Nathaniel

—Te amo Nath, hasta pronto.—se despidió Lila llevándose con ella una parte de mi ser.

Volvimos a juntar nuestros labios en un beso lento y lleno de emociones, nada apurado al contrario muy dulce y paciente. No duro mucho, pues nos tuvimos que separar, nuestras respiraciones chocaban y se combinaban, una pequeña sonrisa se esbozo en mis labios, unimos nuestras frentes y cerré mis ojos esperando a que solo sea un sueño del cual pudiera despertar, deje salir un suspiro algo pesado, no me imagino una vida sin ella.

—Prometo esperarte.—aseguré para luego soltar nuestras manos y separar nuestros rostros.

Me sentí vacío, frio, la necesitaba a ella. Necesitaba su calidez, sentirle cerca de mi, quería sentir su mano unida con la mía, la necesito. La necesito más que a nada en este mundo.

La vi a los ojos y ella asintió con una pequeña sonrisa la cual movió todo mi ser, sus orbes verdes reflejaban dolor, sus lindos ojos estaban cristalizados, ella lloraría en cualquier momento. Vi como tragaba en seco, se tragó su dolor, su orgullo le impedía quebrarse frente a mi en este instante. Sonreí de lado sin despegar mis labios, esta chica…

Oh linda, no finjas conmigo, se que te duele tanto como a mi. Puedo verlo en tus ojos. Pero se que podrás salir adelante, porque aunque no nos veamos, yo siempre estaré para ti.

Ella comenzó a caminar alejándose de mi, quise pedirle que se quedara, pero se que no sucederá, solo me queda esperar su regreso. Solo unos años no eran nada del otro mundo, estaba dispuesto a esperarle, me había hecho esa promesa internamente. Moví mis pies en dirección contraría para partir a mi hogar.

Me voltee en dirección contraría y comencé a caminar lentamente con mi mirada en el suelo, tuve esperanzas de que te voltearas, corrieras hacia mi y me abrazaras, que me dijeras que te quedarías.
Pero no sucedió…

—Ah, ¡A propósito Nathaniel!—exclamó Lila haciendo que me volteara a verla, con una sonrisa que la caracteriza bien.

Ella corrió hacia mi y me miro por unos segundos, me perdí en su mirada, no pude evitar bajar un poco mi vista a sus labios, quería besarle en este instante, nos íbamos acercando poco a poco dando pequeños pasos pero…

—Nath, casi se me olvida.—ella dio un paso en retroceso con una pequeña sonrisa la misma que siempre coloca al hacer una confesión.—Amo el amor a la antigua.

¿Era una pequeña pista? ¿Una petición? Sonreí en mis adentros, Lila siempre Lila, colocándola algo difícil. Iba a hablar pero no pude articular palabra alguna, y ella lo noto. Odio ser tan tímido.

Me guiñó el ojo para luego salir corriendo hacia donde sus padres estaban, vi que volvió a verme, mi corazón latía rápidamente. Ella se iba. Se despidió de mi agitando su mano a los lados. Repetí su acción mirándole con adoración, ¿Cómo termine sonriendo como tonto enamorado? No lo se.

Bella mentirosa, nunca dejes de ser tú misma, eres única aunque no lo veas, eres hermosa aunque no lo creas.

—Cuídate bella Italiana y suerte en esta nueva aventura que emprenderás.—susurre para luego sonreír a como pude y comenzar a caminar de regreso a casa.

Y aquí estoy esperando tu regreso, el tiempo pasa muy lento para mi llegando a ser una gran tortura, ¿Qué será de ti? ¿Sentirás lo mismo que yo?, por ahora solo me conformaré con mandarte estos escritos y de recordar cada día tus hermosas virtudes y defectos, de recordar lo perfecta que eres para mi.

Atte: Nathaniel.

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Primer OS publicado, dando inicio a esta obra, espero que les guste.
Dedicado a: Laughing-Discordia💕
Los deseos se cumplen XD