Había llegado temprano el primer día de clases con solo un propósito: tener el asiento perfecto, en otras palabras, el que está en el fondo al lado de las ventanas y así lo consiguió <la mejor idea que tuve desde que empezó el año > pensó Minyoung.

Mientras esperaba a que venga el resto del curso, se puso a escuchar su canción favorita del momento, about love de MARINA, y trataba de que nadie se siente al lado suyo, ya que eran pupitres compartidos y no quería compartirlo con nadie.

Cuando llegó la profesora de matemática, la señora Kang, para comenzar su clase; se dio cuenta que logro su cometido. Pero, toda esa idea se vino abajo cuando apareció un chico nuevo y el asiento de al lado de Minyoung era el último disponible.

Así, comenzó la clase y el chico nuevo solo fue a su lugar asignado, ni siquiera se presentó ante la clase pero a nadie le importó en ese momento. Al cabo de un rato una de las chicas del curso se levanta de su asiento, interrumpiendo la clase.

—Profesora...¿no deberíamos presentarnos todos? Ya qué hay un alumno nuevo y nos tenemos que conocer entre todos — sonreía y trataba de sonar dulce e inocente.

La profesora aceptó muy feliz y felicito a la chica por la gran idea que tuvo. Ya que para Sra. Kang era muy necesaria la participación en la clase y para ella, esta era una forma de hacerlo. Por lo que todos tenían que decir su nombre, apellido y algo más, podía ser cualquier cosa.

—Tu turno, linda.

Se levantó de su asiento, se aclaró la garganta y se estaba repitiendo lo que iba a decir por décima vez, estaba muy nerviosa, ya que no le gustaba para nada hablar frente a la clase o en si, al público, porque  sentía  que toda la atención recaía en ella, por lo que en este momento debería estar, seguramente, con toda su cara roja de los nervios.

—Soy Im Minyoung y no me gusta el tomate—cortante, con cara de no me importa nada y me llevo la vida por delante, se sentó mientras que trataba de recomponerse por haber hablado en público y pensando si dijo alguna estupidez inconscientemente.

—Y por último—con una sonrisa en el rostro—el alumno nuevo, adelante chico — dijo la sra. Kang

El chico se levanto con fastidio y dio una mirada panorámica de todo el curso tratando de sostenerla en algo interesante, pero como no lo había sólo miro al pizarrón y respondió.

—Mi nombre en Jeon Jungkook y me gusta el negro—sentenció y se sentó con cansancio en su asiento.

Cuando termino con su presentación a Minyoung se le había ocurrido un chiste con eso que él había dicho y estaba muy indecisa si decírselo o no, pero mando todo a la mierda y se lo dijo.

—Así que...— hablo a lo bajo ya que estaban en clase— ¿te gusta él negro?—pregunto con ironía mientras se reía—yo pensé que te gustaban más las chicas bajitas y pálidas, pero cada uno con sus gustos ¿no?—inquirió mientras levantaba las cejas de forma exagerada y lo veía a los ojos.

Estaba nerviosa, lo admitía. El chico era nuevo, no lo conocía para nada y tal vez se asustaba de ella o algo por el estilo, porque nadie hacía un chiste como estos cuando quiere comenzar una conversación, una amistad o lo que fuera esto. Pero, en defensa de Minyoung ella era un asco haciendo amistades y por eso, no tenía ninguna hasta el momento. En otras palabras, era una asocial de mierda; además de otras razones como su cara, normal, de haber chupado un limón todo el día, sus chiste que no son demasiado entendibles o muy pocos convencionales diría su padre, su sarcasmo, entre otras cosas.

Pero, todas sus inseguridades se esfumaron cuando Jungkook se rió a lo bajo para que la profesora no los escuchara.

—Si, hasta nos vamos a casar dentro de unos meses—la vio a minyoung mientras sonreía y hablaba con sarcasmo—si quieres después te envío la invitación.