevar esto puesto.- dijo dándole la banda.- También te daré las llaves de los grilletes de él... Pero solo cuando estemos ahí dentro.- tras decir aquello, la llevó a la cocina de las habitaciones de las chicas.- Aquí puedes cocinar o pedir que le hagan algo de comer... Cuando esté listo, se lo llevaremos.

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Al ver todas las opciones que tenía para hacerle una cena especial a Travis, me emocioné, probablemente demasiado. Fui directo a la nevera a buscar los ingredientes mientras mi cabello encendía los fogones. Luego mientras yo salteaba, mis mechones picaban y así fue hasta que terminé de hacer una cena cargada de nutrientes y deliciosa a la vez en muy poco tiempo.

Puse la comida en unos tappers y la guardé en mis sombras, allí se mantendría caliente hasta que fuera a ver a Travis. Cuando volteé a Orión, sonreí con entusiasmo.

-Ya lo tengo todo listo, estoy segura de que le gustará lo que le preparé.- hasta yo me sorprendía de lo animada que estaba.

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- Cualquier cosa le gustaría más que la comida que le dan los celadores, de lo que si estoy seguro es de que te agradecerá el que seas tú quien le dé la cena.- dijo Orión sonriendo antes de despegarse del marco de la puerta.- Vamos, Travis debe estar hambriento... Y no te preocupes, daré el aviso de que nadie puede entrar a esa habitación más que tú y a quien tú des permiso. La única forma de que él sea tratado por alguien más es si se escapa... Aunque tú serás la responsable.

Terminada la explicación, fueron hasta el ala C y el albino abrió la puerta dejando que ella entrara primero hasta la habitación del fondo... Donde Travis trataba de rascarse la espalda contra la pared de la celda con algo de dificultad, pues las manos las tenía atadas en corto.

- En fin, adelante.- dijo Orión abriendo la puerta.

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Soltando un largo suspiro, me adentré en la celda y cerré la puerta tras de mí. Sonreí y me acerqué lentamente a Travis volviendo a levantar mi mano al frente para que recibiera mi aroma y me reconociera nuevamente.

-Hola, Travis... vine a verte... como te dije, te traje algo delicioso para comer...- expliqué con una suave voz para no perturbarlo mucho desde el principio.

Sabía que debía estar alterado por como lo trataron cuando me fui, esperaba que eso no lo hubiera hecho pensar que fue culpa mía.

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Travis se giró hacia ella y asintió levemente antes de seguir tratando de rascarse, estaba bastante molesto por ello, no porque ella estuviera de vuelta. De hecho... Volvió a "mirarla" y sonrió ampliamente de forma algo macabra.

Le hizo un leve gesto para que ella se acercara, quería algo de ella y parecía estar claro lo que deseaba que ella hiciera por él.

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Me acerqué y le rasqué por donde consideré que tenía esa molesta comezón que tan nervioso lo tenía. Por suerte se movía él mismo para pasar bajo mi mano, algo que me pareció bastante tierno a pesar de su aspecto.

-¿Mejor?- dije cuando vi que se apartaba de mi mano, me preguntaba hacía cuánto tiempo estaba así, era increíble que ni rascarse por una leve comezón podía él con esos grilletes.