Yoongi mentiría de manera descarada si afirmaba que no se sintió excitado con la carta, su corazón palpitaba de forma apresurada pues le emocionaba saber todo aquello de su mentor. 

Quería que su encuentro llegara muy pronto y esa era la razón de su desconcentración en clase, pues su mente cavilaba mil escenarios que lo hacían volar lejos del instituto, lo malo de aquello era que las pruebas se acercaban lentamente y el pálido no le había puesto nada de atención a las madres y monjas del lugar. Pensó que estaba perdido y que su madre lo iba a castigar severamente, pero como siempre, Hoseok lo ayudó a prepararse de forma adecuada para las revisiones. 

Impecable. Así resultó, y apenas las tortuosas horas de estudio se vieron lejos, Yoongi pudo retomar las visitas a su maestro.