Iris se sentía en total placer al ser secada con tanto cariño. Incluso soltó un sonido de placer leve y fino.

-Fiuuu... eso se siente muy bien...- dijo sonriendo.

-Supongo que ninguno de los dos tuvo una buena infancia... -suspiró, pero luego sonrió.- ¿Sabes? Desde que vine a esta academia, siento que formo una familia a mi alrededor. Tengo un hermano en Travis, una hermana en Alice, un primo pesado en Orión... y así muchos más... Podría pensar en ti como un padre... sería lindo... jijijiji...

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- Me alegra que se sienta bien, Iris.- dije ya retirando la toalla de su pelo.- Ya está, seguro que ahora está mucho mejor... Oh, si alguna vez quieres cortartelo, dímelo, tenemos a una excelente peluquera... Aunque así ya lo tienes hermoso y suave, me gusta mucho el tacto de tu pelo.

- Puedes pensar en mí como más te guste, no es como si fuera a decirte que no lo hagas. Reconozco que me ha hecho un poco feliz que vengas aquí en busca de consejo, pero seguro que lo que más quieres, aunque no sepas el porqué, es estar con esa persona a la que has olvidado.- soltó Jorge sonriendo de forma burlona.- Si es así, tienes que irte o Alice te acabará regañando por tardar demasiado.

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-A mí me gusta el tuyo. Siempre me ha gustado todo lo que brilla o es amarillo. Lástima que mi cabello es rojo y no como el tuyo...- hizo un puchero mientras se acomodaba la melena que le había quedado tras ser secada.

-Me voy por ahora, pero voy a regresar pronto.- me acerqué a él y le dejé un rápido beso en la mejilla.- Gracias por los consejos.- dije antes de alejarme, pues tampoco sabía muy bien cómo se tomaría ese gesto del beso.

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- El rojo es un color muy bonito, es el color de las rosas por excelencia, es el color de los atardeceres y de algo tan peligroso y hermoso como lo es el amor.- dijo Travis sonriendo.- Además, es mi color favorito.

- Meh... Tener hijas para esto.- dijo Jorge sonriendo y sentándose en lo que es su cama.- Bueno, al menos se la notaba mejor que cuando vino... En fin, hora de dormir.

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-¿En serio? ¡Waaaa, que coincidencia! Nos gusta el color del cabello del otro. Jijiji, vaya cosa más curiosa. Ah, gracias por secarme el cabello. Es que siempre me dejaban mojada antes. Nunca tenía una toalla para secarme.

Regresé luego a la zona de preparatoria para encontrarme con Alice. Estaba muy nerviosa de ver a Duncan otra vez al recordar lo mal que se había puesto cuando le pregunté quién era. Pero me armé de valor para ello, así que solo abrí la puerta de mi habitación esperando lo mejor.

-Alice, ya regresé. ¿Estás aquí?

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- Pues sí que es curioso.- dijo Travis riendo suavemente.- Vamos, te llevaré con Shadow, así descansas, además, la comida ya llegó y estoy seguro de que te encantará. Vamos antes de que tu hermano se lo coma todo.- dijo tendiéndole la mano para llevarla a su habitación designada, donde ya había 4 platos esperando, dos de consomé y dos de arroz.

- Estoy terminando en el baño... ¿Viniste caminando, no? Si usaste tus sombras, te juro que te arranco la nariz.- dijo Alice saliendo del baño vestida y secándose el pelo.- Ya estoy, vamos a ver a Dudú y a Orión.

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Iris tomó la mano de Travis con confianza y una sonrisa amplia. Al escuchar hablar de comida, fue muy emocionada afuera, casi arrastra al rubio consigo.

-¡Shadow, deja un poco para mí!- dijo entrando a la celda de golpe, pues su hermano estaba ya comiendo de sus platos.

-¡Menudo susto, Iris! Que no me voy a comer el tuyo. Está ahí, anda, come. Está demasiado bueno.- la chica asintió y casi que fue como un gatito hambriento a comer.

-¡Waaaaa, demasiado rico~!- declaró con una expresión de placer.- ¿En serio comeremos cosas así siempre?

-¡Yiiiiick!- chillé al escuchar su amenaza.- Que no, que vine a pie, lo juro. Demoré más en llegar que en lo que hice... -suspiré y traté de darme ánimos yo misma.- Venga, vamos. Puedo hacerlo.

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- Buen provecho.- dijo Travis sonriendo y sentándose en una esquina algo alejado para que los hermanos pudieran comer tranquilos.- Me alegra que os guste, claro que tendréis comida así todos los días, por las mañanas os la traeré. Incluso podemos desayunar los tres aquí, después iré a clase, vendré a la hora del almuerzo y la cena. Ah, Shadow, ya le dije a Iris, os traeré un botón que se comunicará conmigo. Si necesitáis algo, pulsadlo y vendré lo más pronto posible.

- Vamos anda, oh, ¿conseguiste el zumo? Es para Duncan, le encanta y seguro que se anima un poco cuando le lleves su jugo favorito. Si le ves sonreír, te aseguro que será como ver un ángel.- dijo Alice sonriendo.- Si te olvidaste, podemos ir por el jugo ahora.

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-Efo eftará mu bienf....- dijo aún masticando.

-Shadow, no hables con la boca llena.- replicó la pelirroja, a lo que su hermano tragó para volver a hablar.

-Ah, bueno, que eso sería bueno. No me gustaría estar encerrado aquí dentro y no poder llamar a alguien para ayudar si pasara algo. Puedo hacer que mi cuerpo copie la aleación de esta celda, pero mantenerla en mi piel sobrepasa mi límite, terminaría más lastimado solo de hacerlo que al salir...

-No lo necesitarás. Ya veras que Travis estará para nosotros siempre.- sonríe y se acerca a él ofreciéndole comida de su plato.- ¿No quieres comer un poco también?

-¡Ah! Pensé que sería mejor comprarlo luego para que estuviera frío. No sabía para lo que era... ya veo... que es lo que le gusta a Duncan...- asentí y suspiré.- Venga entonces. Compremos uno de camino a verlos.

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- Tranquila, Iris, deja que tu hermano disfrute, conmigo no hace falta que tengáis modales.- dijo riendo el rubio.- Y, bueno, si hay que salir con urgencia, puedo romper el cristal de la celda, no sería la primera vez que lo hago solo por las ganas de salir. Antes de que Bell llegara, nadie nos atendía. Gracias a ella, ahora no nos falta absolutamente nada.

- Iremos a comprarlo, no hay que apresurarse, Duncan y Orión no saldrán de su habitación más por hoy... Seguro que están algo cansados por el traqueteo de la misión.- dijo Alice sonriendo y llevando a Bell.- Seguro que Orión ya tomó sus pastillas, así que estará más tranquilo de lo normal.

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-Parece que esa chica Bell es la que puso de pie este lugar.- comentó Shadow con una media sonrisa.- Eso es bueno, solo quiero saber qué debemos hacer para no estar dentro de estas malditas celdas el resto de muestras vidas.

-Me dijo Travis que si nos portamos bien con nuestros poderes y tomamos unos medicamentos, podremos salir de aquí como él lo hizo antes. ¿No es así, Travis?

-Solo espero que esté tranquilo... ¿Me puedes contar más cosas de Duncan? Me gustaría saber qué mas le gusta...- pregunté mientras nos acercábamos a la máquina expendedora.