Aquella noche el pelinegro llegó a su casa y tomó un baño, después de seguir un corto ritual de cuidado personal se sentó frente al escritorio y con paciencia escribió un poema, tardó al rededor de 3 horas en tener algo un tanto concreto.

  "La ciudad no existe
salvo allí donde un árbol de pelo negro
se remonta como una mujer ahogada hasta el cielo encendido.
La ciudad está en silencio. La noche bulle con once estrellas.
¡Oh, noche estrellada! Así quisiera
yo morir.

Se mueve. Todas están vivas.
Hasta la luna se hincha
en sus grilletes anaranjados
para apartar a los niños, como un dios, de su ojo.

La vieja serpiente invisible engulle las estrellas.
¡Oh, noche estrellada!
Así quisiera yo morir:

bajo la impetuosa bestia del nocturno manto,
succionada por ese dragón inmenso, para separarme
de mi vida sin bandera,
sin vientre,
sin llanto".  

Tras mirar lo que escribió sonrió, sabía que a su hyung le gustaría mucho aquello, bostezando miró su reloj de pared 01:34 AM, asustado por la hora se recostó de inmediato, primero porque no quería recibir ningún regaño de su madre y segundo porque al día siguiente iría temprano a visitar a su mentor.

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el poema es de Anne Sexton y se llama "La noche estrellada"