Dia 17: Perfiles (¡¡¡La gorda!!!)
La mañana fue un desastre, no solo era el hecho de perder el bus y subirse al primero que pasara llevándolo a un lugar estupidamente raro. Solo quería ir a su show de comedia y acabo frente a una tortuga cabezona de lentes, voladora. Seguro el problema de estar viendo esa cosa horrorosa es la sopa de la mañana, juraba que solo sería un pedo en el bus pero ahora estaba alucinando, jamás volvería a comprar comida en rebaja del mercado negro. Aun no había aprendido de la ultima vez cuando quiso comprar incienso compró mariguana y terminó bailando el gagnam style en la plaza y en pelotas.
—Acaricia mi panza por tres deseos —. Dijo repentinamente cuando llegué a la roca en que estaba sentado.
—¿Qué? ¡No! Quiero irme a casa ¿Dónde pasa el bus?
—Toca mi panza por dos deseos.
—¿No eran tres? —. Rasqué mi trasero y lo vi frunciendo el ceño.
—Dos o nada
—Tres
—Dos, un chango, una loca y una rascada de panza
—Dos, un chango, que me digas donde pasa el bus y un churro español.
—Uno, un mamey, una rascada de panza y dos churros españoles.
—Uno y unas baras de incienso del mercado negro
—Trato —. Le pasé el incienso y lo encendió preguntado mi deseo
—Quiero que toda la audiencia me ame —. Tome dos tragos de whisky y el tercero lo escupió sobre mi.
—Concedido.
—Tortuga... —. Estaba por responderle cuando vi una multitud correr hacia mi y patitas para qué las quiero, le quité el incienso de mariguana y corrí.
Una gorda en tacones me estaba alcanzando cuando sentí que todo estaba negro, toqué mi cara y quité lo que me estorbaba. Un sostén copa CCC a lunares. Grité y lo boté corriendo más rápido. Solo tenia un cuaderno con chistes malos para mi show y mi pies que comenzaban a cansarse, me rugió la panza y sabía que era la sopa otra vez, un trueno, tronó y la gorda cayó patas arriba del tufo, aproveché para saltar a un charco y esconderme.
Cómo un charco puede ser tan hondo, chapaleaba y me movía intentando no ahogarme, <<¡Me ahogo! ¡Auxilio!>> sentí que alguien me agarró y abrí los ojos <<iLA GORDA!>> quise soltarme y caí otra vez al charco y abrí los ojos.
—¡GORDAAAA!
—¡¿Cuál gorda si estoy a dieta?! ¡Despierta mejor! Ya es tu turno
—¿Gorda?
—Tu abuela, ya desierta. Vas.
—¿Voy? —. Todo fue un sueño, ¡ah! Solo fue un sueño, me levanté y agarré mi cuaderno.
Vi la silla y ahí estaba ¡El sostén triple C! Vi a mi alrededor y corrí.
—¡No me atraparás gorda! —. Y me fui a buscar a esa maldita tortuga, ella me quitaría esta gorda de encima.
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