Lo...lo siento yo... no puedo...yo ...

Grell se levantó de golpe y salió corriendo de ahí, dejando tras de sí a un shinigami solo, arrodillado en esa fría hierba... con su corazón destrozado.

La declaración...fue un fracasó.

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El Shinigami se encontraba en su casa, tumbado en la cama, abrazando con fuerza el viejo abrigó negro de su compañero, buscando la calidez y protección que este le hacía sentir.

..." ¡Grell, tú me gusta, me gustas mucho!"

Dios, cuanto había soñado con oír esas palabras, cuanto había deseado que el mayor se le declarará...

No era tonto, sabía que se había enamorado de Adrián desde hace mucho.

Contrario a lo ocurrido con Sebastián y William, con los cuales inicio por atracción física. Adrián lo había cautivado a otro nivel.

El mayor no solo se había ganado su confianza y afecto, era más. Si, sabía lo guapo que era, eso ni como negarlo, pero había algo más.

Con el se sentía en verdadera confianza, sabía que podía mostrarse como era realmente, infantil, burlón, tímido, miedoso. Todas aquellas facetas que no mostraba siempre, no tenía miedo a mostrarlas frente al peliplata, sabía que no lo rechazaría.

Y eso había cautivado a Grell, saberse aceptado y querido por alguien...era lo mejor y más bello que le pudo pasar.

Pero entonces...¡¿Porque lo rechazó?!

La respuesta era fácil...miedo, asco a su persona.

Después de lo ocurrido con esos dos Grell comenzó a odiarce, se sentía sucio, humillado, débil. Esos sujetos habían roto la enorme confianza y amor propio que le habían caracterizado. Ahora sentía que no valía nada, su cuerpo había sido ultrajado, mancillado ¡¿Cómo podría Adrián quererle así?!

Lo habían tratado como a una cualquiera, lo golpearon y le dijeron que todo era su culpa, que el de lo había buscado, por su forma de hablar, vestir, actuar.

No negaría que si era muy coqueto y a veces atrevido, pero esto no significa que se acostara con medio mundo, No.

El solo quería sentirse libre, disfrutar al máximo la vida que absurdamente no disfruto la vez pasada, cuando era mortal, cuando vivía amarrado a una familia donde le humillaban, golpeaban y herían, una familia que lo hizo sentir tan mal que prefirió el suicidio.

Ahora sólo deseaba la libertad, amar y ser feliz. Tal vez sus métodos no fueron los mejores pero...podía jurar que no se merecía esto.

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Miró las marcas en su blanco cuerpo, se había bañado más de diez veces pero estás no desaparecían y aún de sentía sucio.

Terminó llorando en el baño de su casa, envuelto en ese abrigo negro que lo hacía sentir seguro.

¡Grell-chan!

Así le encontró Lizzy, la rubia no tardó en abrazarlo, había ido a ver cómo resultó todo...parece que...mal.

Llora Grell-chan...yo estoy aquí.

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Y finalmente actualizo.

Mil perdones por no haberlo hecho antes. La verdad me concentre más en otro proyecto y abandoné este, una disculpa enorme.

Pero ahora me dedicaré a terminarlo, no faltan muchos capítulos.

De verdad lo siento 🙇

Ahora viene lo más fuerte...¿Que pasará?