-Irás a mi casa a enseñarme química, me imagino.

Ruedo los ojos por tercera vez. Si para Michael aprobar sólo una vez química en el semestre significa poder ser tutora está bastante equivocado. Le doy un mordiscos mi muffin con nutella, que por cierto, es una delicia. No quiero pasarme la tarde estudiando con Mike la tabla periódica o los números másicos de cada elemento, pero a la vez quiero estar con él en su habitación, oyendo a Vicky en la cocina o hablando por teléfono mientras los pequeñines de Alessandra y Kevin juegan en los pasillos.

-¿Sabes lo que yo quiero?- le pregunto.

Él me observa con la mirada perdida y despistada. Seguro está maquinando ideas en su mente por el gesto de su boca hacia un lado, en forma de mueca. O quizá porque está arrugando el ceño. Escondo una sonrisa y rompo el contacto visual.

-No- responde y suspiro.

-Quiero ir a las juntas, Mike.

Listo. Lo confesé. Hace tanto tiempo que no vamos. Extraño encontrarme con Michael en la parada del autobús para dirigirnos al metro los dos juntos, para después estar cuatro horas sentados en el césped de una plaza cercana. En cómo a veces nos daba hambre y reuníamos algo de dinero para comprar una pizza familiar en Pizza Hut que estaba en frente. Extraño tanto darle las felicitaciones a esas personas que habían superado sus problemas, como Dan cuando dejó de fumar, cuando Jane paró de autolesionarse. Cuando Louis nos daba consejos a todos, diciéndonos que todo se puede superar pero que siempre tenemos que poner nuestra parte.

Le echo un vistazo a su reacción. Está serio. Pero sus facciones están duras y marcadas, cómo sí la ira le estuviera atravesando los huesos. Primero me asusto, al ver que su mano se posa en su nuca y toma la porción de cabello que le crece ahí. Luego suelta con fuerza. Esconde sus manos dentro de las mangas de su jersey y se humedece la boca.

-No tienes porqué enojarte. Estás exagerando demasiado.

No me responde. Está demasiado concentrado en sus propios pensamientos, clavando sus pupilas en un punto bajo de la mesa en la qué estamos sentados. pasan unos cinco minutos de un silencio que no es tan incómodo, ya que en la cafetería hay demasiado movimiento. Juego con mis manos que sudan por los nervios, esperando un gesto, una expresión. Algo.

-No estoy enojado. Estoy muy, muy, pero muy confundido.- musita en voz baja y ronca. -Nosotros ya no necesitamos ir allí, Valen.

Ahora soy yo la que no articula palabra. Siento que mi voz se queda sumergida en lo bajo de mi esófago y eso me consecuencia un gran nudo en la garganta. Se me olvida como hablar y pensar por unos segundos, pero logro sacudir la cabeza para re ordenar mis neuronas, que en estos momentos están saltando y uniéndose unas con otras dentro de mi cabeza, haciendo que me palpite la sien.

-No entiendo lo que me quieres decir- susurro en un tono casi inaudible. Me paso un mechón detrás de la oreja y coloco mis manos dentro de mi suéter, ya que una brisa congelada de viento me ha puesto los pelos de punta al pasar cerca de mí.

-Es simple, Valentina.- no me gusta que me llame por mi nombre completo cuando está enojado, porque suena como si me estuviera regañando. -Nosotros ya no necesitamos ir allí.

-¿Qué significa eso de que "nosotros ya no necesitamos ir allí"?

Bota el aire contenido en los pulmones con exageración. Levanta las cejas evaluándome. Ugh, no me gustan ese tipo de miradas de "eres-retrasada-o-qué".

-Valu, escúchame- echa su cuerpo hacia adelante, con la intención de quedar más cerca de mi rostro y eso hace que la sangre en mi cara se caliente. -. Tú y yo ya no tenemos problemas que solucionar. Las juntas son para gente con problemas. Tú y yo no los tenemos ahora. Así que no tenemos que ir.

-Pero quiero ir- insisto en tono más alto. Esto me está sacando de quicio. ¿Acaso perdió la cabeza o qué? ¿Ahora cree que ir a las juntas es una perdida de tiempo?

-Pero yo no. Punto final.

Tomo mi mochila y me la acomodo al hombro, al mismo tiempo que me levanto de mi asiento y me apresuro en salir de ahí, con las respuestas de Michael volando en mi propia atmósfera y con la decepción en un 100%.

Está nevando afuera y hace frío, y mi cuerpo sólo está cubierto por un jersey y un suéter muy delgado. La tela es tan fina que cuando la nieve cae sobre mi piel, se derrite con rapidez y me moja la prenda. Los dientes me castañean cada vez que una ráfaga de viento me toma desprevenida, torpemente mis pies resbalan por el piso húmedo.

Espero sentir una mano situada en mi hombro y las palabras brotando de su boca en forma de disculpa. A la vez camino lento, teniendo en mi mente las reacciones y las palabras que diré. Pero no pasa nada. Ni siquiera escucho llegar sus pisadas en medio de toda está nieve esparcida por las calles.

Eso me hace darme cuenta de que Michael no lamentaba lo que me había dicho, por lo tanto no tenía para qué venir a decirme "perdón" o algo parecido que logre tranquilizarme. Estaba a gusto con sus palabras y para él, ningún argumento que le diga le hará cambiar de opinión.

·

¡Hey! ¿Qué onda, gente?

El capitulo de ayer me dejo un mal sabor de boca. ENSERIO. Casi, casi mi tele salia dañada por culpa de Disney.

-¿Lloraste, Anet?

-Pos sí, lo hice. Porque ver a la reina llorando me puso muy sensible, y al escuchar la voz de Simón quebrada hizo que mi corazoncito se rompiera en mil pedazitos!!

Y cuando Ámbar canta Claroscuro sin decir la parte de "que mal, que mal, que mala soy" y pensando en los momentos que paso con Simón. 

¡¡DIOS MIIO, DISNEY!!

ME ESTAS MATANDO LENTAMENTE CABRON!!

DIGANME QUE VIERON LA P*T* PARTE DONDE ÁMBAR LE DICE A SIMÓN QUE AL QUE QUERIA BESAR ERA A ÉL Y NO AL IDIOTA DE BENICIO.

AISHH!! ESTOY RE SACADA CON ESTAS ESCENAS!!

Y LA CEREZA DEL PASTE FUE CUANDO LE CONFESO A MONICA TODO LO QUE HACIA PARA QUE LA P*RRA DE SHARON ESTE ORGULLOSA DE ELLA...!!

FUE UN MALISIMO CAPITULO Y SOLO QUEDAN 9 MAS!!

BUENO... SERIAN 8 SI NO CONTAMOS EL QUE YA VA A DAR O EL QUE YA ESTA DANDO...

Sorry si las intimido con las letras en mayuscula pero es que...!! enojo se queda corto para el sentimiento que senti ayer.

Jajajajajaja

Sentimiento que senti ayer!! Jajajajaja

Aish!! odio mis cambios tan repentinos...

Pero no me hagan caso, chamas.

Las leo y las amo.