Clint no respeto mucho los señalamientos considerando que su compañera estaba herida. Tampoco le importó entrar por la puerta de atrás, entró por la principal causando todas las miradas. Vio a Steve sentado en el sillón, Bucky en la silla a unos pasos, pero había visto para otro lado antes de ver la mirada de Steve de desaprovación convertirse en una de sorpresa.

—¿Qué te pasó? —El capitán demandó una respuesta mientras brincaba desde su asiento. Su mirada se dirigía a los raspones que tenías en la cara por los cristales rotos. Los ojos de Bucky fueron directo a tu hombro.

—Te dispararon. —Dijo suavemente Bucky, sus manos estaban enrolladas en los brazos de la silla que la madera comenzaba a crujir por la fuerza del metal.

Los ojos de Steve se conectaron con los tuyos y todo el movimiento comenzó. Steve te llevó a la cocina ignorando las miradas inquisitivas de Sam, Scott y Wanda que estaban terminando de cenar. Clint fue al closet donde guardaban todo el suplemento de medicamentos. Bucky iba detrás de ustedes, vigilando todo lo que pasaba mientras su mejor amigo te sentaba en la barra y gentilmente comenzaba a quitar tu chaqueta.

—No está tan mal. —Trataste de asegurar, pero Steve no te creía. Miraste a Bucky en busca de ayuda, pero no hizo ningun movimiento para calmar a su amigo, solo cruzó sus brazos desafiante.

—La bala salió. —Steve murmuró para él mientras Clint llegaba con las cosas. Tomó las tijeras y cortó tu playera, te quejaste porque amabas esa playera. Comenzó a limpiar la herida y encontraste tu ojos pegados a los azules de Bucky tratando de olvidar el dolor.

Clint olvidó que serías tú quien explicaría y coemzó a decirles al resto del equipo lo que había pasado. Steve seguía ocupándose de tu hombro.

—Puedo hackear las cámaras de la ciudad. —Scott se ofreció. —Para ver si podemos ver a nuestro chico malo.  —Steve asintió y Scott fue de inmediato a su laptop.

—¿Dijiste que había una X en tu carro? —Bucky habló por primera vez. Tú asentiste. —No me suena familiar. —Admitió con frustración. Tenía tantos espacios en blanco en su memoria que no estaba seguro si esa X debía de significar algo.

—Lo averiguaremos, Bucky. —Steve dijo mientras terminaba de curar y vendar la herida haciéndose para atrás.

—Al menos no volvimos con las manos vacías. —Clint suspiró, sacando el expediente que Sharon les había dado. Steve solo lo miró y fue Sam quien lo tomó mientras se iba a su cuarto. Wanda, cansada de la tensión de la cocina también se fue a su cuarto.

—Descansa. —Steve te dijo, su expresión mostraba enojo. Estaba preocupado. —Hablaremos de esto mañana. —Le diste una sonrisa.

—Si papá. —Esa no sería una plática agradable.

Regresando con Clint, Steve palmeó su hombro mientras lo llevaba a la sala para hablar más cómodamente acerca de lo que había pasado. El Capitán no dejaría a nadie ir por su cuenta. Además necesitaba detalles.

Brincaste para bajarte de la barra, ibas a tomar un vaso pero tu brazo dolía. Viendote retroceder, Bucky gentilmente se acercó a ti y del cabinete sacó el vaso que querías y la botella de aspirinas.

—Gracias. —Murmuraste sintiendote cansada. La adrenalina estaba abandonando tu sistema y tu cuerpo no lo estaba disfrutando.

—Deberías dormir. —Dijo suavemente, su cabello cayó sobre su cara evitando que lo vieras. Asentiste, dormir era una hermosa idea. —¿Necesitas ayuda? Para ir a tu cuarto o con tu... —volteó a ver tu playera rota. Sus nervios te sorprendieron.

—Creo que Wanda podría ayudarme, además, mi playera no importa más, solo quiero dormir.— Dijiste. —Pero gracias. —Añadiste mientras sacudías un poco su brazo. Bucky te dio media sonrisa.

Y estabas en lo correcto, en el minuto que tocaste la almohada te quedaste dormida.