-Con estás será suficiente. Jajajajajaja, Travis, te ves muy bien con esa corona de flores.- dijo Iris y miró a su hermano.- ¿Eh? Shadow, ¿no te pondrás la tuya?- dejó el ramo en las manos de Travis y le puso la corona a su hermano.

-E-eh... Iris...- dijo incómodo y bastante sonrojado.- G-gracias...- podía ser muy rudo y serio, pero se derretía por su hermana.

-Todos somos humanos, Duncan. Nos equivocamos porque no somos perfectos... Haber perdido mis recuerdos, aunque me lo niegues, fue mi culpa... así que esta es mi forma de enmendar lo que hice... Y... porque quiero conocerte... saber por qué tampoco me abandonaste...

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- Jejejeje, ese es el hermanito mayor.- dijo Travis sonriendo algo jocoso.- Bueno, pequeñaja, hoy hay helado en la cafetería, podemos ir a buscar uno para cada uno antes de seguir viendo el sitio, hay muchos lugares, también os diré dónde está la sala del comité donde todos suelen estar. Allí podéis ir siempre que os pase algo malo cuando salgáis totalmente libres.

- Puede que te suene raro, ya que no me recuerdas, pero no te abandoné porque te amo.- dije sonriendo.- Para mí es imposible vivir sin ti, eres lo que más quiero, amo y necesito.

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-Tsk, calla...- susurró Shadow ante el comentario de Travis.

-Entonces vamos. Me gustaría probar eso. No sé qué es.- Iris tomó las manos de Travis por las muñecas y tiró de él para que se levantara.- Shadow, puedes cuidarme las flores mientras tanto.- dijo dándole el ramito.

Shadow lo tomó e hizo de su mano derecha un jarrón con un poco de agua. Luego puso las flores dentro.

-Venga, Travis, quiero probar el helado.- decía emocionada ella aún tirando de él.

-Vaya... debí hacer mucho para que pienses así de mí... Espero poder sentir lo mismo por ti otra vez... Dime... ¿qué hay en mi mente...? ¿Es que acaso está vacía de ti...? Yo... solo siento que tengo como... imágenes muy borrosas... o palabras que me confunden... Incluso hay una cosa que cuando desperté... recordé... pero no sé de dónde o si fue un sueño...

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- Por supuesto, comeremos uno bien rico. ¿Qué frutas os gustan? Todos los helados son de nata, pero hay varios sabores de sirope, hasta de plátano.- dijo el rubio levantándose y yendo con Iris tranquilamente.- No te alejes mucho, Shadow, la academia es un laberinto si no se conoce.

- No fue ningún sueño, esas imágenes son reales y provienen de recuerdos tuyos, pero no es que pueda analizarlas del todo... Lo que sí puedo decirte es que la del jardín y toda esa gente del ala C fue el día de campo, acabó en un pequeño accidente, pero fue bastante divertido. Pero sí, en tu mente no hay ni un solo recuerdo mío del pasado y no me atrevo a conectar tu mente con la mía. No te gusta mucho estar dentro de mí mente.

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-Frutas.... no tengo idea de cómo saben. Creo que lo voy a averiguar ahora, jajaja...- dijo Iris un poco apenada.

-Probarás cosas ricas aquí, como la comida de ayer. Ya veras, fosforito.- Shadow le acarició la cabeza.

Iris no soltaba la mano de Travis en ningún momento a pesar de estar caminando junto a su hermano también, cosa que para el pelirrojo no pasó desapercibido.

-Recuerdo algo así... que Travis se salió de control por algo... Y Noel se puso mal... y luego... alguien... alguien pedía ayuda...- una gota de agua me cayó en la frente, lo que me hizo levantar la mirada y descubrir las oscuras nubes que tapaban el cielo.- Oh...

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- Te recomiendo las fresas, a mí me gustan bastante, el plátano también me gusta y el chocolate... Aunque puedes elegir el que quieras. El plátano por ejemplo es amarillo y el sirope también es amarillo. Creo que te gustará.

- ¿Va a llover? Espero que no demasiado fuerte.- dije algo preocupado.- La lluvia me desorienta, ya que hace demasiado ruido para mí. Si llueve fuerte, seré ciego y sordo en cuestión de segundos.- saqué de mi bolsillo los tapones para los oídos.- Esto es para que el ruido no me moleste, anulan todo sonido a mi alrededor, así que la lluvia no me hará daño, pero tampoco podré escucharte a ti.

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-¿Fresas? ¿Plátano? Waaaa lo quiero probar todo.- dijo emocionada.- Travis, pasemos un momento por el ala C. Quiero dejar allí las flores para que no se estropeen... ¿puede ser?

-Eso sería muy bueno, es una molestia tener que hacer de mi mano un jarrón todo el día...- agregó Shadow con una expresión neutral.

-Duncan... será mejor que nos vayamos...- dicho eso, comenzó a llover con un poco más de fuerza hasta que casi parecía que a nuestro alrededor había una cortina gruesa de agua.- ¿D-Duncan? ¿Estás bien...?- mi cabello comenzó a cubrirme de la lluvia por reflejo, pero era tanta que mi ropa estaba empapada en poco tiempo.

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- Puedes pedir uno y yo pido otro, incluso Shadow. Los tres pueden ser diferentes y puedes probar de los tres, nos darán una cucharita pequeña para que sea más cómodo comerlos.- dijo el rubio justo antes de evitar que Iris chocara con Alice.- Ali, justo a tiempo, ¿puedes llevar estas flores a la habitación de Iris Y Shadow? Los voy a llevar a la cafetería, a por helado.

- Claro.- dijo Alice sonriendo dulcemente.- Iris, ¿me dejas llevar a mí las flores o prefieres llevarlas tú? Yo te prometo que las pondré en agua en la mesita de al lado de tu cama.

- En realidad... No mucho.- dije a su mente mientras me ponía los tapones.- Ya llueve bastante fuerte y si me dejo los oídos al descubierto comenzarán a doler. Por cierto, tampoco puedo viajar en tus sombras y no puedes usarlas todavía. Podemos meternos en alguna cafetería para refugiarnos de la lluvia, si te parece bien... O tendrás que guiarme hasta la academia, si no es mucha molestia.

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-¿Tú eres...? Ah, eres la chica de fuego. La que se quedó con Bell en la enfermería.- asintió repetidas veces y tomó las flores dándoselas a la otra chica.- Cuida de ellas, por favor. Quiero que estén entre nuestras camas... ¿puede ser...?

-Ay, fosforito...- por un momento, Shadow se relajó por un momento de ternura y acarició a su hermana en la cabeza.

-¿Eh?- me sorprendió escucharlo en mi mente, pero se sentía como si también fuera costumbre hacerlo.- Por supuesto que no es molestia, lo necesitas.- lo tomé de la mano e iba a regresar a donde habíamos comprado la comida, pero justo estaban cerrando por la fuerte lluvia.- Ay, no... ¿qué hago...? Será mejor regresar...- comencé a caminar lentamente, tampoco quería tener un accidente y ya estábamos empapados como para correr.