EXPRESSO

" Si vieras la nariz de gatico que hice por ti, estarías muy feliz"

—¿RED VELVET? ¿NO EXISTE OTRO PASTEL QUE NO PIDAS, ZACH? —me pregunta mi mejor amigo.

—Adoro ese pastel, así que no te quejes, yo compro tus comidas —lo regaño y se queda callado. Él sabe que no puede ponerse necio conmigo porque le lanzo un golpe y quedara paralítico toda su vida si sigue diciendo ridiculeces.

—Bien, queremos tres expresso, un mocaccino, tres pasteles de chocolate y uno de red velvet, por favor —digo la orden a la señorita que está como mesera. Ella anota todo, repite por si acaso lo dije bien y listo, así me gusta que atiendan bien. Porque mi lugar favorito cerro y necesito reemplazarlo por otro, y este tiene pinta que es bueno.

—Mi madre quiere que vayamos al cumpleaños de mi pequeño hermano, y dijo que si no traíamos novia nos iba a desheredar como sus hijos —comenta Andrew—. Es difícil conseguir a una persona que pueda quererme, no es como Zach que tiene su vida llena de corazones.

—Yo no tengo mi vida llena de corazones, estoy igual de jodido que tu o se te olvido que termine con Arissa —le digo lamentándome de mis palabras. Aunque me duela, me sabe a mierda. Ella se lo pierde. Andrew asiente y no dice mas nada.

La mesera nos trae nuestro pedido y soy feliz al tener dulce en mi cuerpo. El red velvet está excelente, húmedo, perfecto sabor, demasiado adictivo, incluso mejor que Mao'w que fue mi lugar durante toda mi vida y en la cual tengo recuerdos increíbles con mis amigos. Quiero pedir la torta completa para llevármela a casa y comerla hasta mañana que vuelva de nuevo para una nueva dosis. Le digo si tienen disponible la completa y ella se retira para verificar si queda. Cruzo los dedos.

—Debemos buscar la manera de salir del hueco de la soltería. En serio necesito pechos, trasero, besos en mi vida, ya voy a cumplir treinta.

—Al menos no eres virgen como cierta persona.

—Bob es el virgen del grupo.

Comienza la pelea entre Andrew, Cherry y Bob del porque tienen mala suerte, que si uno le quitó la novia al otro y despues los dejo a ambos. Cherry refuta todo lo que le dicen y no espera que los demás puedan hablar mal de èl. A veces siento que tengo tres hijos de los cuales debo proteger y cuidar, mas que amigos somos hermanos y siendo el mayor me causa gracia como tienen que discutir cada día por algo tonto que no tiene ningún sentido.

Mientras voy comiéndome el pastel siento la mirada de alguien y no me atrevo a seguirlo porque no se donde pueda estar, y eso me eriza la piel. La mesera regresa diciéndome que si tienen y que debo cancelar en la caja como corresponde. Me levanto para alejarme de mis amigos y que sigan peleando.

La cajera me observa de pies a cabeza y le susurra algo a otra persona. No se a que se deba, pero no deseo tener ningún problema con nadie.

—¿Disculpe, algún inconveniente? —le pregunto y ella niega con la cabeza. Le doy mis datos personales, mi identificación y mi tarjeta para cancelar todo—. Gracias, y disculpen si mis amigos causaron un alboroto.

—¡ESPERA! —exclama una mujer que en mi vida he visto y ella parece conocerme—. ¿Qué haces aquí, amor? ¡Te hacia en el conversatorio. ¿Y esa ropa?

—¿Qué? —estoy desconcertado y no se que demonios pasa. Si está loca que se vaya al manicomio—. ¿Quién es usted?

—Lía, él no es su esposo.