Tal Vez Suene Algo Cliché
LILA
La lluvia arreciaba con fuerza, ya esto había avisado que no sería mi día. Nunca fuí amante de la lluvia, siempre preferí los días soleados los colores suelen resaltar más y cada vez que el sol sale es como un mensaje que me impulsa a seguir adelante con mis planes.
Han pasado aproximadamente 5 años desde que había abandonado París en un desespero de escapar de las críticas de los demás; fue una etapa llena de dificultades, pero aún así pude seguir, tuve que asistir varias veces a citas con el psicólogo, ya que mi madre concideraba que tanto mi mente como yo estabamos hechas un desastre. Digamos que estar entre ilusiones falsas, en mundos que no era el mío me afectaba de gran manera, aunque...nada me afecto más que el.
¿El? Aquel pelirrojo artista que estaba dispuesto a destruir aquellas ilusiones, todo mundo irreal. Tal vez su intención no era destruir aquello anteriormente mencionado, sino a mi, pero, el pasado queda atrás, ¿no?
--Lila, ¿Me escuchas?--su voz me sacó del trance en el que hallaba luego de que me hubiera terminado de destruir. Mi mirada se poso en sus ojos esmeraldas, aquellos que alguna vez me miraron con eterno amor.
--Si, digo, ¿qué?
Aún seguía petrificada ante lo dicho por el. Hace unas horas me había recogido de mi departamento para aclarar algunas cosas, cosas sobre sentimientos, eso que tanto odio tener. Tal vez la razón del porqué me largué de París no había sido por las críticas, tal vez y solo tal vez me fuí por el, por la tristeza de saber que el jamás me volvería a recordar.
Las gotas de lluvía chocaban contra los vidríos del auto, si, estába en su auto, totalmente vulnerable, lamentablemente ahora si lograba sentir emociones más allá del enojo y eso me llevaba a un gran barranco. ¿Porque dije lo de "la tristeza a que más nunca me recordara"? Pues, digamos que, tal vez yo fui la causante de un accidente en donde el había perdido la memoría. Huí para no hacerme responsable, aunque por dentro moría, lo extrañaba y cada día que pasaba sin el era una total tortura.
Nuestros caminos se había separado hace años por mi culpa, yo lo lastimé y ahora el me lastima a mi, ¿que clase de karma era este? Aunque debía suponerlo, ¿porqué había pensando que podíamos llegar a algo? El tiene novia, y yo ya tengo a Matthew mi pareja.
--Nathaniel, ¿Para esto me buscaste?--mi voz se quebró al instante, el estaba acabando conmigo, me estaba destruyendo.--¿Tan solo para decirme que nada puede ser posible entre los dos? Si tanto me amabas, si tanto me querías, ¿porqué me dices esto? despues de que hace unas semanas llegaste de la nada a mi y volviste a...hacerme sentir...
Y no pude decir más porque comence a llorar de decepción, no quería ni verlo a la cara.
--Dijiste que nunca me dañarías...
--¡¿Acaso no vez que también me haces mal?!--silencio. El frotó su rostro con sus manos en un gesto desesperado, yo lo veía sin saber que sentir realmente.--Lila, los dos perdemos, y no me arriesgaré a tal cosa...
Y me bajé del auto, me valió mil hectareas sus palabras, cerré la puerta sin medir la fuerza y comencé a caminar rapidamente lejos de el, mi cuerpo comenzó a enfriarse, la lluvía no había tardado en mojarme, mis lagrimas se confundían entre las gotas de lluvía, me sentía algo ahogada y mi pecho dolía un mundo, me sentí perdida.
--¡Lila, escúchame!--oí su voz entre la lluvia, no quise voltearme y comencé a caminar mucho más rapido mientras me abrazaba a mi misma, debía dejarlo ir, el debe dejarme ir.
Sentí un jalonazo de repente, el cual me atrajo hacia atrás en un rapido momento, alguien mr había tomado del hombro y me volteó para luego abrazarme, estaba empapado... y esa fragancia apagada, era Nathaniel. No pude evitarlo, simplemente comencé a llorar mucho más mientras escondía mi rostro en su pecho, pues hasta allí llegaba mi estatura, ya que el tomate se creció mucho.
--Lo siento mucho.--me disculpe entre jadeos y sollozos, me aferré mucho más a el sin dejar de llorar, mi corazón estaba totalmente arrepentido, ¿pero de que?
El acariciaba mi cabello con sus frías manos, estaba consolandome, de un daño que el también había causado en mi, de mi caos.
--No, quien debería pedir tu perdón soy yo, lo siento...no medí mis palabrás y, estaba frustrado, no quise decir todas esas cosas que dije en el auto, no me arrepiento de volverte a ver, no me arrepiento de seguirte amando, no me arrepiento de haberte conocido Lila Rossi.
--Te odio. No sabes cuanto de odio Kurtzberg, odio todo de ti...--confesé con rencor y dolor aún llorando, mis ojos cerrados sin ganas de verle.
--¿Segura de eso, Rossi?--preguntó el con cierto tono de burla, más con esa duda de saber si lo decía en serio.
No pude evitar sonreír con algo de amargura y cariño, si, lo odiaba mucho, demaciado, si pudiera lanzarlo de un puente ahora mismo... me lanzaría con el. Rayos.
--No me odias, ¿verdad?
--Si te odio.--hablé, ni yo misma me lo creía.
--¿Me demostrarías cuanto?
Alcé mi mirada viendole, el sonreía con descaro, tuve ganas de darle un gran empujón y hacer que otro carro lo atropeyara--Si, el accidente en donde el había perdido la memoria fue porque un auto lo atropelló, culpa mía, más in intenciones- pero no pude, tan solo me alcé de puntillas para luego rodear mis brazos en su cuello con una pequeña sonrisa en mi rostro. Sus brazos rodearon mi cintura atrayendome a el. Lo odio.
--Te odio y sería capáz de asesinarte yo misma en estos instantes a sangre fría, Nathaniel Kurtzberg.
El fingió horror mientrás aún mantenía sonrisa.
--Que violenta, Rossi, aunque...--hizo como si pensara un momento, su sonrisa cambió a una de ternura y acerco su rostro al mío haciendo que mis alertas se encendieran.--Moriría feliz al saber que la mujer que me gusta me ha asesinado, con sus manos...
Mis mejillas se colocaron totalmente rojas, seguíamos viendonos a los ojos, nuestros rostros se iban acercando como si de un iman se tratase.
--Te odio.--volví a repetir viendo sus ojos, los cuales brillaban con emoción.
--¿Podrías decir algo que no esté tán repetido?
--Te amo.
Y si, tal vez suene algo cliché, pero, volvimos a unirnos, allí bajo la lluvia el me había besado, justo como nuestra primera vez, en aquella lluvia de estrellas. Nuevamente nos habíamos dado cuenta de algo: No podíamos vivir sin el otro, y que a pesar de que pase los años y nuestra mente borre cada recuerdo, seguiremos siendo el y yo, dos personas que se odian tanto como para llegar a amarse sin importar cada muro que se nos alce.
Yo lo odio, el quita ese odio con una estupida sonrisa y yo, vuelvo a el, así como el vuelve a mi. Nathaniel Kurtzberg, ese es el nombre de mi destrucción y salvación.
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Dedicado a mi hermosa Partner Akemi_Itza❤ espero que te encante :"3
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