Sospechas| 02

(Azael)

—Huele horrible. —Se queja Lilith. —Tu no mencionaste esto.

—No pensé que fuera necesario decir lo que es obvio.

Apenas habían pasado unas horas desde que conocí a Lilith y oficialmente es la persona más desesperada, impulsiva y molesta que conozco. Tiene 19 años, pero actúa como si fuera una niña pequeña.

En vez de criticarla, me centraré en la escena que tenemos enfrente.

Hay patrullas rodeando el edificio, también periodistas locos que intentan obtener información, o fotos del homicidio, sin embargo, no podrían tenerlas. Información tenemos muy poca y fotos...Ni siquiera hay un cadáver para fotografiar.

El cuerpo de Angeline nunca apareció.

Al menos, eso me contaron hace unas horas, cuando empezaba la investigación.

El interior del edificio es bastante espacioso y luminoso. La decoración es una mezcla de estilo moderno y futurista; los manteles de las mesas son tonos grises con negro.

Ni siquiera parece que alguien falleció aquí.

—¿Y la sangre? ¿Dónde queda lo emocionante? —El tono de Lilith refleja aburrimiento y, como siempre: desesperación.

—Lilith, contrólate y ten un poco de respeto. No es un juego, es una investigación.

—Lo que sea.

—No, no es "Lo que sea", es un caso de asesinato, Lilith. Un alma que fue privada de su derecho a vivir. No es un juego.

La expresión de Lilith se suavizó, entendiendo mi molestia. Pero aún está ese brillo juguetón en sus ojos azules.

—Tienes razón, discúlpame.

Aunque Lilith parece haberse calmado, yo sé que no será la última vez que tratará esto como un juego. Y, sinceramente, no estoy seguro de cuánto tiempo puedo soportarlo

—Bien, te explico lo sucedido. El día...

—¿Estás seguro de que estamos en el lugar correcto? La decoración es similar a la de un salón de bodas. —Me interrumpe.

—A eso voy, no me interrumpas. — Dije entre dientes con un leve matiz de irritación en mi voz. —¿Sabes lo que es la Gala estelar?

—Un evento.

—No me digas.

—Si te digo.

Ruedo los ojos ante su persistente sarcasmo. Esta chica no se calla ni una.

—La Gala estelar es un evento que se lleva a cabo todos los años en celebración del cumpleaños del presidente. En esta, asisten celebridades, presidentes, gobernadores. Todo tipo de persona importante.

—¿Y yo que tengo que ver en eso?

Otra vez, me interrumpe. Estoy cansado de Lilith, solo la soporto porque es mi jefa, no es por deseo propio.

—Cállate. —Le ordeno. —En este evento sucedió el homicidio. Pero, no aquí, en el baño.

—¿En el baño? Eso es...antihigiénico. —Hace una mueca de desagrado.
—Eso no importa, Lilith. —suspiro. —No sabemos dónde está el cuerpo. Sabemos que ocurrió un homicidio por la cantidad de sangre que había en el baño. Además del disco y navaja que encontramos, pero eso ya te lo mencioné. Lo más raro es que había varios agentes de la OSS cuidando el perímetro, tanto afuera como adentro.

Eso es de las cosas que más me confunden. Con tanto personal de seguridad, ¿Cómo fue posible que ocurriera? Tal vez el asesino fue muy bueno con su fachada, o, ellos muy idiotas.

Lilith tiene el ceño fruncido, está pensando en algo, no sé qué es, pero ya me preocupa. Todo lo que tenga que ver con ella, significan dos cosas; Estupidez y peligro. Sus ideas nunca han sido prudentes según lo que eh escuchado.

—¿Por qué me llamas por mi nombre? —Hace un mohín. — Suena feo.

—Eres mi jefa, debo respetarte.

—No me importa. Ponme un apodo. —Sigue con su mohín.

Otra vez, nos estamos desviando.

¿Un apodo? Nunca eh llamado a alguien por un sobrenombre.

Ni siquiera permito que se acerquen más de dos metros a mí, por ello, no le hablo a nadie.

—Novata.

—Te escucho, robot. —Me da una sonrisa pícara, esperando una reacción.

—¿Por qué robot?

—Eh visto a un pedazo de hielo con más emociones que tú.

Diariamente eh pensado la idea de aventarme de un puente, pero hoy rompí récord con la cantidad de veces que realmente lo consideré.

—Sigamos con la investigación. —Insisto, estoy jodidamente cansado y no solo a nivel físico. —Tenemos tres sospechosos.

—¿Tan rápido? Dijiste que casi no hay información. —Frunce el ceño, confundida.

—Angeline era esposa de Bastián, el hermano del presidente. —Explico. —Le fue infiel con el presidente durante un tiempo. Bastián no mostró ni la más mínima tristeza, sorpresa o remordimiento hacia la muerte de Angeline. Lo que lo convirtió en un sospechoso.

—Tal vez Bastián todavía no procesaba la situación. —Responde a la defensiva. —No sé tú, pero yo al menos no creo que un hombre se atreva a hacerle daño a la mujer que en algún momento fue el centro de su mundo.

—Alguien que está enojado es capaz de lo que sea, Novata. Incluso sin estarlo, cualquier persona es capaz de todo. Jamás vamos a terminar de conocer la mente de alguien. Cuando entiendas eso, te ahorrarás muchas cosas.

Lilith parece estar pensando en mis palabras, quizás me cuestiona de manera interna.

—Auch...—Finge dolor, llevándose una mano al pecho. —Bueno, tu eres el profesional, pero a veces el maestro también aprende del alumno.

—Supongo, aunque en este caso, esa alumna...No tiene la mente de un manipulador. No sé como has llegado hasta aquí con esa mentalidad. Te aconsejo que pienses con la cabeza y no con tus ilusiones ficticias. —Nos miramos a los ojos, cada rastro de travesura en ella se esfumó de repente. —El que vive de ilusiones, muere de decepciones.

—Dime, robot, ¿Qué te hace pensar así? ¿Se te perdió tu mantita favorita de niño? 

—Por suerte, lo que se perdió fueron mis ganas de reír y no mi mantita. Gracias por tu preocupación hacia ella.

—Veamos que es peor; Yo comencé a molestarte y tu seguiste en vez de ignorarme. Muy poco profesional.

—Lo único que a demostrado tener muy poco profesionalismo, eres tú, Novata. Intento incluirte en la investigación y no me escuchas.

—Te estoy escuchando.

—Me escuchas para responder, no para entender.

Se cruza de brazos, enojada, aunque parece haber entendido la situación.

—¿Quiénes son los demás sospechosos?

—El presidente y Arlette. El presidente es sospechoso porque mostró nervios en el interrogatorio y Arlette desapareció un tiempo considerable durante el evento.

—Por lo que veo, sospechas de personas internas. ¿Por qué no tomas en cuenta alguien del exterior?

—Angeline no se relacionaba con cualquiera, no tenia amigos o familiares cercanos, por lo que veo imposible que tuviera enemigos. Además, como te dije anteriormente, había mucho personal de seguridad cuidando el área, tanto adentro como afuera. No detectaron ninguna anomalía afuera.

—¿Quizás otra actriz celosa o algún fan loco?

—Podría ser, aunque dudo de ello.

Sacamos conclusiones durante un buen tiempo, algunas me parecían posibles, otras no tanto. Decidimos interrogar a un mesero que nos miraba fijamente.

Lo llevamos a una habitación vacía.

El plan era interrogarlo sin hacer alboroto, sin embargo, Lilith insistió en que era necesario usar la fuerza, así que al final; lo atamos a una silla.

—¡Confiesa! —Grita Lilith.

Prefiero quedarme callado y dejar que pase lo que tenga que pasar.

—¿Qué confieso? —pregunta el hombre con voz tensa.

Sabe algo.

—No sé, no tuve tiempo de planear mis diálogos para esto.

—¿Planeas lo que dices? —Me meto en la plática. No pensaba hacerlo, pero...¿Alguien que planea lo que dice? Eso es rarito.

—A veces imagino escenarios y pienso en lo que pueda responder.

—Eso es un trastorno.

Lilith rueda los ojos y dirige su atención al mesero de nuevo.

—Bien, ya tuviste bastante tiempo para pensar en excusas. Para tu mala suerte, yo las pensé primero.

—No puedes saber lo que pienso. —Responde indignado.

—Claro que puedo. Te diré en lo que piensas. Piensa un número.

—Ya pensé en uno.

—Nueve.

—Uno.

Lilith sonríe incómoda.

Suelto un suspiro pesado. Esto es ridículo. Desde hace horas hacemos todo, menos concentramos en el caso.

—Escucha, si no nos dices lo que queremos. Te meto a la cárcel. —Amenazo.

No puedo meter a nadie tras las rejas, veo más probable que me arresten a mi.

Los hombros y espalda del hombre se tensan, está nervioso.

—Me...pagaron por poner polonio a su bebida.

¿Polonio? Es de los venenos más difíciles de identificar porque este no posee olor, ni sabor.

Pero eso no la mató.

—Tendremos que llevarlo al interrogatorio de la OSS, Novata.

—¡Por fin, algo emocionante!

Sea quien sea el criminal, es un jodido experto.

No creo que esto lo haya hecho una sola persona. Tiene cómplices.

Pero, ¿Qué caso tenía matar a Angeline? Ella no era más que una actriz.

No tenía importancia.

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