Jimin mantuvo el poema entre sus manos durante varios segundos, pensando en la belleza de las palabras escritas por Yoongi y es que la habilidad con la que su niño plasmaba sus ideas le quitaba el aliento. 

Leer los poemas de Yoongi era como transportarse a otra dimensión e la cual cada letra se marcaba en el torso de Jimin.

Impresionante

Entonces, tras un largo periodo en el cual la mente del mayor divagó entre su creatividad y los recuerdos de sus encuentros, se encerró en una habitación y comenzó a pintar sobre un lienzo vacío que había preparado momentos antes. 

Pasó así la tarde entera mientras se concentraba en su creación. Al finalizar a altas horas de la noche, satisfecho, encendió una pipa y bebió whisky.