Raro...extraño... incluso...aterrador.

Will comenzaba a preocuparse por el cambio que su compañero estaba sufriendo.

Primero, Grell comenzó a llegar  a la hora exacta, ni un minuto antes ni un minuto después; ya no hacía tanto escándalo por el tipo de misiones que el mayor le asignaba, fuera una mujer anciana, un hombre de oficina, una ama de casa, el Shinigami cumplía su obligación al pie de la letra, sin alguna queja de lo aburrido que era, estar fastidiado por el calor o la típica excusa de no querer estropear sus uñas, nada, ahora Grell lo hacía todo como le ordenaba.

Ya no tenía que andar tras él todo el tiempo, presionando para qué cumpliera con sus obligaciones, obligándolo a ser un buen tutor para Ronald, la verdad es que Grell era el empleado modelo...¡Y eso tendría que ponerlo contento!....pero....

Pero eso no era el único cambió notable, de un tiempo a acá Grell había dejado de ser tan...empalagoso.

-permiso... William, aquí está el reporte.

-bien (¿William? Desde cuándo)

-termine todas mis misiones así que me retiro.

-entendido... Buen...

-adios.

Ni siquiera le dijo felicitarlo, cuando levantó la vista ya estaba solo.

Por alguna razón este desaire le hizo enfadar. Ni una sonrisa pícara, una mirada seductora, un piropo...¡Algo!

Parece que de la noche a la mañana el rojito había perdido interés en el.

-¡Tsk!...mejor, odio que sea tan empalagoso.

Porque lo odiaba...¿Cierto?