Me quedé pensando que el rubio no llegó a decirme cuál era su comida favorita. Pero esperaba que cualquier cosa le resultara deliciosa en comparación con la comida que le daban en tan mala forma y sin saber cómo dársela.

-Te agradezco por darme esa confianza. No los defraudaré. Pienso que puedo lograr que Travis sea capaz de comportarse y salir de esa celda como alguien responsable. Aunque eso lleve un poco de tiempo... tengo esa esperanza, y ayudaré en lo que sea para lograrlo.- tras decir esto con gran convicción, comencé a comer de lo que Duncan nos había traído.

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- No tienes que agradecerme nada... Recuerda que siempre y para todo tienes nuestro apoyo absoluto. Estoy seguro de que puedes ayudar a Travis a vivir libre y tranquilo entre tanta gente... ¿Por cierto, cuánta experiencia tienes con ciegos?

No pretendía poner en duda su capacidad... Solo quería saber hasta dónde llegaba su experiencia con alguien que en su momento había visto y que en cualquier momento, si llegaba a reinsertarse en la sociedad, podría necesitar un bastón que nunca ha tocado.

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Esa pregunta me tomó por sorpresa. ¿Venía por él? ¿Acaso había hecho algo malo y no me había dado cuenta? Las dudas se comenzaron a acumular en mi cabeza mientras me ponía cada vez más nerviosa.

-Yo... la verdad... Tú fuiste el primer ciego... con el que hablé...- dije con un tono nervioso y entrecortado.- P-pero soy bastante atenta, si estoy haciendo algo mal, solo dime y lo cambiaré. No quisiera pensar que estoy... cometiendo algún fallo... y no me hayas dicho... por compasión...

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- No lo digo por mí, eres muy atenta y el hecho de que me pidieras un bastón para cualquier momento dice mucho.- dije sonriendo.- Lo digo porque Travis es un ciego tardío... Que yo sepa, no tiene ni idea de braille o de usar un bastón.

Se notaba que mis palabras la habían afectado, sobre todo porque suele pensar siempre que es ella la que lo hace mal.

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-Ouh... era eso...- suspiré aliviada y le sonreí al mirarlo.- Puedo aprender braille para enseñarle a Travis. Y bueno, estoy consciente de que, aunque su olfato sea bueno, no es tan certero como tu oído, así que también le enseñaré a usar el bastón.

Me animé un poco más. Al menos sería útil para alguien en ese lugar. Por fin, mi existencia no se basaría en solo destruir cosas, atormentar a la gente con mis sombras o... No, no quería recordar eso... Al menos Duncan no se ve afectado por eso y es lo que más me agrada.

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- Eso seguro que le alegraría mucho, después de todo tendrá que aprender... Por muy bueno que sea mi oído o su olfato... Escribir en tinta es algo que nunca podremos hacer.- dije acomodándome un poco más.- Tampoco podrá volver a ver colores y esas cosas que suelen dar sentido a la vida.

Estaba bastante tranquilo ahora que Bell no estaba a solas con Travis. Pero no podría evitar que ella volviera a esa celda... Estando a solas con alguien como él.

- Yo no hecho de menos esas cosas, ya que nunca las he visto, pero estoy seguro de que él sí las echará de menos.- dije sonriendo de medio lado.

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-Pero... ¿no habías dicho que cuando posees a alguien, puedes ver a través de sus ojos? ¿No puedes ver los colores así? ¿O las formas de las cosas? Como se ven en verdad...

Realmente no comprendía cómo funcionaba el poder de Duncan. Era normal, por muy apegado que estuviera mi poder a mis sentimientos, este tenía un control físico, no mental. Por eso me costaba entender cómo eran los poderes que no se controlaban como el mío. Y, ¿por qué no? Una justificación perfecta para seguir conociendo un poquito más de Duncan.

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- Claro que sí... He visto colores y formas que no entiendo.- dije riendo.- Después de todo, nadie me ha dicho de qué color es nada, ni siquiera sé qué color tiene el cielo.

Sonreí con tranquilidad, no quería que se sintiera mal por ello, ya que nunca he visto necesario ver los colores ni nada parecido.

- Sí que sé leer en tinta, aunque aprendí hace poco... Pero Orión me permite usar sus ojos para leer de vez en cuando.

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-Vaya... eso debe ser confuso para ti... -dije seria, pero luego sonreí.- Aunque, me alegro al menos que puedas contar con Orión para cosas así... se nota que son grandes amigos ustedes dos.

Sonreí tristemente, era extraño ver algo así. Esas amistades de años, esa confianza y complicidad que solo se gana con el tiempo, sí que era lindo tener amigos.

-Duncan...- miré alrededor por si acaso, pero luego reí levemente.- ¿Alice y Orión tienen alguna química? Yo los veo que se llevan... demasiado bien... jijijiji

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- Esos dos llevan en un tira y afloja desde que Alice entró a la academia. Ni siquiera sé cómo logró que Orión aceptara ser su tutor ni nada por el estilo.- dije riéndome.- Si no me equivoco una vez se besaron, pero que yo sepa no salen juntos ni nada parecido... De hecho, Orión es bastante libre de espíritu, no sé si me entiendes.

Por fin alguien que también se daba cuenta de que la llamas y el tsunami deberían estar juntos... No hay duda alguna de que son tal para cual.

- Somos grandes amigos desde hace unos 5 años o así. Cuando nos conocimos yo tenía 12 o 13... Ya ni siquiera me acuerdo bien.- eso sí que fue una verdad a medias, pues me acordaba extremadamente bien de ese día.

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-Jijijiji que lindo. Es muy gracioso como se llevan. Son como una comedia novelada, pero se nota que en el fondo, se quieren mutuamente.

Amor... que sentimiento tan extraño para mí. Si apenas estaba comenzando a descubrir lo que era la amistad por primera vez, ¿llegaría algún día a conocer el amor? Esperaba que sí, y pensando esto, mi corazón comenzó a acelerarse sin sentido. Y peor se puso cuando mi mirada se volvió a encontrar con la imagen de Duncan.